Reseña Histórica del Municipio de
Filandia
Cornelio Moreno.
1928
A la memoria de los fundadores1878-1928
Tipografía y Papelería “Los Andes”
Jaramillo Hermanos y Cía. Manizales.
“El
presente opúsculo, que dedico a la memoria de los fundadores de Filandia, como
sincero homenaje de admiración, en el quincuagésimo aniversario de su
fundación, ha sido elaborado consultando los archivos de las oficinas
del municipio y acopiando otros datos por medio de
reportajes hechos a personas que, por haber sido casi contemporáneos con los
hombres de aquella época, merecen toda confianza por su veracidad y honradez.
¡Gloria
a los invictos luchadores que con su abnegación e intrepidez contribuyeron
eficientemente al engrandecimiento y prosperidad de la patria!
Cornelio Moreno.
A MANERA DE PROEMIO
La
lectura de este opúsculo me sugirió una idea bastante clara del acendrado amor
que su autor profesa a Filandia.
Ninguno
de los hijos de la Hija de los andes a escrito una pagina que recuerde su
origen, sus costumbres y sus fastos notables. Solamente el señor Moreno,
ardiendo en patriotismo gratuito escribió de manera completa y agradable, los
mejores capítulos de la historia de Filandia.
Para
escribir sobre determinada localidad, se debe tener dentro del alma encendido
amor por la patria chica, por que sin él es imposible consagrar siquiera una
palabra de patrio afecto a aquellos lugares que debido a su corta edad o al
medio en que viven, no han podido agitar el gonfalón tan alto que puedan
percibirlo los centinelas de la historia.
Es
el señor Moreno en vista de la inaplazable necesidad de una obra, como la suya,
para Filandia, emprendido la tarea de prepararla a fin de llenar el vacío que
otros no habían pretendido llenar. No está vinculado a este suelo por lazos de
nacimiento, solamente lo une a el él vinculo que voluntariamente sale de
corazón. Y ahora en el quincuagésimo aniversario de su fundación, o por mejor
decir en sus bodas de oro, ha querido agasajarla, refiriendo a sus laboriosos
habitantes la modesta pero valiosa historia de sus cincuenta años corridos.
No
tiene la obra las proporciones que hallamos en aquellos relatos que abarcan
todos los acontecimientos de uno varios países en determinadas edades. Ella
solamente presenta la guirnalda multicolor formada de los diferentes sucesos desarrollados
en la pequeña región denominada Filandia.
Un
relato local o regional no enseña historia, pero haríamos mal en querer
encontrar en aquel toda la historia. Tácito nos muestra en sus costumbres el
carácter y la vida de aquel pueblo que se llamo la Germania: Jenofonte
elegantemente nos enseña los mejores fastos de la Hélade; Josefo nos detalla
algunos acontecimientos de Judea, y Cantú en su popular Historia Universal nos
hace oír los mayores truenos, por decirlo así, de todas las edades.
Estos
narradores insignes nos han enseñado historia, pero no toda la historia, por
tanto tenemos que hojear y estudiar todo lo que sobre esta se escriba.
La valiosa obrita amenamente escrita por el señor
Moreno a mas de la claridad y buen método expositivo, condiciones cardinales en
toda obra didáctica, se ve en ella el juicioso encadenamiento de pormenores y
sucesos de notable importancia local para los que aquí abrieron sus ojos.
Presenta un verdadero texto de enseñanza anecdótica, intuitiva y pintoresca,
como lo pide el presente. Esta libre de inútiles palabras; aun más, no tiene
esas pesadas nomenclaturas que se hallan en otras obras de la misma índole.
El
Finlandés encontrara en ella, si quiere, el origen, las costumbres y todas
aquellas bellas tradiciones que nuestros ascendientes antioqueños, sembraron
como primer jalón de fundación en el muerto Nudilleros, ¡Oh las tradiciones son
la fuerza de ayer! Sepamos que ellas son cadenas de oro que unen el presente
con el pasado. Son el eco interminable de aquellos antiguos que al decir adiós
a la posteridad quisieron no desprenderse de sus brazos. No olvidemos, pues,
las tradiciones; y al perderlas, si tal desgracia nos sucede, no dejemos de
escuchar la profunda sentencia de Avellaneda: “Los pueblos que olvidan sus
tradiciones pierden la conciencia de sus destinos”
Esta
obra no debe mirarse con desdén; antes creo, y muy fundadamente, que será
acogida con cariñoso beneplácito de todos, Además hago sinceros votos porque
ella reciba a todo el aplauso que se merece.
Para
concluir, si mi concepto no peca en las apreciaciones que anteceden, la
adopción de la obrita geográfico-histórica del señor Moreno, para la enseñanza
en las escuelas de Filandia, vendría a dar a su hijos una presea de
valiosísimos quilates, con la cual podrían engalanar aquel breviario de
recuerdos, que a ninguno falta al volver los ojos al querido solar que lo vio
nacer.
ANTONIO J. CÁRDENAS A.
Filandia, Agosto MCMXXVIII
GEOGRAFIA DEL MUNICIPIO DE
FILANDIA SITUACION Y NOMBRE
Filandia,
enclavada en uno de los flancos de la cordillera Central de los Andes, es uno
de los cuarenta y tres municipios en que está dividido el Departamento de
Caldas y pertenece a la rica y floreciente región del Quindío. Su nombre se
deriva del latín filius (hijo) y del ingles ladina (Andes), es decir, hijo de
los Andes.
Extensión
y límites La extensión
del municipio de Filandia alcanza a 9.021 hectáreas, Su altura sobre el nivel
del mar es de 2066 metros. Limites
generales
El Municipio de Filandia limita por el norte, con
Pereira; por el sur, con Circasia: por el occidente, con el departamento del
Valle y los municipios de Quimbaya y Montenegro, y por el oriente, con Salento.
Límites detallados
Del punto denominado “Alto del Roble”, siguiendo
el camino de Bolillos, hasta el arroyo Barbas; por éste abajo, límite con
Pereira, hasta el saldo de la Arabia; de aquí una recta de travesía hacia el
sur, límite con el departamento del Valle, hasta Pavas; de aquí una recta a los
nacimientos del arroyo San Felipe; por éste abajo hasta ponerse al frente de la
casa de Santiago Castillo; de aquí de travesía en línea recta, limite con
Quimbaya, pasando por Las Delgaditas, al arroyo Buenavista; éste abajo hasta la
desembocadura del arroyo Armenia; por éste arriba hasta ponerse al frente de la
casa de Benjamín Marulanda; de aquí pasando por las partidas de La Española
hasta caer al río Roble; por éste arriba hasta la desembocadura del arroyo
Cruces; éste arriba hasta sus nacimientos; de aquí una recta al Alto del Roble,
punto de partida.
