Reseña Histórica del Municipio de Filandia Cornelio Moreno.1928
A la memoria de los fundadores
1878-1928
Tipografía y Papelería “Los Andes”, Jaramillo Hermanos y Cía. Manizales.
“El presente opúsculo, que dedico a la memoria de los fundadores de Filandia, como sincero homenaje de admiración, en el quincuagésimo aniversario de su fundación, ha sido elaborado consultando los archivos de las oficinas
del municipio y acopiando otros datos por medio de reportajes hechos a personas que, por haber sido casi contemporáneos con los hombres de aquella época, merecen toda confianza por su veracidad y honradez.
¡Gloria a los invictos luchadores que con su abnegación e intrepidez contribuyeron eficientemente al engrandecimiento y prosperidad de la patria!
Cornelio Moreno.
A MANERA DE PROEMIO
La lectura de este opúsculo me sugirió una idea bastante clara del acendrado amor que su autor profesa a Filandia.
Ninguno de los hijos dela Hija de los andes a escrito una pagina que recuerde su origen, sus costumbres y sus fastos notables. Solamente el señor Moreno, ardiendo en patriotismo gratuito escribió de manera completa y agradable, los mejores capítulos de la historia de Filandia.
Para escribir sobre determinada localidad, se debe tener dentro del alma encendido amor por la patria chica, por que sin él es imposible consagrar siquiera una palabra de patrio afecto a aquellos lugares que debido a su corta edad o al medio en que viven, no han podido agitar el gonfalón tan alto que puedan percibirlo los centinelas de la historia.
Es el señor Moreno en vista de la inaplazable necesidad de una obra, como la suya, para Filandia, emprendido la tarea de prepararla a fin de llenar el vacío que otros no habían pretendido llenar. No está vinculado a este suelo por lazos de nacimiento, solamente lo une a el él vinculo que voluntariamente sale de corazón. Y ahora en el quincuagésimo aniversario de su fundación, o por mejor decir en sus bodas de oro, ha querido agasajarla, refiriendo a sus laboriosos habitantes la modesta pero valiosa historia de sus cincuenta años corridos.
No tiene la obra las proporciones que hallamos en aquellos relatos que abarcan todos los acontecimientos de uno varios países en determinadas edades. Ella solamente presenta la guirnalda multicolor formada de los diferentes sucesos desarrollados en la pequeña región denominada Filandia.
Un relato local o regional no enseña historia, pero haríamos mal en querer encontrar en aquel toda la historia. Tácito nos muestra en sus costumbres el carácter y la vida de aquel pueblo que se llamo la Germania: Jenofonte elegantemente nos enseña los mejores fastos de la Hélade; Josefo nos detalla algunos acontecimientos de Judea, y Cantú en su popular Historia Universal nos hace oír los mayores truenos, por decirlo así, de todas las edades.
Estos narradores insignes nos han enseñado historia, pero no toda la historia, por tanto tenemos que hojear y estudiar todo lo que sobre esta se escriba.
La valiosa obrita amenamente escrita por el señor Moreno a mas de la claridad y buen método expositivo, condiciones cardinales en toda obra didáctica, se ve en ella el juicioso encadenamiento de pormenores y sucesos de notable importancia local para los que aquí abrieron sus ojos. Presenta un verdadero texto de enseñanza anecdótica, intuitiva y pintoresca, como lo pide el presente. Esta libre de inútiles palabras; aun más, no tiene esas pesadas nomenclaturas que se hallan en otras obras de la misma índole.
El Finlandés encontrara en ella, si quiere, el origen, las costumbres y todas aquellas bellas tradiciones que nuestros ascendientes antioqueños, sembraron como primer jalón de fundación en el muerto Nudilleros, ¡Oh las tradiciones son la fuerza de ayer! Sepamos que ellas son cadenas de oro que unen el presente con el pasado. Son el eco interminable de aquellos antiguos que al decir adiós a la posteridad quisieron no desprenderse de sus brazos. No olvidemos, pues, las tradiciones; y al perderlas, si tal desgracia nos sucede, no dejemos de escuchar la profunda sentencia de Avellaneda: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos”
Esta obra no debe mirarse con desdén; antes creo, y muy fundadamente, que será acogida con cariñoso beneplácito de todos, Además hago sinceros votos porque ella reciba a todo el aplauso que se merece.
Para concluir, si mi concepto no peca en las apreciaciones que anteceden, la adopción de la obrita geográfico-histórica del señor Moreno, para la enseñanza en las escuela se Filandia, vendría a dar a su hijos una presea de valiosísimos quilates, con la cual podrían engalanar aquel breviario de recuerdos, que a ninguno falta al volver los ojos al querido solar que lo vio nacer.
Antonio J. Cárdenas A.
Filandia, Agosto MCMXXVIII
GEOGRAFIA DEL MUNICIPIO
DE FILANDIA
SITUACION Y NOMBRE
Filandia, enclavada en uno de los flancos de la cordillera Central de los Andes, es uno de los cuarenta y tres municipios en que está dividido el Departamento de Caldas y pertenece a la rica y floreciente región del Quindío. Su nombre se deriva del latín filius (hijo) y del ingles ladina (Andes), es decir, hijo de los Anees.
Extensión y límites
La extensión del municipio de Filandia alcanza a 9.021 hectáreas, Su altura sobre el nivel del mar es de 2066 metros.
Limites generales
El Municipio de Filandia limita por el norte, con Pereira; por el sur, con Circasia: por el occidente, con el departamento del Valle y los municipios de Quimbaya y Montenegro, y por el oriente, con Salento.
Límites detallados
Del punto denominado “Alto del Roble”, siguiendo el camino de Bolillos, hasta el arroyo Barbas; por éste abajo, límite con Pereira, hasta el saldo de la Arabia; de aquí una recta de travesía hacia el sur, límite con el departamento del Valle, hasta Pavas; de aquí una recta a los nacimientos del arroyo San Felipe; por éste abajo hasta ponerse al frente de la casa de Santiago Castillo; de aquí de travesía en línea recta, limite con Quimbaya, pasando por Las Delgaditas, al arroyo Buenavista; éste abajo hasta la desembocadura del arroyo Armenia; por éste arriba hasta ponerse al frente de la casa de Benjamín Marulanda; de aquí pasando por las partidas de La Española hasta caer al río Roble; por éste arriba hasta la desembocadura del arroyo Cruces; éste arriba hasta sus nacimientos; de aquí una recta al Alto del Roble, punto de partida.
Relieve del suelo
El suelo del municipio de Filandia es muy quebrado a causa de esta recostado sobre uno de los contrafuertes de la cordillera Central, y está encerrado por dos riachuelos: el de barbas y el de El Roble, que lo atraviesan de oriente a occidente, por el norte y el sur, respectivamente. Sólo se encuentra una peque meseta en la parte oriental del municipio.
Ríos
En el municipio no hay propiamente ríos, sino riachuelos, de los cuales los principales son: el Barbas, el Roble, el Bolillos, y los arroyos de Cruces, Socorro, Portachuelo, San José, y Armenia.
Clima
El clima del municipio es generalmente frío y muy sano; es sin duda el mejor de la hoya del Quindío. Tiene también tierras templadas en la parte baja u occidental.
Habitantes
El número aproximado de habitantes del municipio es de 12832, pertenecientes en su generalidad a la raza blanca y profesan la religión católica, apostólica, romana y hablan todos el castellano. Los negros son muy escasos.
Temperatura y distancias
La temperatura media del municipio es de 17º., la máxima, de 25º. y la mínima, de 14º. Dista de Bogotá 27 miriámetros 7 kilómetros, y de Manizales, 5 miriámetros 6 kilómetros.
Producciones naturales
Las empresas cafeteras, que son la principal industria de los habitantes, puede decirse que constituyen la riqueza del municipio, aunque también se cultiva en buena escala la caña de azúcar, el plátano, el maíz y toda clase de legumbres.
La industria pecuaria se ha desarrollado considerablemente y se encuentra grandes y hermosas dehesas de ganado vacuno.
Industria y Comercio
La industria manufacturera tiene algún desarrollo y suministra toda clase de herramientas para la agricultura, sillas de montar y calzados de muy buena calidad. Su comercio ha tomado notable impulso en los últimos años y está bien establecido con las ciudades de Manizales, Cali, Pereira y Armenia.
Filandia, la ciudad cabecera del Municipio, tiene 48 hectáreas de superficie y una población aproximada de 2500 habitantes. El progreso urbano ha tomado notable incremento, debido a la laboriosidad y energía de los vecinos. Posee buen templo parroquial, hospital, magnifico acueducto metálico, suficientes edificios para escuelas, un convento de madres betlemitas, excelentes edificios públicos y privados, buenas casas de comercio, dos plazas, la de mercado y la de ferias, puesta la servicio en el año de 1926, y un parque. Tiene, además, alumbrado eléctrico, juzgado de circuito y oficinas de notaria y registro, una trilladora de maíz y otra de café, destruida esta última por un reciente y pavoroso incendio.
Se cree que en los alrededores de la ciudad s encuentran ricas minas de oro y de hulla, que no han sido explotadas.
Vías de comunicación
Las únicas vías de comunicación que tiene el municipio son los caminos de herradura que lo unen con las ciudades vecinas de Pereira, Armenia y demás poblaciones del Quindío. Se proyecta la construcción de dos carreteras: una que unirá a Filandia con el ferrocarril Nacederos-Armenia, y la otra que empalmará con la carretera Pereira-Armenia.
RESEÑA HISTORICA DEL MUNICIPIO
DE FILANDIA
El territorio que hoy constituye el municipio de Filandia, está situado en uno de los contrafuertes de la cordillera Central de los Andes en un delicioso clima que tiene 17º. De temperatura media y 2066 metros de altura sobre el nivel del mar. Fue habitado antes de su fundación por algunas tribus indígenas, según se observa de las huellas que han dejado. Los indomables pijaos, que fueron los últimos, en su retirada de la región del Quindío, dieron la última batalla con los conquistadores españoles en el punto determinado Trincheras, cerca de La Balsa, hoy Alcalá, y que lleva es nombre porque allí se atrincheraron los indios, pues aún se ven señales de fosos que abrieron.
En los años anteriores a su fundación, Filandia figuró como fracción o corregimiento de Salento, con el nombre de Nudilleros. El municipio de Salento es uno de los más antiguos de la región del Quindío en el departamento de Caldas.
Fundación
La fundación de Filandia, hasta entonces Nudilleros, tuvo lugar el 20 de agosto de 1878. Felipe Meléndez le dio el nombre de Filandia, tomado del latín filius (hijo) y del inglés landia (Andes), es decir, “hijo de los Andes”. Frecuentemente se confunde este nombre con el de Finlandia, pis europeo.
Más de ciento dos individuos, encabezados por el doctor José Ramón López Sánz, Severo Gallego, Gabriel Montaño, Ramón Peláez, Felipe Meléndez, de los cuales algunos viven todavía, firmaron el acta en que se declaraba solemnemente la fundación, documento que debe reposar en alguna de las oficinas del Municipio de Salento, según se cree.
Primeros Colonos
Los primeros colonos que pisaron el territorio fueron antioqueños, a quienes el gobierno auxiliaba con dinero y herramientas.
