EL CAMINO DE
QUINDIO, SENDA QUE POR SIGLOS CONDUJO Y APUNTALO EL CONCEPTO DE QUINDIANIDAD.[1]
Es necesario ver el desarrollo histórico del departamento
a partir del influjo del camino del Quindío, senda que por siglos transfirió los
hitos históricos, especialmente en el siglo XIX, que vigorizaron el concepto de
Quindianidad. Las circunstancias en su tránsito, secundaron y definieron la historia
regional y la ocupación de su territorio circundante.
La investigación de fuentes histórica corrobora
el influjo de las primeras correrías y colonizaciones en los alrededores de la
ruta, y su efecto en la fundación de pueblos, y consolidación de la identidad
cultural en las montañas del Quindío. Uno de los lugares emblemáticos en el
camino, son los puntos en el corregimiento de Toche y Boquía.
La Gaceta de la Nueva Granada del 19 de abril
de1843, expone lo antes señalado. En un informe enviado por el gobernador de la
provincia de Ibagué, señor Pastor Ospina, a la secretaría del interior y
relaciones exteriores de la Nueva Granada de aquel tiempo, relata el acaecer en
el adelanto de los trabajos de la reapertura del camino del Quindío.
BOSQUE de palmeras de
la TOTCHESITO diseñado por Sr. Parent, según un bosquejo de Sr. Vizconde Blin.)
A finales de febrero de 1843, se instaló el presidio en Toche, establecimiento proveniente de la ciudad de Honda. El 1° de marzo de 1843, se principiaron las labores para la instalación de dicho presidio, labores consistentes en la construcción de dos casas (una de 40 varas de fondo y 10 de ancho, y otra de 20 varas de fondo y 7 de ancho), una y otra reservadas para el alojamiento de los presidiarios. Se completó la construcción de dos pequeñas casas; una para proveeduría, y la otra para el posadero del tambo de Toche.
En cuanto a lo referente de la reapertura del
camino, se montó un puente provisional sobre el rio San Juan para la movilidad de
presidiarios que laboraban en el camino
y los viajeros que cruzaban la vía. Así mismo, se empezó a conseguir la
piedra que se aprovecharía en la cimentación del puente de cal y canto a
construirse sobre el mismo río, y se acordó el lugar y la tala del sitio donde
se establecería la nueva población.
Previendo la manutención de guardias, soldados,
presidiarios y civiles, se ubicaron huertas
para la propagación de las semillas propias del clima. Se emprendió el desmonte del camino desde Toche hasta el pie
de San Juan, con un ancho de 25 varas, se construyeron zanjas para recoger las aguas que surcaban el
trazado de la ruta y que convertían en tremendos barrizales el trazado del
camino. Obras adelantadas a costa de los fondos nacionales, y del servicio
personal subsidiario.
Cornisa de la Quindiu (Diseñado por Sr. Parent, según un bosquejo de Sr. Vizconde Blin |
La fundación de Toche se hizo en las vegas del
rio San Juan, en las laderas de un volcán antiguo que hoy citan con el nombre de
Machín, descubierto por un individuo que se aventuró en trepar su altura, con
el objeto de buscar azufre, y que antaño lo llamaban: Cerro del humo, el gobernador
de la provincia de Ibagué, señor Pastor Ospina, dio el nombre de Pijao. Sin
duda, es el mismo que refiere el cronista Lucas Fernández de Piedrahita, cuando
describe la provincia de Quimbaya, ubicada entre las ciudades de Ibagué y Anserma.
En sus crónicas comenta: “su temperamento ni es frio ni cálido pero tan favorable a los
españoles, que en él se conservan muchos años libres de enfermedades. Hay en
ella un volcán de humo, que respira en la gran sierra bien conocidas por sus
laderas nombradas de Toche en que por una barandilla de piedra que los
españoles han labrado se hace tránsito de Ibagué á Quimbaya”. Barandilla,
que probablemente se encontrará en las faldas occidentales del rio San Juan por
donde antes se transitaba.
El volcán se divisa dese Toche, y fue Pastor
Ospina, el primero que subió a la cima del domo del volcán, con el objeto de
observar los fenómenos que allí se presentaban, y calcular la más conveniente dirección
del trazado del camino.
En dicha correría, Ospina calculó la elevación del
cono volcánico con una en 500 varas, y descubrió que en su cima estaba cubierta
de bosque antiguo, y una porción de sus laderas, desprovista de árboles y
provista de rocas y pajonales. Todos aquellos terrenos del domo, presentaban temperaturas
elevadas, donde se exhibían diversas fumarolas, que brotaban con violencia y
ruido, acompañadas de corrientes de
vapor de agua.
Importante precisión geológica hace Ospina
sobre la composición de rocas que constituían
la base del camino desde la quebrada de Machín, que entra al rio San Juan por
el occidente del volcán, hasta la
quebrada de agua caliente, que lo limita por el oriente. Al parecer de Ospina, estas eran de formación
traquitea; es decir, que pertenecían a las emisiones volcánicas más antiguas,
según los fundamentos de las teorías geológicas de la época. Pero no había sido
seguramente el volcán que describió Ospina el único que había arrojado en
aquellos lugares este tipo de rocas; pues ellas se encuentran por el rio San
Juan arriba, en cuyas inmediaciones de la serranía oriental, donde también se
presentaban altos montículos de escorias y arenas que no corresponden al terrero
inicial, y todo demuestra que la formación volcánica en aquella parte es muy extensa, y que el Tolima fue seguramente su
principal centro.
De la fuente histórica se deduce, que los Quimbayas
se extendían hasta el rio San Juan; esto se deduce por los vestigios arqueológicos
encontrados, sepulcros construidos cada uno con seis
lozas de esquito micáceo exactamente ajustadas, formando un perfecto paralelepípedo.
Esto no se observaba al oriente y sur de aquel rio donde habitaban los pijaos, belicosa
nación que tanto embarazó à los conquistadores, errante y más bárbara que la de
los Quimbayas.
Igualmente, la crónica cuenta que la comunicación
desde el vallle del río Magdalena al del Cauca, antes de la conquista, se hacía
por las hoscas sendas de los páramos. Ospina refiere que se conocían los vestigios
de ese antiguo camino, que partía de Coloya en el distrito de Peladeros y
atravesaba los páramos pantanosos del Tolima para llegar a Cartago viejo.
En cuanto al potencial de sus suelos para la
agricultura, relata que las vegas del rio San Juan y las de Tochecito que desagua
en él, en el punto de Toche, no son muy extensas; pero si son mui fértiles, y también
lo son las faldas y mesetas que las dominan. Esa fertilidad fue el espacio, donde
se plantaron los primeros sembrados de maíz, arracacha, papa, yuca y otras
plantas, productos con los cuales se alimentaron los presidiarios y los nuevos
pobladores.
Por todo lo antes expuesto, Toche por su situación
geográfica, fertilidad y clima, se convertía en sitio indicado para la fundación de una de las
primeras poblaciones sobre la senda del camino del Quindío, que oficialmente se
decretó por el Gobierno Nacional de turno.
Álvaro Hernado Camargo Bonilla
Miembro de número de la academia de Historia del Quindio.
Vigía del Patrimonio.
[1] Gaceta de la República de la Nueva Granada. Numero 618 . Mayo 7 de 1843. Informe del Gobernador de la Provincia de Ibagué Pastor Ospina, al Secretario del interior y Relaciones Exteriores de la Nueva Granada.Ibagué, 5 de abril de 1843.