Relieve del suelo
El suelo del municipio de Filandia es muy quebrado
a causa de esta recostado sobre uno de los contrafuertes de la cordillera
Central, y está encerrado por dos riachuelos: el de barbas y el de El Roble,
que lo atraviesan de oriente a occidente, por el norte y el sur,
respectivamente. Sólo se encuentra una peque meseta en la parte oriental del
municipio.
Ríos
En el municipio no hay propiamente ríos, sino riachuelos, de los cuales los
principales son: el Barbas, el Roble, el
Bolillos, y los arroyos de Cruces, Socorro, Portachuelo, San José, y Armenia.
Clima El clima del municipio es generalmente frío y muy sano;
es sin duda el mejor de la hoya del Quindío. Tiene también tierras templadas en
la parte baja u occidental.
Habitantes El
número aproximado de habitantes del municipio es de 12832, pertenecientes en su
generalidad a la raza blanca y profesan la religión católica, apostólica,
romana y hablan todos el castellano. Los negros son muy escasos.
Temperatura y distancias
La temperatura media del municipio es de 17º. La máxima, de
25º. y la mínima, de 14º. Dista de Bogotá 27 miriámetros 7 kilómetros, y de
Manizales, 5 miriámetros 6 kilómetros.
Producciones naturales
Las empresas cafeteras, que son la principal
industria de los habitantes, puede decirse que constituyen la riqueza del
municipio, aunque también se cultiva en buena escala la caña de azúcar, el
plátano, el maíz y toda clase de legumbres.
La industria pecuaria se ha desarrollado considerablemente y se
encuentra grandes y hermosas dehesas de ganado vacuno.
Industria y Comercio
La
industria manufacturera tiene algún desarrollo y suministra toda clase de
herramientas para la agricultura, sillas de montar y calzados de muy buena
calidad. Su comercio ha tomado notable impulso en los últimos años y está bien
establecido con las ciudades de Manizales, Cali, Pereira y Armenia.
Filandia, la ciudad cabecera del Municipio, tiene
48 hectáreas de superficie y una población aproximada de 2500 habitantes. El
progreso urbano ha tomado notable incremento, debido a la laboriosidad y
energía de los vecinos. Posee buen templo parroquial, hospital, magnifico
acueducto metálico, suficientes edificios para escuelas, un convento de madres
betlemitas, excelentes edificios públicos y privados, buenas casas de comercio,
dos plazas, la de mercado y la de ferias, puesta la servicio en el año de 1926,
y un parque. Tiene, además, alumbrado eléctrico, juzgado de circuito y oficinas
de notaria y registro, una trilladora de maíz y otra de café, destruida esta
última por un reciente y pavoroso incendio.
Se
cree que en los alrededores de la ciudad s encuentran ricas minas de oro y de
hulla, que no han sido explotadas.
Vías
de comunicación Las
únicas vías de comunicación que tiene el municipio son los caminos de herradura
que lo unen con las ciudades vecinas de Pereira, Armenia y demás poblaciones
del Quindío. Se proyecta la construcción de dos carreteras: una que unirá a
Filandia con el ferrocarril Nacederos-Armenia, y la otra que empalmará con la
carretera Pereira-Armenia.
RESEÑA HISTORICA DEL MUNICIPIO DE
FILANDIA
El
territorio que hoy constituye el municipio de Filandia, está situado en uno de
los contrafuertes de la cordillera Central de los Andes en un delicioso clima
que tiene 17º. De temperatura media y 2066 metros de altura sobre el nivel del
mar. Fue habitado antes de su fundación por algunas tribus indígenas, según se
observa de las huellas que han dejado. Los indomables Pijaos, que fueron los
últimos, en su retirada de la región del Quindío, dieron la última batalla con
los conquistadores españoles en el punto determinado Trincheras, cerca de La
Balsa, hoy Alcalá, y que lleva es nombre porque allí se atrincheraron los
indios, pues aún se ven señales de fosos que abrieron.
En
los años anteriores a su fundación, Filandia figuró como fracción o
corregimiento de Salento, con el nombre de Nudilleros. El municipio de Salento
es uno de los más antiguos de la región del Quindío en el departamento de
Caldas.
Fundación La
fundación de Filandia, hasta entonces Nudilleros, tuvo lugar el 20 de agosto de
1878. Felipe Meléndez le dio el nombre de Filandia, tomado del latín filius
(hijo) y del inglés landia (Andes), es decir, “hijo de los Andes”.
Frecuentemente se confunde este nombre con el de Finlandia, pis europeo.
Más
de ciento dos individuos, encabezados por el doctor José Ramón López Sanz,
Severo Gallego, Gabriel Montaño, Ramón Peláez, Felipe Meléndez, de los cuales
algunos viven todavía, firmaron el acta en que se declaraba solemnemente la fundación,
documento que debe reposar en alguna de las oficinas del Municipio de Salento,
según se cree.
Primeros Colonos Los primeros colonos que pisaron el territorio fueron
antioqueños, a quienes el gobierno auxiliaba con dinero y herramientas.
Entre éstos figuraron unos Valencias que ocuparon
en su orden a Portachuelo, El Roble y Pavas. Después, los cónyuges José María y
Dolores García, quienes se situaron en lo que hoy es la plaza principal y
salida para Salento.
El
doctor Ignacio Londoño y su hermano don Pedro fueron los primeros que
explotaron los terrenos denominaos La Española, y el señor Andrés Cardona, que
aun existe, fue uno de los encargados para enviar peones a romper y explotar
montañas.
Dice
el señor Cardona que más de quinientos hombres guaquearon los terrenos donde
está situado Montenegro, perteneciente entonces Filandia.
Municipio En el año de 1892 se elevó a Filandia a la categoría de
municipio, integrado por los corregimientos de Circasia y Montenegro, pero a
poco tiempo fue eliminado. Más tarde, por la ordenanza 31 de 24 de julio de
1894 la Asamblea del Cauca volvió a crear el municipio, perteneciente a la
provincia del Quindío, compuesto del corregimiento del mismo nombre, su
cabecera, y de Circasia, segregándolos, respectivamente, de los municipios de
Cartago y Salento.
