sábado, 22 de agosto de 2020

DEL PASADO HISTÓRICO AL PRESENTE: LOS FRUTOS ALIMENTICIOS QUIMBAYAS.

LOS PRIMITIVOS FRUTOS ALIMENTICIOS QUIMBAYAS.



 

LOS PRIMITIVOS FRUTOS ALIMENTICIOS QUIMBAYAS.

A la llegada de los conquistadores (siglo XVI), la “Provincia Quimbaya”, mostraba un territorio diverso en flora y fauna, diversidad contenída en sus inmensas selvas de grandes árboles como ceibas, cedros, guayacanes, palosantos, dragos, algodón, coca, palo de la Cruz, caraña, cauchos, maguey (fique), vainillos, borracheros y/o floripondios, palmas, y tupidos guaduales. Inmensas florestas de árboles gigantes provistos de concavidades en sus tallos, en donde anidaban enjambres de abejas, de donde se obtenía deliciosa miel, y variedad de frutos utilizados en su dieta alimentaria, y otros materiales para la construcción de sus viviendas. De los animales se proveían de carne y grasa; de los árboles, maderas, resinas, y materiales para la construccion de sus viviendas.

De los animales como venados, conejos, chuchas, armadillos, peces, abejas, pumas, jaguares, dantas, y osos,  se proveían de buena y sabrosa carne. No faltaban las  culebras de mucho veneno.

Peces, como bocachicos, bagres, sardinetas, capitanes, patalós o jetudos. Exóticas aves como: Gorriones, cardenales, cucaracheros, turpiales, loros, tominejos, perdices, pavas, guacharacas, paujiles, chorlitos, garzas, y patos, todos ellos de coloridos plumajes, utilizados en la confección de sus vestidos. Los frutos alimenticios de los Quimbaya, hoy no esta presente en la memoria de las generaciones presentes.

 

El maiz lo consumían en grano asado (mazorca y/o choclo), bollos o envueltos que se envolvían  en la hoja o capacho de la mazorca) se cocinaban y/o  asaban. Tambien blacas arepas, que sobre tiestos de barro asaban sobre el fuego; al igual, del maíz molido y fermentado btenían vino, al cual llaman chicha.

machorrucio, agradable sopa de maíz con cierto parecido a la colada de chócolo

Se extendía en todos los pisos térmicos: cálido, templado, frío y de paramo, por donde corrían numerosos ríos, el como el Tacurumbi,  Zegues, De La Vieja, Otún y Consota, y otros más; ríos, repletos de cañaverales, y de sus orillas brotaban fuentes de agua salada. Este fue le territorio conquistado y en donde habitaban las tribus denominadas: Tacurumbí (Tacurrunbi) (Chinchiná), Yamba, Co, Consota, Pindaná, Bía, la cacica Ague, Tampa, Cegue, Pindana, Quindío, Guáquita, Pión, Cohinja, Noguo, Pormasa, Yagoyago, Taguambí, Turcunda Saytama, Utancua, Sasacumbi, Conche, Tatacui, Pagua, Orobi, Tarira, Chalima y Jimbatí. Tribus que se dedicaban al cultivo del maíz, frijoles, ají, pimientón, caco, yuca, Pixivaes (Chontaduro), batatas (papas), malanga, rascadera , cidras, bore, iraca, palmicha, culantrón o cilantro cimarrón,  bija y/o achiote, bihao y/o bijao, congo, arracacha, victorias, calabazas tabaco; frutales como: aguacates, guabas (guamas), piñas, pitrahayas, guayabas. caimitos, ciruelas anones, badeas, cañafístulas, chirimoyas, guanábanas (cabezas de negros), hobos, granadillas, madroños, mamonas, nisperos, pacáes, papayas, papayuelas, tamarindos, zapotes y corozos; alimentos de buen olor y sabor, que constituían su dieta alimentaria.

Cieza de León escribió: “el valle es muy llano y siempre está sembrado de muchos maizales y yucales y tiene grandes arboledas de frutales y muchos palmares de las palmas de los pijibayes”.... “Las riberas están bien pobladas de las frutas que hay de la misma tierra, entre las cuales hay una muy gustosa y olorosa, que nombran granadillas.” Describió el clima muy sano, en donde vivían muchos años sin sufrir enfermedades.

APORTE HISTÓRICO DEL CAMINO DEL QUINDÏO.

 

El camino del Quindío ha estado ligado al pasado histórico del territorio en todas las épocas, de la prehispanidad, al presente, ha interconectado el nororiente con  el suroccidente Colombiano.  Su circulación ha moldeado el paisaje natural, cultural, política,  dando origen a la simbólogia de la Quindianidad.

