miércoles, 31 de diciembre de 2014

La Asamblea Departamental, en deuda con el patrimonio histórico-cultural Quindiano.




La Nación y las entidades territoriales están en la obligación de reconocer los bienes considerados como patrimonio cultural, igualmente reglamentar lo relativo a su protección.
El camino del Quindío que permitió la comunicación de Santafé con las poblaciones asentadas a las riveras del río Cauca, es un sendero agonizante que yace sobre los costados montañosos de la cordillera Central.
Fue paso importante de viandantes Indígenas, españoles, criollos y mestizos, que lo recorrieron de oriente a occidente y viceversa, en su transcurso histórico, incluso, hasta las dos primeras décadas del siglo XX. Los vestigios que aún existen, constituyen un legado patrimonial que se debe reconocer, recuperar y conservar.
Alcalá, en el Valle del Cauca; Filandia y Salento en el Quindío, son resultado histórico del poblamiento suscitado sobre la ruta. Fundaciones que sintetizan y revelan valores históricos, estéticos y simbólicos, que confirman al camino como bien de interés patrimonial, que requiere cuanto antes de su salvaguardia, protección, recuperación, conservación, sostenibilidad y divulgación, (Artículo 5° de la ley 1185 de 2008).
Rescatar los tramos que aún existen y ponerlos en escena, constituirá una oportunidad para el turismo cultural. La historia contenida es alta y desconocida, especialmente por los habitantes de las grandes selvas de cemento, que abrazados por la azarosa maraña tecnológica, no les permite observar propuestas turísticas culturales.
Los tramos urbanos y rurales que aún existen, una vez rehabilitarlos, podrían funcionar como alamedas peatonales interpretativas de carácter histórico-cultural y ambiental, donde se revele y se exhiban iconos relativos a las épocas históricas del camino, desde los tiempos prehispánicos, hasta hoy.
Cercana las efemérides del quincuagésimo aniversario del departamento, obliga a la duma departamental activar los mecanismos jurídicos, administrativos y técnicos, que permitan el proceso de una Ordenanza, que regule la restauración, conservación, uso y permanencia del camino en el tiempo y espacio.
La honorable Asamblea Departamental está en deuda con el pueblo Quindiano. En uso de sus facultades constituciones y legales, debería procurar la declaratoria como bien patrimonial, y asignar los recursos para su restauración, conservación. Ordenanza que permitirá que el camino del Quindío persista como hito histórico de la Quindianidad.
Álvaro Hernando Camargo Bonilla
Viga del Patrimonio del Quindío.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Apostarle a un turismo histórico-cultural, en los “pueblos con encanto” del Quindío.



Diversos municipios Quindianos presentan creciente auge turístico, incremento derivado de la oportunidad de la apreciación visual y sensitiva del sus legados históricos-culturales, arquitectónicos y tradiciones. Motivaciones derivadas en la  vivencia, entusiasmo, cordialidad y amabilidad de sus habitantes, hacen que estas localidades florezcan como “pueblos con encanto” y realismo mágico.









Aunado al encantador proceder de sus habitantes, igualmente despierta interés sus legados arquitectónicos exteriorizados en sus conjuntos de casas construidas en bahareque, tapia pisada, paredes de embutido; de altas fachadas y aleros prominentes, andenes y calles empedrados, ventanas, puertas y balcones elaborados con finísimas maderas extraídas de su histórico ecosistema. Casas que contienen en sus interiores un mundo  de historias y leyendas de las colonizaciones.

Igualmente se presenta la oportunidad de descubrir la nomenclatura histórica de sus calles, que revelan nombres, momentos y personajes históricos. Cada calle con nombre distinto, bautizadas acorde a la tradición histórica de sus habitantes, nominaciones como: Calles del Convento,  La Pista, El Patudo, La Ratonera, Paseo Bolívar, La Calle del Chochalito, Pichincha, La Cuna de Venus, etc.