A
Filandia perteneció también el territorio correspondiente al municipio de
Quimbaya, conocido entonces con el nombre de corregimiento de Alejandría, hasta
el año de 1922 en que por ordenanza 26, expedida por la Asamblea de Caldas, en
dicho año lo erigió en municipio pues ya desde 1908 se había segregado
del departamento del Cauca el distrito de Filandia, para integrar el
departamento de Manizales, hoy Caldas. Según datos existentes en la oficina del
Concejo Municipal, parece que Montenegro hizo parte de Filandia hasta el año de
1895.
Gobierno eclesiástico
Recientemente fundada la población de Filandia, se
construyo una capilla, donde según crónicas, se dijo la primera misa por un
padre Baena que, en viaje de Manizales a Bogotá, pasó por este lugar. Se dice
que en dicha época se enviaba a Pereira a prestar cáliz para poder celebrar el
augusto sacrificio.
En
el archivo parroquial sólo hay constancia de lo siguiente:
Al principio perteneció Filandia en lo
eclesiástico, a la vicaria foránea de Santa Rosa de Cabal y después a la de
Pereira. Desde 1884 fue viceparroquia de Salento.
Por
decreto del ilustrísimo señor obispo, Gregorio Nacianceno Hoyos, de 22 de enero
de 1905, se erigió en parroquia a Filandia, y el 17 de mayo de 1915, por
decreto del mismo ilustrísimo señor Hoyos, fue elevada dicha parroquia a la
categoría de vicaría foránea. Al
presbítero señor Francisco de P. Montoya le tocó ser primer vicario.
En
los años de 1884 a 1889 fue cura párroco el presbítero señor Ismael valencia.
Desde 1889 hasta 1895 ejerció el curato el
presbítero señor José Ignacio Pineda.
Desde enero de 1895 a julio del mismo año, el
mismo presbítero señor Valencia, quien actualmente viven en la ciudad de
Armenia, ciego y en extremada pobreza.
De
Julio a septiembre de 1895, el mencionado señor presbítero José Ignacio Pineda,
quien murió en una de las poblaciones de Antioquia. Fue el padre pineda de carácter ardiente,
activo y enérgico y se distinguió por su heroísmo como capellán del ejército en
la guerra civil de 1899 a 1902 y fue hecho prisionero en el combate de
Aguadulce en Panamá. Cuentan que a
pesar de lo selvático d esta región y de lo intransitable de sus caminos,
andaba en su bestia con tal velocidad y destreza, que nadie lo igualaba. En la
población del Santuario (Antioquía) nació este ministro del Señor.
En
septiembre de 1895 ejerció el curato por ultima vez, el citado presbítero señor
Valencia.
De
octubre de 1895 al año de 1901 fue cura el presbítero señor Jesús María Restrepo,
sacerdote meritorio por sus virtudes, Falleció en el hospital de Guayaquil
(Ecuador), a donde fue, según se refiere, con el fin de ingresar en una de las
comunidades religiosas.
El
presbítero señor Restrepo inició los trabajos del templo y casa cural existentes
hoy.
En
octubre de 1901 empezó a ejercer el curato el presbítero señor Francisco de P.
Montoya y duró hasta mayo de 1923. El
Padre Montoya, actualmente cura excusador de Pácora y oriundo de Jericó (Antioquía), se distinguió por sus virtudes y por su amor
al progreso. A él le tocó
la continuación de los trabajos del templo y casa cural, comenzados por el mencionado presbítero
señor Restrepo, y además, puso todo su
esmero en traer a la parroquia, como en efecto sucedió, la comunidad de
religiosas betlemitas para regentar la escuela de niñas, hecho que tuvo lugar en el año de 1907, previa la construcción del edificio que
había de servir para la enseñanza. También llevó hasta su terminación el hospital de
caridad de San Vicente de Paúl existente
en el municipio.
Desde
el año de 1923 hasta 1926 fue cura el presbítero señor Gonzalo Álvarez, oriundo
de Neira. El padre Álvarez fue generalmente estimado por sus feligreses, y
progresista. Emprendió
con tesón la reforma de la torre del templo y el mejoramiento del cementerio. Hoy ha fijado su residencia en Santa Rosa de
Cabal.
El 7 de septiembre de
1926 vino a ejercer el curato el presbítero Salomón Castaño y lo ejerce
actualmente con el carácter de vicario foráneo. El presbítero señor Castaño es
natural de Pereira. Se ha distinguido por sus acrisoladas virtudes, por su
elocuencia y energía de carácter para combatir el vicio, y por su espíritu
progresista. Con desmedido empeño ha emprendió la completa refección del
templo. Esta obra tiene la particularidad d haberse levantado sobre veinte
columnas cilíndricas de madera de barcino, que tienen cuarenta centímetros de
diámetro, aproximadamente. Prueba evidente de la feracidad de las tierras de la
región del Quindío, sobre todo, en los primitivos tiempos.
En
cuanto a ornamentación, el presbítero señor Castaño no ha omitido esfuerzos
para la consecución de los mejores ornamentos y ha hecho traer, contando con el apoyo de los
feligreses, hermosas imágenes de Europa, descollando entre ellas la de la
Santísima Trinidad, que puede decirse es una de las maravillas del arte.
Como
coadjutores han figurado los siguientes:
El
presbítero señor Francisco Restrepo, en la actualidad cura párroco de
Belalcázar.
Vino después el presbítero señor José F. López,
capellán actualmente de San Juan de Dios en Manizales. Sucedióle el presbítero señor Joaquín Pablo
Londoño, hoy cura párroco de Yalí (Antioquía) , y por ultimo, el presbítero
señor Marco A. Duque, oriundo de Aránzazu, quien vino a parroquia en el año de
1914, y en sus varios años de ministerio ha dado a conocer su gran celo y
escrupulosidad por la salvación de las almas. Hoy desempeña en la parroquia el
cargo de capellán de las madres betlemitas.
Apuntes históricos
El terreno para edificar el templo y
la casa cural lo regaló la señora Dolores García, nombrada la principio entre los colonos.
El
terreno para el cementerio fue donado por el señor Gregorio Arango (a. Sordo).
Las primeras campanas las regaló el señor Gerardo Jaramillo con el producto de un inocente juego de gallos,
muy distinto del de riñas. Una de dichas campanas se envió a Circasia.
Las campanas
existentes fueron donadas por los señores Norberto Ospina (a. casfú) y
Victoriano Arias. Estos sacaron una gran guaca en la Soledad (varias arrobas de
oro). Tal hallazgo los obligó a desprenderse de una
pequeña parte en beneficio de la iglesia. Las campanas las fabricaron en Buga,
para lo cual se destinaron tres libras de oro.
