RELATOS, HISTORIAS Y RESEÑAS HISTORICAS DE LOS FUNDADORES DE ARMENIA
Evangelina García Vda. De Cardona.
"En
uno de los barrios pobres de la ciudad vivía la señora Evangelina García Vda.
De Cardona, esposa que fue del coronel Juan de de la Cruz Cardona, uno de los
legítimos fundadores de la ciudad y quien ocupó la Alcaldía Municipal.
Doña
Evangelina falleció a los 86 años de edad, en medio de gran pobreza y
completamente abandonada de las entidades municipales. El reportaje o entrevista con la esclarecida
señora que fue publicado en el año de 1939 en la revista “Risaralda” y que no
fue rectificado en ninguna de sus partes, dice:
“-De
dónde es usted?
-Yo
soy nacida y criada en Roldanillo.
-Qué
nos puede informar usted acerca de la fundación de Armenia?
-Yo
recuerdo que vivíamos en Calarcá y teníamos una casa en el sitio en que está
hoy el café “Blanco y Rojo”. Allí estaba Juan de la Cruz un día sentado en el
quicio de la puerta, cuando llegó don Jesús María Ocampo (a.”Tigrero”) y le
dijo a mi esposo: “Vamos Juan de la Cruz al otro lado del río a fundar un
pueblo”. Entonces mi marido se tiró la
ruana al hombro, se puso su sombrero de paja y se vino. Así pasaron algunos días desmontando en lo
que hoy es Armenia. Yo venía desde Calarcá atraerles mazamorra, frescos, etc.
Hasta el trabajo. Solo cruzaba el camino viejo de Calarcá hasta aquí y a cada
paso me encontraba con las huellas que deja el tigre.
-Cómo
pasaba el río Quindío?
-Allí
había un puente de hamaca que lo hicieron “Tigrero”, Juan de la Cruz, Ezequiel
Murillo y unos peones. Este Ezequiel Murillo si fue fundador. En lo que hoy es la plaza de Bolívar, abrió
una mejora y sembró una roza.
-En
qué época llegaron los Suárez a fundar la ciudad?
-A
los dos años de estar esto con casas llegaron los Suárez. Recuerdo que a mi me
tocaba remendarles todas las noches la ropa, para que al otro día siguieran
trabajando. Nosotras (dona Evangelina y sus hijas) ayudábamos a sostener los
peones en lo que se había propuesto “Tigrero” y Juan de la Cruz.
-Quién
era el cura en ese entonces?
-Era
el padre Pineda. Cada veinte días venía a decir misa. Se venía por Filandia y
Circasia recorriendo trochas, donde solo había tigre. El padre llegaba a
caballo y desmontaba junto a la iglesia, la que era un rancho muy feo, amarraba
el caballo a un poste y se entraba a decir misa.
-De
dónde era donjuán de la Cruz?
El
era de Sonsón. Se vino de allá huyendo
de los políticos. Hizo parte de la Junta Pobladora, pero sólo figuran los
Suarez. Todo lo han querido para ellos. No, si los fundadores fueron muchos. Ya
ve tanto trabajar como trabajamos nosotras y estamos de limosna. Hemos sido las
más de malas, pues el señor Personero no nos quiere pagar el pedazo de esta
finca que nos quito, con el fin de mejorar las propiedades de un amigo suyo que
vive por aquí.
-Qué
más hizo don Juan de la Cruz aquí en Armenia?
-el
antes de irse para la guerra, fue en comisión a Bogotá-de a pie, pues no había
medio de transporte- con el fin de tratar con el Gobierno la traída de nuevo
del archivo de Salento. Luego se fue para la guerra. Juan fue muy político y
decía que por la idea del partido liberal moría. También fue Alcalde.
-Quién
ascendió a don Juan de la Cruz a Coronel?
-A
él lo ascendió el General Viaza. Juan –continúa doña Evangelina- era muy bravo.
A Eliseo Arcila, que vive en Montenegro y a quien puso de abanderado, lo apaleó
por cobarde, pues siendo abanderado se echó boca abajo en momentos en que debía
estar avanzando. Lo mismo ocurrió con Carlos Barrera Uribe antes de ascenderlo
a Capitán, le tuvo que dar tres sablazos por que también se hecho boca abajo. Por eso el municipio no
me quiere ayudar con nada como señora que soy de uno de los fundadores de la
ciudad, pues siempre interviene en contra mía. A Juan de la Cruz también le
toco desempeñar el puesto de posta. Ya vé, hay mucha gente que niega que Juan
hubiera peleado en la guerra y que hubiera sido fundador de la ciudad".
HABLA LA ESPOSA DE
“TIGRERO”
"ARSENIA CARDONA BUITRAGO: nació en Salento en 1873, allí mismo transcurrieron sus primeros años de edad, para luego vivir en Circasia y posteriormente en Anaime donde conoció a Jesús María Ocampo, con quien contrajo matrimonio en Ibagué en 1886. Tigrero tenía en ese momento 35 años de edad. Doñaedad. Doña Arsenia siempre se caracterizó por ser mujer de sanas costumbres, respetuosa de su esposo, cumplidora de las tares del hogar, humilde y de arraigados principios cristianos. Apoyó siempre los propósitos en los cuales se empeñaba su esposo, especialmente en todo cuanto tenía que ver con la “descabellada” idea de fundar un pueblo. Sus padres Jesús María Cardona y Ramona Buitrago e opusieron en principio al matrimonio con Jesús maría Ocampo, pero pudo más su perseverancia y el gran deseo de formar un hogar. De ese matrimonio nacieron los siguientes hijos: Juan de la Cruz, quien falleció aún solero, Ana Julia y Anaquilia.
Armenia,
26 de septiembre de 1938. Doña Arsenia
Cardona viuda de Ocampo, se encuentra recluida en el Hospital de San Juan
de Dios. Una leve dolencia le ha obligado a recluirse. Ocupa la pieza número
uno. Como se temiera por su salud, quisimos saber algo relacionado con la fundación de Armenia. Le
comunicamos el interés que tenemos de escribir una historia de la ciudad,
escuchándola de los propios labios de los fundadores, y nos dice:
-Con
mucho gusto le contaré lo que recuerdo. Afortunadamente tengo todavía buena
memoria. Dos catres, tres sillas, una mesa de noche es el único mobiliario de
la pieza número uno que ocupa. Nos acercamos a la mesa de noche y dimos
principio:
-Qué
ha hecho el Municipio de Armenia en su favor
-A
mí nada me falta aquí, pero necesito una casa donde pueda recogerme con mis
familiares y ellos puedan estar viendo por mí. Don Santiago Vélez Palacio me
regaló un solar cerca del “Bosque”, pero no me lo han asegurado, dice que me lo
asegura cuando el Municipio me haga construir la casa; pero los señores del
Municipio se han olvidado de mí por lo que veo. Yo quiero que me hagan la casa
en el “Bosque”, pues me han nombrado parquera de él. Además tengo una hija que
está muy pobre y es la que me tiene el alma partida.
-Donde
nació usted?
-Yo
nací en Salento, allí me crié y luego pasé a vivir a Anaime y más tarde vine a
Circasia, de ahí pasé a vivir a Anaime donde me conocí con “Tigrero” y me casé
en Ibagué y aquí tengo la partida de matrimonio.
-Recuerda
dona Arsenia cómo conoció a “Tigrero”?
Mi
papá pasó a vivir en Anaime a la finca que él tenía; yo contaba unos trece
años, pues hasta ese entonces no era novio mío. Solo lo teníamos como hermano.
Pero resulta que un día le dijo a mi hermana que tenía ganas de casarse conmigo. Cuando mi papá supo se opuso, pues no quería
que yo tan joven me fuera a casar con un señor de tanta edad, (“Tigrero”
contaba según informa doña Arsenia, unos treinta y cinco años). Pero al fin
resolvieron en la casa que me casara y nos casamos en Ibagué. Luego vino la guerra y como tuvimos noticias
que el General Gallo se acercaba nos vinimos de Anaime abriendo trochas.
-Quiénes más venían con ustedes?
-Nos
acompañaban Benjamín Cardona, hermano mío y Gregorio Londoño (peón). El primer
día acampamos en “Río azul” y luego seguimos, pues teníamos miedo que el
General Gallo nos alcanzara.
-Cuánto
tiempo duraron o emplearon en la travesía hasta llegar al Quindío?
-En
la montaña nos estuvimos cinco días, durante los cuales, varios dormimos a raíz
de un árbol. Al fin salimos a la
“Helvencia” (hoy Municipio de Calarcá) donde encontramos qué comer, pues ya
hasta la panela se nos había agotado.
-Qué
pasajes interesantes nos puede relatar doña Arsenia sobre la fundación de
Armenia?
-Cuando
mi marido compró el terreno donde está situada la trilladora “La Rosita” (hoy
carrera 18, calle 27) se llamaba Armenia. Había allí mucha “Calabacera” y por
eso pusieron esto “El Cuyabro”. Para quitarle ese nombre tuvieron que multar
con cinco pesos al que dijera “cuyabro”, refiriéndose a armenia.
-Al
cuanto tiempo de fundado Armenia se celebraron las primera fiestas?