Entre éstos figuraron unos Valencias que ocuparon en su orden a Portachuelo, El Roble y Pavas. Después, los cónyuges José María y Dolores García, quienes se situaron en lo que hoy es la plaza principal y salida para Salento.
El doctor Ignacio Londoño y su hermano don Pedro fueron los primeros que explotaron los terrenos denominaos La Española, y el señor Andrés Cardona, que aun existe, fue uno de los encargados para enviar peones a romper y explotar montañas.
Dice el señor Cardona que más de quinientos hombres guaquearon los terrenos donde está situado Montenegro, perteneciente entonces Filandia.
Municipio
En el año de 1892 se elevó a Filandia a la categoría de municipio, integrado por los corregimientos de Circasia y Montenegro, pero a poco tiempo fue eliminado. Más tarde, por la ordenanza 31 de 24 de julio de 1894 la Asamblea del Cauca volvió a crear el municipio, perteneciente a la provincia del Quindío, compuesto del corregimiento del mismo nombre, su cabecera, y de Circasia, segregándolos, respectivamente, de los municipios de Cartago y Salento. A Filandia perteneció también el territorio correspondiente al municipio de Quimbaya, conocido entonces con el nombre de corregimiento de Alejandría, hasta el año de 1922 en que por ordenanza 26, expedida por la Asamblea de Caldas, en dicho año. Lo erigió en municipio pues ya desde 1908 se había segregado del departamento del Cauca el distrito de Filandia, para integrar el departamento de Manizales, hoy Caldas. Según datos existentes en la oficina del Concejo Municipal, parece que Montenegro hozo parte de Filandia hasta el año de 1895.
Gobierno eclesiástico
Recientemente fundada la población de Filandia, se construyo una capilla, donde según crónicas, se dijo al primera misa por un padre Baena que, en viaje de Manizales a Bogotá, pasó por este lugar. Se dice que en dicha época se enviaba a Pereira a prestar cáliz para poder celebrar el augusto sacrificio
En el archivo parroquial sólo hay constancia de lo siguiente:
Al principio perteneció Filandia en lo eclesiástico, a la vicaria foránea de Santa Rosa de Cabal y después a la de Pereira. Desde 1884 fue viceparroquia de Salento.
Por decreto del ilustrísimo señor obispo, Gregorio Nacianceno Hoyos, de 22 de enero de 1905, se erigió en parroquia a Filandia, y el 17 de mayo de 1915, por decreto del mismo ilustrísimo señor Hoyos, fue elevada dicha parroquia a la categoría de vicaría foránea. Al presbítero señor Francisco de P. Montoya le tocó ser primer vicario.
En los años de 1884 a 1889 fue cura párroco el presbítero señor Ismael valencia.
Desde 1889 hasta 1895 ejerció el curato el presbítero señor José Ignacio Pineda.
Desde enero de 1895 a julio del mismo año, el mismo presbítero señor Valencia, quien actualmente viven en la ciudad de Armenia, ciego y en extremada pobreza.
De Julio a septiembre de 1895, el mencionado señor presbítero José Ignacio Pineda, quien murió en una de las poblaciones de Antioquia. Fue el padre pineda de carácter ardiente, activo y enérgico y se distinguió por su heroísmo como capellán del ejército en la guerra civil de 1899 a 1902 y fue hecho prisionero en el combate de Aguadulce en Panamá. Cuentan que a pesar de lo selvático d esta región y de lo intransitable de sus caminos, andaba en su bestia con tal velocidad y destreza, que nadie lo igualaba. En la población del Santuario (Antioquía) nació este ministro del Señor.
En septiembre de 1895 ejercio el curato por ultima vez,el citado presbítero señor Valencia.
De octubre de 1895 al año de 1901 fue cura el presbítero señor Jesús María Restrepo, sacerdote meritorio por sus virtudes, Falleció en el hospital de Guayaquil (Ecuador), a donde fue, según se refiere, con el fin de ingresar en una de las comunidades religiosas.
El presbítero señor Restrepo inició los trabajos del templo y casa cural existentes hoy.
En octubre de 1901 empezó a ejercer el curato el presbítero señor Francisco de P. Montoya y duró hasta mayo de 1923. El Padre Montoya, actualmente cura excusador de Pácora y oriundo de Jericó (Antioquía), se distinguió por sus virtudes y por su amor al progreso. A él le tocó la continuación de los trabajos del templo y casa cural, comenzados por el mencionado presbítero señor Restrepo, y además, puso todo su esmero en traer la al parroquia, como en efecto sucedió, la comunidad de religiosas betlemitas para regentar la escuela de niñas, hecho que tuvo lugar en el año de 1907, previa la construcción del edificio que había de servir para la enseñanza. También llevó hasta us terminación el hospital de caridad de San Vicente de Paúl existente en el municipio.
Desde el año de 1923 hasta 1926 fue cura el presbítero señor Gonzalo Álvarez, oriundo de Neira. El padre Álvarez fue generalmente estimado por sus feligreses, y progresista. Emprendió con tesón la reforma de la torre del templo y el mejoramiento del cementerio. Hoy ha fijado su residencia en Santa Rosa de Cabal.
El 7 de septiembre de 1926 vino a ejercer el curato el presbítero Salomón Castaño y lo ejerce actualmente con el carácter de vicario foráneo. El presbítero señor Castaño es natural de Pereira. Se ha distinguido por sus acrisoladas virtudes, por su elocuencia y energía de carácter para combatir el vicio, y por su espíritu progresista. Con desmedido empeño ha emprendió la completa refección del templo. Esta obra tiene la particularidad d haberse levantado sobre veinte columnas cilíndricas de madera de barcino, que tienen cuarenta centímetros de diámetro, aproximadamente. Prueba evidente de la feracidad de las tierras de la región del Quindío, sobre todo, en los primitivos tiempos.
En cuanto a ornamentación, el presbítero señor Castaño no ha omitido esfuerzos para la consecución de los mejores ornamentos y ha hecho traer, contando con el apoyo de los feligreses, hermosas imágenes de Europa, descollando entre ellas la de la Santísima Trinidad, que puede decirse es una de las maravillas del arte.
Como coadjutores han figurado los siguientes:
El presbítero señor Francisco Restrepo, en la actualidad cura párroco de Belalcázar.
Vino después el presbítero señor José F. López, capellán actualmente de San Juan de Dios en Manizales. Sucedióle el presbítero señor Joaquín Pablo Londoño, hoy cura párroco de Yalí (Antioquía) , y por ultimo, el presbítero señor Marco A. Duque, oriundo de Aránzazu, quien vino a parroquia en el año de 1914, y en sus varios años de ministerio ha dado a conocer su gran celo y escrupulosidad por la salvación de las almas. Hoy desempeña en la parroquia el cargo de capellán de las madres betlemitas.
Apuntes históricos
El terreno para edificar el templo y la casa cural lo regaló la señora Dolores García, nombrada la principio entre los colonos.
El terreno para el cementerio fue donado por el señor Gregorio Arango (a. Sordo).
Las primeras campanas las regaló el señor Gerardo Jaramillo con el producto de un inocente juego de gallos, muy distinto del de riñas. Una de dichas campanas se envió a Circasia.
Las campanas existentes fueron donadas por los señores Norberto Ospina (a. casfú) y Victoriano Arias. Estos sacaron una gran guaca en la Soledad (varias arrobas de oro). Tal hallazgo los obligó a desprenderse de una pequeña parte en beneficio de la iglesia. Las campanas las fabricaron en Buga, para lo cual se destinaron tres libras de oro.
El Reloj que hoy existe en la torre del templo, lo compró con las dadivas de los feligreses, el presbítero señor Jesús M. Restrepo. La campana del reloj se fundió en un incendio ocurrido en una bodega o caserillo llamado San José, ceca a Buenaventura, a consecuencia de un combate que allí hubo en la última guerra civil, época en que era traído dicho reloj a la parroquia.
Un cuadro antiguo de la Santísima Trinidad fue traído de la Balsa (Alcalá), lo mismo que una pila para agua bendita. Dicho cuadro, se dice era español, fue hallado en un rancho abandonado, ceca de Alcalá. El que actualmente se venera en la iglesia parroquial, fue tomado de aquél por los señores Milciades Valencia y Jesús María Palomino, con bastante perfección.
La primera custodia fue regalada por los señores Luis Ceballos y Rosa de Jaramillo, accionistas de la guaca hallada en La Soledad.
La primera visita episcopal la practicó en la parroquia el ilustrísimo señor Juan E. Ortiz, obispo de Popayán y los primeros misioneros que vinieron a ella fueron los R.R. Padres Franciscanos Bernardino Arana y Juan, cuyo apellido se ignora.
La cruz de la misión, con las insignias de la pasión, es la que actualmente se contempla en la iglesia y fue construida por los señores José María y Jesús A. Benjumea, y pintada por el señor Milciades Valencia.
El presbítero señor Jesús M. Restrepo trajo el primer melodio, que es el mismo que hoy existe. En los primeros años se acmompañaba en el coro con instrumentos de cuerda.
Fue primer sacristán el señor Cipriano Loaiza y primer corista, el señor Tomás Hurtado.
Gobierno Civil
Corregidores
Sólo se sabe que después de la fundación fue primer corregidor el señor Rafael Carvajal y el último, el señor Rafael Ramírez.
Alcaldes
En el año de 1894 en que se elevo Filandia a la categoría de distrito, fue primer alcalde el señor Rafael Ramírez, último corregidor anotado antes.
Entre los varios alcaldes que se han sucedió, unos han dejado huellas del celo que tuvieron en el cumplimiento de su deber, y otros quizá pasaron desapercibidos.
Hoy es alcalde del municipio el señor Rafael A. Heredia y secretario el señor Fernando Villegas.
El distrito no tienen ningún corregimiento, pues Quimbaya que era el único, fue erigido en municipio, como antes de dijo.
En el año de 1925 se creó una inspección de policía, que funcionó el barrio occidente de la ciudad y fue de corta duración. Actuó como inspector el señor Desiderio Mesa y como secretario el señor Luis E Echeverri.
La alcaldía dispone de siete policías departamentales y siete municipales, comandados por un sargento, y varios policías auxiliares que prestan sus servicios ad-honorem en las distintas fracciones.
Concejo Municipal
En el archivo de la ofician del Concejo hay constancia de que en el año de 1894, fecha de la creación del municipio, fue primer presidente de la municipalidad el señor Dionisio Jaramillo. En la actualidad ejerce este cargo el señor Antonio Vallejo y es secretario el señor Marco T. Aguirre.
Interminable sería detallar la actuación de cada uno de los concejos que han existido y sólo no limitamos a decir que algunos de ellos han dejado vestigios de probidad y progreso, hechos que pregonan las obras publicas existentes y las iniciadas en los últimos años. En cambio, otros Concejos pasaron silenciosamente su periodo.
Presupuesto de Rentas
Desde los primeros años de vida municipal los concejos han trabajado con ahincó por sostener el equilibrio de los presupuestos que han aumentado fabulosamente año por año. El presupuesto de rentas en el año de 1927, ascendió a la cantidad de 40.000 y en el presente año a 59.000.