El
Reloj que hoy existe en la torre del templo, lo compró con las dadivas de los
feligreses, el presbítero señor Jesús M. Restrepo. La campana del reloj se
fundió en un incendio ocurrido en una bodega o caserillo llamado San José, ceca
a Buenaventura, a consecuencia de un combate que allí hubo en la última guerra
civil, época en que era traído dicho reloj a la parroquia.
Un
cuadro antiguo de la Santísima Trinidad fue traído de la Balsa (Alcalá), lo
mismo que una pila para agua bendita. Dicho cuadro, se dice era español, fue
hallado en un rancho abandonado, ceca de Alcalá. El que actualmente se venera
en la iglesia parroquial, fue tomado de aquél por los señores Milciades
Valencia y Jesús María Palomino, con bastante perfección.
La primera custodia
fue regalada por los señores Luis Ceballos y Rosa de Jaramillo, accionistas de
la guaca hallada en La Soledad.
La
primera visita episcopal la practicó en la parroquia el ilustrísimo señor Juan
E. Ortiz, obispo de Popayán y los primeros misioneros que vinieron a ella
fueron los R.R. Padres Franciscanos Bernardino Arana y Juan, cuyo apellido se
ignora.
La
cruz de la misión, con las insignias de la pasión, es la que actualmente se
contempla en la iglesia y fue construida por los señores José María y Jesús A.
Benjumea, y pintada por el señor Milciades Valencia.
El
presbítero señor Jesús M. Restrepo trajo el primer melodio, que es el mismo que
hoy existe. En los primeros años se acompañaba en el coro con instrumentos de
cuerda.
Fue
primer sacristán el señor Cipriano Loaiza y primer corista, el señor Tomás
Hurtado.
Gobierno Civil Corregidores Sólo se
sabe que después de la fundación fue primer corregidor el señor Rafael Carvajal
y el último, el señor Rafael Ramírez.
Alcaldes
En el año
de 1894 en que se elevo Filandia a la categoría de distrito, fue primer alcalde
el señor Rafael Ramírez, último corregidor anotado antes.
Entre los varios alcaldes que se han sucedió, unos
han dejado huellas del celo que tuvieron en el cumplimiento de su deber, y
otros quizá pasaron desapercibidos.
Hoy es alcalde del municipio el señor Rafael A.
Heredia y secretario el señor Fernando Villegas.
El
distrito no tienen ningún corregimiento, pues Quimbaya que era el único, fue
erigido en municipio, como antes de dijo.
En
el año de 1925 se creó una inspección de policía, que funcionó el barrio
occidente de la ciudad y fue de corta duración. Actuó como inspector el señor
Desiderio Mesa y como secretario el señor Luis E Echeverri.
La
alcaldía dispone de siete policías departamentales y siete municipales,
comandados por un sargento, y varios policías auxiliares que prestan sus servicios
ad-honorem en las distintas fracciones.
Concejo Municipal En el archivo de
la ofician del Concejo hay constancia de que en el año de 1894, fecha de la
creación del municipio, fue primer presidente de la municipalidad el señor
Dionisio Jaramillo. En la actualidad ejerce este cargo el señor Antonio Vallejo
y es secretario el señor Marco T. Aguirre.
Interminable
sería detallar la actuación de cada uno de los concejos que han existido y sólo
no limitamos a decir que algunos de ellos han dejado vestigios de probidad y
progreso, hechos que pregonan las obras publicas existentes y las iniciadas en
los últimos años. En cambio, otros Concejos pasaron silenciosamente su periodo.
Presupuesto de Rentas
Desde los
primeros años de vida municipal los concejos han trabajado con ahincó por
sostener el equilibrio de los presupuestos que han aumentado fabulosamente año
por año. El presupuesto de rentas en el año de 1927, ascendió a la cantidad de
40.000 y en el presente año a 59.000.
Habitantes La
población de Filandia cuenta hoy con un total aproximado de 12832 habitantes y
profesan todos de la religión católica.
Los
hombres de trabajo son laboriosos y emprendedores. El comercio, la agricultura,
sobre todo el cultivo del café y la ganadería, han tenido grandísimo impulso en
la época actual y parce que el municipio esté llamado a desempeñar papel muy
importante en los destinos de la nación, si sigue en ebullición el entusiasmo
de sus moradores.
Personería Municipal Aparece como
primer personero el señor Manuel Londoño en los comienzos de la vida distrital.
Algunos de sus sucesores han trabajado con marcado interés por el progreso
material del municipio. En cambio, otros han permanecido inactivos.
El
actual personero es el señor Rafael Patiño, quien apenas ha empezado su
periodo. Debido a la penuria en que se halla hoy el tesoro municipal, el señor
Patino ha encontrado serias dificultades para la continuación de las obras
publicas. Se tiene confianza en que con la recaudación de los varios impuestos,
se podrán intensificar tales obras y llevarlas hasta su terminación.
Existe
también en la ciudad una junta de ornato y embellecimiento, encargada de
acuerdo con el personero municipal, de propender por todas aquellas obras que
luzcan por su importancia y que den un aspecto verdaderamente estético a la
ciudad.
Poder Judicial Filandia
perteneció en lo judicial primeramente a Cartago, la capital de la provincia
del Quindío, en el departamento del Cauca, hasta el año de 1905. De este año en
adelante al circuito de Armenia hasta el año de 1925.
Juzgado
Municipal A principios del año de 1895 aparece en el archivo del
Concejo Municipal una nota por la cual se nombra Juez municipal al señor José I
Sanz; ése no acepto y se nombro en su remplazo al señor Raimundo Jaramillo. Declarado
insubsistente este nombramiento, se designo para juez al señor Juan Gregorio
Benítez; pero en junio de dicho año funciono con tal cargo el señor Julián
Martínez y como secretario el señor Antonio J López V.
En
la actualidad desempeña la judicatura el señor Jesús A. López y la secretaría
el señor Olimpo Rodríguez, a quien toco ser juez en época anterior, cargo que
ejerció con toda competencia. Nos es desconocida la actuación de los demás
jueces, pero creemos que haya sido de absoluta honradez.
Juzgado del Circuito Por ley 58 de
1925 el congreso nacional creo el circuito judicial de Filandia, integrado con
el municipio de Circasia.
Por
esta creación se trabajo frenéticamente desde el año de 1918, para cuyo efecto
tuvo que hacer el municipio grandes erogaciones.
