Informe
de Pastor Ospina, administrador del presidio de Toche en la ladera oriental de
la cordillera del Quindío-
Fuente:
Gaceta de la Nueva Granada Bogotá, domingo 7 de mayo de 1843 trimestre 46 núm. 618.
En
Ibagué, a 5 de abril de 1843, el señor Pastor Ospina, administrador del
presidio de Toche en la ladera oriental del camino del Quindío rinde informe al
Secretario del Interior y relaciones exteriores de la Nueva Granada-
En
el punto de Toche a donde había marchado, con el objeto de inspeccionar los
trabajos del camino de Quindío y ordenar las disposiciones convenientes para el
adelanto de la obra, Pastor Ospina, relata un sucinto informe, de lo que se
había practicado hasta esa momento en el camino del Quindío.
En
enero de 1843, se dispusieron algunos peones para cortar las maderas necesarias
para la fabricación del tambo de Toche y empezar el desmonte de una parte del camino. A
fines de febrero del mismo año,
siguieron a la montaña las dos secciones del presidio que habían estado
en Honda; y el 8 de marzo llegó a Toche el presidio que vino de esa capital; y
Pastor Ospina, llegó al mismo punto el 9, y el 10 principió a trabajar dicho
presidio.
El
estado de la obra en ese momento era la siguiente: se había construido en Toche
dos casas bastantes solidas una de 40 varas de frente por 10 de fondo, ambas con sus
correspondientes corredores; siendo la principal, que tiene 20 varas de frente,
el alojamiento del presidio. Se
construyó un puente provisional sobre el rio San Juan que servía para el paso
diario de la gente que trabaja en el camino y para los pasajeros; y se ha labró
bastante piedra para el puente de cal y canto que se debía construir sobre el
mismo río. Se limpió el plan donde debía desarrollar la nueva población.
Se constituyó una huerta y se plantaron en
ella la mayor parte de las semillas útiles propias del clima del lugar. Se ha hizo
el desmonte del camino desde Toche hasta el pie de San juan, que tenía cerca de
media legua, dándole un desmonte un ancho de 5 varas y aún más.
Se
abrieron zanjas para recoger las aguas que derramaban y circulaban por las
vegas del rio San Juan, y que formaban muchos barrizales en aquella parte del
camino. Se desvió este en los puntos en que tocaba con el rio, terraplenando una
de las faldas por donde fue preciso establecerlo. Se construyeron algunos
puentes sobre las zanjas de desagüe que atravesaban el camino: y se empezó a
formar sobre empalizadas el camellón donde se consolidó el camino en todas las
partes menos sólidas. se adelantaron las obras, se empezó el desmonte desde el
pie de San Juan, y se construyó una pequeña casa para la proveeduría en aquel punto y otra para el posadero
de Toche, que para la época vivía en casas con diferente destino.
Expone
el señor Pastor Ospina, que el trabajo del presidio no se había aprovechado
como se debiera; cosa que no era nueva, pues tal situación venía desde la
creación de estos establecimientos, y dependía de la falta de reglas bastante
detalladas para mantener constantemente el orden y a disciplina, y que todas
las operaciones se debían ejecutar bajo un plan sistemático combinado según las
circunstancias. Se proponía por tanto a la redacción inmediata de un reglamento
por el cual se pudiera obtener los resultados esperados, de acuerdo con el
decreto orgánico de los establecimientos de castigo, que contenían las reglas
generales que debían servir de base en la economía d dichos establecimientos.
A
más de las obras hechas a costa de los fondos nacionales, y de que hablaba
Ospina, se había practicado con el servicio subsidiario el desmonte de más de
una legua de camino desde el alto del Cural hasta la Pontezuela; y aunque dicho
desmonte no quedó de toda la anchura que debía darse al camino, se tenía sin
embargo adelantado bastante con él para la perfección de la obra en esta parte.
Hasta el 1° de junio continuarán los trabajos por cuenta del servicio personal
subsidiario pues era preciso dar tiempo para colectar las cuotas en dinero de
todos los contribuyentes de primera
clase, y de los de las otras que prefieren hacerlo de aquella manera; dándose a la vez los reglamentos convenientes
para que se prestase debidamente el servicio por los que hubieran de
verificarlo personalmente; en cumplimiento de todo lo cual trabajaban con
interés los agentes de la gobernación.
Pero en particular eran especialmente recomendables los importantes
servicios que en todo lo relativo a la empresa habían prestado y continuaban prestando
el jefe político de ese cantón y el alcalde del distrito, señores Andrés
Caicedo y Eduardo Casas.
Acompaña
al informe una breve relación de las observaciones que había podido hacer sobre
los terrenos y otras circunstancias del sitio de Toche en que debía formarse la
nueva población.
Soy
de US muy atento servidor. Pastor Ospina.