Habitantes
La población de Filandia cuenta hoy con un total aproximado de 12832 habitantes y profesan todos la religión católica.
Los hombres de trabajo son laboriosos y emprendedores. El comercio, la agricultura, sobre todo el cultivo del café y la ganadería, han tenido grandísimo impulso en la época actual y parce que el municipio esté llamado a desempeñar papel muy importante en los destinos de la nación, si sigue en ebullición el entusiasmo de sus moradores.
Personería Municipal
Aparece como primer personero el señor Manuel Londoño en los comienzos de la vida distrital. Algunos de sus sucesores han trabajado con marcado interés por el progreso material del municipio. En cambio, otros han permanecido inactivos.
El actual personero es el señor Rafael Patiño, quien apenas ha empezado su periodo. Debido a la penuria en que se halla hoy el tesoro municipal, el señor Patino ha encontrado serias dificultades para la continuación de las obras publicas. Se tiene confianza en que con la recaudación de los varios impuestos, se podrán intensificar tales obras y llevarlas hasta su terminación.
Existe también en la ciudad una junta de ornato y embellecimiento, encargada de acuerdo con el personero municipal, de propender por todas aquellas obras que luzcan por su importancia y que den un aspecto verdaderamente estético a la ciudad.
Poder Judicial
Filandia perteneció en lo judicial primeramente a Cartago, la capital de la provincia del Quindío, en el departamento del Cauca, hasta el año de 1905. De este año en adelante al circuito de Armenia hasta el año de 1925.
Juzgado Municipal
A principios del año de 1895 aparece en el archivo del Concejo Municipal una nota por la cual se nombra Juez municipal al señor José I Sanz; ése no acepto y se nombro en su remplazo al señor Raimundo Jaramillo. Declarado insubsistente este nombramiento, se designo para juez al señor Juan Gregorio Benítez; pero en junio de dicho año funciono con tal cargo el señor Julián Martínez y como secretario el señor Antonio J López V.
En la actualidad desempeña la judicatura el señor Jesús A. López y la secretaría el señor Olimpo Rodríguez, a quien toco ser juez en época anterior, cargo que ejerció con toda competencia. Nos es desconocida la actuación de los demás jueces, pero creemos que haya sido de absoluta honradez.
Juzgado del Circuito
Por ley 58 de 1925 el congreso nacional creo el circuito judicial de Filandia, integrado con el municipio de Circasia.
Por esta creación se trabajo frenéticamente desde el año de 1918, para cuyo efecto tuvo que hacer el municipio grandes erogaciones.
El 15 de febrero de 1926 se instalo pomposamente el juzgado, siendo el prime juez doctor Benjamín Vallejo, quien duro hasta el 17 de junio del mismo año. Lo acompaño como secretario el señor Jesús M Heredia. A la instalación concurrieron delegados de las poblaciones vecinas.
De junio de 1926 a 30 de junio de 1927 actuó como juez suplente el señor Jesús M. Heredia y como secretario, el señor Pedro J Naranjo.
El 1º. De julio de 1927 se hizo cargo del juzgado el doctor Libardo Correa y nombro secretario al señor Tulio M Cortés. El doctor Correa ejerció hasta el 12 de diciembre de dicho año. Su sucesor, doctor Norberto Ossa, es hoy titular y tiene como secretario al señor Pedro J. Naranjo.
El actual juez, doctor Ossa y los demás jueces que han pasado por al oficina del juzgado, así como sus secretarios, han marcad o brillante etapa en el camino de la justicia, distinguiéndose por su honradez y competencia.
Este juzgado funciona en la casa consistorial del municipio, pues a pesar de que el gobierno compró el terreno apropiado para edificar la oficina y cárcel de circuito, parece que ningún paso se ha dado para llevar a la práctica tales obras.
Instrucción Pública
Este importante ramo ha marchado con buen éxito en el municipio, no obstante las muchas dificultades con que se tropieza en las labores escolares.
Los primeros maestros que hubo en Filandia en la época de su fundación, fueron los señores Emiliano Botero y Emiliana Jaramillo esposa de José J. Gutiérrez. Figuran también en dicha época los señores Milciades Valencia y Belarmina Mejía.
Escuela Urbana de niñas
Fue primera maestra oficial de esta escuela la señora Rosario Restrepo, esposa del señor Jorge Villegas=
Desde el año de 1907 se hicieron cargo de ella las R.R. madres betlemitas, traídas por influencia del presbítero señor Francisco de P. Montoya.
La primera superiora en dicho año fue la R. madre Agustina, española, siendo entonces superiora general de la comunidad en Colombia la R. Madres Luisa Salinas.
Este plantel, que cuenta con internado, ha sido uno de los mejores, puesto que las alumnas reciben esmerada educación cristiana, Su fama se ha extendido por todos los pueblos del departamento y de los ms inmediatos vienen señoritas a recibir la enseñanza de las madres.
Con una escuela infantil privada, establecida por las R.R. madrees, la matricula excede de trescientas alumnas en esta escuela.
Hoy es superiora la R. madre María Carolina y tiene como seccionales a las madres Margarita María, Rosalía, Lucia, Isabel, Cornelia, Guadalupe y Francisca.
Este establecimiento, semillero de virtudes y de donde han salido las maestras que regentan las escuelas rurales, es una de las glorias que enorgullecen a los habitantes de Filandia.
El local en que funciona esta escuela, fue derribado por un huracán, cuando empezó a construirse y mas tarde un incendio destruyó gran parte de él, por lo cual hubo de reedificarse, Es amplio y actualmente se le hacen reformas a estilo moderno. Tiene, además, una capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, que brilla por su aseo y ornamentación. En ella se venera una hermosa imagen del milagroso Niño Jesús de Praga, como el tesoro más valioso que poseen las betlemitas.
Escuela Urbana de varones
Los primeros maestros de Filandia desde el principio de su vida municipal, fueron los señores Carlos Hoyos y Víctor Fernández,. Entre la multitud de sucesores de estos, muchos ha habido ilustres por sus cualidades morales y pedagógicas que han honrado el magisterio.
En la actualidad regentan la escuela los señores Cornelio Moreno, como director, desde el año de 1923, y como seccionales, Eufrasio y Félix Henao, Antonio J. Cárdenas, Benigno A. Marín y Rómulo Morales.
De esta escuela han salido alumnos que han hecho carrera en distintas ramos del saber, y muchos otros hacen estudios secundarios en Bogotá, Manizales, Popayán y Santa Rosa de Cabal.
La matricula en los últimos años se ha acercado a trescientos alumnos y funciona a escuela en dos locales distintos.
Ha habido en el municipio en épocas diferentes algunos colegios de carácter privado, y fue director del primero el señor Gerardo Valencia, que más tarde fue presbítero y falleció hace poco tiempo. Puede decirse que ellos contribuyeron benéficamente a la educación popular.
Escuelas rurales
Las escuelas de esta clase han sido poco numerosas. Hoy cuenta el municipio con siete escuelas rurales alternadas en las fracciones de El Paraíso, La Mesa, Bambuco, Pativilca, el Vigilante, La Cauchera y La India, de las cuales son directoras, respetuosamente, la señora Juana M. Serna y señoritas Ana M. Serna, Pastora Gracia, Ofelia Hurtado, Adela Martínez, Rosalbina Ramírez y Manuela Betancur.
Existen también dos rurales privadas, una en La Arabia, clausurada recientemente por el gobierno, cuando era oficial, y otra en La Castalia. A esta última se le dio hace pocos días el carácter de pública.
En estas escuelas hay aproximadamente quinientos cuarenta alumnos matriculados.
Los maestros tienen como inmediatos superiores un inspector local, que es actualmente el señor Leopoldo López, u una junta escolar representada por los señores presbítero Salomón Castaño, presidente; el inspector local nombrado, Pedro J. Londoño, adjunto, y los señores presidente del concejo y alcalde municipal.
Los maestros de Filandia afrontan una situación bastante precaria, debido a lo reducido de los sueldos que devengan. A pesar de las insistentes y continuas solicitudes hechas a distintas entidades, las escuelas del distrito no han sido colocadas en la categoría que les corresponde.
Entre sus hijos tiene Filandia a los señores Miguel García y Arturo Flórez, quienes recibieron grado de maestro en la escuela normal de institutores de Manizales y son honra del magisterio caldense.
Hombres notables nacidos en Filandia
Entre los hombres notables por su ilustración y talentos y por sus virtudes cívicas figuran los siguientes:
Dr. Tulio Suarez, actual secretario de Gobierno de Caldas, que ha sido representante al congreso.
D. Arturo Suarez, novelista, hermano del anterior.
Dr. José M. Villegas, ex secretario de hacienda del departamento de Caldas.
Dr. Roberto Restrepo, medico de fama, quien ha hecho estudios en los principales centros de Europa y Estados Unidos.´
Dr. Gerardo Restrepo, ingeniero de prestigio, hermano del anterior, y que ha sido interventor del ferrocarril de Caldas.
Dr. Rogelio Restrepo, odontólogo, hermano de los anteriores, quien tiene su gabinete en Manizales.
Presbítero señor Rafael Herrera y Dávila, sacerdote ejemplar.
Dr. José Manuel Hincapié, ingeniero de alto vuelo, quien actualmente ejerce su profesión en la república de Panamá.
También ha dado Filandia varios religiosos, hermanos Maristas, hermanas Vicentinas y madres Betlemitas, pudiéndose citar entre los primeros a los hermanos León Antonio y Ramón María, conocidos en el mundo con los nombres de Jesús A. Cardona y José R. García, respectivamente, y como hermanas vicentinas a Sor Inés y Sor Matilde, conocidas con los nombres de Piedad y Teresa Gutiérrez, hijas de los señores Jesús María Gutiérrez y Rita Botero.
No se sabe con exactitud cuales pertenecen a la comunidad de madres Betlemitas.
Filandia debe sentirse orgullosa por haber sido la cuna de esta falange de hombres ilustres y de vírgenes castas con que plugo a Dios enriquecer su suelo, como un dón precioso concedido a la virtud y a la invencible constancia de sus felices progenitores en la lucha por la prosperidad de la religión y de la patria.
Instituciones de beneficencia
Sólo existe un hospital de caridad, denominado de San Vicente de Paul, cuya fundación se debe al presbítero señor Jesús M. Restrepo y mejorado después notablemente por el presbítero señor Francisco de P. Montoya. El edificio es cómodo y de buenas condiciones higiénicas. Puede decirse que dispone de buenas rentas.
Dirige el hospital como enfermera, la señora Rosa Ramírez. Su fundación tuvo lugar antes del año de 1914 y fue primer administrador el señor Ángel M. Martínez, de grata memoria para los finlandeses. Organizado formalmente este asilo, se hizo cargo de él, como síndico, el señor Juan de D. Martínez, hasta el año de 1922 que le sucedió su hermano José Manuel. Actualmente es síndico el culto ciudadano señor Julio Fernández, recientemente posesionado de tal cargo.