El
15 de febrero de 1926 se instalo pomposamente el juzgado, siendo el prime juez
doctor Benjamín Vallejo, quien duro hasta el 17 de junio del mismo año. Lo
acompaño como secretario el señor Jesús M Heredia. A la instalación
concurrieron delegados de las poblaciones vecinas.
De
junio de 1926 a 30 de junio de 1927 actuó como juez suplente el señor Jesús M.
Heredia y como secretario, el señor Pedro J Naranjo.
El
1º. De julio de 1927 se hizo cargo del juzgado el doctor Libardo Correa y
nombro secretario al señor Tulio M Cortés. El doctor Correa ejerció hasta el 12
de diciembre de dicho año. Su sucesor, doctor Norberto Ossa, es hoy titular y
tiene como secretario al señor Pedro J. Naranjo.
El
actual juez, doctor Ossa y los demás jueces que han pasado por al oficina del
juzgado, así como sus secretarios, han marcad o brillante etapa en el camino de
la justicia, distinguiéndose por su honradez y competencia.
Este
juzgado funciona en la casa consistorial del municipio, pues a pesar de que el
gobierno compró el terreno apropiado para edificar la oficina y cárcel de
circuito, parece que ningún paso se ha dado para llevar a la práctica tales
obras. Instrucción
Pública
Este
importante ramo ha marchado con buen éxito en el municipio, no obstante las muchas
dificultades con que se tropieza en las labores escolares.
Los
primeros maestros que hubo en Filandia en la época de su fundación, fueron los
señores Emiliano Botero y Emiliana Jaramillo esposa de José J. Gutiérrez.
Figuran también en dicha época los señores Milciades Valencia y Belarmina
Mejía. Escuela Urbana
de niñas
Fue
primera maestra oficial de esta escuela la señora Rosario Restrepo, esposa del
señor Jorge Villegas.
Desde
el año de 1907 se hicieron cargo de ella las R.R. madres betlemitas, traídas
por influencia del presbítero señor Francisco de P. Montoya.
La
primera superiora en dicho año fue la R. madre Agustina, española, siendo
entonces superiora general de la comunidad en Colombia la R. Madres Luisa
Salinas.
Este
plantel, que cuenta con internado, ha sido uno de los mejores, puesto que las
alumnas reciben esmerada educación cristiana, Su fama se ha extendido por todos
los pueblos del departamento y de los ms inmediatos vienen señoritas a recibir
la enseñanza de las madres.
Con
una escuela infantil privada, establecida por las R.R. madrees, la matricula
excede de trescientas alumnas en esta escuela.
Hoy
es superiora la R. madre María Carolina y tiene como seccionales a las madres
Margarita María, Rosalía, Lucia, Isabel, Cornelia, Guadalupe y Francisca.
Este
establecimiento, semillero de virtudes y de donde han salido las maestras que
regentan las escuelas rurales, es una de las glorias que enorgullecen a los
habitantes de Filandia.
El
local en que funciona esta escuela, fue derribado por un huracán, cuando empezó
a construirse y mas tarde un incendio destruyó gran parte de él, por lo cual
hubo de reedificarse, Es amplio y actualmente se le hacen reformas a estilo
moderno. Tiene, además, una capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, que
brilla por su aseo y ornamentación. En ella se venera una hermosa imagen del
milagroso Niño Jesús de Praga, como el tesoro más valioso que poseen las
betlemitas.
Escuela Urbana de varones Los
primeros maestros de Filandia desde el principio de su vida municipal, fueron
los señores Carlos Hoyos y Víctor Fernández. Entre la multitud de sucesores de
estos, muchos ha habido ilustres por sus cualidades morales y pedagógicas que
han honrado el magisterio.
En
la actualidad regentan la escuela los señores Cornelio Moreno, como director,
desde el año de 1923, y como seccionales, Eufrasio y Félix Henao, Antonio J.
Cárdenas, Benigno A. Marín y Rómulo Morales.
De
esta escuela han salido alumnos que han hecho carrera en distintas ramos del
saber, y muchos otros hacen estudios secundarios en Bogotá, Manizales, Popayán
y Santa Rosa de Cabal.
La
matricula en los últimos años se ha acercado a trescientos alumnos y funciona a
escuela en dos locales distintos.
Ha
habido en el municipio en épocas diferentes algunos colegios de carácter
privado, y fue director del primero el señor Gerardo Valencia, que más tarde
fue presbítero y falleció hace poco tiempo. Puede decirse que ellos
contribuyeron benéficamente a la educación popular.
Escuelas rurales Las escuelas de esta clase han sido poco numerosas. Hoy
cuenta el municipio con siete escuelas rurales alternadas en las fracciones de
El Paraíso, La Mesa, Bambuco, Pativilca, el Vigilante, La Cauchera y La India,
de las cuales son directoras, respetuosamente, la señora Juana M. Serna y
señoritas Ana M. Serna, Pastora Gracia, Ofelia Hurtado, Adela Martínez,
Rosalbina Ramírez y Manuela Betancur.
Existen
también dos rurales privadas, una en La
Arabia, clausurada recientemente por el gobierno, cuando era oficial, y otra en
La Castalia. A esta última se le dio hace pocos días el carácter de pública. En estas
escuelas hay aproximadamente quinientos cuarenta alumnos matriculados.
Los
maestros tienen como inmediatos superiores un inspector local, que es
actualmente el señor Leopoldo López, u una junta escolar representada por los
señores presbítero Salomón Castaño, presidente; el inspector local nombrado, Pedro
J. Londoño, adjunto, y los señores presidente del concejo y alcalde municipal.
Los
maestros de Filandia afrontan una situación bastante precaria, debido a lo
reducido de los sueldos que devengan. A pesar de las insistentes continuas
solicitudes hechas a distintas entidades, las escuelas del distrito no han sido
colocadas en la categoría que les corresponde.
Entre
sus hijos tiene Filandia a los señores Miguel García y Arturo Flórez, quienes
recibieron grado de maestro en la escuela normal de institutores de Manizales y
son honra del magisterio caldense.
Hombres notables nacidos en Filandia Entre los
hombres notables por su ilustración y talentos y por sus virtudes cívicas
figuran los siguientes:
Dr.
Tulio Suarez, actual secretario de Gobierno de Caldas, que ha sido
representante al congreso.
Dr.
Arturo Suarez, novelista, hermano del anterior.
Dr. José M. Villegas, ex secretario de hacienda
del departamento de Caldas.
Dr.
Roberto Restrepo, medico de fama, quien ha hecho estudios en los principales
centros de Europa y Estados Unidos.´
Dr.