Historicamente limitado de Oriente a Occidente, desde la Sierra Nevada del Quindío (limites entre Ibagué y Cartago), hasta el río Cauca. De Norte a Sur, entre los ríos Tacurumbí y Zegues; con una extensión aproximada de 45 millas de longitud y 30 de latitud. Condujo las migraciones procedentes de todos los puntos cardinales del territorio patrio (Cauca, Antioquía, Tolima, Cundinmarca, Boyacá y Santaderes), migrantes que se aventuraron a andar la ruta, buscando las sepulturas indigena, camino que condujo el fundidor de costumbres, valores y conductas, que cimentaron el identitario Quindiano.

La guaquería fue la primer motivación de los colonos, actividad que con el tiempo los desilusionó por causa del agotamiento de las guacas, lo que hizo que se dedicaran a socolar la selva y establecer cultivos para su  sustento básico.

Se estacionaron y construyeron sus casas de viga en tierra, sustentadas con columnas de finas maderas, prviamente labradas con las afiladas azuelas, formónes, y serruchos; erguidas con parades de esterila de guadua, que embutían y pañetaban con  mezcla de tierra y cagajón que amazaban con sus pies; tecnica que se conce con el nombre del bahareque. 

Se disipa en la mente de las generaciones presentes el conocimiento y uso de alimentos autóctonos heredados de los Quimbayas y que constituyeran su sustento básico; frutos de alto valor nutritivo y características organolépticas agradables en su consumo.   

Un alto porcentaje han perdió su uso actual, siendo reemplazados con alimentos foráneos; y a pesar de su existencia, están en peligro de extinción de la naturaleza y de la mente de las futura generaciones.

Su sistema alimentario se ubicó en su espacio geográfico. Ingerían lo que producía el suelo; cazaban animales; cultivaron maíz, yuca, frijoles, chachafrutos, arracacha, ahuyama o zapallo. Otros frutos hacían parte de su dieta como: aguacates, chulupas, guayabas, piñas, zapotes, guamas y semillas del árbol denominado: olla del mono.

Diversidad de árboles, palmas, lianas proporcionaron a los Quimbayas alimento, vestido.  Plantas de bellas flores y multiplicidad de frutos.  La carne la provista de la cacería en sus selvas de pequeños mamíferos como: zaínos, venados, conejos, guatines, guadaquinajes, monos, armadillos y numerosas aves.

Complementaban su dieta con abundante pesca. De fuentes saladas que brotaban cerca de los ríos, sometidas a la evaporación en vasijas de barro, obtenían blanquísima sal; vino de palma real, chicha del maíz fermentado, bebida espirituosa en sus fiestas; miel de abejas, la cual obtenían de las colmenas ubicadas en los troncos de los enormes árboles

El maíz, su principal alimento, lo consumían en grano tostado, o estando tierno casi en leche, en bollos o envueltos, en forma de torta asada; obtenían chicha de maíz molido y fermentado. La masa era moldeada en forma de bollos que se envolvían en la hoja o capacho de la mazorca se cocinaban y/o asaban y consumían como pan. También elaboraban unas tortas grandes, delgadas y blancas que se tostaban en el fuego sobre tiestos. (arepas)

Del maíz, consumido en diferentes presentaciones culinarias, como la tan rica arepa y mazamorra, se ha perdido la elaboración del envuelto y/o bollo de maíz el suculento subido y la embriagante chicha.

Ya son escazas y desconocidas en alguno de los casos frutas y hortalizas como: mafafa, batata, chontaduro (pixibaes), del cual fabricaban vino; las guabas y/o guamas, de afelpada, blanquecina, jugosa y dulce fruta; el nutritivo zapallo; la suculenta chirimoya y anon; las ciruelas; el chachafruto o balú; la nutritiva auyama; la deliciosa pitahaya; el caimo, la nutritiva y medicinal cidra y/o guatilla, entre otros.

Que decir de la palma iraca y/o palmicha (Carludovica-Palmata) de la que utilizaron su rebrote como alimento en forma de palmito denominado nacuma.  Igualmente, sus hojas sirvieron para cubrir los techos de sus bohíos o caneyes; costumbre que llego hasta las dos primeras décadas del siglo XX, cuando fue remplazada por la astilla de madera y la teja de barro.

El tema es extenso, y su exposición en una columna periodística quedará corta; se trata de recordar que muchos alimentos presentes aún en nuestro medio son consideramos de poca importancia en nuestra ingesta, pero para los Quimbayas fueron de alto valor nutritivo y recóndito significado ceremonial.

 

Álvaro Hernando Camargo Bonilla