-Cuando
se celebraron las primeras fiestas Armenia tenía 29 meses de fundada, pero eso
si fueron fiestas, hubo toros y muy buenos palcos.
-Recuerda usted, cuando llegaron los señores
Alejandro y Jesús María Suarez a Armenia?
-Cuanto
le puedo decir es que cuando ellos llegaron, aquí ya habían pasado las primeras
fiestas de que le acabo de hablar.
-
Y entonces, por que figuran como fundadores los citados señores?
-Ellos
figuran como fundadores por las relaciones. Ellos no fueron fundadores de
Armenia, pues cuando ellos llegaron mi marido les vendió una casa de balcón que
tenía en la esquina de la plaza donde hoy está una de tres pisos (carrera 13, calle 20)
pues esa era de él, junto con la casa donde están los curas y otra donde es hoy
la casa liberal (carrera 14, calle 20). Los Suarez cuando
vinieron ya estaba el pueblo fundado.
-A
quiénes recuerda usted que puedan nombrarse como fundadores de Armenia, aparte
de “Tigrero” y su persona?
-Yo
recuerdo a don José de los Reyes Santa, Antonio Herrera y Pablo Vallejo, a
quien si se puede contar como principal fundador.
-El
General Aristóbulo Ibáñez, fue también fundador de Armenia?
-Yo
no recuerdo, pues él vivía en Calarcá.
-Rafael
Correa fue también fundador?
-No
sé, pues muchos fueron arrimando y luego resultaron fundadores, sin haber hecho
nada en la fundación, como Alejandro Cano.
-Cuál
fue el primer sacerdote que tuvo Armenia?
-El
Padre Pineda decía misa en toda la región, luego el Padre Valencia y más tarde
el Padre Castaño.
-Cómo
se llevo a cabo el primer mercado?
-Recuerdo
que enel primer mercado se sacrificaron tres cerdos y dos novillos.
-Dónde
murió “Tigrero”?
-A
mi esposo lo mató un palo en “Rioverde”, además que continuamente era
perseguido por los políticos. El peleó en la guerra y fue sargento de los
liberales. Murió en la quebrada de “Guayaquil” y lo enterraron en el “Alto del
Oso”, creo que los restos que actualmente están el cementerio, los sacarán el
día que los pasen al monumento que piensan erigir.
-Este
retrato, doña Arsenía (y le mostramos el retrato que se encuentra en poder del
autor y considerado como el único legitimo de “Tigrero”), tiene parecido a su
fallecido esposo?
-No
es que tenga parecido, sino que e el mismo. Ese retrato fue tomado cuando mi
esposo tenía treinta y siete años.
No
olvide decir, que la pensión que en la actualidad me paga el municipio es de de
quince pesos y no me alcanza para mis necesidades y las de mi familia.
El
Municipio de Armenia, cumplió con el deber que tenía para con la fundadora. Le
dio casa, la tuvo pensionada por muchos años en compañía de su familia. Le
sostuvo pensiones en el Hospital hasta su muerte.
Algunos
años después de la fundación, María Arsenia Cardona de Ocampo, atendió
requiebros y “Tigrero” desilusionado se fue a la montaña, hasta que llegó la
hora de su muerte en la quebrada “Guayaquil”, en Ríoverde.
Arsenia
tuvo los siguientes hijos: Juan de la Cruz que murió siendo soltero. Ana Julia
también fallecida, siendo soltera y Anaquilia, quien contrajo matrimonio con
Eulogio López, quien ya falleció. Anaquilia viene a ser la única hija legitima,
es madre de varios niños y vive en Armenia.
Después
de haber vivido por espacio de 87 años, en la mañana del 21 de febrero de 1950,
dejó de existir en su casa de habitación situada en el barrio “El Bosque”
donada por el municipio y dotada por prestantes damas de la localidad, la
fundadora de Armenia.
María
Arsenia era hija del señor Jesús María Cardona y Ramona Buitrago y contrajo
matrimonio en la ciudad de de Ibagué, según ella misma lo informó; nació en
Salento en el año de 1863.
Con
ocasión de su fallecimiento la alcaldía Municipal dictó el siguiente decreto:
“Decreto número16.- Febrero 21 de 1950 Por el cual se honra la memoria de una
fundadora de la ciudad. El alcalde Municipal de Armenia en uso de sus
atribuciones legales, y CONSIDERANDO: a). Que en las primera horas del día de
hoy falleció la distinguida dama y fundadora de la ciudad señora Arsenia Cardona
viuda de Ocampo; b). Que doña Arsenia, esposa del gran “Tigrero” prestó servicios invaluables en los
primeros tiempos de fundación de la ciudad; c). Que es un deber de las
autoridades asociarse al duelo producido por la desaparición de quienes han
sido autores de obras imperecederas y ejemplo de voluntad y sacrifico, DECRETA:
Articulo 1° Lamentar la muerte de la esclarecida dama y fundadora de la ciudad
doña Arsenia Cardona viuda de Ocampo. Articulo 2° Colocar el cadáver en cámara
ardiente en el salón del H. Concejo Municipal desde la una hasta las cuatro
p.m., hora en que se iniciarán sus honras fúnebres. Artículo 3° Asistir a su
entierro todas las juntas y empleados públicos; el cuerpo de Bomberos, la Banda
de músicos y todos los colegios y escuelas de la ciudad. Artículo 4° -Designar
a don Jesús López Dávila, para que llévela palabra en el cementerio, en nombre
de todos los hijos de Armenia. Artículo 5° Todos los gastos del entierro serán
por cuenta del Municipio. Artículo 6° Publíquese y cúmplase.-Dado en Armenia, a
los veintiún días del mes de febrero de mil novecientos cincuenta. –Camilo
Villegas Jaramillo, Alcalde. –Gilberto Muñoz O., Secretario.
Tal
como se había ordenado, el cadáver de doña Arsenia fue puesto en cámara
ardiente, en el salón del Concejo Municipal en medio de una nutrida
ofrenda floral. A las cuatro de la tarde fue trasladado hasta la iglesia
del Sagrado Corazón de Jesús donde se oficiaron
las honras, de allí fue trasladado al cementerio y enterrado al pie de
su esposo.
HABALA DON JUSTO
HERRERA.
"Reportaje tomado por
el señor Luis Arango c., para “Quindío Histórico”.
-Con
mucho gusto, don Luis, respondió. Pues vea, un lunes mi padre Antonio Herrera,
y yo estábamos barequeando en el río
Quindío cuando bajó Jesús Ocampo (a. “Tigrero”) a donde estábamos nosotros y
nos dijo, que iba a aguardar unos señores que debían venir de Calarcá a hacer
un puente sobre el río Quindío para pasar los moradores de esa región a mercar
a la vecina población de Calarcá. Llegaron las once del día y “Tigrero” almorzó
con nosotros, pero aún no habían llegado las personas esperadas por él. Por ahí
a l una de la tarde, viendo que los señores no aparecían “Tigrero” montó en
cólera y dijo: “Don Antonio, vea a ver si por esa región hay algún lugar
apropiado para hacer una casa larga y surtirnos allí de víveres”. A esto
respondió mi padre: “Pues si mi finca le sirve para eso, está a las órdenes
suyas”. “Tigrero” entonces preguntó por el precio de la finca, a lo que mi
padre respondió: “Póngale precio y ese es”, a lo que en seguida “Tigrero” dijo
que si cine pesos le parecía muy poquito. A esto respondió mi padre que estaba
muy bien lo que él dijera. “Tigrero” entonces sacó de la chuspa del galápago
una talega con dinero y le contó los cien pesos en monedas de cincuenta
centavos.
Después
de esto “Tigrero” le dijo a mi padre: “Don Antonio, cite usted loa gente que se
encuentre de aquí para arriba y yo la de aquí para abajo, para que vayan el
lunes próximo a un convite que tendrá lugar en su finca”. Al lunes indicado se
llenó todo esto de gente. Ese día lo pasaron en conversaciones y discusiones, y
otros poquitos se dedicaron a socolar monte en la parta alta que es hoy la
calle real. Quedó toda esa gente citada para ocho días después. Un número mayor
de gente se presentó ese lunes siguiente y Luis Tabares “El Caratejo” se
presentó y les dijo: “Eso no está bien así, nombren un inspector y una Junta
Pobladora”. Los asistentes nombraron a
Luis Tabares como Inspector, por unanimidad. Don Luis como inspector nombró la
Junta Pobladora; don Joaquín Buitrago prestó la escuadra para los trazados.
Tabares ordenó: “Midan, primero sin discusiones, y después se oirán las
quejas”. Por la tarde ya habían medido LA PLAZA, hoy de Bolívar; entonces el
Inspector como la Junta y otros señores
más dijeron: “De aquí a ocho días se principiará la repartición de los
solares”.
-Una
manga donde mi papá tenía ganado vacuno y caballar.
-
Y la casa donde vivían, dónde estaba situada?
-
Estaba cerca de la casa donde hoy es la de don Chucho Buriticá”.1.939"
FELIX
ECHEVERRY
"De
un reportaje tomado por el autor de la presente obra al señor Félix Echeverri,
en el año de 1939, y publicado oportunamente con el fin de que de estando en
vida el reporteado se hicieran las
rectificaciones a que hubiera lugar, y no habiéndose presentado ninguna, lo
mismo que en los demás reportajes que aparecen en la obra, tomamos lo
siguiente:
Entre
los que recuerdo estaban, Adolfo y Pastor valencia, Ángel María Echeverri y don
Manuel e. cárdenas.