Gerardo Restrepo, ingeniero de prestigio, hermano del anterior, y que ha sido
interventor del ferrocarril de Caldas.
Dr.
Rogelio Restrepo, odontólogo, hermano de los anteriores, quien tiene su
gabinete en Manizales.
Presbítero
señor Rafael Herrera y Dávila, sacerdote ejemplar.
Dr.
José Manuel Hincapié, ingeniero de alto vuelo, quien actualmente ejerce su
profesión en la república de Panamá.
También
ha dado Filandia varios religiosos, hermanos Maristas, hermanas Vicentinas y
madres Betlemitas, pudiéndose citar entre los primeros a los hermanos León
Antonio y Ramón María, conocidos en el mundo con los nombres de Jesús A.
Cardona y José R. García, respectivamente, y como hermanas vicentinas a Sor
Inés y Sor Matilde, conocidas con los nombres de Piedad y Teresa Gutiérrez,
hijas de los señores Jesús María Gutiérrez y Rita Botero.
No
se sabe con exactitud cuales pertenecen a la comunidad de madres Betlemitas.
Filandia debe sentirse orgullosa por haber sido la
cuna de esta falange de hombres ilustres y de vírgenes castas con que plugo a
Dios enriquecer su suelo, como un don precioso concedido a la virtud y a la
invencible constancia de sus felices progenitores en la lucha por la
prosperidad de la religión y de la patria.
Instituciones de beneficencia Sólo existe un
hospital de caridad, denominado de San Vicente de Paul, cuya fundación se debe
al presbítero señor Jesús M. Restrepo y mejorado después notablemente por el
presbítero señor Francisco de P. Montoya. El edificio es cómodo y de buenas
condiciones higiénicas. Puede decirse que dispone de buenas rentas.
Dirige
el hospital como enfermera, la señora Rosa Ramírez. Su fundación tuvo lugar
antes del año de 1914 y fue primer administrador el señor Ángel M. Martínez, de
grata memoria para los finlandeses. Organizado
formalmente este asilo, se hizo cargo de él, como síndico, el señor Juan de D.
Martínez, hasta el año de 1922 que le sucedió su hermano José Manuel.
Actualmente es síndico el culto ciudadano señor Julio Fernández, recientemente
posesionado de tal cargo.
Oficina de estadística Este ramo se
inicio en año de 1916 y estuvo a cargo del señor Argemiro Valencia y Ospina,
como oficial. En 1920 fue director
subalterno el señor Julio A. Guimand, y en la actualidad es jefe de esta
oficina el señor Julio Fernández, ya nombrado como sindico del hospital y
sucesor del señor Luis C. Zuluaga.
No
se conoce la organización que tenga esta oficina cuya importancia no se oculta
la buen criterio. El señor Fernández se propone reorganizarla convenientemente
y entonces se podrá palpar su verdadero mérito.
Periódicos publicados en la ciudad
La prensa ha tenido también sus representantes,
que han hecho vibrar su voz periodística con las siguientes publicaciones:
“Pluma Libre”, “El Imparcial”, “El Aviador” y “La Lucha”, dirigidos,
respectivamente, por los señores Marco T. Aguirre, Julio Guimand, J. Dubán Córdoba
y Francisco E. Quintero.
La
primera y única imprenta que hubo en la ciudad, la trajo el señor Julio Botero
y se le conoció con el nombre de Tipografía Sucre.
Otros ramos de la administración
Tesorería municipal d rentas Fue primer
tesorero el señor Antonio Vargas, Después figuraron los señores Jesús M.
Obando, Santiago Echeverri y Pedro M. Londoño. No se tiene conocimiento de
otros tesoreros en esa época.
Muchos
de los encargados de esta ofician dieron muestras de honradez. Hoy desempeña
este cargo el señor Manuel Benjumea D., distinguiéndose por su probidad y
exactitud en el cumplimiento de su deber.
Recaudación de hacienda nacional Esta oficina, lo
mismo que la de correos, estuvieron anexas a la telegrafía en los primeros
años; y ya en 1919 figura como recaudador el señor Luis Guimand. En la
actualidad desempeña este puesto el señor Simón J. Echeverri.
Administración de correos Aparece como
primer administrador de correos el señor Enrique Guimand, después de la
creación del municipio y hoy está la oficina a cargo del señor José M. Benjumea
D.
Oficina telegráfica.
La oficina de telégrafos se instaló en el año de
1892 y fue primer telegrafista el señor Lucas Ocampo, aunque otros afirman que
fue el señor Julio Guimand. Hoy desempeña este puesto el señor Ernesto Ospina.
Notaria del Circuito Desde el año de
1895 ejerció las funciones de notario el secretario del concejo municipal.
La
primera escritura se otorgó ante el secretario del concejo, señor Eleuterio
Trujillo, el 16 de junio de 1895. Por dicha escritura vendió el señor Rafael
parra al presbítero doctor José Ignacio Pineda un terreno en Los Mesones.
Pertenecía entonces Filandia al circuito del Quindío.
Ejercieron
también como notarios los señores Francisco A. Robledo G., Andifacio Toro,
Jerónimo Aguirre, José M. Gonzales y Santiago Echeverri, como secretarios del
concejo, sucesivamente.
Se
creó el circuito de notaria en el año de 1911 y fue nombrado primer notario el
señor Félix Mejía, quien ha sido reelegido sin interrupción en todos los períodos
hasta hoy. En tal época perteneció Filandia a la provincia de Pereira hasta el
año de 1919 en que fueron eliminadas las prefecturas.
El
notario, señor Mejía, es de carácter afable y goza de general simpatía.
Oficina de registro En los primeros años el registro de las
escrituras se hacía en Cartago y luego en Armenia hasta el año de 1915 en que
se creó la oficina de registro en este municipio.
Fue
primer registrador el señor Antonio Ramírez. El 13 de mayo de 1915 se registro
la primera escritura.
Es
actual registrador el señor José Jesús Benjumea, de afable trato en el
desempeño de su cargo.
Junta Especial de Caminos Hasta el año de
1927 funcionó la junta especial de caminos, encargada por el gobierno del
departamento de sostener y mejorar los caminos, Los últimos miembros de dicha
junta en este municipio fueron los señores Pedro J Londoño, Leopoldo López y
Rafael Patiño, presidente, vicepresidente y secretario, respectivamente. Estas
juntas fueron suprimidas en el citado año.
