martes, 30 de noviembre de 2021

EVIDENCIA DE LA PRESENCIA DE UN PRESIDIO EN BOQUÍA.

 

EVIDENCIA DE LA PRESENCIA DE UN PRESIDIO EN BOQUÍA.

Para entender la historia del poblamiento del territorio Quindiano, es necesario analizar el desarrollo de las diferentes empresas en la mejora y composición del camino del Quindío.

Una de las estrategias en el siglo XIX para motivar el poblamiento del territorio lindante el camino del Quindío (Valdesina, Boquía y La Balsa), fue el afincamiento de presidios a la vera del paso del Quindío..

Posesionado  de  la  presidencia  del  país  el General  Pedro  Alcántara  Herrán  en  1841,  en  el  año  siguiente  se estableció  un presidio en Boquía, en inmediaciones de la unión del río Quindío con la quebrada Boquía.

La versión de los textos que a continuación se trascriben, permiten revelar aspectos, tales como, registros administrativos; desarrollo y ejecución de los trabajos relacionados en la vía; métodos de mejora y composición; manejo administrativo y reglamentación del presidio.  Asimismo, información relativa a la mutabilidad de la ruta a causa de las contingencias medioambientales e intereses de poblamiento.

Un tema importante que no se ha tratado, es el relacionado con el inicio agrícola, una vez descuajada la selva aledaña a la ruta. Aquí se atisba algo sobre las plantaciones de pan coger destinados a la manutención de reos y primeros colonos.

CAMINO DE QUINDÍO.

Cartago, 3 de abril de 1844.

República de la Nueva Granada–Gobernación de la provincia del Cauca. —

Nº 64.

Al Sr. Secretario de Estado del Despacho de lo Interior. 

“He visitado el presidio y recorrido la parte del camino que va hasta Boquía en el mes pasado, luego que el estado de mi salud me lo permitió.

Luego que el estado de mi salud me lo permitió. Luego que llegué a esta ciudad fui a visitar los trabajos y encontré que, por ineptitud de los directores, y falta de eficacia en los jefes políticos, desde que yo me ausenté, se había descuidado quemar el bosque destrozado, menos en una pequeña parte, no obstante, varias prevenciones de la Gobernación.  

Suspendí el derroque del bosque, y destiné los peones a limpiar la abundante maleza que había crecido entre los troncos y ramas destrozadas, a amontonar estos y quemarlos, trabajo que se ejecutó al mismo tiempo por los contribuyentes del servicio personal y que ha concluido ya. He visto con satisfacción:

1. ° que en una gran parte del camino nació poca maleza; 2. º que en donde abundo se componía de plantas cuya semilla se agota pronto; 3º que en toda la parte des cuajada de junio a agosto ha aparecido pasto de diferentes gramas. El terreno limpiado aparece sólido, no obstante que anteriormente era ponderado de fangoso.

