MICRO HISTORIA DEL
PASO O CAMINO DEL QUINDIO.
HOMICIDIO Y ROBO DEL FRANCÉS RUDECINDO STOCLEST, EN EL CAMINO DEL QUINDÍO. 1857.
Gobernación de la Provincia del Cauca. Sección de Gobierno. Número 49. Buga, 30 de mayo de 1857, Circuito en el despacho de los negocios criminales. Cartago, mayo 19 de 1857.
Señor Secretario de Estado del Despacho de Gobierno.
Para conocimiento del Poder Ejecutivo y en cumplimiento de lo que se previno a esta Gobernación por aquella Secretaría, con fecha 18 de abril último, número 9°, tengo el honor de informar a usted, que por auto dictado por el Juzgado del Circuito de Cartago, con fecha 19 del que cursa, y del que acompaño a usted, una copia autorizada, se ha declarado con lugar el seguimiento de causa contra Honorato Varón, Rufino Diaz, Pedro José Castro, Manuel Velazco y Juan Antonio Solarte, por los delitos de homicidio y robo, ejecutados en la persona del súbdito francés Rudecindo José Stoclest.
Soy de usted. muy atento servidor, Ramón Sanclemente.
Vistos: Después de trescientos años en que la montaña del
Quindío prestaba seguro asilo a los que la traficaban, tanto en sus personas
como en sus intereses, sin que se hubiese presentado, en todo ese gran
trascurso de tiempo, un hecho en que fuese sacrificada una víctima, por
robarla, acaba de tener lugar un horrendo crimen, que por su naturaleza y
circunstancias es de inmensa trascendencia. El desgraciado Prudencio José
Stoclest, súbdito francés, sale de esta ciudad con dirección a la de Ibagué,
emprendiendo su marcha sin compañero alguno, principalmente de la Aldea de
Boquía para adelante, y aparece muerto violentamente en el punto denominado
“Chuscal-largo” de la comprensión de este
Circuito, de cuyo acontecimiento se encuentra en los autos la
comprobación bastante, por las diligencias que se registran a fojas 28,29, 115,
116 vuelta a 117. Justificado, pues, el cuerpo del delito, analizaremos los
hechos para ver quienes sean los responsables. En el contadero de “Novilleros”
se reúnen a Stoclest, Rufino Diaz, Pedro José Castro, Juan Antonio Solarte y
Manuel Velazco, y llegan juntos a “Boquía,” en donde los alcanza Honórato
Varon: pernoctan en dicho punto el 12 de marzo último, y el 13 del mismo
emprende su marcha el extranjero, y un poco después los enunciados individuos,
los cuales al tomar la cuesta inmediata lo alcanzan, y dejándolo atrás, vuelve
a unírseles en la subida de “Barsinal,” en donde se quedó componiendo sus mulas
y trastos, y lo encontraron los señores, José Pio Duran, Manuel José Feijoo
Marisancena, Jesús María Mendoza y Eustaquio Bonilla, que venían de Ibagué, a
quienes pregunta Stoclest si había por allí una casa inmediata en donde pudiera
quedarse, y contestándole que no, pero que podía hacerlo en una tolda que había
en Chuscal-largo, ya muy inmediata, les dijo no lo hacía porque tenía
desconfianza a esa gente. Añaden los citados testigos, que en el trayecto de
Barsinal a Chuscal largo no hallaron otras personas que las que estaban en el
sitio referido, y lo eran Varon, Diaz y compañeros. En la tarde del mencionado
día 13 llega el francés a Chuscal largo, y convidado por Varon, Diaz y Castro
para que fuese a acomodar las dos mulas en que conducía su equipaje, lo llevan
por una vía que de aquel punto, y pasando por el camino antiguo del Incencial,
sigue a Boquía, de donde regresan ya bastante tarde los individuos citados, sin
el extranjero, que no volvió a verse más (declaraciones de Velazco y Solarte,
fojas 86 a 88, 88 vuelta a 90 vuelta).