-Qué
nos puede usted decir acerca de la
fundación de Armenia?
-recuerdo
que los principales fundadores fueron treinta personas, tales como Jesús María
Ocampo, Antonio Herrera, Nicanor Dávila, Obdulio Mejía, Venancio Gómez, Ramón y
Manuel Vélez, Juan y Salvador Ospina, Gregorio Barco, Rafael Uribe, Ramón
Rendón, Fausto Ruiz, etc.
-
Qué recuerdo guarda usted de esa época?
-
Yo recuerdo que el señor Anacleto Londoño, padre del señor Juan B. Londoño, fue
el primer agrimensor que demarcó la plaza.
-
Que tal era “Tigrero”?
-El
era un hombre muy guapo, nunca le pidió favor a nadie y era demasiado
caritativo.
-Por
qué causa fue la diferencia con Calarcá?
-
Los que teníamos finca, o mejor dicho mejoras, que era lo que había en ese
entonces, para la parte baja de la ciudad, teníamos que ir hasta Salento a
mercar, pero como el camino era muy malo, no alcanzábamos a ir en el día. Entonces resolvimos viajar más bien hasta
Calarcá a comprar lo que necesitábamos. Para llegar hasta esa ciudad teníamos
que ir hasta el puente de balboa. Allí
en ese punto tenía el río un
regadero. El río vivía crecido, pues por ese entonces las aguas eran muy
abundantes. Allí existía un puente muy malo de hamaca. Un día “Tigrero” se fue
para Calarcá y una vez allí invitó a los calarqueños a hacer un puente. Los
calarqueños aceptaron la propuesta y se convino que el próximo lunes se
efectuara un convite con tal fin. “Tigrero” regresó y se puso a preparar todo
para la construcción. El día del convite fueron todos los de Armenia, pero los
de Calarcá no aparecieron. “Tigrero”, entonces viendo que los de Calarcá se
habían burlado dijo: que compraría parte del terreno de don Antonio Herrera y
haría una fonda y que allí nos abasteceríamos todos. Yo fue testigo presencial
de todo lo que estoy contando.
Y
continúa don Félix: “a los pocos días de haber comprado “tigrero”, llegó donde
él un señor cuyo nombre no recuerdo y le dijo que le vendiera un solar para él
hacer una casita, pues que era muy pobre y no podía comprar más, “Tigrero”
vendió este solar por ocho reales. A los pocos días vendió otros dos solares
más, etc. “Tigrero” viendo que ya había vendido varios solares y que todavía no
le habían dado principio a la fonda, cambió esta idea y resolvió más bien
fundar un caserío o pueblecito. Fue a Cartago, pidió el permiso para fundar y
formó una Junta Pobladora. Entonces como antes le dije, Londoño demarcó la
plaza y la venta de solares se siguió.
-Dónde
hicieron la primera casa?
Era
un rancho de platanilla de propiedad de Ana Joaquina Buitrago.
-
Quién fue el primero que vino de Salento, para ayudar a la fundación?
-
Fue don José Joaquín Buitrago, quien puso una tienda.
-Quién
llego después?
-
Luego vinieron los Suarez y le compraron a “Tigrero” donde poner un comercio.
-Entonces
en qué año bajaron ellos?
-
Ellos bajaron en el año de 1891. Yo recuerdo que en el año de 1890 se demarcó
la plaza y ellos no habían llegado.
-
Qué más recuerda usted de esos tiempos?
-
Yo recuerdo que en el sitio donde están las “Galerías viejas” quemaban carbón.
Recuerdo también que don José Joaquín Ocampo fue el primero que vino a sacar
astillas para techar; por cierto que se sacaba de 1500 a 2000 tejas diarias.
-
Quién fue el primer Comisario que existió en la ciudad?
-
El primer comisario fue el señor Juan Pablo Vallejo, el que tenía el título de
Comisario Mayor.
-
Es cierto, don Félix, que sólo treinta colonos fueron los fundadores de
Armenia?
-
Sí señor, sólo treinta habíamos cuando la fundación de la ciudad y de los
treinta, 27 éramos liberales y 3 conservadores.
Los
conservadores eran Rafael Uribe, Venancio Gómez y Ramón Rendón.
-Usted
recuerda, don Félix, cuáles fueron los primeros “rábulas”?
-
Los primeros rábulas fueron Nicolás
Macías y don Antonio Gómez. También
recuerdo que don Antonio era de los que compraba un solar, lo vendía a otro y
se ponía a pleitiarlo.
-Fue
cierto que lo Suarez regalaron el terreno para el Cementerio?.
-
No señor, antes de ese cementerio (se refiere al que existía donde hoy está la
Iglesia del Carmen) existía uno en LA POPA. Luego “Tigrero” compró la manzana
donde está hoy el cementerio y la convirtió en cementerio. Tan cierto es esto,
que recuerdo que una hermana de don Hipólito Nieto fue la primera que
enterramos en él.
-
Cuánto tiempo hacía que estaban ustedes
aquí cuando se convino la fundación?
-
Nosotros hacíamos alrededor de una año que estábamos aquí cuando la fundación.
-Cómo
fueron las primeras fiestas?
-
Las primeras fiestas las organicé yo, fueron unas fiestas de Reyes. La Iglesia
en ese entonces era una ramada de guadua. Estas fiestas dieron muy buenos
resultados. En esas fiestas que fueron
las primeras, estuvo Wenceslao López, padre del conocido “Piquillo”.
Don
Félix se queda un rato pensativo y luego nos dice:
Lo que más nos puede chocar a nosotros,
los que sí estuvimos en la Fundación de la ciudad, es que únicamente mientan
como fundadores a los Suarez; pues si eso es así, entonces don Ruperto Gallego
que llegó mucho tiempo después de la Fundación también es fundador. Los Suárez
fueron fundadores del comercio y no de la ciudad. Ellos se aprovecharon de los mejores solares
por que tenían dinero.
-
Recuerda
usted cuáles fueron las primeras cantarilleras?
La
señora de don Félix, doña Mercedes Villegas de Echeverri, que nos escuchaba el
dialogo respondió: “Las primeras cantarilleras fueron Fidelina Ocampo, señora
de don Plácido Ocampo y María Luisa Valencia, hija de don Adolfo Valencia”.
-
Quién
fue el primer Estanquero de la ciudad?
- El primer
Estanquero de la ciudad fue el señor Baudilio Mejía, y agrega don Félix, para
próxima vez, le prometo muchas
cosas que conviene que el pueblo las
sepa”.
Esa próximas vez no
llegó nunca, porque don Félix dejó de existir ocho años después y doña Mercedes
a fines de 1948.
HABLA DON JOSE
JOAQUIN BARCO TORO
“San Antonio
Tolima.-21de enero de 1939.
Señor
Presidente y Miembros
de la Junta Cincuentenario.
Armenia.
Como quiera que la
fiesta del cincuentenario de esa ciudad se avecina, creo un deber ayudar con un
pequeño óbolo que pueda serles útil para esa fecha. Deseo hacerles una corta
narración de cómo fue fundada la ciudad de Armenia, omitiendo algunos datos y
fechas por lo borrado de mis apuntes, pues el tiempo sea encargado de hacerlos
ilegibles.
“Saliendo yo de “La
Bélgica”, finca de mi padre, situada
entre “El Caimo” y “San Pedro”, me encontré con los señores Jesús Antonio
Arango y el Padre Sebastián Restrepo, Venancio Gómez, Manuel Bedoya, Alejandro
Suárez y José Pitacio Marín, en el punto llamado en ese entonces “Los Potreros”,
viendo esos terrenos para ver si era posible fundar un pueblo; dichos terrenos
eran del Padre Sebastián Restrepo, los que regalaba con tal fin. En esas llegó el señor Jesús Ocampo alias
“Tigrero” muy contrariado con los vecinos de Calarcá por no prestarse ellos a
hacer un puente sobre el río Quindío que pudiera comunicarlos fácilmente con
dicha población. El señor “Tigrero” también traía la idea de fundar un pueblo y
para este fin había escogido las mejoras de don Antonio Herrera, lugar que
ocupa hoy el centro de Armenia. Reunidos todos fuimos a dichas mejoras; después
de deliberar largo rato se convino autorizar al señor “tigrero” para
informarnos sobre la compra de estos terrenos con el fin de que proyectábamos.
A los quince días no citó de nuevo el
señor “Tigrero” para informarnos sobre la compra del terreno; en esta reunión
nos notificó haberlo negociado en doscientos pesos ($200) a excepción de tres
solares que quedaban perteneciendo al señor Herrera. En esta reunión se convino
nombrar la siguiente junta para hacer el limpio de la Plaza. Los que
pertenecieron a esta Junta fueron los siguientes señores:
El Padre Sebastián
Restrepo. Jesús
María Ocampo (Tigrero).
Jesús Antonio Arango. José
María Serna.
Alejandro Suarez. Benjamín
Bedoya.
Jesús María Suárez. Vicente
Orozco.
Alejo Londoño. Emilio
Castaño.