Vías de comunicación Fijada el área
de la población, se dio principio a la apertura de caminos para facilitar la
salida a las fincas rurales y a las vecinas poblaciones. Tocó a la férrea mano
de los primeros colonos antioqueños esta magna empresa. Entre estos figuran
Tomás Valencia y otros de igual apellido, José María García, Juan de D.
Blandón, Ramón Peláez, Mariano Vargas, Juan E. Parra, Jesús Osorio y muchos
otros.
El
primer juez poblador fue Ramón López, de Cartago, hermano del doctor Jesús
López. . La plaza fue trazada por el señor José María Serna de
Cartago.
El
camino que parte para Cartago lo abrieron Remigio Blandón y sus hermanos, y el
que conduce a la India, José León, ya finado y Antonio Moreno, éste último,
dueño en ese tiempo de la salina de La Arabia.
El
antiguo camino nacional que partiendo de la ciudad de Ibagué y pasando por esta
cabecera va a Cartago, fue abierto por el batallón Pichincha y actuó como
Ingeniero un capitán Ponce.
A
este batallón le correspondió el arreglo de la calle occidental que partiendo
de la esquina suroeste de la plaza, donde está uno de los edificios de la
escuela de varones, sigue hacia Cartago. Por tal motivo, dicha calle llevó en
un tiempo el nombre de Pichincha, nombre que debió conservar en recuerdo de la
batalla; que en dicho lugar se dio en la magna guerra.
Hoy,
las vías de comunicación que tiene el municipio, son los intransitables caminos
de herradura que lo unen con Pereira, Armenia, Calarcà, Quimbaya, y Alcalá. En
el invierno, que es casi permanente, se hace difícil la salida de la población.
Los
finlandeses han solicitado insistentemente el apoyo del gobierno para mejorar
tales vías, pero a pesar de todo, la ciudad se ve casi aislada por la carencia
de puentes y caminos para poder comunicarse con los pueblos aledaños.
Actualmente
se tiene el proyecto de construir una o dos carreteras para unir el municipio
con algunas de las estaciones del ferrocarril Nacederos-Armenia. Con tal fin ha
venido una comisión de ingenieros a estudiar la vía más aparente para el
trazado. La realización
de tal obra será la redención de Filandia.
Producciones – Comercio. El territorio de Filandia es muy rico en los tres reinos
de la naturaleza, especialmente en el vegetal y animal. En cuanto a la riqueza
mineral, sobre todo en metales preciosos, se sabe que es imponderable en el
suelo colombiano, pero inexplotada aún en muchas regiones.
El
reino vegetal cuenta con toda clase de cereales, árboles propios para el
aserrío, arbustos que, como el cafeto, proporcionan lo necesario para la vida
de la mayoría de los habitantes.
En
lo que se refiere el reino animal, en la época de la fundación se encontraban
fieras como el león, tigre, oso y gran variedad de serpientes. Todavía se
encuentran de estos animales, especialmente serpientes.
Se
refieren los siguientes hechos curiosos:
Hubo
tigre que en la noche penetrara a las casas, que carecían de puertas, y sacaban
a los perros guardianes que dormían debajo de las camas que servían de lecho a
sus amos. Esto sucedió en el sitio que hoy es plaza de ferias y sus cercanías.
Los terribles felinos no respetaban la tranquilidad del hogar domestico, siendo
mayor la impavidez de sus habitantes.
El
primer tigre fue cogido por los señores Mariano Vargas e hijos y Juan Blandón;
para lo cual fabricaron una trampa, en el punto que por esta razón se llama
“Trampa del tigre”. Para esta cacería pusieron en la trampa un cerdo pequeño
que sirviese de carnada, pero receloso el tigre de caer en ella, estuvo
rodeándola por espacio de seis u ocho meses hasta que al fin cayo en la red.
Larga
sería la relación de cuanto ocurrió en aquel tiempo en que se luchaba con toda
clase de escollos.
Tocante
al reino mineral, existe la creencia bien fundada de que hay en el territorio
minas de oro y carbón de piedra (hulla), sin que nadie se halla preocupado con
entusiasmo por explotarlas.
El
comercio, que en los primeros años marcho lentamente, ha alcanzado hoy intenso
desarrollo.
Al
progreso material ha contribuido visiblemente la Sociedad urbanizadora,
establecida en el municipio en el año de 1926, que ha impulsado notablemente la
construcción de modernos edificios.
Puede
decirse que en los seis últimos años, Filandia ha llegado a un grado máximo de
civilización, pudiendo competir con importantes ciudades del departamento.
Costumbres de
los primeros Habitantes En lo que se refiere a costumbres de los primitivos
habitantes sólo se sabe que en el vestir eran sencillos: Los hombres usaban
pantalón de manta y saco de dril, guarniel y ruana, y las mujeres, falda de
fula, pañolón de vistosos colores y hábitos de gran tamaño. El calzado era casi
desconocido y muy tarde fue entrando en uso. Las comidas eran a estilo
antioqueño: a las seis de la mañana se tomaba el desayuno, consistente en buena
cantidad de chocolate, mezclado con maíz y acompañado de una enorme arepa de este
cereal, pelado; a la hora del almuerzo, nueve de la mañana se tomaba un gran
plato de zancocho, que llevaba carne de vaca, cerdo, guagua y otros animales
monteses. A las doce del día se servía una enorme totuma de mazamorra, mezclada
con leche si la había y un cuarto de panela; a las dos de la tarde, hora
señalada para la comida, se tomaba un gran plato de frisoles con lonjas de
tocino y luego un buen mate de mazamorra. Se bailaba con frecuencia a los
compas de música de curdas y se entonaba de cuando en vez canticos populares. A
las nueve de la noche, después de cenar, se rezaba el rosario y a continuación
se entregaban al sueño. A la mañana siguiente y antes de que el sol lanzara sus
primeros rayos, se empuñaban los instrumentos de labranza y se marchaba al
trabajo que dignifica y engrandece al hombre. Así paso la vida de los
intrépidos habitantes de Filandia en sus primeros años.
Hechos diversos Por datos
fidedignos se sabe que los primeros que trabajaron en la construcción del
templo y de la cárcel y en el arreglo de la plaza, fueron los señores Mariano
Vargas e hijos y Rafael Carvajal.
Las
primeras casas que se construyeron en la plaza pertenecieron a los señores José
M. García, Rafael Naranjo, Rafael Carvajal, Rafael parra y Ángel M. Martínez y
la primera de balcón la hizo en la calle real el señor Carlos Franco, en el
mismo lugar en donde hoy se halla la del señor Simón J Echeverri.
