viernes, 3 de febrero de 2023

SAGA Y FICCIONES DE LA COCA.

 


SAGA Y FICCIONES DE LA COCA.

Una generación de colombianos creció con el desatinado comercial de “la mata que mata”, emitido y difundido por la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), a finales de 2008, equiparando la coca y el cannabis, plantas ancestrales como plantas que matan.

La insulsa sentencia en contra de unas especies que por tiempos inmemoriales ha sido de uso ancestral, da pie para referenciarla positivamente y denegar semejante esperpento aludido en el nefasto y superficial comercial.

La Coca, propia de los valles interandinos, elemento mitológico de la población aborigen de América y que, en el imperio Inca, su nombre lo llevaba la esposa del cuarto Inca, llamada Coca Mama.

Los indígenas no podían subsistir sin este elemento, que generaba en sus organismos los más placenteros estímulos vitales. En los territorios que carecían de esta planta, la obtenían por el trueque de oro, esmeraldas u otros objetos. Mientras masticaban las hojas de coca no se acoraban de comer y se negaban a trabajar en ausencia de está para su consumo, la hoja llegó a constituirse como parte integrante del salario, negándose a trabajar si los patrones no la suministraban a su debido tiempo la correspondiente ración diaria.

Utilizada en los ritos tradicionales, también se usó para motivar a los esclavos, que fueron sometidos a largas jornadas de trabajo, quienes paliaban su tristeza, tribulación, cansancio y hambre, paladeando el bolo de hoja de coca, lo que se indica en del siguiente dicho de la época: “para que trabaje como es debido y como como no es debido”.

Para el año de 1576, la Coca fue censurada por la religión, y la denominaban como el talismán del Diablo, situación que hizo mermar su consumo debido a las convicciones religiosas arraigadas en los pueblos aborígenes sometidos por los amos españoles. Este acontecimiento genero efectos negativos en el recaudo de la alcabala e impuesto de la Coca, lo que hizo que se autorizara nuevamente su plantación, comercio y uso.

PREPARACIÓN DE LA MIXTURA (MAMBE)

En la actualidad, el mambe es una mixtura resultante de mezclar harina de hoja de coca tostada y molida, mezclada con cenizas de yarumo o de piedra caliza.

Desde la época de las sociedades indígenas precolombinas y aun en las actuales, se utiliza el Mambe para evitar el cansancio en las labores y en la búsqueda del saber tradicional, la palabra orientadora, la claridad de pensamiento y el bienestar físico y mental.

Su preparación iniciaba con la recolección de las hojas de Coca que se secaban al sol, luego la molían y mezclaban con caliza o ceniza de hojas de yarumo, las guardaban en bolsas que sujetaban en la cintura para poder disponer de las mismas en cualquier momento. También, en pequeños calabazos, portaba algunos granos de tierra caliza o ñaco de papas y sal. Las hojas eran masticadas y mezcladas con saliva hasta formar una pasta. Después se mezclaban en la misma boca con la caliza, cuya función es extraer el alcaloide de las hojas.

Veamos la referencia al respecto, del cronista Cieza de León: “Por todas partes de las Indias que yo he andado he notado que los indios naturales muestran gran deleitación de traer en la boca raíces, ramas o hierbas. Y así, en la comarca de la ciudad de Antiocha algunos usan traer de una coca menuda, y en las provincias de Arma, de otras hierbas, en las de Quimbaya y Ancerma, de unos árboles medianos, tiernos y que siempre están muy verdes, cortan unos palotes, con los cuales se dan por los dientes sin se cansar. En los más pueblos de los que están sujetos a la ciudad de Cali y Popayán traen por las bocas de la coca menuda ya dicha y de unos pequeños calabazos sacan cierta mixtura o confación que ellos hacen y puesto en la boca, lo traen por ella, haciendo lo mismo de cierta tierra que es a manera de cal. En el Perú en todo él se usó y usa esta coca en la boca y desde la mañana hasta que se van a dormir la traen sin la echar della. Preguntando a algunos indios porque causa traen siempre ocupada la boca con aquesta hierba (a cuál no comen ni hacen más de traerla en los dientes), dicen que siente poco el hambre y que se hallan en gran vigor y fuerza.”

Hoy siguen presentes los usos ancestrales de la hoja de coca como fundamento de su identidad cultural.

 

 

Álvaro Hernando Camargo Bonilla.

 

Fuente: Antonio Martínez Zulaica. La Medicina del siglo XVIII en el Nuevo Reino de Granada. Publicaciones de la Universidad Pedagógica y tecnología de Colombia. Tunja Boyacá. Ediciones “La Rana y el Águila. Tunja 1972