Manuel Bedoya. Modesto
Buitrago.
Vicencio Orozco. Rafael
Buitrago.
Francisco Castaño. Joaquín
Buitrago.
Servando Castaño. Francisco
Jiménez.
Ramón Buitrago. Gabino
Cárdenas.
Marco Buitrago. Rafael
Cardona.
Venancio Gómez. Juan
García.
Leopoldo de la Pava. Leopoldo
Vélez.
José Pitacio Marín. Braulio
Vallejo.
Eugenio Vélez. Juan
Pablo Vallejo.
Plácido Orozco J. Ramón
Vélez.
Antonio Sánchez. Ricardo
Marín.
José María Arango. Jesús
Concha.
Juan de la Cruz
Cardona. Joaquín
Sánchez.
Ramón Londoño. Julián
Hurtado.
Jesús Arias Ortiz. Ignacio
Martínez.
Juan Antonio Murillo. Bernabé
Arias.
General Rafael Marín. Ezequiel
Murillo.
Miguel Duque. Martín
Duque.
Liborio Arango. Próspero
Duque.
Victoriano Arias. Vicente
Ruiz.
Tobías Marín. Liborio
Ruiz.
Andrés Orrego. Abdón
Vallejo.
Faustino Ruiz. Gregorio
Barco.
Luis García. Joaquín
Barco.
Francisco Vélez.
Nos dimos a la tarea de la limpieza. Habiendo terminado
una tarde en un convite muy entusiasta, estábamos en un brindis de aguardiente
en una de las esquinas, cuando en ese momento pasaba José Herrera con una
jiquerada de calabazas; ofreciéndole un trago y haciendo de las calabazas una
charla, las tomó en la mano Ezequiel Murillo y dijo en alta voz: “Esto se llama
el Coyabro”. Todos a una voz aceptaron el nombre, por lo cual se quedó llamando
de esa manera muchísimo tiempo. Se continuaron
los convites donde prestaban servicio todas las señoras cuyos nombres apenas he
podido entender en mis borrados apuntes. Son las siguientes: La esposa de
Ignacio Martínez, de Ramón Londoño, de Juan de la Cruz Cardona, de Joaquín
Buitrago, de los Arangos, de los Suarez y de don Venancio Gómez. En ese
entonces tenían ya mejoras los siguientes vecinos: Antonio Herrera, Pacha
Castaño, El Padre Restrepo, Francisco Jiménez, Servando castaño, Andrés Orrego,
Alejandro Suarez, Jesús María Suarez y Leopoldo de la Pava, estos tres últimos
para el lado de “Los Corbones”, Reyes Santa, Juan de Jesús Arias Ortiz, Rafael
Marín, Ricardo Marín, Tobías Marín, Gabino Cárdenas, Julián Hurtado, Venancio
Gómez, José Pitacio Marín, Luis García, Julián Vélez y pablo Vallejo, habiendo muchas
otras mejoras retiradas del pueblo.
Los que integraron la
Junta Pobladora fueron los señores:
El padre Sebastián
Restrepo.
Jesús Antonio Arango.
Alejandro y Jesús
Suarez.
Martin Duque.
Jesús María Ocampo
(Tigrero).
Venancio Gómez.
Leopoldo de la Pava.
Marco Buitrago.
Tomó el nombre de
Armenia, de la propiedad del señor Venancio Gómez.
El primer corregidor
fue don Marco Buitrago.
De lo narrado pueden
dar cuenta todavía algunos de los fundadores que aún existen como son los
señores Ricardo Marín, Francisco Vélez, quien vive en Sevilla este último y el
primero por los lados de Cartago, don Glicerio Acevedo, don Plinio Herrera, don
Luis Patiño, la señora de don Juan de la Cruz Cardona y la señora del señor
“Tigrero”; éstos últimos viven en
Armenia. Me suscribo de ustedes, Atto. Y S.S. José Joaquín barco toro.
HABLA DON PRUDENCIO
CÁRDENAS BOTERO.
Don Prudencio
Cárdenas Botero, nació en Manizales el 1° de octubre de 1868. Sus padres Manuel Emilio y María Jesús Botero
eran oriundos de Rionegro (Ant.). Estuvo
dedicado en compañía de Juan C. Arango, José María Arango y Francisco Urrego a
las labores de guaquería. Poco después
sus hermanos José Manuel y Luis Felipe compro una mejora que Tigrero le ofrecía
cerca de su finca, y la cual había abandonado un amigo suyo. Participó activamente en las labores
requeridas para la fundación de la nueva población; dejo de existir el 14 de
enero de 1957
Prudencio cárdenas
botero nació en Manizales el primero de octubre de 1868, a las cinco de la
mañana, según sus propias palabras. Hijo de don Manuel Emilio Cárdenas
(secretario de la primera Junta Pobladora) y María Jesús Botero, ambos de
Rionegro (Antioquía).
Don Alejandro Cano,
hermano del periodista Fidel Cano, residía en Salento, allí administraba las
rentas de licores.
Don Alejandro llamó a
don Prudencio que muy joven vivía en Pereira en compañía de su familia, para
que se trasladara al Quindío y formara parte de una compañía de guaqueros que
se proponía explorar la región de Montenegro, donde guaqueros como Andrés
Hurtado y don Jesucito Hormaza, habían descubierto un cementerio indígena. Don
Prudencio emprendió la marcha en compañía de don Juan C. Arango, don José María
Arango y don Francisco Urrego y en la región de Montenegro estuvo dedicado a la
guaquería por algún tiempo. Al regresar
a Salento, don Alejandro le dijo a don Prudencio: “venda ese gurrero que tiene
(se refería a Pereira) y véngase a abrir una finca por estas tierras; yo tengo
un amigo muy querido que se llama Jesús María Ocampo (“Tigrero”) quien está
abriendo unas fincas en los lados de la quebrada de “Cristales” (conocida hoy
con el nombre de la Romelia); ese amigo nos puede ayudar mucho, pues es muy
generoso y amplio, tiene bastantes recursos y tiene mucho interés en que entren colonos a descuajar esas
montañas”. A los ocho días subió
“Tigrero” a Salento y después de tratar el asunto le dijo a don Prudencio: “Me
parece excelente la idea; allí cerca en donde estoy montando mi finca, hay una
mejorita de un amigo que me traje yo de Anaime; dicho muchacho la abandonó,
está ya en rastrojo de hacha; eso se lo compramos con tabacos, y allí se
establecen, para lo cual yo les ayudo con todo lo que tenga en mi finca”.
Don Prudencio viajó a
Pereira y de allí se vino con sus hermanos José Manuel y Luis Felipe,
igualmente se trajo a Luis Álvarez, que hacía las veces de peón. Compraron la
mejora señalada por “tigrero” en la suma de cien pesos y así vino a
establecerse al Quindío, en la región de “El Caimo”.
A fin de poder
suministrar una información precisa, en relación con algunos detalles de gran
importancia para la Historia de Armenia, interrogamos a don Prudencio, quien
gentilmente dio respuesta a nuestras preguntas:
“-Por qué causa la ciudad
no fue construida en los terrenos del Padre Sebastián Restrepo, situados hacia
los lados del Orfanato?
-El primer proyecto
para fundar la población comprendía los terrenos donde está hoy el “Orfanato”. Allí se hizo el primer limpio, eran de
propiedad del Padre Sebastián Restrepo, quien los había abandonado para
trasladarse a Medellín.
“Por un Decreto
después de la revolución del 85 del presidente del Estado soberano del Cauca,
se declaró que todos los terrenos abandonados por más de cuatro años podía todo
colono apoderarse de ellos. Así fue que el limpio se hizo allí, pero en vista
de que el agua de la quebrada “La Florida” había que tomarla muy alta, la
cantidad no era suficiente para surtir la población, fue entonces cuando se
resolvió comprarle los terrenos donde está la localidad del señor Antonio
Herrera para la fundación.
-Sí fueron los
Suárez, don Alejandro y Jesús legítimos fundadores de Armenia?
-Desde el primer
proyecto de la fundación de Armenia se trasladó “Tigrero” a Salento e invitó a
mi compadre Alejandro y Jesús María Suárez y éstos aceptaron, porque ellos
habían tenido el proyecto de la fundación de una población en estos
alrededores, pero debido a la guerra del 85 lo habían aplazado.
-En realidad
“Tigrero” era un hombre dadivoso y valiente?
-El “Tigrero” era un
hombre tan musculado como don Ruperto Gallego que muchos armenios conocieron,
hombre honrado, honorable y emprendedor como nadie. Generoso en extremo y por ese motivo estoy
aquí, porque él nos facilitó la forma de venir.
-El puente que dio
origen a la diferencia con Calarcá (los
vecinos) y a la fundación de Armenia, dónde se pensaba construir?
-El puente se pensaba
construir en San Pedro, en finca que era del señor Ramón Vélez y hoy de Julián
Velásquez, no es como han afirmado algunos, que se pensaba construir en “Balboa” o en “La María”. Para construir
este puente Ocampo viajó a Salento y contrató con Miguel Agúdelo (a. Macuenco)
y Pedro Juan Ospina, dos excelentes mineros la construcción de un muro de
piedra en la margen izquierda del río Quindío, pues en la margen derecha un
muro natural de roca.