Los
primeros introductores de mercancías fueron los señores Demetrio Salazar y
Sotero Suarez.
El
primer matancero fue Manuel Piedrahita.
Primer
medico, el señor José M. González, dueño de la primera botica.
El
primer asesinato se perpetro en la persona de José M. García, citado ya, y fue
autor del delito Alberto Echeverri; éste le dio varios peinillazos en su misma
casa (la de García situada en la plaza), donde se verificaba un baile en
celebración del primer mercado que tuvo lugar un día sábado.
También
se dio muerte violenta a Pedro Ruiz, posteriormente, crimen ejecutado en la
calle Real por Jesús A. Palacio.
Los
primeros artesanos que se conocieron, fueron los siguientes:
Rosendo
García, músico de cuerdas. Ángel M. Martínez, sastre.
Eusebio Patiño, carpintero. Tomás Gutiérrez, dentista. Ezequiel Restrepo, talabartero. Atanasio Arias, Cerrajero.
Profesiones y oficios Los primeros que
ejercieron la abogacía fueron los señores Emiliano Botero y Jesús M. Obando. Se conoció como primer aserrador a Valerio Gómez.
Aparecen
como primeros asentista de la renta de licores los señores Lino Jaramillo,
Felipe Arcila y Juan C. Delgado.
Como
primera panadera, Victoriana Cardona y como primera hotelera, la señora
Silveria Ospina.
Fue
dueño de la primera fábrica de velas el señor Manuel Piedrahita. El señor
Demetrio Salazar puso la primera tienda de abarrote.
Figura
como dueño de la primera empresa cafetera, el señor Baldomero Quintero; después
los señores Pedro Duque y Jesús Correa.
En
el punto del Socorro montó la primera estufa, el señor Jesús M. Hernández y
otros compañeros, por
los años de 1916 a 1917. Fue vendida al señor Rafael Jenaro Mejía y a poco
tiempo la destruyó un incendio. El
señor Mejía hizo construir después la que hoy existe.
Los
primeros que trajeron a la espalda sal de La Arabia (fracción) para vender,
fueron Ramón Sánchez y su esposa.
Merecen
también mencionarse los siguientes sucesos: En
el paraje de La Julia, en época remota, los conyugues Nepomuceno Carvajal y
Dolores Arbeláez, Tobías Carvajal, hermano del primero, y su esposa, dejaron
cierta noche dormidos en su casa tres niños solos, y al volver los hallaron
convertidos en ceniza, por causa de un incendio producido por una luz.
Los
primeros elefanciacos que se conocieron, fueron Tomás Gutiérrez y sus hermanos
que vinieron de la aldea de María.
Trajeron
las primeras recuas de bueyes y de mulas, los señores Rafael Naranjo e hijos y
Jesús Giraldo.
El
cementerio lo bendijo un padre García, párroco de Salento.
El primer asalto a la
población lo hicieron los guerrilleros que vinieron de Montenegro comandados
por un coronel Echeverri, en la guerra de 1899. Esta guerrilla dio muerte a los
conservadores Toto Serna y un Correa. Era alcalde municipal en esa época, el
señor José Arias, que aún vive.
Juan
Emilio parra y Tomás Hurtado fueron
los primeros que vendieron terrenos al municipio.
La
planta eléctrica que actualmente existe, la hizo construir el señor Rafael
Jenaro Mejía en el año de 1917. El municipio le concedió el privilegio para
explotarla por diez años. Hoy pertenece a otra compañía.
El
acueducto metálico de propiedad del distrito fue construido en el año de 1917.
Es de los mejores que se conocen en la región del Quindío.
La
Primera banda de músicos en los tiempos primitivos, fue la de los señores
Britos y su director, el señor Antonio Brito.
Los
habitantes de Filandia profesan mucho amor a la música y son muy aficionados al
baile. El lujo que hoy se tiene para vestir, forma vivo contraste con la
sencillez de la época de fundación.
Hoy
existe la mejor de las bandas de música, con un magnifico instrumental, Es director
de ella el señor Agustín Villamarin, maestro de fama y de gran merito
artístico, que ha arrancado aplausos en donde quiera que ha hecho sentir los
acordes emocionantes del sublime arte.
Tuvo
el señor Villamarin, como antecesor muy distinguido al señor Lucio Suárez, cuya
vida se extinguió, dejando imperecedero recuerdo en todos los finlandeses.
Hechos que
resaltan Se faltaría a la justicia si
dejara de consagrarse un recuerdo a la memoria de un hombre, no ilustre por su
saber, pero si grande en virtudes delante de Dios, único fin que debemos
perseguir.
Este
distinguido varón fue el señor Ángel M. Martínez, honra y prez de la sociedad
de Filandia.
Con
ilimitada filantropía dedicada los mejores años de su vida a remediar las
necesidades de los pobres y de los enfermos, con generosas dadivas, aunque para
ello tuviera que desasirse de sus propios vestidos y del pan adquirido para el
abastecimiento de su hogar. En una palabra, fue el apóstol de la caridad que a
su paso por el mundo, dejo para la historia de su pueblo una página de gloria y
un ejemplo digno de imitarse.
Filandia
Agosto 20 de 1928
DATOS ESTADISTICO
El número total de habitantes en 1918 fue de 12832
El nuero total de hectáreas del Mpio. Es de 9021
Distribuidas así: En micay 3157 En
pasto común 1373 En montes y rastrojos 2553
En café 1408 En
cultivos varios 482 En área de población 48
El
valor de las propiedades urbanas y rurales, asciende a 2.900.000.00
El
valor de las propiedades municipales asciende a 120.000.00
El
número de árboles de café es de 1.407.600
La
producción anual de café computando a 2 y media libras por árbol es de 140.760
arrobas anuales.
El
número de cabezas de ganado mayor es de 6000
El
consumo del mismo, en los últimos años es el siguiente:
1918
GANADO MAYOR 1011 GANADO MENOR 841
1919 “ “ 1504 “ “ 1777
1920 1365 2006
1921 1209 2089
1922 1373 2106
1923 1402 21831924 1490 1077
1925 1524 1197
1926 1541 1242
1927 1446 1314
PRESUPUESTO
1920 18.000.00
1923 25.000.00
1927 39.000.00
1928 58.000.00
Se encuentran en el municipio: Una trilladora de
café, una de maíz, tres fabricas de jabón, tres de velas, una de café,
cuatrocientas treinta y seis (436) despulpadoras de café y siete ingenios de
caña, movidos por fuerza animal.