Estos testigos aseguran también que Varon, Diaz y Castro iban
desde Boquía conferenciando, como que trataban cosas muy reservadas, y que el
último de los mentados dijo en aquel sitio a Varon, “qué bueno para tirarse uno
a este animal en esta montaña,” y aun cuando él ha confesado que si vertió tal
expresión, fue con referencia a un macho que estaba enjalmando, se encuentra
desmentido por las disposiciones de varios testigos que terminantemente dicen
lo hizo con referencia al francés.
El 14 marcha Varon y sus demás compañeros, y van a dormir al pie de San Juan; ahí ordena aquel a Diaz saque lo que llevan en los hatillos, y este presenta cuatro paquetes forrados en tafilete verde, y abiertos los derraman sobre un bayetón, conteniendo una suma de mil pesos fuertes (declaración de Pedro José Castro, fojas 92 vuelta a 94 vuelta).
Reconocidas que fueron por este testigo las bolsas de tafilete verde que han venido a este Despacho y que servían de forro a los clarinetes que se hallaron junto al cadáver de Stoclest, asegura que son de las mismas en que iba el dinero que contaron Varon y Diaz en el sitio indicado, y las que en Boquía vio al francés, aunque ignoraba su contenido; corroborándose su dicho con el de Aparicio L. Guerrero.
Según se patentiza de las diligencias de reconocimiento, el cadáver de Stoclest fue hallado hacia el punto o en la dirección en que Solarte y Velazco indicaron había sido llevado por Varon, Castro y Diaz la tarde del 13, y a muy poca distancia del contadero de Chuscal largo. Sin embargo, de que el día 14 del mencionado mes duermen en Toche, Ulpiano Ángel y Heracleo Ochoa, y al día siguiente emprenden su viaje para esta, no encuentran en ninguna parte al francés, sucediéndole lo mismo a Manuel Gómez y a otras personas.
Aunque contra Solarte y Velazco no aparecen fuertes cargos, existe sí el de que iban juntos con Varon, Diaz y Castro; que se les repartió y recibieron una parte del dinero robado; y que no dieron cuenta a la autoridad respectiva del hecho de no haber vuelto el francés a la tolda de Chusca—largo oportunamente; tanto más cuanto presumían había sido asesinado, según ellos mismo lo han manifestado. En orden al robo de los intereses del relacionado extranjero, no cabe la más pequeña duda por la justificación legal que exhiben los autos.
Todos los hechos enunciados, diferentes, pero enlazados entre
sí, y los mas que suministra el proceso, forman los indicios de que hablan los
artículos 140 y 217 de la ley de 11 de mayo de 1848, orgánica de proceder en lo
criminal; y en tal virtud, se declara: que hay el mérito bastante para someter
a juicio a Honorato Varon, Rufino Diaz, Pedro José Castro, Manuel Velazco y
Juan Antonio Solarte, por los delitos de homicidio y robo. En su consecuencia,
redúzcaseles a prisión y prevéngaseles nombren defensor, si es que no lo hacen
por sí.
Notifíquese. Rivera Gutiérrez, secretario.
En la misma fecha notifiqué el auto anterior a los procesados Honorato Varon y Manuel Velazco, y dijeron: que nombran de su defensor al señor Juan Agustín Uricoechea, y que apelan de este auto para ante el Superior Tribunal de este Distrito; y firma el primero, y por el segundo un testigo. — Honorato Varon. —Diaz. —Testigo, Francisco Antonio Martínez—Rivera Gutiérrez, secretario. —Es copia. —Cartago, a 22 de mayo de 1857—Wenceslao Rivera G, secretario.
FALLECIMIENTO
AB-INTESTATO DE UN ESTRANJERO.