-Por qué causa el
Padre Sebastián Restrepo llegó a la región?
-El Padre Sebastián Restrepo adquirió unas mejoras en
los terrenos cercanos al “Orfanato de La Providencia” por compra que le hizo a
un señor Arango de la ciudad de Manizales. Luego las abandonó, y nosotros
hicimos uso del Decreto del Estado Soberano del Cauca las ocupamos, fue
entonces cuando el Padre desde el púlpito nos fustigó porque habíamos ocupado
los potreros del “para” que él había abandonado.
-Cómo funcionaba el primer acueducto que utilizó la
ciudad de Armenia?
-El primer acueducto
fue construido por Pedro Arango (Pelón) y un
compañero de apellido Arango, dos mineros de Salento que eran muy
prácticos en la echada de agua. El agua llegaba a la población por una acequia
y al llegar y al llegar a la carrera trece era recogida por los vecinos en los
caños. Para poder recoger el agua había que madrugar a las tres de la mañana,
pues no había tanques. Durante mucho tiempo
el agua corrió por la carrera 13, bajando, mano izquierda, luego fue construido
el primer tanque en el actual Colegio Oficial de Señoritas y se pusieron tubos
de cepas de guadua debidamente arreglados.
-Es cierto que el
Padre Ignacio Pineda conservaba su “sal” marinilla en todas sus cosas?
-Basta informar las siguientes anécdotas: Me invitó
el Padre Pineda un domingo para que lo acompañara hasta cerca de Murillo, donde
tenía que ir a confesar una señora, le acepte la invitación, pero con la
condición que fuera después de las dos de la tarde cuando ya hubiera pasado el
fuerte del mercado, pues siendo dueño de una tienda en el marco de la plaza, no
podía perder la vista de mis clientes. El
Padre convino en esto y a la hora mencionada salimos. Un poco debajo de Las
Partidas de Montenegro, y como el camino
estuviera muy malo, el Padre sacando del bolsillo de la sotana un frasco con
Brandy me sirvió en una totumita pequeña que llevaba, así fuimos siguiendo
hasta que al llegar a “Santana” se acabó e licor. Allí llegando a una casa donde salió una
señora con el fin de atendernos. El padre le solicitó si tenía aguardiente
resacado de contrabando. La señora le respondió que no permitía el gobierno,
pero el Padre insistiendo, sacó la botella y empujándosela por entre los senos a la dueña de la casa le
dijo: “Vos si tenés por hay en el solar, corre y trae este frasco lleno”. La
mujer salió y al poco momento llegó con el aguardiente. El sacerdote probó para
ver si estaba bueno, cosa que le agradó. Monto en el caballo y salió. La mujer
corrió a gritarle: “Oiga Padre y la botella de aguardiente, quién la paga? A lo
que el Cura afanando la bestia le gritó: “Mi Dios se lo paga… Mi Dios se lo
paga…
“Una vez que el Padre
Pineda me casó, me presenté a arreglar la cuenta con él. Me cobraba trece pesos
y medio, los trece para el alumbrado de las velas. Yo me quejé que el dinero
que tenía después del matrimonio era poco y que lo justo era que me rebajara.
El Padre accedió a rebajarme a trece pesos, es decir, el medio de las
velas. Yo insistí en que rebajara más y
al efecto le ofrecí diez pesos. Por largo tiempo discutimos el precio, hasta
que al final me dijo: “la última propuesta que te voy a hacer es esta: me das
once pesos, o te los doy, pero eso sí, me llevo la novia para Filandia”.
OTROS FUNDADORES
Entre otros los
siguientes:
Don Rafael Nieto
Cardona, don Manuel Emilio Cárdenas, don Prudencio cárdenas botero, don
Alejandro Suarez, don Jesús María Suarez, don Juan Clímaco García, don Ezequiel
Murillo, don José Joaquín Buitrago, don Juan Antonio Herrera Gómez, don
Hipólito Nieto, el general Aristóbulo Ibáñez, don Jesús Antonio Arango, don
Rafael María Uribe P., don Antonio Vallejo (Pajarito).
RAFAEL NIETO CARDONA
Don Rafael Nieto
Cardona, fue uno de quienes se adentraron en las selvas del Quindío para tomar
parte en la fundación de Armenia, nació el 12 de octubre de 1968 en Salento, en
el hogar de Enrique Nieto y Beatriz Cardona, pariente de la esposa de
Tigrero. Vivió con sus padres en la
finca de don Alejandro Suarez y para adquirir vieres y alimentos debían ir a
Calarcá subiendo hasta lo que hoy llamamos regivit, cruzando por la finca de
Vicente Orozco, luego de atravesar el río Quindío.
El 16 de enero de
1889 contrajo matrimonio en Salento con Dolores Buitrago con una descendencia
de diez hijos.
Al lado de Jesús
maría Ocampo “Tigrero” y su esposa, hubo otros colonos que apoyaron la noble
idea de fundar a Armenia.
Doña Evangelina
García Vda. De Cardona, esposa del coronel Juan de la Cruz Cardona, fue una de
las auténticas fundadoras de la ciudad.
Nacida y criada en Roldanillo, vivió con su esposo en Calarcá en una
casa donde actualmente se encuentra el Banco Cafetero. Y fue precisamente Juan
de la Cruz Cardona quien junto con Tigrero desmontaron los terrenos donde iría
a fundarse Armenia, ayudados en la difícil tarea por Ezequiel Murillo y algunos
peones. Desde Calarcá venían con
frecuencia doña Evangelina a traer viandas, alimentos y refrescos a quienes
trataban de cristalizar la idea de fundación.
Juan de la Cruz
Cardona fue miembro de la Junta Pobladora y tiempo después alcalde de
Armenia. En lo que hoy es la Plaza de
Bolívar abrieron mejoras donde empezaron a reunirse para acordar los aspectos
relacionados con la fundación.
ALEJANDRO Y JESUS MARIA SUAREZ
Fueron estos otros de
los colonos que en busca de oro llegaron al Quindío. Eran hijos de don Vicente
Suarez Gutiérrez y doña Venancia Suarez Suarez. En su juventud vivieron en
Rionegro (Antioquía) y en
el año de 1876 don Vicente fue nombrado Alcalde de Salento donde estaba
radicado con su familia.
Don Vicente tuvo diez
hijos: Lino, Dolores, Sotero, María de Jesús, Crispiniano, Antonio María,
Alejandro, Jesús María, Sara y Vicente.
En el año de 1880 don
Alejandro entró a
desempeñar el puesto de Administrador de Hacienda, luego en compañía de
su hermano Jesús María siguieron el negocio de mercancías, y
más tarde resolvieron
desmontar la selva y entregarse a la minería. Constituyeron una sociedad
minera, que según escritura firmada en el año de 1879 estaba compuesta por don
Jesús Estéban Arias, don Jesús Antonio Arango y don Crispiniano Suarez. Pero
don Jesús y don Alejandro no asistieron, debido a ocupaciones. En el año de
1880, época en que salía la expedición fueron nombrados guardas de la línea telegráfica Salento
“Tochecito”.
En el año de 1884 don
Alejandro salió de Salento donde estaba organizado, en exploración y aventura
por las montañas del Quindío. Contaba
apenas 22 años y era natural de Rionegro (Antioquía). Don Alejandro
llegó hasta las orillas del río “La Vieja” y “Barragán” en compañía de
don Jesús Antonio Arango, (nacido en Abejorral) de 23 años y que también
residía en Salento.
En el año de1884, el
tesoro de la ciénaga de Maravélez era la ilusión de todos los guaqueros y
habitantes de la comarca. El tigre y la serpiente abundaban, porque el Imperio
Pinao hacía mucho tiempo había desaparecido (1550 a 1612).
Rosa Londoño e hijo y
Sebastián Sánchez iban
también hacia la Hoya en busca de tesoros indígenas, fueron ellos
quienes plantaron los ranchos de “La Zainera”, “El Porvenir”, “La Unión” y
“Maravélez”. Don Jesús María Suarez, hermano de don Alejandro emprendió también
otro viaje por la selva en
busca de guacas, salió de Salento por “el territorio encajonado éntrelos
ríos “Quindío” y “espejo”.
Según lo afirma don
Jesús María Suárez en su folleto “La Fundación de Armenia y su Origen”, el
nombre de “Espejo” al mencionado río le fue dado por él, pero igual cosa
asegura don Segundo Henao, fundador de Calarcá, quien manifestaba que en una de
sus muchas correrías había descubierto el río y lo había bautizado con el
mencionado nombre.
Los Suárez vendieron
en el año de 1887 sus mejoras de “El Diamante” al coronel Leopoldo de la Pava,
quien en esa época llegó a la región.
En las constantes
correrías por la selva, los Suárez llegaron hasta lo que es hoy Municipio de
Armenia y se encontraron con don Jesús María Ocampo “Tigrero”, quien en ese
entonces vivía en Calarcá y contaba unos 37 años más o menos, y se proponía
levantar sus mejoras en la parte de acá del río Quindío.