Los “pueblos con encanto” del departamento del Quindío, soportan situaciones de  amenaza en la autenticidad de sus patrimonios culturales, arquitectónicos y biodiversos. Situación derivada del crecimiento turístico desmedido, indisciplinado, desordenado y no reglamentado adecuadamente. Turismo sin regulación y control, que vulnera la autenticidad socio-cultural, legado arquitectónico, valores y tradiciones de las comunidades locales.

No se puede desconocer que la práctica turística en los “pueblos con encanto”, es una oportunidad para estimular la reactivación economíca de las localidades. Este hecho debe suscitar en las administraciones locales una reflexión para que se piense en una regulación conveniente, enmarcada en el respeto cultural, social y de los valores comunitarios, que permita el intercambio de experiencias entre el turista y el ciudadano local sin las afectaciones negativas citadas.

Es imprescindible recuperar, ordenar y legislar la práctica turística histórica-cultural y patrimonial, garantizando su estabilidad y conservación. Desarrollarlos como atractivos turísticos, asumiendo una mesura histórica que evite la pérdida irreparable de la identidad y  patrimonio local de los “pueblos con encanto”.

El desbordamiento turístico desordenado y caótico que se percibe en los “pueblos con encanto”, precisa que las autoridades, de todos los niveles, cataloguen y regulen sus legados históricos-culturales, arquitectónicos y tradiciones, para ofertarlos formalmente.

De seguir así, y si no se implementa una política turística que blinden la cultural local en sus aspectos culturales, sociales, naturales, en poco tiempo habrán eclipsado los “pueblos con encanto” en el Quindío.

Álvaro Hernando Camargo Bonilla
Vigía del Patrimonio del Quindío


miércoles, 17 de diciembre de 2014

LA RESISTENCIA CIUDADANA DEBE FORTALECERSE ANTE EL "ARQUITECCIDIO" EN FILANDIA.

Por la defensa de la cultura y el patrimonio arquitectónico de Filandia debemos luchar por impedir la entrada de almacenes de cadena y/o grandes superficies, que atentaran contra los pequeños comerciantes.

La comunidad Filandeña está en mora de manifestarse ante las consecuencias económicas, sociales y culturales que generará la instalación de un almacén propiedad de una multinacional en pleno centro histórico y arquitectónico del municipio.

La adjudicación de la licencia de construcción por parte de la Alcaldía de Filandia va en contravía del ESQUEMA DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL vigente hoy, según el Acuerdo Municipal 074 del año 2000 (2012-2015), el cual otorga al conjunto arquitectónico de las cuatro manzanas del parque municipal, la categoría de Bien de Interés Cultural.

El Artículo 5° DEL ACUERDO 74 DEL AÑO 2000, del CONCEJO MUNICIPAL DE FILANDIA, por medio del cual se adopta ESQUEMA DE ORDENAMIEN TO TERRITORIAL, instituye a Filandia: “como municipio agropecuario con tendencia agroindustrial y eco turística y en su casco urbano, como poblado de interés patrimonial con actividades culturales y artesanales y un sector comunitario comprometido y participativo en la dinámica local”.

El local estará ubicado en el corazón del conjunto arquitectónico declarado y protegido, en el  marco de la plaza principal , contiguo al templo parroquial y rodeado por casas que hacen parte del conjunto  arquitectónico antes citado.

La presentación de este tipo de negocios en el espacio con las características antes mencionadas, afectará negativamente la identidad cultural del municipio; afectará el atractivo turístico; será una competencia dolorosa y ruinosa para los comerciantes lugareños; concurrirá en la afectación de la oferta de los productores del campo que surten a los pequeños negocios; afeará el espacio y movilidad peatonal del parque, y podrá causar daños en las estructuras del templo parroquial,  que hace parte del patrimonio arquitectónico del municipio.

¿Cuáles serán entonces las acciones ciudadanas para evitar dicho “arquiteccidio”? El gremio de comerciantes y comunidad deberá estar atenta en la defensa del patrimonio y hacer todo lo que sea necesario  para manifestar su inconformidad y procurar la protección del legado histórico-cultural, el cual hace parte del PAISAJE CULTURAL CAFETTERO,  declarado por la Unesco.

Álvaro Hernando Camargo Bonilla


Vigía del Patrimonio, Miembro de la Academia de Historia del Quindio.