EL CAFÉ Y EL CAMINO DEL QUINDIO.
El nombre científico que recibió el café fue: Jasminus
Arabicum Laurifolio, cujus semen nos caffe diditur. Traducido significa:
«Jazmín con hojas como laurel cuyas semillas conocemos como café leaves like
laurel whose seeds we know as coffee».
El café como la bebida favorita, comenzó su periplo en
África, y se difundió primero en Europa. Primero llegó a Italia en 1645,
introducido por comerciante Veneciano Pietro Della Valle, en 1660; continuó su
periplo por Marsella Francia, procedente de Egipto.
En 1690, Dutchman Nicolas Witzen introdujo desde Moka una
planta de café y algunas semillas a Yacarta, capital de Indonesia. En el mismo
año el gobernador de Yacarta envió una planta de café para que creciera en las
casas verdes de Ámsterdam, pero no tuvo éxito y observaron que la planta de
café solo crecía en lugares con latitudes tropicales.
La primera planta de café producida en Francia fue comprada
por un miembro del ejercito holandés, y fue obsequiada al rey Luis XIV en
Marley en 1712. De Marley la planta fue trasladada a Paris donde prosperó y
produjo unos pocos granos, pero pronto murió. La planta fue donada al Jardín
Botánico de París, y en el año de 1723, una de las plantas fue entregada a un
miembro del ejército francés, para que fuera llevada a las colonias francesas
en América, específicamente a la isla de Martinica. El café creció bien en
Martinica, y de allí, se extendió a Sur América. En el distante territorio Etiopia empezó la travesía de las semillas de Café. Escritos
detallan que el café fue plantado, creció y floreció en Colombia en las
haciendas jesuitas ubicadas en la región del Orinoco, entre el río Meta y el
río Orinoco, hacia el año de 1732.
Se
debe a Gumilla el haber sembrado la primera mata de café en nuestra patria. En
1723 los misioneros jesuita trajeron a Colombia las primeras semillas, y las sembraron
en territorio que hasta, 1925 perteneció a la 'república de Colombia.[1]
Las cosechas en los
regadíos de las cercanías consisten en arroz, cacao, café, carta dulce, maíz,
batatas, naranjas y otros muchos productos, que se obtienen principalmente en
los aluviones del rio Combeima.[2]
La travesía del café continuó por el territorio histórico del Sumapaz cundinamarqués y tolimense, en municipios como: Fusagasugá, Tibacuy, Pandi, Sasaima, La Mesa, Nilo, Tocaima, Mesitas del Colegio y Viotá. Poblaciones que paulatinamente se fueron poblando, con campesinos emigrados de Fómeque y Cáqueza y el Valle de Tensa.
Para el año1870, los viajeros
describen los primigenios cultivos de caña, maíz y pastos, ubicados entre las
montañas espesas de la tierra templada, que tres décadas después, al comienzo
de la Guerra de los Mil Días, se convirtieron en extensos cultivos de café,
plantados bajo bosques de guamos, chochos y cámbulos gualandayes, que les
proporcionaban sombríos a los cafetales.
Su
cultivo en el suroccidente de colombiano, concretamente en Popayán, se refiere
a una plantación en un monasterio local, en el año de 1736.
En
el extremo oriental del camino del Quindío, en la población de Mariquita, José
celestino Mutis, el 15 de Noviembre de 1790, refería: "que para no dejar abandonada a su inevitable ruina la empresa
de propagar en aquella provincia los árboles de nuestra canela, de los cuales
tiene dieciocho en el Jardín para trasladar sus semillas a la Quinta, y los
plantíos que tiene hechos en ella de numerosos arbolitos de café y nuez
moscada, por el amor con que ha mirado este proyecto y por los reales intereses
invertidos, propone tres arbitrios para su adelantamiento".
Dos
referencias que permiten evidenciar que el café empezó su travesía por el
camino del Quindío, por donde se acarreó las semillas que tiempo después, sería
el producto insignia de la economía y baluarte histórico del Paisaje Cultural
del territorio.
Sin
duda alguna, el camino del Quindío fue la vía de transportó la semilla,
hipótesis que podemos dilucidar en posteriores narraciones de viajeros que relatan
la presencia y establecimiento de su cultivo.