De la familia de don
Vicente Suárez Gutiérrez, el primero en morir fue don Lino, quien se dedicó a la agricultura,
don Sotero se entregó al comercio conquistando un respetable
capital y pasó sus últimos
días entregado a la agricultura; don Crispiniano murió en Bogotá donde
se había establecido; don Antonio María murió
estando muy joven en Cartago; don Vicente (hijo) murió a la edad de 24
años en Pereira; estuvo entregado al magisterio y finalmente al comercio y
cultivaba la poesía; doña Dolores murió en Bogotá después de casar en Salento
con don Gabriel Santamaría; doña María Jesús murió en Armenia, se había casado
en Salento en el año de 1874 con don Jesús María Arias Arcila (poblador de Armenia) y de ese matrimonio hubo once hijos: alejandrina, Tulia, Carlos,
Virgilio, Elvira, Zoraida, Isaura, Eduardo, Emilio, Roberto y Graciela. Eduardo Arias Suarez, sentido poeta, es el
autor del Himno del Carnaval de Armenia.
Don Alejandro en su
primer matrimonio casó con su sobrina Elisa Suarez Santamaría. De ese
matrimonio hubo dos hijos: Alejandro,
que fue el primer Alcalde de Armenia durante el régimen liberal (1930) y
doña Guillermina. En las segundas
nupcias celebradas también en Salento casó con doña Belarmina Arias Suarez,
hija de don Juan Esteban y doña María de
Jesús, también sobrina suya. De este matrimonio hubo tres hijos: Reinel, León y
David. Don Alejandro murió en el año de
1934.
Don Jesús María
Suarez, no contrajo matrimonio. Murió en el año de 1930.
JUAN CLIMACO GARCIA
Juan Clímaco García
contaba unos 18 años en
1876, cuando salió de Salento cruzando por lo que hoy es Circasia para
venirse a la selva. El General Casabianca acababa de
destruir los archivos de la localidad de Salento y recorría los caminos
de la región. Don Juan Clímaco pasó por
las mejoras de Juan Ospina, Alejo Londoño, Manuel y José María Serna, la finca
conocida con el nombre de “Monterredondo” que era en ese entonces de una señora
a la que apellidaban “La Zarca”, siguió por las propiedades de don Antonio Herrera donde halló un establecimiento de caña que le suministraba
panela a toda la región y se internó en los terrenos que hoy pertenecen
al Municipio de Armenia. En esa época
don Tobías Marín era dueño de los
terrenos donde hoy funciona la Trilladora “Rosita” y los depósitos de Babaría
(carrera 18).
Don Gabino Cárdenas
vivía de lo que es hoy Partidas de Montenegro hacía abajo y era propietario de
un establecimiento de caña, dos cuadras antes de llegar a Tres Esquinas, lado derecho;
hacia la carrilera del Ferrocarril se encontraba la entrada a las propiedades
de Antonio Valencia (finca donde primero se conocieron los árboles frutales en
la región), estas frutas se sacaban al mercado de Salento. Antonia
Valencia casó con Julián Hurtado. Aquí
en este contorno fue donde don Juan con su hermano mayor Luis y su señora madre
Paulina se establecieron. Allí tenían
como vecinos a don Crisanto Fernández.
A don Juan le tocó
indicarle la finca de Antonia Valencia a José de los Reyes Santa, quien llamado
por ésta a Antioquía se perdió en la espesa montaña. Rey Santa como lo llamaban sus amigos
vendió más tarde (1891) terrenos donde se fundó Armenia. Tenían además propiedades por los lados mencionados José Pitacio Marín
(fundador de Circasia), Venancio Gómez, Hilario Vallejo, Pedro Vallejo,
Juan Pablo Fernández y Félix Echeverri, quien había venido de Salento y
establecido en lo que es hoy vereda de “Titina”. Don Juan Clímaco murió en el
año de 1952.
EZEQUIEL MURILLO
Ezequiel Murillo fue
uno de los primeros colonos que cultivó el terreno donde está hoy la Plaza de
Bolívar. Había conseguido este derecho con la Compañía “Burila”, dueña de todo el territorio
del Quindío.
Con los productos de
las mejoras se alimentaron los asistentes a los convites para desmontar el territorio
donde hoy está funda da la ciudad.
Una tarde después del convite acostumbrado se
encontraban en una de las esquinas tomando algunos tragos de aguardiente varios
de los fundadores y pobladores, cuando pasó José Herrera con una buena cantidad
de calabazas. Le ofrecieron un trago y, haciendo de las calabazas una charla,
las cogió en la mano Ezequiel Murillo y dijo: “Esto se llama “EL CUYABRO”. Todos los allí presentes aceptaron el nombre
y siguieron llamando así a la naciente población.
A Ezequiel Murillo le
tocó construir en compañía de “Tigrero”, Juan de la Cruz Cardona, Agustín
Martínez, Jesús Soto, etc., el puente en el río Quindío, en la finca que era de
Ramón Vélez.
Casó Ezequiel con
Eudosia Herrera, hija del señor Antonio Herrera. Doña Eudosia murió en 1950, en
la ciudad de Armenia.
JOSÉ JOQUIN BUITRAGO
Este como la mayoría
de los fundadores vino de Salento, que era antes de la fundación de Armenia en el centro del comercio. Fue Juez Poblador,
nombrado por la primera Junta. (A don José Joaquín le toco firmar la escritura
número 88 por la cual se cedían los terrenos a todos los individuos que
quisieran hacer uso de la gracia, una mejora situada en el corregimiento o
solar para continuar la fundación) Fue uno de los primeros que construyó casa en los solares donados por la Junta
Pobladora. Vino
como todos los demás, atraído por el oro de las sepulturas y la fertilidad de
la tierra. A este fundador le tocó medir las calles, por varios lustros
conservó la vara con la cual tomó las medidas y en el año de 1925 la envió al señor
Valentín Macías, con la siguiente nota:
“Señor don
Valentín Macías.
S.O.
Con
destino al futuro MUSEO de esta ciudad, le acompaño la vara de guadua y que
mide 81 centímetros, con la cual el señor Juan de J. Arias y yo, nombrados por
la junta jueces pobladores, demarcamos esta ciudad; medimos y entregamos los
primeros solares que se adjudicaron a los primitivos pobladores.
Armenia,
diciembre 12 de 1925.
José
Joaquín Buitrago.
El señor
Macías conservó la vara hasta su muerte y finalmente su familia la obsequió al
señor Samuel Medina Cardona, quien la posee.
Don José
Joaquín murió hace algunos años en la ciudad y viven sus hijos.
JUAN ANTONIO HERRERA GOMEZ
Don Juan Antonio
Herrera Gómez nació en la localidad de Salamina en el año de 1821. Su padre era
de Marmato y su madre de Marinilla. Don
Antonio fue padre de trece hijos: Anastacio, Agapito, Eudosia, (ésta en
compañía de su hermano Justiniano fueron verdaderos fundadores de Armenia),
Tomasa, albina, José, Tomás, José Plinio, Ramón, Domiciano, Primitiva,
Justiniano y Rudesindo. Don Juan Antonio
contrajo matrimonio a la edad de 28 años con la señorita Mónica Grajales,
natural de Neira. Allí vivió por espacio
de cuatro años. En
el año de 1879 terminada la guerra, don
Juan Antonio que vivía en Salento donde también fue fundador y donde había
llegado cuando apenas existía la Colonia de “Boquía” emprendió viaje a las tierras del
Quindío en busca de oro y plantar una mejora. Una
vez que se hubo establecido cerca a la quebrada “Cristales” cambió sus mejoras
con don Liborio Arango por unas localizadas: Partiendo del llamado
anteriormente “Alto de de Leónidas
Restrepo (don Leónidas fue Corregidor de Armenia) y que hoy se conoce como
fábrica de Babaría en línea recta a la quebrada de “La Florida”, por ésta hasta
caer al río Quindío, por el río hasta donde desemboca la quebrada del antiguo
matadero, por ésta quebrada arriba hasta salir a la esquina de la carrera 17
con calle 22, de allí en línea recta a una quebradita que atravesaba por lo que
es hoy Galería, por ésta quebradita hasta salir hoy a lo que es Parque Sucre,
pasando por el sitio llamado anteriormente “Vega Seca”, del Parque siguiendo
por lo que hoy es la carrera 14 hasta el punto de partida, o sea el alto de
Leónidas Restrepo o “Corocito” nombre ése dado por don Juan Antonio y sus
hijos.
El primer lote
vendido de lo que es hoy Parque Sucre, hacia arriba, fue adquirido por Rafael
Martínez (mayordomo de los Suarez en la finca llamada “San José”).
En el año de 1887
José de los Reyes Santa (a. el Mocho), porque era mocho de una mano, llegó
donde don Juan Antonio con su familia después de haber vivido por algún tiempo
donde Antonia valencia y le compro un terreno ubicado entre lo que hoy es la
carrera 15 con calle 21, con una vaga que daba frete hasta otra más pequeña,
por esta abajo y por el camino que conduce a “Tres Esquinas” hasta lindar con
las propiedades de don Tobías Marín. Los terrenos comprados por Santa y parte
de los de don Juan Antonio, fueron los vendidos a la junta pobladora para ser
repartidos entre quienes hicieran las
primeras edificaciones Don Antonio Herrera dejo de existir a la edad de 104
años.
