COSTUMBRES ALIMENTICIAS EN EL PAISAJE
CULTURAL CAFETERO
Salvo algunos
platos traídos por las colonias boyacenses y santanderinas. la alimentación
del Quindío ha sido la misma de los primeros colonos caucanos, antioqueños y sólo ha
variado por desaparición de algunos productos o por otras causas
normales . Hasta la aparición de la caturra en los campos cafeteros la lata era La siguiente:
Tragos al
amanecer y más tarde después del trabajador haber estado un poco en el corte
se tomaba el desayuno compuesto de café con leche o chocolate con arepa untada de mantequilla, a veces un pedazo de masita y calentao (generalmente frisoles del día anterior), o carne de monte
frita o pericos de los de las fincas quindianas, hechos en sartén con manteca
negra y buena provisión de tomate y cebolla picada o migas.
Almuerzo:
Sancocho con mucho revuelto y una gran ración de carme gorda, a repetir el
caldo y el revuelto, y mazamorra con leche y un cuarto de panela cerrera.
Algo:
Chocolate con harina en grandes
porciones y arepa con mantequilla.
Comida: Frisoles
con garra, a repetir una que otra vez arroz sudado arepa y mazamorra con panela
o agua de panela.
Merienda:
Chaqueta o agua de panela bogada. Como platos en hogar campesino no ya para
llevarle al jornalero al corte, pueden citarse el machorrucio, agradable sopa
de maíz con cierto parecido a la colada de chócolo; mote, sopa de maíz grueso pelado con lejía y con aditamento de
cabeza de cerdo de una extrema delicia; sopa de callos hoy mondongo, con
pedacitos de carne de cerdo y poco revuelto; sopa de bolo con cordón de cerdo,
fresca apetitosa; sancocho de espinazo de cerdo o de cola de res; vitoria
calada con panela y comida con leche al día siguiente de confeccionarse, es
decir, trasnochada que se servía bien de sobremesa o bien de algo: bolo
relleno de guiso a base de carne de cerdo; frisoles con cidrayota y frisoles con coles, de molestas consecuencias estomacales
al día siguiente con incontenibles ventosidades; arroz de leche, postre muy
agradable, para darlo de algo de las visitas : la caspiroleta (candil en Cundinamarca)
a base de leche, azúcar y huevo, para los convalecientes, y de la cual se decía
que resucitaba muertos; la colada de maicena
o de sagú para el algo; el ponche de huevo
para los niños como golosina a cualquier hora del día; la batata morada
o blanca, calada en panela como postre; sopa de arroz con tortilla de huevo, seco
En este tema encontramos una tradición y unos hábitos
alimenticios que podemos mejorar. Normalmente las familias campesinas en su
inmensa mayoría desayunan arepa y chocolate. Un 20% complementa con calentado
de fríjoles, arroz y huevo. Un 5% desayunan con carne, arroz, arepa y
chocolate.
El almuerzo varía entre: sancocho, sopa de pastas, sopa
de harina, sopa de arroz acompañado de arroz con papas guisadas, carne y
plátanos fritos. La comida es en su mayoría fríjoles, arroz y carne o
chicharrón frito. En general se consumen muy pocas frutas y hortalizas. Apenas
un 10% de la población las consume.
Aquí se encuentra una dieta desbalanceada con pocas proteínas y
vitaminas que influye en los niveles de
desnutrición. Recientes estudios indican que la desnutrición en el Quindío
sobrepasa el 25% de la población, especialmente en la zona rural.
Es muy frecuente ver padres campesinos que semanalmente
dedican parte de su jornal a la compra de bebidas alcohólicas. Esta costumbre
desmejora la reducida y pobre dieta alimenticia.
Por otra parte, se perdió la costumbre de la huerta
familiar que complementaba la alimentación campesina. Ahora trata el Comité de
Cafeteros de incentivar la seguridad alimenticia con trabajadores sociales para
enseñar a los campesinos a aprovechar mejor los productos de las fincas, a
sembrar la huerta y a preparar mejor los alimentos.