PETICIÓN DEL CAPITÁN FRANCISCO FERNÁNDEZ DE PALENCIA AL GOBERNADOR Y
CAPITÁN GENERAL DEL NUEVO REINO DE GRANADA.
En 1632 se internó don 'Francisco
Fernández de Palencia, en el Quindío y
descubrió minerales argentíferos entre los páramos y la cordillera en Toche.
El
Capitán Francisco Fernández de Palencia, vecino de Santafé, digo que habiendo
tenido noticia de que en los páramos de Quindío y otros sitios remotos, desiertos y despoblados
había vetas y minerales de plata, oro y
cobre de consideración, y yo por servir á Su Majestad y aumentar sus rentas reales y estas
repúblicas, y también por merecer las honras y mercedes que Su Majestad hace á
los que descubren y pueblan tierras
nuevas y ricas, y juntamente buscar mi útil y aprovechamiento, salí desta
ciudad por el mes de Noviembre del año pasado de 1632, y entré en los páramos y
cordillera tres veces, llevando conmigo algunos españoles y esclavos é indios.
Y
habiendo trabajado más de cuatro meses continuos, con mucha costa de mi
hacienda, porque á todos los que entraron conmigo los sustenté y avié de
cabalgaduras, y de todo lo demás que hubieron menester en el discurso del viaje
; y llevé herramientas, armas y municiones y lo necesario para entrar á
semejantes descubrimientos, y di muy largos premios y paga á los indios porque
me guiasen y ayudasen a lo susodicho, en que gasté mucha suma de dinero, sin que otra ninguna persona
gastase un real en este descubrimiento. Y puse en manifiesto riesgo mi vida así
por la aspereza y solead de los puestos por donde anduve, como por haber
sospechas de que había por aquellas tierras algunos indios pijaos rebeldes retirados.
Y
fue Nuestro Señor servido de que descubriese vetas de plata muy ricas, con
cuyos metales salí a la ciudad de Ibagué, a donde los ensayé e hice ensayar, y
se reconoció la riqueza y sustancia de las dichas minas, y luego las registré
ante el Alcalde ordinario de la dicha ciudad de Ibagué, y di estacas y pedí y
se me concedió un año de término para escoger una mina principal y otra
salteada y ponerlas en labor, como consta del registro que presento ante
Vueseñoría con la solemnidad necesaria.
Y
hecha esta diligencia vine á dar á esta ciudad como di cuenta a Vuestra Señoría
de este descubrimiento, traje algunas piedras del metal de las dichas minas,
que ensayado por personas peritas aun descubrieron mayor riqueza, pues del haz
de la tierra rinden á más de dos marcos de plata por quintal, Y por tanto estoy
resuelto de volver a las dichas minas y poblarlas, y descubrir otras más ricas
que tengo por cierto que hay en aquel contorno, y de gastar en esto toda mi
hacienda, que es cuantiosa,
A
Vuestra Señoría suplico se sirva de confirmarme el dicho registro y comedirme
por ahora las mercedes siguientes:
Otrosí.
En la vía y forma que más haya lugar de derecho y me convenga registro ante Vuestra
Señoría las aguas de la quebrada que llaman de Toche
desde su nacimiento hasta donde entra al el río de San-Juan, con los asientos
de ingenios de moler y beneficiar metales que hubiere en la dicha distancia. A
Vuestra Señoría pido y suplico”.
FRANCISCO FERNÁNDEZ DE PALENCIA
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