Desde aquella vez examiné lo relativo al trato que se da a los presidiarios, y el nodo como se les asiste. Sobre este punto, la frecuente variación de empleados había producido relajación en la disciplina en favor enteramente de los reos. Los alimentos continúan suministrados en la cantidad y calidad determinadas por la Gobernación. Posteriormente en marzo visité mis detenidamente el establecimiento, examinando libros, reos, prisiones, herramientas, raciones etc. Encontré algunos defectos en los libros que hice corregir: en la disciplina del establecimiento la misma relajación. Respecto de la ración examiné separadamente a varios presidiarios tonados como a la suerte, y habiéndome hecho traer una ración, les pregunté si aquellas especies y cantidades les eran suministradas siempre: a lo que contestaron afirmativamente, menos uno, que parece ser de los descontentadizos que siempre quieren quejarse de los superiores. Todos dijeron que no tenían queja de ellos respecto a tratamiento, de la Nueva Granada. 3 desde setiembre dejé construyendo otro tambo en Consota en un lugar que promete ser bien sano, con órdenes de que pasara el presidio a él inmediatamente. Ninguna cooperación encontré para ello, ni en la jefatura política, ni en los jefes del establecimiento. Durante mi ausencia se difirió la traslación sin motivo, y ponderándome siempre las dificultades; y lo que fue peor, concluido el tambo se le abandonó, de suerte que cuando yo regresé encontré que, por no haberlo habitado, o por no haberle puesto humo, se dañó la mayor parte de la paja. Su construcción además me ha parecido mala en cuanto a duración. Desde el 22 de marzo está el presidio en él, y se ha atendido a todo lo que la experiencia ha demostrado y es conveniente para mantener la salud de los reos. En esta parte de la montaña, el trabajo que hay que hacer es destruir el bosque. El terreno es tan cómodo que con él solo se obtendrá un buen camino. Haré construir un puente en la quebrada Consota, que es la primera de consideración que se encuentra. Su caudal es como el del rio de San Francisco de Bogotá. He hecho practicar nuevas exploraciones para perfeccionar la dirección del camino desde donde se separa del antiguo de la salina de Consota, hasta el paso de la quebrada de este nombre, y hoy sabré el resultado. El orden que me he propuesto para el trabajo es socavar la parte de bosque que falta por derribar hasta el tambo nuevo y comenzar luego la derriba con peones libres, pagados o contribuyentes, principiando por algunos pequeños guaduales: que el presidio adelante la derriba desde el tambo dándole el ancho de 20 varas. Hasta ahora se ha conservado en ancho desde 30 hasta 40 varas, y hasta 50 en los guaduales; pero no obstante mi convencimiento, voy a reducirlo de 20 a 25, conforme las indicaciones que recibí del Poder Ejecutivo en el año pasado, en atención a que va a principiar un declive hacia Consota, que seguirá después una cuchilla de bosque no muy elevado su mayor parte, y que en ella por ser más fresca y memos húmeda la vegetación no será tan rápida. Los peones de Antioquia que logro concertar son colocados desde treinta cuadras más adelante que el presidio, en un bosque que presenta más dificultad que el resto. El presidio luego que encuentre lo derribado por ellos, pasará treinta o cuarenta cuadras más adelante, a colocarse en un palmar en que el trabajo es muy fácil, y en donde no será costosa la construcción de un tambo. Para comenzar a cultivar un punto en Boquía no me había detenido sino la falta de un hombre que fuese a cuidar. Desde noviembre se encontró uno de Antioquía que con dos hijos mayores vive en la casa construida para el presidioEllos han trabajado un desmonte en que me dicen que han sembrado cinco almudes y medio de maíz; les he dado papas y arracachas, y tienen algunos pocos colinos de plátano. No creo conveniente que se siembre allí como para el presidio, porque la dificultad de conseguir vehículos me ha convencido de que el presidio debe adelantar con el desmonte. A los peones Antioqueños he indicado que deben sembrar todo lo que derriben, con la esperanza de facilitar la limpia y obtener maíz en abundancia. En Consota cultivaré con el presidio una sementera de maíz y plátano que podrá mejorarse después con papas, yucas y arracachas. En Arcabuquillo he hecho cerrar todo lo que se limpió al derredor para la ventilación, y voy a sembrarlo de maízLa indolencia de la gente de aquí hace que no haya quien vaya a disfrutar de aquella posesión es que han quedado dos tambos sólidos. Sin embargo, una familia antioqueña se ha comprometido à vivir por un año en ese punto. El servicio personal está reglamentado por la Gobernación desde el año pasado. Solo de una providencia no había dado cuenta al Gobierno, porque la creí muy subalterna, y es que para dirigir a los contribuyentes he puesto un superintendente que los asiste en el trabajo, y pone el cumplido o falta a los trabajadores que se presentan por cuadrillas de trece hombres. Todo lo demás está escrito en mi decreto de 1.º de Julio que remití a US. Por medio de estos arreglos he utilizado el servicio personal mucho más de lo que pensaba. Con el dinero que produce la contribución (porque una gran parte es satisfecha en dinero) pago peones que, dirigidos por otro superintendente, han estado derrocando bosques desde donde terminó el presidio.

El 23 de marzo entré por el nuevo camino a la montaña, y el 25 estuve a las 12 en Boquía, no obstante, las dificultades que ofrecen bestias bisoñas, una trocha estrecha y el rigoroso invierno. Entré en mula y no hube de desmontarme sino en los pasos de las quebradas que no están buenos. Lo más difícil del camino se halla en la parte que se anda por la vía actual. Estos son los puntos de que puedo informar a US. En el presidio no he dictado reglamento especial metodizando el trabajo, porque como siempre ha estado reducido a una o dos secciones, nada he encontrado que se necesite decir, y tengo cuidado de evitar la multiplicación de decretos. Todas las advertencias accidentales que me parecen convenientes las hago en las diferentes visitas que hago, e informes verbales que recibo. Al nuevo director, que se posesionó el día 1º, le he encargado, como lo hice con los otros, que me informase de los defectos que noté para ocurrir con remedio para evitarlos”.

Dios guarde a Us, Jorge J. Hoyos


CAMINO DE QUINDIO.

República de la Nueva Granada. —Gobernación de la provincia del Cauca. —Número. 127. Cartago; 13 de Agosto de 1844.

Al Sr. Secretario de Estado del Despacho de lo Interior. 