Oficina de estadística
Este ramo se inicio en año de 1916 y estuvo a cargo del señor Argemiro Valencia y Ospina, como oficial. En 1920 fue director subalterno el señor Julio A. Guimand, y en la actualidad es jefe de esta oficina el señor Julio Fernández, ya nombrado como sindico del hospital y sucesor del señor Luis C. Zuluaga.
No se conoce la organización que tenga esta oficina cuya importancia no se oculta la buen criterio. El señor Fernández se propone reorganizarla convenientemente y entonces se podrá palpar su verdadero mérito.
Periódicos publicados en la ciudad
La prensa ha tenido también sus representantes, que han hecho vibrar su voz periodística con las siguientes publicaciones: “Pluma Libre”, “El Imparcial”, “El Aviador” y “La Lucha”, dirigidos, respectivamente, por los señores Marco T. Aguirre, Julio Guimand, J. Dubán Córdoba y Francisco E. Quintero.
La primera y única imprenta que hubo en la ciudad, la trajo el señor Julio Botero y se le conoció con el nombre de Tipografía Sucre.
Otros ramos de la administración
Tesorería municipal d rentas
Fue primer tesorero el señor Antonio Vargas, Después figuraron los señores Jesús M. Obando, Santiago Echeverri y Pedro M. Londoño. No se tiene conocimiento de otros tesoreros en esa época.
Muchos de los encargados de esta ofician dieron muestras de honradez. Hoy desempeña este cargo el señor Manuel Benjumea D., distinguiéndose por su probidad y exactitud en el cumplimiento de su deber.
Recaudación de hacienda nacional
Esta oficina, lo mismo que la de correos, estuvieron anexas a la telegrafía en los primeros años; y ya en 1919 figura como recaudador el señor Luis Guimand. En la actualidad desempeña este puesto el señor Simón J. Echeverri.
Administración de correos
Aparece como primer administrador de correos el señor Enrique Guimand, después de la creación del municipio y hoy está la oficina a cargo del señor José M. Benjumea D.
Oficina telegráfica.
La oficina de telégrafos se instaló en el año de 1892 y fue primer telegrafista el señor Lucas Ocampo, aunque otros afirman que fue el señor Julio Guimand. Hoy desempeña este puesto el señor Ernesto Ospina.
Notaria del Circuito
Desde el año de 1895 ejerció las funciones de notario el secretario del concejo municipal.
La primera escritura se otorgó ante el secretario del concejo, señor Eleuterio Trujillo, el 16 de junio de 1895. Por dicha escritura vendió el señor Rafael parra al presbítero doctor José Ignacio Pineda un terreno en Los Mesones. Pertenecía entonces Filandia al circuito del Quindío.
Ejercieron también como notarios los señores Francisco A. Robledo G., Andifacio Toro, Jerónimo Aguirre, José M. Gonzales y Santiago Echeverri, como secretarios del concejo, sucesivamente.
Se creó el circuito de notaria en el año de 1911 y fue nombrado primer notario el señor Félix Mejía, quien ha sido reelegido sin interrupción en todos los períodos hasta hoy. En tal época perteneció Filandia a la provincia de Pereira hasta el año de 1919 en que fueron eliminadas las prefecturas.
El notario, señor Mejía, es de carácter afable y goza de general simpatía.
Oficina de registro
En los primeros años el registro de las escrituras se hacía en Cartago y luego en Armenia hasta el año de 1915 en que se creó la oficina de registro en este municipio.
Fue primer registrador el señor Antonio Ramírez. El 13 de mayo de 1915 se registro la primera escritura.
Es actual registrador el señor José Jesús Benjumea, de afable trato en el desempeño de su cargo.
Junta Especial de Caminos
Hasta el año de 1927 funcionó la junta especial de caminos, encargada por el gobierno del departamento de sostener y mejorar los caminos, Los últimos miembros de dicha junta en este municipio fueron los señores Pedro J Londoño, Leopoldo López y Rafael Patiño, presidente, vicepresidente y secretario, respectivamente. Estas juntas fueron suprimidas en el citado año.
Vías de comunicación
Fijada el área de la población, se dio principio a la apertura de caminos para facilitar la salida a las fincas rurales y a las vecinas poblaciones. Tocó a la férrea mano de los primeros colonos antioqueños esta magna empresa. Entre estos figuran Tomás Valencia y otros de igual apellido, José María García, Juan de D. Blandón, Ramón Peláez, Mariano Vargas, Juan E. Parra, Jesus Osorio y muchos otros.
El primer juez poblador fue Ramón López, de Cartago, hermano del doctor Jesús López.
La plaza fue trazada por el señor José María Serna de Cartago.
El camino que parte para Cartago lo abrieron Remigio Blandón y sus hermanos, y el que conduce a la India, José León, ya finado y Antonio Moreno, éste último, dueño en ese tiempo de la salina de La Arabia.
El antiguo camino nacional que partiendo de la ciudad de Ibagué y pasando por esta cabecera va a Cartago, fue abierto por el batallón Pichincha y actuó como Ingeniero un capitán Ponce.
A este batallón le correspondió el arreglo de la calle occidental que partiendo de la esquina suroeste de la plaza, donde está uno de los edificios de la escuela de varones, sigue hacia Cartago. Por tal motivo, dicha calle llevó en un tiempo el nombre de Pichincha, nombre que debió conservar en recuerdo de la batalla; que en dicho lugar se dio en la magna guerra.
Hoy, las vías de comunicación que tiene el municipio, son los intransitables caminos de herradura que lo unen con Pereira, Armenia, Calarcá, Quimbaya, y Alcalá. En el invierno, que es casi permanente, se hace difícil la salida de la población.
Los finlandeses han solicitado insistentemente el apoyo del gobierno para mejorar tales vías, pero a pesar de todo, la ciudad se ve casi aislada por la carencia de puentes y caminos para poder comunicarse con los pueblos aledaños.
Actualmente se tiene el proyecto de construir una o dos carreteras para unir el municipio con algunas de las estaciones del ferrocarril Nacederos-Armenia. Con tal fin ha venido una comisión de ingenieros a estudiar la vía más aparente para el trazado.
La realización de tal obra será la redención de Filandia.
Producciones – Comercio.
El territorio de Filandia es muy rico en los tres reinos de la naturaleza, especialmente en el vegetal y animal. En cuanto a la riqueza mineral, sobre todo en metales preciosos, se sabe que es imponderable en el suelo colombiano, pero inexplotada aún en muchas regiones.
El reino vegetal cuenta con toda clase de cereales, árboles propios para el aserrío, arbustos que, como el cafeto, proporcionan lo necesario para la vida de la mayoría de los habitantes.
En lo que se refiere el reino animal, en la época de la fundación se encontraban fieras como el león, tigre, oso y gran variedad de serpientes. Todavía se encuentran de estos animales, especialmente serpientes.
Se refieren los siguientes hechos curiosos:
Hubo tigre que en la noche penetrara a las casas, que carecían de puertas, y sacaban a los perros guardianes que dormían debajo de las camas que servían de lecho a sus amos. Esto sucedió en el sitio que hoy es plaza de ferias y sus cercanías. Los terribles felinos no respetaban la tranquilidad del hogar domestico, siendo mayor la impavidez de sus habitantes.
El primer tigre fue cogido por los señores Mariano Vargas e hijos y Juan Blandón; para lo cual fabricaron una trampa, en el punto que por esta razón se llama “Trampa del tigre”. Para esta cacería pusieron en la trampa un cerdo pequeño que sirviese de carnada, pero receloso el tigre de caer en ella, estuvo rodeándola por espacio de seis u ocho meses hasta que al fin cayo en la red.
Larga sería la relación de cuanto ocurrió en aquel tiempo en que se luchaba con toda clase de escollos.
Tocante al reino mineral, existe la creencia bien fundada de que hay en el territorio minas de oro y carbón de piedra (hulla), sin que nadie se halla preocupado con entusiasmo por explotarlas.
El comercio, que en los primeros años marcho lentamente, ha alcanzado hoy intenso desarrollo.
Al progreso material ha contribuido visiblemente la Sociedad urbanizadora, establecida en el municipio en el año de 1926, que ha impulsado notablemente la construcción de modernos edificios.
Puede decirse que en los seis últimos años, Filandia ha llegado a un grado máximo de civilización, pudiendo competir con importantes ciudades del departamento.
Costumbres de los primeros Habitantes
En lo que se refiere a costumbres de los primitivos habitantes sólo se sabe que en el vestir eran sencillos: Los hombres usaban pantalón de manta y saco de dril, guarniel y ruana, y las mujeres, falda de fula, pañolón de vistosos colores y hábitos de gran tamaño. El calzado era casi desconocido y muy tarde fue entrando en uso. Las comidas eran a estilo antioqueño: a las seis de la mañana se tomaba el desayuno, consistente en buena cantidad de chocolate, mezclado con maíz y acompañado de una enorme arepa de este cereal, pelado; a la hora del almuerzo, nueve de la mañana se tomaba un gran plato de zancocho, que llevaba carne de vaca, cerdo, guagua y otros animales monteses. A las doce del día se servía una enorme totuma de mazamorra, mezclada con leche si la había y un cuarto de panela; a las dos de la tarde, hora señalada para la comida, se tomaba un gran plato de frisoles con lonjas de tocino y luego un buen mate de mazamorra. Se bailaba con frecuencia a los compas de música de curdas y se entonaba de cuando en vez canticos populares. A las nueve de la noche, después de cenar, se rezaba el rosario y a continuación se entregaban al sueño. A la mañana siguiente y antes de que el sol lanzara sus primeros rayos, se empuñaban los instrumentos de labranza y se marchaba al trabajo que dignifica y engrandece al hombre. Así paso la vida de los intrépidos habitantes de Filandia en sus primeros años.
Hechos diversos
Por datos fidedignos se sabe que los primeros que trabajaron en la construcción del templo y de la cárcel y en el arreglo de la plaza, fueron los señores Mariano Vargas e hijos y Rafael Carbajal.
Las primeras casas que se construyeron en la plaza pertenecieron a los señores José M. García, Rafael Naranjo, Rafael Carvajal, Rafael parra y Ángel M. Martínez y la primera de balcón la hizo en la calle real el señor Carlos Franco, en el mismo lugar en donde hoy se halla la del señor Simón J Echeverri.
Los primeros introductores de mercancías fueron los señores Demetrio Salazar y Sotero Suarez.
El primer matancero fue Manuel Piedrahita.
Primer medico, el señor José M. González, dueño de la primera botica.
El primer asesinato se perpetro en la persona de José M. García, citado ya, y fue autor del delito Alberto Echeverri; éste le dio varios peinillazos en su misma casa (la de García situada en la plaza), donde se verificaba un baile en celebración del primer mercado que tuvo lugar un día sábado.
También se dio muerte violenta a Pedro Ruiz, posteriormente, crimen ejecutado en la calle Real por Jesús A. Palacio.
Los primeros artesanos que se conocieron, fueron los siguientes:
Rosendo García, músico de cuerdas.
Ángel M. Martínez, sastre.
Eusebio Patiño, carpintero.
Tomás Gutiérrez, dentista.
Ezequiel Restrepo, talabartero.
Atanasio Arias, Cerrajero.
Profesiones y oficios
Los primeros que ejercieron la abogacía fueron los señores Emiliano Botero y Jesús M. Obando.