GENERAL ARISTOBULO IBAÑEZ
El General Aristóbulo
Ibáñez contrajo matrimonio en la localidad de Rionegro, cuando apenas tenía el
grado de Coronel, con la señorita Ana Francisca Echeverri González, de allí se
trasladó a la “Villa de Pereira”. Allí
vivió por algún tiempo, al cabo del cual
dejó a su esposa y a sus hijos y emprendió la marcha hacia las tierras del
Quindío y fue a establecerse en las riberas del rio “La Vieja” donde abrió sus
mejoras derribando monte y venciendo todas las penalidades. Su hacienda abierta
la vendió en el año de 1887 a los manizaleños Félix Salazar y Jerónimo
Jaramillo y que había bautizado con el nombre de “El Edén”. No fue el General Ibáñez fundador de
Armenia pero si uno de los principales
colonos y el más entusiasta animador del progreso de la región. Luego se estableció
en Calarcá, estando recién fundada esta población. Allí lo cogió la guerra civil y como liberal
se enroló en las fuerzas de la revolución.
Toto Sánchez, el
guerrillero más valiente que se haya conocido en el Quindío y el Tolima, estuvo
bajo sus órdenes. Toto comandaba las fuerzas revolucionarias, años más tarde
(los mil días) en el combate de los “Quingos” cuando murió Ramón Buitrago uno
de los fundadores de la ciudad de Armenia. Corría entonces el año de 1900. El
General Ibáñez murió trágicamente.
HIPOLITO NIETO
Era el año de 1887,
es decir, dos años antes de la fundación de Armenia, cuando Jesús María Ocampo
“Tigrero”, llamó a don Hipólito Nieto en Calarcá y le dijo: “Vea hermano, le tengo una mejora
muy buena para venderle al otro lado del río, váyase para allá que yo lo apoyo
con lo que pueda y después me la paga”. Don Hipólito aceptó la invitación de
“Tigrero”, abandono a Calarcá y no
regresó nunca más a establecerse en aquella población. Don Hipólito, fue no sólo uno de los colonos
más entusiastas sino que asistió a la Junta Pobladora de Armenia.
Pocos años antes, es
decir en 1885, también llegó a la región don Rafael Arango C. En ese entonces
ya había numerosas mejoras, tales como
las de don Tobías Marín donde el mencionado año fueron escondidos numerosos
ganados con ocasión de la guerra. Esta
finca se llamaba “El Nuevo Mundo” y hoy se le distingue con el nombre de “La
Grecia”.
JESUS ANTONIO ARANGO
Don Jesús Antonio
Arango recorrió el mismo camino que don Esteban Mejía por la comarca del
Quindío en busca
de oro para llegar hasta las codiciadas minas del rio “Cumbarco”.
Don Jesús
Antonio había nacido en Manizales y de
allí se marchó a la comarca estando muy pequeño. Hizo parte de la
compañía minera compuesta por don Juan esteban Arias y don Crispiniano Suarez.
38 años vivió don
Jesús Antonio en la selva donde lo acompañó su hermano Enrique. Estuvo dedicado gran tiempo a la guaquería
obteniendo una buna riqueza.
Al correr de los años
murieron todos los compañeros de don
Jesús y viéndose solo, vendió todo cuanto poseía y fue a establecerse a
Manizales. Había tomado parte en la
Primera Junta Pobladora de Armenia.
VENANCIO GOMEZ – VALENTIN MACIAS
Don Venancio llegó a la región antes de1880 entusiasmado
por la guaquería y asistió a la Junta Pobladora.
Don Valentín Macías fue uno de los guaqueros que más
recorrió la Hoya del Quindío. Fue Concejal del Municipio, ocupó diversos
puestos públicos y asistió también a la Junta Pobladora.
FIDELINA OCOMPO VDA. DE OCAMPO.
Fidelina Ocampo viuda
de Ocampo, fue una de las más entusiastas señoras que tomaron parte en la población
de Armenia. Muy joven contrajo matrimonio con don Plácido Ocampo uno de los
fundadores y pobladores de la ciudad.
Doña Fidelina la
primera cantarillera para la construcción de la Iglesia, como en este mismo libro puede leerse. Luego tomó parte en los diferentes actos
cívicos que se realizaron en la incipiente población.
Doña Fidelina dejó de
existir el 24 de junio de 1955 a una edad avanzada dejando dos hijos: Miguel
Ángel y Jose Ocampo Ocampo. Vino a
Armenia cuando tenía ocho años, de la ciudad de Manizales donde nació. Murió de
78, en esta localidad.
La alcaldía por medio
de un Decreto lamentó la desaparición de la mencionada dama.
RAFAEL URIBE
Por la misma época
que llego “Tigrero” al Quindío lo hizo también Rafael Uribe de la ciudad de
Manizales, donde había contraído matrimonio con Ana María Martínez. A Rafael Uribe le tocó ayudar a construir un
incipiente puente de guadua por el cual cruzaban el río Quindío cerca al sitio
conocido hoy como “La María” paran viajar a Salento y comprar mercado. Uno de
los hijos de Rafael Uribe, Luis Felipe contrajo matrimonio con María Forero que
llegó al Quindío cuando tenía 12 años, procedente de Santa Rosa, y en la
actualidad tiene70.
FELISA CARDONA DE MONTES
En la ciudad aún vive
la señora Felisa Cardona de Montes, hija que fue de Andrés Cardona y quienes
llegaron a Armenia cuando apenas tenía un año de fundada. Andrés Cardona a su vez fue nombrado Comisario Mayor y como tal fue
el encargado de administrar justicia. Doña Felisa vivió en Armenia por espacio
de seis años y luego regreso a vivir a Filandia de donde volvió a Armenia hace
siete años. Por su parte don Andrés murió casi centenario y sin enfermedad
alguna.
Interrogada doña
Felisa en relación con “Tigrero”, manifestó: “Tigrero” era buen mozo, de
regular cuerpo, vivía en esa época por
la calle 21 tres cuadras debajo de la Plaza de Bolívar, frente a la casa
habitada por Epifanio Rodríguez quien fue de los primeros herreros que tuvo
Armenia. Era esa la época de las
serenatas. Fue el primer músico serenatero Víctor Manuel Suarez quien era muy
apetecido para las serenatas y zurrungueos.
-En realidad el
“tigrero” era aficionado a la caza?
-
Claro
que sí, “Tigrero”, mi papá Andrés Cardona y Juan Bautista Barco eran los
compañeros de cacería. Ellos salían por
las montañas del río Quindío en busca de animales.
HOJAS SUELTAS
Antes
de la fundación de Armenia todos los colonos se dedicaban a la guaquería y la
agricultura. El maíz, el cacao, los frijoles, la yuca, el tabaco, el plátano y
la cebada en los climas fríos como Salento, componían los principales productos
que en esa época se cultivaban.
La
mayoría de los habitantes venidos de Antioquía, seguidos por los del Tolima,
Cundinamarca, etc., traían sus costumbres, las que se fueron extendiendo entre
todos los pobladores. El tiple y el
machete era lo primero que empacaban. Todo podía faltar menos el tiple
sentimental y romántico. Tiple que como lo dijo
Bernardo Arias Trujillo: “el campesino lo oye zurrunguear desde que su
madre lo acunaba sobre sus rodillas, y no es todavía mozo cuando ya lo ha
aprendido a rasgar para ir a cantarle a la novia, una muchacha agreste que
viste de muselina y tiene dos trenzas bíblicas caídas sobre los pechos en
retoño”.
Fue así como
“Tigrero” y todos los pobladores de la comarca, venidos en busca de oro y
aventuras oían en el caney campesino y entre el olor a tabaco y recuerdos
sentimentales el tiple que acompañaba las coplas. Entonces, el puntilleo empezaba y por el aire
se oía:
“El tabacal ya
levanta
Su blanca flor de azahar,
Así tu corpiño asoma
Si vos me empezás a
amar”.
“Mi doncellita Quindiana
Vení pronto al tabacal,
onde te estoy
esperando
pa’ que calmes mi
hondo mal”.
“Me han dicho que
tenés otro
Quitándome tu querer,
si es verdad me
arrojo al río
y no me golvés a
ver”.
“Deja de ser zalamera
So pinchada y
pretenciosa,
mirá la flor del
tabaco
Que bajita es más
hermosa”.
“El sol nos pondrá
sus flecos
y el césped blanda
almohada
y el serrucho en la
montaña
dirá su mejor
tonada”.
“Oirás cantar las
chilcaguas
y el toche sobre el
carbón,
cuando yo bese tu boca
y me des tu corazón”.
“Endespúes vendrá la
noche
con su gris todo a
borrar
y las flores del tabaco
se irán al cielo
alumbrar”.
(A.PAJARITO)
“Pajarito”
era el nombre de Antonio Vallejo dentro de los colonos. Figuró en la fundación
de Armenia. A mediados de 1886 era peón
de la mejora de Maravélez.
Cuenta
don Jesús María Suárez, que don Alejandro su hermano en uno de los viajes por
la región del Quindío, llegó hasta las inmediaciones de Maravélez. Marchaba en su mula por una de las trochas,
cuando se paró de repente y dio la vuelta como si algo raro ocurriera.