CONSTRUCCIÓN DE UNA CASA PARA EL PRESIDIO DE BOQUÍA

 


“Desde el mes de Junio de I842 hasta el 31 de Julio próximo pasado, se ha abierto una extensión de camino en el Quindío de trescientas veintiséis cuadras de largo con el ancho de treinta a cincuenta varas la mitad de ellas, y la otra con el de veinticinco varas. El número de varas cuadradas que quedan descuajadas es de un millón setenta un mil quinientas. Por el centro del descuaje se ha abierto una carrera de tres varas de ancho, andable libremente, pues se ha cuidado de remover los troncos y raíces que servían de obstáculo. Esta obra ha sido ejecutada con once mil seis cientos noventa y nueve jornales, de los cuales seis mil quinientos cuarenta han provenido del servicio de presidiarios, y de vagos concertados; cinco mil ochenta y seis de la contribución personal para caminos; y setenta y tres de contratos particulares satisfechos con el fondo especial del Camino. Fuera del camino se han abierto algunas fanegadas en las cercanías de los tambos de Arcabuquillo, Buriticá y Tanambí en las de la posada Boquía; se han construido una casa de treinta varas de largo en Boquía, los tres mencionados tambos que tienen cada uno treinta y seis varas de largo y siete de ancho, y algunas casas menores para la proveeduría y para la dirección del presidio. Además se ha explorado el terreno en diferentes direcciones para conseguir mayor rectitud o facilidad en el camino; se ha relimpiado todo lo que se descuajó desde Junio hasta Diciembre de 1843; y se ha sembrado maíz, papas, arracachas y plátano en Arcabuquillo, Buriticá y Boquía. Los gastos han sido en el tiempo mencionado de diez mil doscientos cincuenta y seis pesos me dio real, en la forma siguiente: Del fondo de gastos del presidio para pago de empleados, vestuario, alimentos, medicamentos, prisiones y herramientas. 4,389-1-,

Del fondo del camino para gastos que deben hacerse de dicho fondo. 1,713-1.

Del mismo fondo para gastos de compra de víveres, y composición de herramientas que se hacen en común, y que al fin de segundo semestre del año económico deben reintegrarse en parte por el fondo de gastos del presidio1,485-3-Del producto de la contribución personal para caminos, incluyendo el valor de los servicios prestados personalmente por los contribuyentes. 2,668.3Suma total. $10.256

La escasez de peones y las enfermedades que atacaron al presidio en Setiembre de 1843, no ha permitido adelantar esta obra como yo lo deseado. El presidio por mucho tiempo no ha suministrado más que de veinte a cuarenta malos peones diariamente. La gente aquí es poco aplicada a esta especie de trabajo en las montañas frías; y solamente desde Abril es que he podido conseguir algunos pocos peones de la provincia de Antioquia que me han auxiliado en la obra. Hoy veo más probabilidad de obtener hasta cuarenta peones de aquella provincia que, por su habilidad en trabajos como los del Quindío y su hábito de vivir en las montañas, harán en tres meses más que lo que se ha hecho hasta ahora. Si yo hubiera conocido desde el principio el carácter y circunstancias de las gentes situadas en el punto de este cantón que ahora denominan santa Rosa, y de los habitantes de Salamina y Sonsón no hubiera pensado más que en tener a todo costo cincuenta peones buenos de esas gentes, endurecidas derrocando bosques, y hoy vería terminándose, o tal vez terminando, el descuaje en el boquerón del páramo. Pero a la falta de este conocimiento, se agregaron contestaciones desconsoladoras de los amigos a quienes me dirigí en Antioquia en solicitud de  peones, y yo hube de luchar para lograr alistar veinticinco o treinta peones de esta provincia, que nunca me dieron esperanzas de continuar en la obra a más de cuatro leguas de Cartago. Dios guarde a usted”

Jorge J. Hoyos.


Fuentes: GACETA DE LA NUEVA GRANADA. Trim, 63. Bogotá , domingo 1° de diciembre de 1844 Número. 714. Pág. 3

LEY 3. - Sobre composición y mejora del camino de Quindío—Mayo 27, 1842.

LEY 5.--Apropiando fondos para la iglesia, el párroco y el culto de una nueva parroquia en Quindío. - Junio 18, 1844.

ASIGNACIONES ECLESIÁSTICAS.

Se completan del tesoro...A los curas párrocos de Bocas del Toro, Buenaventura y Quindío (Valdesina)

El decreto de 27 de mayo sobre composición y mejora del camino del Quindío.

LEY 3ª. -MAYO 27 DE 1842 (PÁG. 39). Sobre composición y mejora del camino de Quindío. Art. 1° El Poder Ejecutivo aplicará para la construcción de un camino de herradura, desde Ibagué a Cartago, por la montaña de Quindío 1° hasta la tercera parte del producto total del derecho nacional de caminos: 2° el presidio o presidios que estime convenientes: 3° (Deroga. Ley 26, P.2.): 4° también podrá aplicar hasta doce mil pesos del tesoro nacional para el mismo objeto.  

DECRETO NÚMERO 1412  DE JULIO 15 DE 1842 SOBRE COMPOSICIÓN Y MEJORA DEL CAMINO DEL QUINDÍO.

PRESIDIOS

Artículo 32º.- De los fondos para la construcción del camino del Quindío se dará a cada capital de los presidio del 1º y 3º distritos una ración como la que se da a los presidiarios durante el tiempo que dichos presidios estén trabajando en el camino.[1]



[1] Lino de Pombo. Recopilación de leyes de la Nueva Granada. Bogotá 1845

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