José Rudecindo Stocle
Según
avisos dados oficialmente a la Secretaría de Gobierno por la Gobernación de Mariquita,
y a la de Relaciones Exteriores por la Legación de Francia, se sabe que el
extranjero José Rudecindo Stocle, presunto súbdito francés, fue asesinado en la
montaña del Quindió en el mes de marzo último(1857). Oportunamente se han
dictado las providencias convenientes, no solo para que se prosiga y active la
causa que se sigue a los sindicados de aquel crimen, sino también para asegurar
los intereses que ha dejado el mencionado Stocle, procediendo en cuanto a esto
último con arreglo a lo que dispone la ley de 29 de mayo de 1850, sobre sucesión
ex testamento o ab-intestato de los extranjeros. Y para dar cumplimiento a la
2.ª parte del artículo 1.º de dicha ley, se publica este aviso, a fin de que
llegue a conocimiento de los herederos de Stocle, si los hubiere, advirtiendo
que tan pronto como se reciban en la Secretaría de Relaciones Exteriores las diligencias
de inventarios y demás que deban practicarse, se dará la noticia del caso.
SECRETARIA DE GOBIERNO,
AUTO
Declarando con lugar el
seguimiento de causa por los delitos de homicidio y robo, ejecutados en la
persona del extranjero Rudecindo Stoclest.
República de la Nueva
Granada.
Gobernación de la
Provincia del Cauca. -Sección de Gobierno. - Número 49.- Buga,
30 de mayo de 1857.
Señor Secretario de
Estado del Despacho de Gobierno.
Para
conocimiento del Poder Ejecutivo y en cumplimiento de lo que se previno a esta Gobernación
por aquella Secretaría, con fecha 18 de abril último, número 9, tengo el honor
de informar a usted, que por auto dictado por el Juzgado del Circuito de
Cartago, con fecha 19 del que cursa, y del que acompaño a usted una copia
autorizada, se ha declarado con lugar el seguimiento de causa contra Honorato Varón,
Rufino Díaz, Pedro José Castro, Manuel Velazco y Juan Antonio Solarte, por los
delitos de homicidio y robo, ejecutados en la persona del súbdito francés Rudecindo
José Stoclest.
Soy de Usted muy atento
servidor, Ramón Sanclemente.
Juzgado
del Circuito en el despacho de los negocios criminales. — Cartago, mayo 19 de
1857.
Vistos :-Después de
trescientos años en que la montaña del Quindío prestaba seguro asilo a los que
la traficaban, tanto en sus personas como en sus intereses, sin que se hubiese
presentado, en todo ese gran trascurso de tiempo, un hecho en que fuese
sacrificada una víctima, por robarla,
acaba de tener lugar un horrendo crimen,
que por su naturaleza y circunstancias es de inmensa trascendencia. El
desgraciado Prudencio José Stoclest,
súbdito francés, sale de esta ciudad con
dirección a la de Ibagué, emprendiendo su marcha sin compañero alguno, principalmente de la Aldea de Boquía para adelante,
y aparece muerto violentamente en el punto denominado “Chuscal-largo" de
la comprehension de este Circuito, de cuyo acontecimiento se encuentra en
los autos la comprobación bastante, por las diligencias que se registran a
fojas 28, 29, 115, 116 vuelta a 117.
Justificado, pues, el cuerpo del delito, analizaremos los hechos para ver quienes sean los responsables.
En el contadero de "Novilleros" se reúnen a Stoclest
Rufino Díaz, Pedro José Castro, Juan Antonio
Solarte y Manuel Velazco, y llegan juntos
a "Boquía," en donde los alcanza Honorato Varón; pernoctan en dicho punto el 12 de marzo
último, y el 13 del mismo emprende su marcha el extranjero, y un poco después
los enunciados individuos, los cuales al tomar la cuesta inmediata lo alcanzan,
y dejándolo atrás, vuelve a unírseles en la subida de 'Barsinal," en donde se quedó
componiendo sus mulas y trastos, y lo encontraron
los señores. José Pio Duran, Manuel José Feijoo Marisancena, Jesús María Mendoza y Eustaquio
Bonilla, que venían de Ibagué, a quienes
pregunta Stoclest si había por allí una casa inmediata en donde pudiera
quedarse, y contestándole que no, pero que podía hacerlo en una tolda que había en Chuscal-largo, ya muy inmediata, les dijo no lo hacía porque tenía desconfianza a esa gente.