Inmediatamente don Alejandro se desmontó, aguardó al peón que venía a los pocos
metros, amarró la mula a un árbol, y después de armarse convenientemente,
cargando su carabina para lo que pudiera suceder, se adelantaron.
Grande
fue la sorpresa al ver a regular distancia dos osos en combate. Don Alejandro le gritó. El uno emprendió la
fuga y el otro parándose en dos patas se lanzó sobre los cazadores. Don Alejandro disparó el arma y la fiera
dando un salto al oírla detonación se subió a un árbol, desde cuyo pie
hicieron varios disparos, que aunque
hacían blanco, las municiones no penetraban porque se embotaban en el pelo del
animal.
Resolvieron
entonces, que don Alejandro iría a Maravélez a conseguir otra arma y el peón se
quedaba custodiando la fiera que se había recogido en una de las horquetas del
árbol que tenía cavidad. Don Alejandro
regresó con el arma y Antonio Vallejo (a. “Pajarito”) que era de los hombres de
la misma raza del “Tigrero”, se subió por uno de los bejucos que colgaba del
árbol. Con la carabina terciada llegó hasta una altura más o menos de veinte
metros, de donde le gritó a don Alejandro que no había nada. Pero al grito de
“Pajarito” la fiera pegó un berrido y fue entonces cuando le disparó entrándole
el tiro por la boca. La fiera descendió y en tierra le acabaron de dar
muerte. De esta fiera, según lo anotan algunos
de los fundadores, varios derrotados en el combate de Santa Bárbara, Cartago,
comieron cuando iban de paso para sus hogares.
LOS TITULOS DE
TIGREROS
Cuando
la empresa de Burila estaba en todo su apogeo, llegó “Tigrero” y monto cerca
a la “Helvencia” (Calarcá), su primera casa. Allí se encontraba un día cuando el Inspector
de Policía y su secretario, se presentaron a notificarle la desocupación, pues
la única entidad que tenia títulos de esos terrenos era la Compañía de Burila.
“Tigrero”
trató de convencer por las buenas al Inspector y su Secretario, sobre el derecho
que tenía para trabajar la tierra, pero como la autoridad le exigiera los
títulos, se subió por una escalera al encielado del rancho y bajó unas pieles
de tigre, en tanto que decía: “Estos son mis títulos”. Nadie dio razón donde
fueron aparar ese día el Inspector y su compañero.
TOMASITO GIRALDO
Dice
don José Jaramillo, en “el Reloj de mis Recuerdos”, que Tomasito Giraldo era un
gran jugador de billar, enamorado y poco amigo de la higiene. De Tomasito se
dice que regaló las primeras campanas para la iglesia.
Un
día enfermó Tomasito de venérea. “Fue donde el Dr. Henao a Manizales, quien
después de verlo le recetó y le aconsejó: “Tomasito, si no es capaz de
abstenerse de tomar licor femenino en su propia copa, siquiera escoja”. Y
Tomasito regresó a Armenia. A los pocos meses volvió a Manizales con
idéntica enfermedad.
El
médico del dijo:
Oiga
Tomasito y usted no se ha podido curar con el tratamiento que le indique?
Yo
si me alivié doctor.
Y
por qué vuelve otra vez, no le dije que escogiera?
Si
doctor, esta que traigo ahora fue escogiendo…
Tomasito
murió durante la guerra de los mil días, herido a bala durante el célebre
asalto de Echavarría a la ciudad”.
“TIGRERO”
El 11
de noviembre de 1849 en la población de Salamina, en el hogar de José María
Ocampo y Josefa Toro, nació Jesús María Ocampo Toro, hijo de padres
agricultores y con seis hermanos más fueron educados con las pocas enseñanzas
de su señora madre. Atento y colaborador en las tareas de la casa y el campo,
dedicado al trabajo, sin vicios; no se preocupó por aprender a leer, ni a
escribir. A los 27 años en 1876
intervino en la revolución, participando activamente por los lados del Tolima y
Antioquía.
Cuando la guerra
terminó se estableció en la Mesa (Cundinamarca). En 1882 se trasladó a Anaime donde se
dedicó a su negocio de abarrotes, Contrajo matrimonio en la ciudad de Ibagué en
1886 con Arsenia Cardona quien tenía apenas 13 años de edad. El general
Aristóbulo Ibáñez lo motiva para que se instale en la región del Quindío, más
precisamente en la meseta donde ahora es Armenia y fue precisamente en dicha actividad como conoció el
camino de la Hoya del Quindío.
En
1882, y luego de haber conseguido algún dinero comerciando con artículos de
primera necesidad, se trasladó a Anaime donde se instaló en forma permanente
con un negocio de abarrotes, el cual le permitió reunir algún capital.
Por
aquella época el padre de Arsenia Cardona se empleó en la finca de Ocampo, y
desde entonces Jesús María manifestó sus propósitos de unirse en matrimonio con
Arsenía, a la que el padre de dé esta se oponía toda vez que contaba apenas con
13 años de edad. Superados todos los
impedimentos contrajeron matrimonio en s1886 en la población de Ibagué.
La
llegada a Ibagué del general Gallo y el ofrecimiento del general Aristóbulo
Ibáñez para que se instalara en terrenos que había abandonado años antes,
motivaron a Ocampo a trasladarse a la región del Quindío.
De
Anaime, Ocampo salió con su mujer Ana María Arsenia Cardona, su cuñado Benjamín
y un peón llamado Gregorio Londoño, buscando las tierras de “La Cabaña” que
había comprado su cuñado Hermogenes; Jesús María y los acompañantes se
internaron en la montaña; pasaron la noche en una cabaña abandonada cerca del
río Azul y luego continuaron la marcha por el “Alto del Oso”, hasta llegar a
las montañas de “La Helvencia”. Por aquellos lados alcanzó a vivir cerca de
seis meses y luego se trasladó a Calarcá que había sido fundada recientemente.
De
regular estatura, trigueño, musculado, largo bigotes, ojos grandes y
expresivos, simpático; a pesar de su
escasa ilustración era culto y excelente conversador. Fue un hombre generoso,
característica que le sirvió para ganarse al aprecio de todos quienes le
conocieron. Prueba de ello fue el haber construido con su propio dinero un
edificio para las primeras escuelas oficiales.
Con frecuencia se internaba en la montaña por varios días al cabo de los
cuales regresaba con sus trofeos de caza consistentes en dos o tres pieles de
tigre, animal que abundaba en estas regiones, por esta razón le siguieron
llamando el Tigrero.
Contaba
la señora Arsenia Cardona viuda de Ocampo que en Anaime antes de emprender el
camino que los trajo a la “Hoya del Quindío”, los perros levantaron un tigre en
celo. Ocampo que era perito en
cuestiones de fieras, la persiguió por entre palizadas hasta una fuente. El animal saltó a un árbol caído y Ocampo con
todo valor le pisó la cola. Allí la ultimó, porque el animal no pudo
defenderse, pues había quedado colgando.
La trasportaron hasta la casa en una palanca, allí le sacaron la piel,
que reunidas con otras, fueron llevadas a vender a Ibagué.
LA LEYENDA DE RENTERÍA
Es la leyenda más cercana a nosotros por cuanto es muy
conocida en la Cordillera Central, principalmente hacia la región del Quindío, el nevado del
Tolima y el Páramo de Chilí. Los que la cuentan nombran constantemente a “San
Miguel de Perdomo” o sea Cajamarca, como lugar de los acontecimientos.
Antes de venir los antioqueños a derribar montañas con sus
hachas, llegaron a esta región unos alemanes en busca de oro, que era abundante
y de tal calidad que no se necesitaba sino tener cuidados y sacarlo en barras.
Y cada año emprendían viaje camino a Armenia, cargadas las mulas del preciado
metal, que iba a posar a tierras extrañas.
Pero celosos los alemanes dejaban la mina, su cuidandero, su
mula y sus dos perros, conjurados para que no pudieran explotarla, ni con nadie
compartirla. Al cabo de uno de esos viajes, los alemanes no volvieron. Y la
mina Rentería, que así se llamaba el cuidandero, junto con él, la mula y los
dos perros, quedaron efectivamente encantados.
No se supo si Rentería murió o no. Lo cierto es que en la
noche del Jueves Santo, a lo lejos se veía brillar la mina encantada, pero las personas
que se atrevían a llegar al lugar, no encontraban nada y el resplandor refulgía
en otro sitio. Y las gentes oían y veían bajar de los Valles, por el camino
Real, a un hombre montado en una mula acompañado de dos perros negros
arrastrando cadenas. Era Rentería que al trote de su mula, en el alto del
camino lanzaba gritos que hacían poner los pelos de punta, aun a los más
valientes.
En algunas ocasiones se le presentaba a alguien, para que lo acompañara
a la mina, de tal manera que si lo veía, desaparecía el encanto y entonces
podría su alma descansar en paz.
JOSE MANUEL CÁRDENAS
JOSE JOAQUIN BUITRAGO
JOAQUIN BARRERA
FRANCO
NEPOMUCENO RODRIGUEZ
y MANUEL RODRIGUEZ
Presbítero ISMAEL
VALENCIA
RAMON
ELIAS AGUDELO
Fuente: Quindío Histórico, Alfonso Valencia Zapata. Monografía de Armenia. Armenia Caldas Colombia 1955.
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