Se conoció como primer aserrador a Valerio Gómez.
Aparecen como primeros asentista de la renta de licores los señores Lino Jaramillo, Felipe Arcila y Juan C. Delgado.
Como primera panadera, Victoriana Cardona y como primera hotelera, la señora Silveria Ospina.
Fue dueño de la primera fábrica de velas el señor Manuel Piedrahita.
El señor Demetrio Salazar puso la primera tienda de abarrote.
Figura como dueño de la primera empresa cafetera, el señor Baldomero Quintero; después los señores Pedro Duque y Jesús Correa.
En el punto del Socorro montó la primera estufa, el señor Jesús M. Hernández y otros compañeros, por los años de 1916 a 1917. Fue vendida al señor Rafael Jenaro Mejía y a poco tiempo la destruyó un incendio. El señor Mejía hizo construir después la que hoy existe.
Los primeros que trajeron a la espalda sal de La Arabia (fracción) para vender, fueron Ramón Sánchez y su esposa.
Merecen también mencionarse los siguientes sucesos:
En el paraje de La Julia, en época remota, los conyugues Nepomuceno Carvajal y Dolores Arbeláez, Tobías Carvajal, hermano del primero, y su esposa, dejaron cierta noche dormidos en su casa tres niños solos, y al volver los hallaron convertidos en ceniza, por causa de un incendio producido por una luz.
Los primeros elefanciacos que se conocieron, fueron Tomás Gutiérrez y sus hermanos que vinieron de la aldea de María.
Trajeron las primeras recuas de bueyes y de mulas, los señores Rafael Naranjo e hijos y Jesús Giraldo.
El cementerio lo bendijo un padre García, párroco de Salento.
El primer asalto a la población lo hicieron los guerrilleros que vinieron de Montenegro comandados por un coronel Echeverri, en la guerra de 1899. Esta guerrilla dio muerte a los conservadores Toto Serna y un Correa. Era alcalde municipal en esa época, el señor José Arias, que aún vive.
Juan Emilio parra y Tomás Hurtado fueron los primeros que vendieron terrenos al municipio.
La planta eléctrica que actualmente existe, la hizo construir el señor Rafael Jenaro Mejía en el año de 1917. El municipio le concedió el privilegio para explotarla por diez años. Hoy pertenece a otra compañía.
El acueducto metálico de propiedad del distrito fue construido en el año de 1917. Es de los mejores que se conocen en la región del Quindío.
La Primera banda de músicos en los tiempos primitivos, fue la de los señores Britos y su director, el señor Antonio Brito.
Los habitantes de Filandia profesan mucho amor a la música y son muy aficionados al baile. El lujo que hoy se tiene para vestir, forma vivo contraste con la sencillez de la época de fundación.
Hoy existe la mejor de las bandas de música, con un magnifico instrumental, Es director de ella el señor Agustín Villamarin, maestro de fama y de gran merito artístico, que ha arrancado aplausos en donde quiera que ha hecho sentir los acordes emocionantes del sublime arte.
Tuvo el señor Villamarin, como antecesor muy distinguido al señor Lucio Suárez, cuya vida se extinguió, dejando imperecedero recuerdo en todos los finlandeses.
Hechos que resaltan
Se faltaría a la justicia si dejara de consagrarse un recuerdo a la memoria de un hombre, no ilustre por su saber, pero si grande en virtudes delante de Dios, único fin que debemos perseguir.
Este distinguido varón fue el señor Ángel M. Martínez, honra y prez de la sociedad de Filandia.
Con ilimitada filantropía dedicada los mejores años de su vida a remediar las necesidades de los pobres y de los enfermos, con generosas dadivas, aunque para ello tuviera que desasirse de sus propios vestidos y del pan adquirido para el abastecimiento de su hogar. En una palabra, fue el apóstol de la caridad que a su paso por el mundo, dejo para la historia de su pueblo una página de gloria y un ejemplo digno de imitarse.
Filandia Agosto 20 de 1928
DATOS ESTADISTICO
El número total de habitantes en 1918 fue de 12832
El nuero total de hectáreas del Mpio. Es de 9021
Distribuidas así:
En micay 3157
En pasto común 1373
En montes y rastrojos 2553
En café 1408
En cultivos varios 482
En área de población 48
El valor de las propiedades urbanas y rurales, asciende a 2.900.000.00
El valor de las propiedades municipales asciende a 120.000.00
El número de árboles de café es de 1.407.600
La producción anual de café computando a 2 y media libras por árbol es de 140.760 arrobas anuales.
El número de cabezas de ganado mayor es de 6000
El consumo del mismo, en los últimos años es el siguiente:
1918 GANADO MAYOR 1011 GANADO MENOR 841
1919 “ “ 1504 “ “ 1777
1920 1365 2006
1921 1209 2089
1922 1373 2106
1923 1402 21831924 1490 1077
1925 1524 1197
1926 1541 1242
1927 1446 1314
PRESUPUESTO
1920 18.000.00
1923 25.000.00
1927 39.000.00
1928 58.000.00
Se encuentran en el municipio: Una trilladora de café, una de maíz, tres fabricas de jabón, tres de velas, una de café, cuatrocientas treinta y seis (436) despulpadoras de café y siete ingenios de caña, movidos por fuerza animal.
A la memoria de los fundadores
1878-1928
Tipografía y Papelería “Los Andes”, Jaramillo Hermanos y Cía. Manizales.
“El presente opúsculo, que dedico a la memoria de los fundadores de Filandia, como sincero homenaje de admiración, en el quincuagésimo aniversario de su fundación, ha sido elaborado consultando los archivos de las oficinas
del municipio y acopiando otros datos por medio de reportajes hechos a personas que, por haber sido casi contemporáneos con los hombres de aquella época, merecen toda confianza por su veracidad y honradez.
¡Gloria a los invictos luchadores que con su abnegación e intrepidez contribuyeron eficientemente al engrandecimiento y prosperidad de la patria!
Cornelio Moreno.
A MANERA DE PROEMIO
La lectura de este opúsculo me sugirió una idea bastante clara del acendrado amor que su autor profesa a Filandia.
Ninguno de los hijos dela Hija de los andes a escrito una pagina que recuerde su origen, sus costumbres y sus fastos notables. Solamente el señor Moreno, ardiendo en patriotismo gratuito escribió de manera completa y agradable, los mejores capítulos de la historia de Filandia.
Para escribir sobre determinada localidad, se debe tener dentro del alma encendido amor por la patria chica, por que sin él es imposible consagrar siquiera una palabra de patrio afecto a aquellos lugares que debido a su corta edad o al medio en que viven, no han podido agitar el gonfalón tan alto que puedan percibirlo los centinelas de la historia.
Es el señor Moreno en vista de la inaplazable necesidad de una obra, como la suya, para Filandia, emprendido la tarea de prepararla a fin de llenar el vacío que otros no habían pretendido llenar. No está vinculado a este suelo por lazos de nacimiento, solamente lo une a el él vinculo que voluntariamente sale de corazón. Y ahora en el quincuagésimo aniversario de su fundación, o por mejor decir en sus bodas de oro, ha querido agasajarla, refiriendo a sus laboriosos habitantes la modesta pero valiosa historia de sus cincuenta años corridos.
No tiene la obra las proporciones que hallamos en aquellos relatos que abarcan todos los acontecimientos de uno varios países en determinadas edades. Ella solamente presenta la guirnalda multicolor formada de los diferentes sucesos desarrollados en la pequeña región denominada Filandia.
Un relato local o regional no enseña historia, pero haríamos mal en querer encontrar en aquel toda la historia. Tácito nos muestra en sus costumbres el carácter y la vida de aquel pueblo que se llamo la Germania: Jenofonte elegantemente nos enseña los mejores fastos de la Hélade; Josefo nos detalla algunos acontecimientos de Judea, y Cantú en su popular Historia Universal nos hace oír los mayores truenos, por decirlo así, de todas las edades.
Estos narradores insignes nos han enseñado historia, pero no toda la historia, por tanto tenemos que hojear y estudiar todo lo que sobre esta se escriba.
La valiosa obrita amenamente escrita por el señor Moreno a mas de la claridad y buen método expositivo, condiciones cardinales en toda obra didáctica, se ve en ella el juicioso encadenamiento de pormenores y sucesos de notable importancia local para los que aquí abrieron sus ojos. Presenta un verdadero texto de enseñanza anecdótica, intuitiva y pintoresca, como lo pide el presente. Esta libre de inútiles palabras; aun más, no tiene esas pesadas nomenclaturas que se hallan en otras obras de la misma índole.
El Finlandés encontrara en ella, si quiere, el origen, las costumbres y todas aquellas bellas tradiciones que nuestros ascendientes antioqueños, sembraron como primer jalón de fundación en el muerto Nudilleros, ¡Oh las tradiciones son la fuerza de ayer! Sepamos que ellas son cadenas de oro que unen el presente con el pasado. Son el eco interminable de aquellos antiguos que al decir adiós a la posteridad quisieron no desprenderse de sus brazos. No olvidemos, pues, las tradiciones; y al perderlas, si tal desgracia nos sucede, no dejemos de escuchar la profunda sentencia de Avellaneda: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos”
Esta obra no debe mirarse con desdén; antes creo, y muy fundadamente, que será acogida con cariñoso beneplácito de todos, Además hago sinceros votos porque ella reciba a todo el aplauso que se merece.
Para concluir, si mi concepto no peca en las apreciaciones que anteceden, la adopción de la obrita geográfico-histórica del señor Moreno, para la enseñanza en las escuela se Filandia, vendría a dar a su hijos una presea de valiosísimos quilates, con la cual podrían engalanar aquel breviario de recuerdos, que a ninguno falta al volver los ojos al querido solar que lo vio nacer.
Antonio J. Cárdenas A.
Filandia, Agosto MCMXXVIII
GEOGRAFIA DEL MUNICIPIO
DE FILANDIA
SITUACION Y NOMBRE
Filandia, enclavada en uno de los flancos de la cordillera Central de los Andes, es uno de los cuarenta y tres municipios en que está dividido el Departamento de Caldas y pertenece a la rica y floreciente región del Quindío. Su nombre se deriva del latín filius (hijo) y del ingles ladina (Andes), es decir, hijo de los Anees.
Extensión y límites
La extensión del municipio de Filandia alcanza a 9.021 hectáreas, Su altura sobre el nivel del mar es de 2066 metros.
Limites generales
El Municipio de Filandia limita por el norte, con Pereira; por el sur, con Circasia: por el occidente, con el departamento del Valle y los municipios de Quimbaya y Montenegro, y por el oriente, con Salento.
Límites detallados
Del punto denominado “Alto del Roble”, siguiendo el camino de Bolillos, hasta el arroyo Barbas; por éste abajo, límite con Pereira, hasta el saldo de la Arabia; de aquí una recta de travesía hacia el sur, límite con el departamento del Valle, hasta Pavas; de aquí una recta a los nacimientos del arroyo San Felipe; por éste abajo hasta ponerse al frente de la casa de Santiago Castillo; de aquí de travesía en línea recta, limite con Quimbaya, pasando por Las Delgaditas, al arroyo Buenavista; éste abajo hasta la desembocadura del arroyo Armenia; por éste arriba hasta ponerse al frente de la casa de Benjamín Marulanda; de aquí pasando por las partidas de La Española hasta caer al río Roble; por éste arriba hasta la desembocadura del arroyo Cruces; éste arriba hasta sus nacimientos; de aquí una recta al Alto del Roble, punto de partida.