Añaden los citados testigos, que en el
trayecto de Barsinal a
Chuscal-largo no hallaron otras personas que las que estaban en el sitio referido, y lo eran Varón, Díaz y
compañeros. En la tarde del memorado día
13 llega el francés a Chuscal
- largo, y convidado por Varón, Díaz y Castro
para que fuese a acomodar las dos mulas
en que conducía su equipaje, lo llevan
por una vía que, de aquel punto, y pasando por el camino antiguo del Incencial, sigue a Boquía, de donde regresan ya bastante tarde los
individuos citados, sin el extranjero, que
no volvió a verse más (declaraciones de Velazco y Solarte, fojas 86 a 88, 88 vuelta a 90 vuelta).
Estos
testigos aseguran también que Varón, Díaz y Castro iban desde Boquía
conferenciando, como que trataban cosas mui reservadas, y que el último de
los mentados dijo en aquel sitio a Varón, " qué bueno para tirarse uno a
este animal en esta montaña," y aun cuando él ha confesado que, si vertió
tal expresión, fue con referencia a un macho que estaba enjalmando, se
encuentra desmentido por las disposiciones de varios testigos que
terminantemente dicen lo hizo con referencia al francés.
El 14 marcha Varón y
sus demás compañeros, y van a dormir al pie de San Juan; ahí ordena aquel a Díaz
saque lo que llevan en los hatillos, y este presenta cuatro paquetes forrados
en tafilete verde, y abiertos los derraman sobre un bayetón, conteniendo una
suma de mil pesos fuertes (declaración de Pedro José Castro, fojas 92 vuelta a
94 vuelta).
Reconocidas
que fueron por este testigo las bolsas de tafilete verde que han venido a este
Despacho y que servían de forro a los clarinetes que se hallaron junto al
cadáver de Stoclest, asegura que son de las mismas en que iba el dinero que
contaron Varón y Díaz en el sitio indicado, y las que en Boquía vio al francés,
aunque ignoraba su contenido; corroborándose su dicho con el de Aparicio L. Guerrero.
Según
se patentiza de las diligencias de reconocimiento, el cadáver de Stoclest fue hallado hacia el punto o en la dirección en
que Solarte y Velazco indicaron había sido llevado por Varón, Castro y Díaz la
tarde del 13, y a muy poca
distancia del contadero de Chuscal-largo. Sin embargo, de que el día 14 del mencionado mes duermen en Toche, Ulpiano
Ángel y Heracleo Ochoa, y al día siguiente emprenden su viaje para esta, no
encuentran en ninguna parte al francés, sucediéndole lo mismo a Manuel Gómez y
a otras personas.
Aunque
contra Solarte y Velazco no aparecen fuertes cargos, existe sí el de que iban
juntos con Varón, Díaz y Castro; que se les repartió y recibieron una parte del
dinero robado; y que no dieron cuenta a la autoridad respectiva del hecho de no haber vuelto el francés a la tolda de Chuscal-largo
oportunamente; tanto más cuanto presumían había sido asesinado, según ellos
mismo lo han manifestado. En orden al robo de los intereses del relacionado extranjero,
no cabe la mas pequeña duda por la justificación legal que exhiben los autos.
Todos
los hechos enunciados, diferentes, pero enlazados entre sí,
y
los mas que suministra el proceso, forman los indicios de que hablan los artículos,
140 y 217 de la ley de 11 de mayo de 1848, orgánica de proceder en lo criminal;
y en tal virtud, se declara; que hay el mérito bastante para someter a juicio a
Honorato Varón, Rufino Díaz, Pedro José Castro, Manuel Velazco y Juan Antonio
Solarte, por los delitos de homicidio y robo. En su consecuencia, redúzcaseles
a prisión y prevéngaseles nombren defensor, si es que no lo hacen por sí.
Notifíquese.
Meléndez -Rivera Gutiérrez, Secretario.
