miércoles, 16 de septiembre de 2020

DISERTANDO SOBRE LA FUNDACIÓN DE SALENTO

 

DISERTANDO SOBRE LA FUNDACIÓN DE SALENTO



Con motivo de la conmemoración de la fundación de Salento, es necesario disertar sobre apuntes históricas que ayudan a establecer la sucesión de su creación.

Inicialmente figura como un lugar de descanso y aprovisionamiento para el cruce de la Cordillera por el paso del Quindío: Boquía. Nombre con que se conoce el primer sitio de fundación, nombrada así, por su ubicación a orillas del afluente denominado Boquía.

Esta referencia la hace ALEXANDER VON HUMBOLDT, en las anotaciones de su diario, donde describe su tránsito por el paso del Quindío, en su descenso por la vertiente occidental, en el cual narra el intenso tráfico de mulas, bueyes, silleros, y gentes que transitaban de Popayán, Buga e incluso Pasto, hasta Honda, y Santa Fe.

Alude la triste experiencia originada por la constante lluvia, acompasada de truenos retumbantes, que los acompañó de día y noche, hasta su llegada a Boquía, el 4 de octubre de 1801. Describe Humboldt este lugar desprovisto de árboles, que había sido abierto a golpe de hacha, y que los cargueros llamaban ranchería o contadero, donde pernoctó varios días en una barraca confeccionado con hojas de bijao. Sucesivamente se fue referenciando el sitio de Boquía por cronistas y viajeros, como punto importante en el transito de la ruta.

 

Se concluye la autenticidad de la ubicación inicial de la fundación de Salento, en el documento político administrativo, que contiene el mandato para la composición, mejora y poblamiento del camino del Quindío: decreto 1412 de julio 15 de 1842, expedido en el gobierno de Pedro Alcántara Herrán, presidente de la Nueva Granada.

En él se establece que los gobernadores de Mariquita y Cauca, fundaran dos poblaciones en territorios de cada gobernación; una a distancia de seis a ocho leguas de Ibagué; y otra a igual distancia de Cartago, en el lado opuesto. Los respectivos gobernadores demarcarían la plaza, calles y solares en que deba edificarse la iglesia parroquial, el cementerio, la cárcel y la escuela de primeras letras.

Trabajo se emprendió con el establecimiento de presidios, provistos de habitaciones, bodegas y cocinas, a donde se trasladarían a los culpados, que debían purgar sus penas con la ejecución de trabajos forzados en la  composición del camino. Estas penitenciarías se ubicaron a cada lado de la montaña, en tambos con capacidad para alojar de cincuenta a ochenta presidiarios, sus guardianes, director, oficial de la escolta y soldados. 

 Fue así que, en junio de 1842 se construyó una casa en Boquía, y algunas casas menores para la proveeduría, y dirección del presidio. Además, el establecimiento de plantíos de maíz, papas, arracachas y plátano para la manutención de los presidiarios y funcionarios.

 Este primer paso fue acompasado por consiguientes legislaciones, como la Ley 5ª, de junio 18 de. 1844, donde se apropiaron los fondos para la construcción de iglesia, y se asignaron del tesoro nacional seiscientos pesos anuales para sostenimiento de un párroco para administrar los sacramentos, y demás funciones del culto. Por decreto del 29 mayo de 1846 se les asigna a esas nuevas poblaciones de Valdesina (Toche), Boquía y Cabal, cura párroco, a quienes se le asigna congrua.

Dadas las anteriores condiciones, se concluye que fue el establecimiento del presidio, el punto de consolidación fundacional de Salento, que, de sitio, evolucionó en aldea, corregimiento, y distrito.

Otros apuntes de viajeros permiten reforzar esta evolución político administrativa:

 El nombre de Boquía siguió hasta 1857, según la descripción del viajero HOLTON ISAAC, en 1857:

 “Desde que se deja Ibagué, la Balsa es el único sitio que merece llevar un nombre.  Se dice que la población del distrito es de 199 y la de Boquía 198, pero la población de ambas esta diseminada en más de 100 millas cuadradas.  Este es el primer lugar que he visto donde se cultiva en abundancia.  Los llevan a vender a Cartago”.

El cambio de la toponimia de Boquía a Salento, es reseñada por el viajero M. ED. ANDRÉ: En marzo 8 de 1876: “Salento es una aldea de formación reciente que cuenta a lo sumo doscientos habitantes. Hace sólo doce años que tiene el nombre que lleva, pues antes se llamaba Boquía”.

 

Álvaro Hernando Camargo Bonilla