Relieve del suelo
El suelo del municipio de Filandia es muy quebrado a causa de esta recostado sobre uno de los contrafuertes de la cordillera Central, y está encerrado por dos riachuelos: el de barbas y el de El Roble, que lo atraviesan de oriente a occidente, por el norte y el sur, respectivamente. Sólo se encuentra una peque meseta en la parte oriental del municipio.
Ríos
En el municipio no hay propiamente ríos, sino riachuelos, de los cuales los principales son: el Barbas, el Roble, el Bolillos, y los arroyos de Cruces, Socorro, Portachuelo, San José, y Armenia.
Clima
El clima del municipio es generalmente frío y muy sano; es sin duda el mejor de la hoya del Quindío. Tiene también tierras templadas en la parte baja u occidental.
Habitantes
El número aproximado de habitantes del municipio es de 12832, pertenecientes en su generalidad a la raza blanca y profesan la religión católica, apostólica, romana y hablan todos el castellano. Los negros son muy escasos.
Temperatura y distancias
La temperatura media del municipio es de 17º., la máxima, de 25º. y la mínima, de 14º. Dista de Bogotá 27 miriámetros 7 kilómetros, y de Manizales, 5 miriámetros 6 kilómetros.
Producciones naturales
Las empresas cafeteras, que son la principal industria de los habitantes, puede decirse que constituyen la riqueza del municipio, aunque también se cultiva en buena escala la caña de azúcar, el plátano, el maíz y toda clase de legumbres.
La industria pecuaria se ha desarrollado considerablemente y se encuentra grandes y hermosas dehesas de ganado vacuno.
Industria y Comercio
La industria manufacturera tiene algún desarrollo y suministra toda clase de herramientas para la agricultura, sillas de montar y calzados de muy buena calidad. Su comercio ha tomado notable impulso en los últimos años y está bien establecido con las ciudades de Manizales, Cali, Pereira y Armenia.
Filandia, la ciudad cabecera del Municipio, tiene 48 hectáreas de superficie y una población aproximada de 2500 habitantes. El progreso urbano ha tomado notable incremento, debido a la laboriosidad y energía de los vecinos. Posee buen templo parroquial, hospital, magnifico acueducto metálico, suficientes edificios para escuelas, un convento de madres betlemitas, excelentes edificios públicos y privados, buenas casas de comercio, dos plazas, la de mercado y la de ferias, puesta la servicio en el año de 1926, y un parque. Tiene, además, alumbrado eléctrico, juzgado de circuito y oficinas de notaria y registro, una trilladora de maíz y otra de café, destruida esta última por un reciente y pavoroso incendio.
Se cree que en los alrededores de la ciudad s encuentran ricas minas de oro y de hulla, que no han sido explotadas.
Vías de comunicación
Las únicas vías de comunicación que tiene el municipio son los caminos de herradura que lo unen con las ciudades vecinas de Pereira, Armenia y demás poblaciones del Quindío. Se proyecta la construcción de dos carreteras: una que unirá a Filandia con el ferrocarril Nacederos-Armenia, y la otra que empalmará con la carretera Pereira-Armenia.
RESEÑA HISTORICA DEL MUNICIPIO
DE FILANDIA
El territorio que hoy constituye el municipio de Filandia, está situado en uno de los contrafuertes de la cordillera Central de los Andes en un delicioso clima que tiene 17º. De temperatura media y 2066 metros de altura sobre el nivel del mar. Fue habitado antes de su fundación por algunas tribus indígenas, según se observa de las huellas que han dejado. Los indomables pijaos, que fueron los últimos, en su retirada de la región del Quindío, dieron la última batalla con los conquistadores españoles en el punto determinado Trincheras, cerca de La Balsa, hoy Alcalá, y que lleva es nombre porque allí se atrincheraron los indios, pues aún se ven señales de fosos que abrieron.
En los años anteriores a su fundación, Filandia figuró como fracción o corregimiento de Salento, con el nombre de Nudilleros. El municipio de Salento es uno de los más antiguos de la región del Quindío en el departamento de Caldas.
Fundación
La fundación de Filandia, hasta entonces Nudilleros, tuvo lugar el 20 de agosto de 1878. Felipe Meléndez le dio el nombre de Filandia, tomado del latín filius (hijo) y del inglés landia (Andes), es decir, “hijo de los Andes”. Frecuentemente se confunde este nombre con el de Finlandia, pis europeo.
Más de ciento dos individuos, encabezados por el doctor José Ramón López Sánz, Severo Gallego, Gabriel Montaño, Ramón Peláez, Felipe Meléndez, de los cuales algunos viven todavía, firmaron el acta en que se declaraba solemnemente la fundación, documento que debe reposar en alguna de las oficinas del Municipio de Salento, según se cree.
Primeros Colonos
Los primeros colonos que pisaron el territorio fueron antioqueños, a quienes el gobierno auxiliaba con dinero y herramientas.
Entre éstos figuraron unos Valencias que ocuparon en su orden a Portachuelo, El Roble y Pavas. Después, los cónyuges José María y Dolores García, quienes se situaron en lo que hoy es la plaza principal y salida para Salento.
El doctor Ignacio Londoño y su hermano don Pedro fueron los primeros que explotaron los terrenos denominaos La Española, y el señor Andrés Cardona, que aun existe, fue uno de los encargados para enviar peones a romper y explotar montañas.
Dice el señor Cardona que más de quinientos hombres guaquearon los terrenos donde está situado Montenegro, perteneciente entonces Filandia.
Municipio
En el año de 1892 se elevó a Filandia a la categoría de municipio, integrado por los corregimientos de Circasia y Montenegro, pero a poco tiempo fue eliminado. Más tarde, por la ordenanza 31 de 24 de julio de 1894 la Asamblea del Cauca volvió a crear el municipio, perteneciente a la provincia del Quindío, compuesto del corregimiento del mismo nombre, su cabecera, y de Circasia, segregándolos, respectivamente, de los municipios de Cartago y Salento. A Filandia perteneció también el territorio correspondiente al municipio de Quimbaya, conocido entonces con el nombre de corregimiento de Alejandría, hasta el año de 1922 en que por ordenanza 26, expedida por la Asamblea de Caldas, en dicho año. Lo erigió en municipio pues ya desde 1908 se había segregado del departamento del Cauca el distrito de Filandia, para integrar el departamento de Manizales, hoy Caldas. Según datos existentes en la oficina del Concejo Municipal, parece que Montenegro hozo parte de Filandia hasta el año de 1895.
Gobierno eclesiástico
Recientemente fundada la población de Filandia, se construyo una capilla, donde según crónicas, se dijo al primera misa por un padre Baena que, en viaje de Manizales a Bogotá, pasó por este lugar. Se dice que en dicha época se enviaba a Pereira a prestar cáliz para poder celebrar el augusto sacrificio
En el archivo parroquial sólo hay constancia de lo siguiente:
Al principio perteneció Filandia en lo eclesiástico, a la vicaria foránea de Santa Rosa de Cabal y después a la de Pereira. Desde 1884 fue viceparroquia de Salento.
Por decreto del ilustrísimo señor obispo, Gregorio Nacianceno Hoyos, de 22 de enero de 1905, se erigió en parroquia a Filandia, y el 17 de mayo de 1915, por decreto del mismo ilustrísimo señor Hoyos, fue elevada dicha parroquia a la categoría de vicaría foránea. Al presbítero señor Francisco de P. Montoya le tocó ser primer vicario.
En los años de 1884 a 1889 fue cura párroco el presbítero señor Ismael valencia.
Desde 1889 hasta 1895 ejerció el curato el presbítero señor José Ignacio Pineda.
Desde enero de 1895 a julio del mismo año, el mismo presbítero señor Valencia, quien actualmente viven en la ciudad de Armenia, ciego y en extremada pobreza.
De Julio a septiembre de 1895, el mencionado señor presbítero José Ignacio Pineda, quien murió en una de las poblaciones de Antioquia. Fue el padre pineda de carácter ardiente, activo y enérgico y se distinguió por su heroísmo como capellán del ejército en la guerra civil de 1899 a 1902 y fue hecho prisionero en el combate de Aguadulce en Panamá. Cuentan que a pesar de lo selvático d esta región y de lo intransitable de sus caminos, andaba en su bestia con tal velocidad y destreza, que nadie lo igualaba. En la población del Santuario (Antioquía) nació este ministro del Señor.
En septiembre de 1895 ejercio el curato por ultima vez,el citado presbítero señor Valencia.
De octubre de 1895 al año de 1901 fue cura el presbítero señor Jesús María Restrepo, sacerdote meritorio por sus virtudes, Falleció en el hospital de Guayaquil (Ecuador), a donde fue, según se refiere, con el fin de ingresar en una de las comunidades religiosas.
El presbítero señor Restrepo inició los trabajos del templo y casa cural existentes hoy.
En octubre de 1901 empezó a ejercer el curato el presbítero señor Francisco de P. Montoya y duró hasta mayo de 1923. El Padre Montoya, actualmente cura excusador de Pácora y oriundo de Jericó (Antioquía), se distinguió por sus virtudes y por su amor al progreso. A él le tocó la continuación de los trabajos del templo y casa cural, comenzados por el mencionado presbítero señor Restrepo, y además, puso todo su esmero en traer la al parroquia, como en efecto sucedió, la comunidad de religiosas betlemitas para regentar la escuela de niñas, hecho que tuvo lugar en el año de 1907, previa la construcción del edificio que había de servir para la enseñanza. También llevó hasta us terminación el hospital de caridad de San Vicente de Paúl existente en el municipio.
Desde el año de 1923 hasta 1926 fue cura el presbítero señor Gonzalo Álvarez, oriundo de Neira. El padre Álvarez fue generalmente estimado por sus feligreses, y progresista. Emprendió con tesón la reforma de la torre del templo y el mejoramiento del cementerio. Hoy ha fijado su residencia en Santa Rosa de Cabal.
El 7 de septiembre de 1926 vino a ejercer el curato el presbítero Salomón Castaño y lo ejerce actualmente con el carácter de vicario foráneo. El presbítero señor Castaño es natural de Pereira. Se ha distinguido por sus acrisoladas virtudes, por su elocuencia y energía de carácter para combatir el vicio, y por su espíritu progresista. Con desmedido empeño ha emprendió la completa refección del templo. Esta obra tiene la particularidad d haberse levantado sobre veinte columnas cilíndricas de madera de barcino, que tienen cuarenta centímetros de diámetro, aproximadamente. Prueba evidente de la feracidad de las tierras de la región del Quindío, sobre todo, en los primitivos tiempos.
En cuanto a ornamentación, el presbítero señor Castaño no ha omitido esfuerzos para la consecución de los mejores ornamentos y ha hecho traer, contando con el apoyo de los feligreses, hermosas imágenes de Europa, descollando entre ellas la de la Santísima Trinidad, que puede decirse es una de las maravillas del arte.
