FUSILAMIENTO
DEL CORONEL MIGUEL ANTONIO ECHAVARRÍA EN ARMENIA (GUERRA DE LOS MIL DÍAS).
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El
18 de octubre de 1899 estallo la guerra llamada de los “Mil Días”, en razón de
que comprendió cerca de tres años. En
ese entonces Armenia dependía como corregimiento de Salento.
Por
la ubicación estratégica de Salento sobre el camino del Quindío, frecuentemente
se bloqueaba, e interceptaba la ruta por las fuerzas en contienda, con el
propósito de cortar el paso a las tropas que transitaban de Ibagué a Cartago y
Aanttioquia.
Durante
la guerra de los “Mil Días”, en Armenia, se llevaron a cabo importantes actos,
que, aunque no están ligados a la historia de la ciudad, en relación con su
fundación si lo están con la guerra, por ejemplo, el célebre asalto de la
guerrilla del coronel Miguel Antonio Echavarría, quien finalmente fue fusilado
en Armenia, siendo este el primero y único fusilamiento que con ceremonia se
llevo a cabo en la capital del Quindío.
EL
ASALTO
La
noche del 9 de abril, las milicias de Echavarría fueron atisbadas en las
orillas del río Quindío, por mujeres que se disponían a las labores de
aprovisionamiento de agua y lavado de ropas; vieron cuando el grupo de
Echavarría acampaba a orillas del río; luego de haber descendido la cordillera,
procedente del Tolima por los valles del “Chilí”, pasando por Rioverde abajo, y
los valles de “Maravelez”.
En
la madrugada del día 10 de abril, a eso de las tres a cuatro de la mañana, el
coronel Miguel Antonio Echavarría, montado en su caballo zaino, escoltado por
unos cincuenta guerrilleros, armados de fusiles, cuchillos y machetes, atacaron
a Armenia.
Las
fuerzas del gobierno estaban a órdenes de Jesús María Villegas (a. “El Oso”),
quien habitaba en la casa de Laureano Barrera Hincapié. El “oso”, tenía al mando treinta soldados del
gobierno dotados de un buen arsenal. Apenas se suscitaron los primeros disparos
éste huyó despavorido en paños menores, rumbo al alto de “Corocito”, por el
camino que conducía a Circasia, dejando a la deriva la defensa del pueblo.
Forrado
en su chaqueta verde oliva, Echavarría organizó el ataque. El destacamento
guerrillero lo organizó en dos grupos; el primero, el más numeroso, se encargó
de atacar la Consistorial; y el segundo, se dedicó a la búsqueda de Manuel
Barrera.
Los
encargados del ataque a la plaza, abrieron las puertas de la casa de gobierno,
substrajeron muebles, archivos y hasta el reloj de péndulo, y amontonaron todo
en la mitad de la plaza, procediendo luego a incinerar todo. Plomo y pólvora salía de los tejados y de las
barricadas de la casa municipal, cadáveres con las entrañas abiertas y cabezas,
dedos y brazos desgajados se miraban por doquier.
El
segundo grupo se dedicó a la búsqueda de Manuel Barrera, lo buscaba Echavarría
con empeñó, pues quería saciar su sed de venganza por una deuda de sangre;
Barrera había asesinado a su padre en la plaza de Chicoral en el Tolima.
Barrera, fue hallado muerto, con la lengua afuera, colgado del reloj del
campanario de la iglesia.
LA HUIDA
El
día 11, Echavarría y su gente salió en dirección de Calarcá. Allí, en compañía de Elíseo Villa, huyó, y se
internó en las montañas de “Maravelez”, en donde una comisión del gobierno lo
capturó, y lo llevó al punto denominado el “Edén”; en donde una muchedumbre de
Armenia fue testigo de su aprehensión; luego lo condujeron a Armenia, y de allí
a Cartago; donde le decretaron un consejo de guerra.
EL FUSILAMIENTO
El
consejo sesionó los días 23 y 24 de julio de 1902, lo declaró culpable y
condenó a la pena de muerte, cuyo cumplimiento debía efectuarse en Pereira,
pero finalmente se convino designar la plaza de Armenia. Frente a la casa
Consistorial, fue ejecutado. Sus ultimas
palabras fueron: “Ofendí y me ofendieron. Adiós mundo “, solo se oyó la salva
del pelotón de fusilamiento.
Álvaro
Hernando Camargo Bonilla