John
Potter Hamilton en su viaje por el interior de las provincias de Colombia, en 1823, en su paso por la población de la
Mesa: “después de haber sido rozadas por
el fuego las raíces de los árboles corpulentos se van quitando gradualmente,
aun cuando se dejan algunas y en el espacio despejado por éstas, el terreno
produce plátano, café y maíz en abundancia. En la villa de Guaduas…en este
valle se cultivan la caña de azúcar, el café y el plátano, y además los prados
son extensos y fértiles”.[3]
El
Capitán Charles Stuart Cochrane, de la Royal Navy, en su diario de viaje
(Capitulo XVI. Pág. 359 a 392), refiere que el cultivo del café hacia parte de
los productos principales de la producción agrícola de la época en Cartago: “Los productos principales del suelo son café,
cacao, azúcar, tabaco, plátano y ganado. El café es de gran rendimiento en los
alrededores de Cartago, cada palo produce 25 Pfehnige (centavos); pero por el
alto costo del transporte no puede ser exportado vía Cartagena.”[4]
El
viandante, el francés, Jean Baptiste Boussingault, en su tránsito por el camino
del Quindío, para llegar Cartago, describe lo siguiente: Pregunté la razón de
esta acogida tan singular y la respuesta fue la siguiente: —“¿Usted abrazó a Gabrielita?” — “¿Y cómo lo sabe?” — “Lo sabemos,
porque usted huele a las flores que ella usa en sus cabellos”. Me fue imposible
negarlo. Luego vino una curiosa recomendación: —“Después de comida no le
daremos café”.
—‘‘¿Por qué?” —“Porque no”. Debo callar la razón, pues parece que el efecto
atribuido al café está generalmente admitido por las señoras de la América
meridional.[5]
Para
concretar la evidencia, el Estado Soberano del Cauca, el cual contenía en su
división política administrativa el territorio de la municipalidad del Quindío, expidió en la Ley
5°, del 25 de julio de 1879, en donde exhorta el fomento de la plantación y cultivo
del café en el Estado:
“El Pueblo soberano
del Cauca, y en su nombre la Legislatura del Estado, decretó, que todo
habitante del estado que cree una plantación de café, y que la cultive hasta el
estado de dar frutos, tendrá derecho a una retribución en dinero pagadera del
tesoro del estado en la forma siguiente:
Por cada quinientos
árboles de nueva plantación en estado de florescencia o dando fruto, se le
darán cincuenta pesos.
Por cada mil árboles
se le darán cien pesos.
Por cada dos mil
árboles, doscientos pesos.
Por cada cinco mil
árboles, quinientos pesos; y así sucesivamente, a razón de cien milésimos,
empezando por el número de quinientos que se fija en la primera parte de este
artículo.
El cultivador, tan
pronto como establecía una nueva plantación daba aviso al Jefe del respectivo
municipio, expresando el punto del cultivo e indicando el número de árboles
establecidos. Los jefes municipales abrirán un registro estadístico por
distritos, y en él se registraban el nombre del cultivador, el lugar o zona en
que se encontraba la plantación y el número de árboles que se cultivaban.
Para los efectos de
cobrar los auxilios económicos, concedidos por la ley, el jefe municipal por si
inspeccionaba la plantación y si de la inspección resultaba cierta, y llenaba
las condiciones establecidas en la ley, autorizaba el pago de la suma a que el
cultivador tenía derecho.
Para el efecto se presupuestó y apropió la cantidad de diez mil pesos en cada vigencia económica, en el respectivo Capitulo y Departamento, para atender a las recompensas que esta ley otorga.”[6]
Otro acervo, es el contenido en la obra histórica de Eliodoro Peña, denominada: Geografía e Historia de la Provincia del Quindío, en donde refiere: …las producciones son las principales; el cacao, el café… Los artículos de comercio que se exportan, se reducen a cacao, café… Circasia produce maíz en abundancia, fréjoles, panela, trigo, café, Las demás producciones consisten en café.[7]
No
hay duda que la introducción, cultivo y fomento del café se hizo a través del
camino del Quindío, y se diseminó inicialmente en el territorio como política
del estado Caucano en la municipalidad del Quindío, cuya capital fue Cartago y se
propago por los territorios de su jurisdicción político administrativa, de cual
hacían parte las poblaciones nacientes del actual Quindío: Salento, Filandia,
Armenia y Circasia, que pertenecieron a esta hasta 1908.
Álvaro Hernando Camargo Bonilla
Miembro
de número de la Academia de Historia del Quindío.
Vigía
del Patrimonio
[1] El café en Colombia, 1850-1970: una historia económica, social y política. https://muse.jhu.edu/pub/320/oa_monograph/chapter/2587627
[2]
A M E R I C A P I N T O R E S C A. Pág.
664
[3] John Potter Hamilton
Viajes por el interior de las provincias de Colombia (1823)
[4] Residencia y Viajes en
Colombia durante años 1823 y 1824 por, en dos tomos Volumen II. Londres: Impreso para Henry Colburn,
New Burlington Street. 1825. CAPÍTULO XVI. Págs.; 359 a 392.
[5]
El MEMORIAS DE JEAN BAPTISTE BOUSINGAULT, 1824. Paso de la Cordillera Central
por el Quindío.
[6] Gaceta Oficial del Estado Soberano
del Cauca. Archivo de la Gobernación de Popayán.
[7] Geografía e
Historia de la Provincia de Popayán, Departamento del Cauca. Popayán Imprenta
del departamento director David Orjuela P. 1892. Pág, 20, 53, 103