En
la misma fecha notifiqué el auto anterior a los procesados Honorato Varón y
Manuel Velazco, y dijeron; que nombran de su defensor al señor Juan Agustín Uricoechea,
y que apelan de este auto para ante el Superior Tribunal de este Distrito; y
firma el primero, y por el segundo un testigo. - Honorato Varón. -Díaz. -
Testigo, Francisco Antonio
Martínez
-Rivera Gutiérrez, Secretario. -
Es copia. - Cartago, a
22 de mayo de 1857.-Wenceslo Rivera G, Secretario.
EDICTO:
Citando a los que se crean con derecho a los bienes del
finado súbdito francés
José Prudencio Stoclet.
República de la Nueva Granada.
Juzgado del Circuito. —Número 37–Cartago, agosto 17 de 1857.
Al señor Secretario de Estado del Despacho de Gobierno.
Tengo el honor de acompañar a usted un edicto, para que se
sirva disponer su publicación en la Gaceta Oficial, a fin de que llegue a
noticia de los que se crean con derecho a los bienes del finado José Prudencio
Stoclet, y hagan los reclamos que tengan por conveniente. De usted obsecuente
servidor, "Jesús María Zorrilla.
La República de la Nueva Granada, y en su nombre el señor
Juez
del Circuito en el Despacho de los negocios civiles,
HACE SABER,
Que en el expediente mortuorio de José Prudencio Stoclet dictó el señor Juez un auto, en 14 del presente, que copiado a la letra dice así: “Habiéndose practicado judicialmente los inventarios y avalúos de los bienes pertenecientes al súbdito francés José Prudencio Stoclet, cítese a los que se crean con derecho a los expresados bienes por edicto fijado por treinta días en la puerta de este Despacho, remitiéndose igualmente copia de este auto, con inserción de los inventarios practicados, al señor Secretario de Estado en el Despacho de Gobierno, para que se sirva mandarlo publicar en la Gaceta Oficial para los efectos legales.
Zorrilla. —Peña, secretario.
Los inventarios y avalúo de que se hace mérito son los
siguientes:
Dos monedas oro inglesas, a 5 fuertes cada una.
Una moneda de oro francesa de 40 francos, en 8 fuertes.
Una id. de oro de la República de Chile, en 4fuertes. dos id.
de oro sardas, a 4 fuertes cada una
Dos id. de oro españolas, a 2 fuertes cada una.
Una id. de oro granadina, en 2 fuertes.
Otra id. de oro en un fuerte.
Dos águilas norteamericanas, a 20 fuertes cada una.
Seis onzas de oro de la República de Chile, a 16 fuertes cada
una.
Cuatro id. de oro granadinas, a 16 fuertes cada una.
50 cóndores del cuño de Bogotá y Popayán, a 10 fuertes cada
uno.
145 monedas de oro francesa, a 4 fuertes cada una.
Cinco clarinetes, en mal estado, a 5 fuertes cada uno.
Cinco corbatines, dañados, sin valor.
Dos manillas de cuentas en número de 27, a dos y medio
centavos.
Dos y media docenas botones concha, en diez centavos.
Una jeringa de inyección, en veinte centavos.
Un candado con llave, en veinte centavos.
Una cuchara de fierro, sin valor.
Una brocha y cepillo, sin valor.
Un cepillo, en diez centavos.
Veinte plumas de metal, sin valor.
Seis llaves sin valor.
Una cachucha de género, sin valor.
Un sombrero de fieltro, sin valor.
Un sobretodo de hule, sin valor.
Un par botines carraos, sin valor.
Una cobija de lana vieja, sin valor.
Un lazo de fique, sin valor.
Una cartera, sin valor.
Dos frascritos de vidrio, sin valor.
Unos papeles en francés que contienen facturas y
certificaciones.
Por tanto y para que llegue a noticia de los que se crean con derecho a los bienes del citado Stoclet, se libra el presente, que es dado en Cartago a 17 de agosto de 1857.
Jesús María Zorrilla. —Ramon A. de la Peña, secretario.