Como coadjutores han figurado los siguientes:
El presbítero señor Francisco Restrepo, en la actualidad cura párroco de Belalcázar.
Vino después el presbítero señor José F. López, capellán actualmente de San Juan de Dios en Manizales. Sucedióle el presbítero señor Joaquín Pablo Londoño, hoy cura párroco de Yalí (Antioquía) , y por ultimo, el presbítero señor Marco A. Duque, oriundo de Aránzazu, quien vino a parroquia en el año de 1914, y en sus varios años de ministerio ha dado a conocer su gran celo y escrupulosidad por la salvación de las almas. Hoy desempeña en la parroquia el cargo de capellán de las madres betlemitas.
Apuntes históricos
El terreno para edificar el templo y la casa cural lo regaló la señora Dolores García, nombrada la principio entre los colonos.
El terreno para el cementerio fue donado por el señor Gregorio Arango (a. Sordo).
Las primeras campanas las regaló el señor Gerardo Jaramillo con el producto de un inocente juego de gallos, muy distinto del de riñas. Una de dichas campanas se envió a Circasia.
Las campanas existentes fueron donadas por los señores Norberto Ospina (a. casfú) y Victoriano Arias. Estos sacaron una gran guaca en la Soledad (varias arrobas de oro). Tal hallazgo los obligó a desprenderse de una pequeña parte en beneficio de la iglesia. Las campanas las fabricaron en Buga, para lo cual se destinaron tres libras de oro.
El Reloj que hoy existe en la torre del templo, lo compró con las dadivas de los feligreses, el presbítero señor Jesús M. Restrepo. La campana del reloj se fundió en un incendio ocurrido en una bodega o caserillo llamado San José, ceca a Buenaventura, a consecuencia de un combate que allí hubo en la última guerra civil, época en que era traído dicho reloj a la parroquia.
Un cuadro antiguo de la Santísima Trinidad fue traído de la Balsa (Alcalá), lo mismo que una pila para agua bendita. Dicho cuadro, se dice era español, fue hallado en un rancho abandonado, ceca de Alcalá. El que actualmente se venera en la iglesia parroquial, fue tomado de aquél por los señores Milciades Valencia y Jesús María Palomino, con bastante perfección.
La primera custodia fue regalada por los señores Luis Ceballos y Rosa de Jaramillo, accionistas de la guaca hallada en La Soledad.
La primera visita episcopal la practicó en la parroquia el ilustrísimo señor Juan E. Ortiz, obispo de Popayán y los primeros misioneros que vinieron a ella fueron los R.R. Padres Franciscanos Bernardino Arana y Juan, cuyo apellido se ignora.
La cruz de la misión, con las insignias de la pasión, es la que actualmente se contempla en la iglesia y fue construida por los señores José María y Jesús A. Benjumea, y pintada por el señor Milciades Valencia.
El presbítero señor Jesús M. Restrepo trajo el primer melodio, que es el mismo que hoy existe. En los primeros años se acmompañaba en el coro con instrumentos de cuerda.
Fue primer sacristán el señor Cipriano Loaiza y primer corista, el señor Tomás Hurtado.
Gobierno Civil
Corregidores
Sólo se sabe que después de la fundación fue primer corregidor el señor Rafael Carvajal y el último, el señor Rafael Ramírez.
Alcaldes
En el año de 1894 en que se elevo Filandia a la categoría de distrito, fue primer alcalde el señor Rafael Ramírez, último corregidor anotado antes.
Entre los varios alcaldes que se han sucedió, unos han dejado huellas del celo que tuvieron en el cumplimiento de su deber, y otros quizá pasaron desapercibidos.
Hoy es alcalde del municipio el señor Rafael A. Heredia y secretario el señor Fernando Villegas.
El distrito no tienen ningún corregimiento, pues Quimbaya que era el único, fue erigido en municipio, como antes de dijo.
En el año de 1925 se creó una inspección de policía, que funcionó el barrio occidente de la ciudad y fue de corta duración. Actuó como inspector el señor Desiderio Mesa y como secretario el señor Luis E Echeverri.
La alcaldía dispone de siete policías departamentales y siete municipales, comandados por un sargento, y varios policías auxiliares que prestan sus servicios ad-honorem en las distintas fracciones.
Concejo Municipal
En el archivo de la ofician del Concejo hay constancia de que en el año de 1894, fecha de la creación del municipio, fue primer presidente de la municipalidad el señor Dionisio Jaramillo. En la actualidad ejerce este cargo el señor Antonio Vallejo y es secretario el señor Marco T. Aguirre.
Interminable sería detallar la actuación de cada uno de los concejos que han existido y sólo no limitamos a decir que algunos de ellos han dejado vestigios de probidad y progreso, hechos que pregonan las obras publicas existentes y las iniciadas en los últimos años. En cambio, otros Concejos pasaron silenciosamente su periodo.
Presupuesto de Rentas
Desde los primeros años de vida municipal los concejos han trabajado con ahincó por sostener el equilibrio de los presupuestos que han aumentado fabulosamente año por año. El presupuesto de rentas en el año de 1927, ascendió a la cantidad de 40.000 y en el presente año a 59.000.
Habitantes
La población de Filandia cuenta hoy con un total aproximado de 12832 habitantes y profesan todos la religión católica.
Los hombres de trabajo son laboriosos y emprendedores. El comercio, la agricultura, sobre todo el cultivo del café y la ganadería, han tenido grandísimo impulso en la época actual y parce que el municipio esté llamado a desempeñar papel muy importante en los destinos de la nación, si sigue en ebullición el entusiasmo de sus moradores.
Personería Municipal
Aparece como primer personero el señor Manuel Londoño en los comienzos de la vida distrital. Algunos de sus sucesores han trabajado con marcado interés por el progreso material del municipio. En cambio, otros han permanecido inactivos.
El actual personero es el señor Rafael Patiño, quien apenas ha empezado su periodo. Debido a la penuria en que se halla hoy el tesoro municipal, el señor Patino ha encontrado serias dificultades para la continuación de las obras publicas. Se tiene confianza en que con la recaudación de los varios impuestos, se podrán intensificar tales obras y llevarlas hasta su terminación.
Existe también en la ciudad una junta de ornato y embellecimiento, encargada de acuerdo con el personero municipal, de propender por todas aquellas obras que luzcan por su importancia y que den un aspecto verdaderamente estético a la ciudad.
Poder Judicial
Filandia perteneció en lo judicial primeramente a Cartago, la capital de la provincia del Quindío, en el departamento del Cauca, hasta el año de 1905. De este año en adelante al circuito de Armenia hasta el año de 1925.
Juzgado Municipal
A principios del año de 1895 aparece en el archivo del Concejo Municipal una nota por la cual se nombra Juez municipal al señor José I Sanz; ése no acepto y se nombro en su remplazo al señor Raimundo Jaramillo. Declarado insubsistente este nombramiento, se designo para juez al señor Juan Gregorio Benítez; pero en junio de dicho año funciono con tal cargo el señor Julián Martínez y como secretario el señor Antonio J López V.
En la actualidad desempeña la judicatura el señor Jesús A. López y la secretaría el señor Olimpo Rodríguez, a quien toco ser juez en época anterior, cargo que ejerció con toda competencia. Nos es desconocida la actuación de los demás jueces, pero creemos que haya sido de absoluta honradez.
Juzgado del Circuito
Por ley 58 de 1925 el congreso nacional creo el circuito judicial de Filandia, integrado con el municipio de Circasia.
Por esta creación se trabajo frenéticamente desde el año de 1918, para cuyo efecto tuvo que hacer el municipio grandes erogaciones.
El 15 de febrero de 1926 se instalo pomposamente el juzgado, siendo el prime juez doctor Benjamín Vallejo, quien duro hasta el 17 de junio del mismo año. Lo acompaño como secretario el señor Jesús M Heredia. A la instalación concurrieron delegados de las poblaciones vecinas.
De junio de 1926 a 30 de junio de 1927 actuó como juez suplente el señor Jesús M. Heredia y como secretario, el señor Pedro J Naranjo.
El 1º. De julio de 1927 se hizo cargo del juzgado el doctor Libardo Correa y nombro secretario al señor Tulio M Cortés. El doctor Correa ejerció hasta el 12 de diciembre de dicho año. Su sucesor, doctor Norberto Ossa, es hoy titular y tiene como secretario al señor Pedro J. Naranjo.
El actual juez, doctor Ossa y los demás jueces que han pasado por al oficina del juzgado, así como sus secretarios, han marcad o brillante etapa en el camino de la justicia, distinguiéndose por su honradez y competencia.
Este juzgado funciona en la casa consistorial del municipio, pues a pesar de que el gobierno compró el terreno apropiado para edificar la oficina y cárcel de circuito, parece que ningún paso se ha dado para llevar a la práctica tales obras.
Instrucción Pública
Este importante ramo ha marchado con buen éxito en el municipio, no obstante las muchas dificultades con que se tropieza en las labores escolares.
Los primeros maestros que hubo en Filandia en la época de su fundación, fueron los señores Emiliano Botero y Emiliana Jaramillo esposa de José J. Gutiérrez. Figuran también en dicha época los señores Milciades Valencia y Belarmina Mejía.
Escuela Urbana de niñas
Fue primera maestra oficial de esta escuela la señora Rosario Restrepo, esposa del señor Jorge Villegas=
Desde el año de 1907 se hicieron cargo de ella las R.R. madres betlemitas, traídas por influencia del presbítero señor Francisco de P. Montoya.
La primera superiora en dicho año fue la R. madre Agustina, española, siendo entonces superiora general de la comunidad en Colombia la R. Madres Luisa Salinas.
Este plantel, que cuenta con internado, ha sido uno de los mejores, puesto que las alumnas reciben esmerada educación cristiana, Su fama se ha extendido por todos los pueblos del departamento y de los ms inmediatos vienen señoritas a recibir la enseñanza de las madres.
Con una escuela infantil privada, establecida por las R.R. madrees, la matricula excede de trescientas alumnas en esta escuela.
Hoy es superiora la R. madre María Carolina y tiene como seccionales a las madres Margarita María, Rosalía, Lucia, Isabel, Cornelia, Guadalupe y Francisca.
Este establecimiento, semillero de virtudes y de donde han salido las maestras que regentan las escuelas rurales, es una de las glorias que enorgullecen a los habitantes de Filandia.
El local en que funciona esta escuela, fue derribado por un huracán, cuando empezó a construirse y mas tarde un incendio destruyó gran parte de él, por lo cual hubo de reedificarse, Es amplio y actualmente se le hacen reformas a estilo moderno. Tiene, además, una capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, que brilla por su aseo y ornamentación. En ella se venera una hermosa imagen del milagroso Niño Jesús de Praga, como el tesoro más valioso que poseen las betlemitas.
Escuela Urbana de varones
Los primeros maestros de Filandia desde el principio de su vida municipal, fueron los señores Carlos Hoyos y Víctor Fernández,. Entre la multitud de sucesores de estos, muchos ha habido ilustres por sus cualidades morales y pedagógicas que han honrado el magisterio.
En la actualidad regentan la escuela los señores Cornelio Moreno, como director, desde el año de 1923, y como seccionales, Eufrasio y Félix Henao, Antonio J. Cárdenas, Benigno A. Marín y Rómulo Morales.
De esta escuela han salido alumnos que han hecho carrera en distintas ramos del saber, y muchos otros hacen estudios secundarios en Bogotá, Manizales, Popayán y Santa Rosa de Cabal.
La matricula en los últimos años se ha acercado a trescientos alumnos y funciona a escuela en dos locales distintos.
Ha habido en el municipio en épocas diferentes algunos colegios de carácter privado, y fue director del primero el señor Gerardo Valencia, que más tarde fue presbítero y falleció hace poco tiempo. Puede decirse que ellos contribuyeron benéficamente a la educación popular.
Escuelas rurales
Las escuelas de esta clase han sido poco numerosas. Hoy cuenta el municipio con siete escuelas rurales alternadas en las fracciones de El Paraíso, La Mesa, Bambuco, Pativilca, el Vigilante, La Cauchera y La India, de las cuales son directoras, respetuosamente, la señora Juana M. Serna y señoritas Ana M. Serna, Pastora Gracia, Ofelia Hurtado, Adela Martínez, Rosalbina Ramírez y Manuela Betancur.
Existen también dos rurales privadas, una en La Arabia, clausurada recientemente por el gobierno, cuando era oficial, y otra en La Castalia. A esta última se le dio hace pocos días el carácter de pública.
En estas escuelas hay aproximadamente quinientos cuarenta alumnos matriculados.
Los maestros tienen como inmediatos superiores un inspector local, que es actualmente el señor Leopoldo López, u una junta escolar representada por los señores presbítero Salomón Castaño, presidente; el inspector local nombrado, Pedro J. Londoño, adjunto, y los señores presidente del concejo y alcalde municipal.
Los maestros de Filandia afrontan una situación bastante precaria, debido a lo reducido de los sueldos que devengan. A pesar de las insistentes y continuas solicitudes hechas a distintas entidades, las escuelas del distrito no han sido colocadas en la categoría que les corresponde.
Entre sus hijos tiene Filandia a los señores Miguel García y Arturo Flórez, quienes recibieron grado de maestro en la escuela normal de institutores de Manizales y son honra del magisterio caldense.
Hombres notables nacidos en Filandia
Entre los hombres notables por su ilustración y talentos y por sus virtudes cívicas figuran los siguientes:
Dr. Tulio Suarez, actual secretario de Gobierno de Caldas, que ha sido representante al congreso.
D. Arturo Suarez, novelista, hermano del anterior.
Dr. José M. Villegas, ex secretario de hacienda del departamento de Caldas.
Dr. Roberto Restrepo, medico de fama, quien ha hecho estudios en los principales centros de Europa y Estados Unidos.´
Dr. Gerardo Restrepo, ingeniero de prestigio, hermano del anterior, y que ha sido interventor del ferrocarril de Caldas.
Dr. Rogelio Restrepo, odontólogo, hermano de los anteriores, quien tiene su gabinete en Manizales.
Presbítero señor Rafael Herrera y Dávila, sacerdote ejemplar.
Dr. José Manuel Hincapié, ingeniero de alto vuelo, quien actualmente ejerce su profesión en la república de Panamá.
También ha dado Filandia varios religiosos, hermanos Maristas, hermanas Vicentinas y madres Betlemitas, pudiéndose citar entre los primeros a los hermanos León Antonio y Ramón María, conocidos en el mundo con los nombres de Jesús A. Cardona y José R. García, respectivamente, y como hermanas vicentinas a Sor Inés y Sor Matilde, conocidas con los nombres de Piedad y Teresa Gutiérrez, hijas de los señores Jesús María Gutiérrez y Rita Botero.
No se sabe con exactitud cuales pertenecen a la comunidad de madres Betlemitas.
Filandia debe sentirse orgullosa por haber sido la cuna de esta falange de hombres ilustres y de vírgenes castas con que plugo a Dios enriquecer su suelo, como un dón precioso concedido a la virtud y a la invencible constancia de sus felices progenitores en la lucha por la prosperidad de la religión y de la patria.
Instituciones de beneficencia
Sólo existe un hospital de caridad, denominado de San Vicente de Paul, cuya fundación se debe al presbítero señor Jesús M. Restrepo y mejorado después notablemente por el presbítero señor Francisco de P. Montoya. El edificio es cómodo y de buenas condiciones higiénicas. Puede decirse que dispone de buenas rentas.
Dirige el hospital como enfermera, la señora Rosa Ramírez. Su fundación tuvo lugar antes del año de 1914 y fue primer administrador el señor Ángel M. Martínez, de grata memoria para los finlandeses. Organizado formalmente este asilo, se hizo cargo de él, como síndico, el señor Juan de D. Martínez, hasta el año de 1922 que le sucedió su hermano José Manuel. Actualmente es síndico el culto ciudadano señor Julio Fernández, recientemente posesionado de tal cargo.
Oficina de estadística
Este ramo se inicio en año de 1916 y estuvo a cargo del señor Argemiro Valencia y Ospina, como oficial. En 1920 fue director subalterno el señor Julio A. Guimand, y en la actualidad es jefe de esta oficina el señor Julio Fernández, ya nombrado como sindico del hospital y sucesor del señor Luis C. Zuluaga.
No se conoce la organización que tenga esta oficina cuya importancia no se oculta la buen criterio. El señor Fernández se propone reorganizarla convenientemente y entonces se podrá palpar su verdadero mérito.
Periódicos publicados en la ciudad
La prensa ha tenido también sus representantes, que han hecho vibrar su voz periodística con las siguientes publicaciones: “Pluma Libre”, “El Imparcial”, “El Aviador” y “La Lucha”, dirigidos, respectivamente, por los señores Marco T. Aguirre, Julio Guimand, J. Dubán Córdoba y Francisco E. Quintero.
La primera y única imprenta que hubo en la ciudad, la trajo el señor Julio Botero y se le conoció con el nombre de Tipografía Sucre.
Otros ramos de la administración
Tesorería municipal d rentas
Fue primer tesorero el señor Antonio Vargas, Después figuraron los señores Jesús M. Obando, Santiago Echeverri y Pedro M. Londoño. No se tiene conocimiento de otros tesoreros en esa época.
Muchos de los encargados de esta ofician dieron muestras de honradez. Hoy desempeña este cargo el señor Manuel Benjumea D., distinguiéndose por su probidad y exactitud en el cumplimiento de su deber.
Recaudación de hacienda nacional
Esta oficina, lo mismo que la de correos, estuvieron anexas a la telegrafía en los primeros años; y ya en 1919 figura como recaudador el señor Luis Guimand. En la actualidad desempeña este puesto el señor Simón J. Echeverri.
Administración de correos
Aparece como primer administrador de correos el señor Enrique Guimand, después de la creación del municipio y hoy está la oficina a cargo del señor José M. Benjumea D.
Oficina telegráfica.
La oficina de telégrafos se instaló en el año de 1892 y fue primer telegrafista el señor Lucas Ocampo, aunque otros afirman que fue el señor Julio Guimand. Hoy desempeña este puesto el señor Ernesto Ospina.
Notaria del Circuito
Desde el año de 1895 ejerció las funciones de notario el secretario del concejo municipal.
La primera escritura se otorgó ante el secretario del concejo, señor Eleuterio Trujillo, el 16 de junio de 1895. Por dicha escritura vendió el señor Rafael parra al presbítero doctor José Ignacio Pineda un terreno en Los Mesones. Pertenecía entonces Filandia al circuito del Quindío.
Ejercieron también como notarios los señores Francisco A. Robledo G., Andifacio Toro, Jerónimo Aguirre, José M. Gonzales y Santiago Echeverri, como secretarios del concejo, sucesivamente.
Se creó el circuito de notaria en el año de 1911 y fue nombrado primer notario el señor Félix Mejía, quien ha sido reelegido sin interrupción en todos los períodos hasta hoy. En tal época perteneció Filandia a la provincia de Pereira hasta el año de 1919 en que fueron eliminadas las prefecturas.
El notario, señor Mejía, es de carácter afable y goza de general simpatía.
Oficina de registro
En los primeros años el registro de las escrituras se hacía en Cartago y luego en Armenia hasta el año de 1915 en que se creó la oficina de registro en este municipio.
Fue primer registrador el señor Antonio Ramírez. El 13 de mayo de 1915 se registro la primera escritura.
Es actual registrador el señor José Jesús Benjumea, de afable trato en el desempeño de su cargo.
Junta Especial de Caminos
Hasta el año de 1927 funcionó la junta especial de caminos, encargada por el gobierno del departamento de sostener y mejorar los caminos, Los últimos miembros de dicha junta en este municipio fueron los señores Pedro J Londoño, Leopoldo López y Rafael Patiño, presidente, vicepresidente y secretario, respectivamente. Estas juntas fueron suprimidas en el citado año.
Vías de comunicación
Fijada el área de la población, se dio principio a la apertura de caminos para facilitar la salida a las fincas rurales y a las vecinas poblaciones. Tocó a la férrea mano de los primeros colonos antioqueños esta magna empresa. Entre estos figuran Tomás Valencia y otros de igual apellido, José María García, Juan de D. Blandón, Ramón Peláez, Mariano Vargas, Juan E. Parra, Jesus Osorio y muchos otros.
El primer juez poblador fue Ramón López, de Cartago, hermano del doctor Jesús López.
La plaza fue trazada por el señor José María Serna de Cartago.
El camino que parte para Cartago lo abrieron Remigio Blandón y sus hermanos, y el que conduce a la India, José León, ya finado y Antonio Moreno, éste último, dueño en ese tiempo de la salina de La Arabia.
El antiguo camino nacional que partiendo de la ciudad de Ibagué y pasando por esta cabecera va a Cartago, fue abierto por el batallón Pichincha y actuó como Ingeniero un capitán Ponce.
A este batallón le correspondió el arreglo de la calle occidental que partiendo de la esquina suroeste de la plaza, donde está uno de los edificios de la escuela de varones, sigue hacia Cartago. Por tal motivo, dicha calle llevó en un tiempo el nombre de Pichincha, nombre que debió conservar en recuerdo de la batalla; que en dicho lugar se dio en la magna guerra.
Hoy, las vías de comunicación que tiene el municipio, son los intransitables caminos de herradura que lo unen con Pereira, Armenia, Calarcá, Quimbaya, y Alcalá. En el invierno, que es casi permanente, se hace difícil la salida de la población.
Los finlandeses han solicitado insistentemente el apoyo del gobierno para mejorar tales vías, pero a pesar de todo, la ciudad se ve casi aislada por la carencia de puentes y caminos para poder comunicarse con los pueblos aledaños.
Actualmente se tiene el proyecto de construir una o dos carreteras para unir el municipio con algunas de las estaciones del ferrocarril Nacederos-Armenia. Con tal fin ha venido una comisión de ingenieros a estudiar la vía más aparente para el trazado.
La realización de tal obra será la redención de Filandia.
Producciones – Comercio.
El territorio de Filandia es muy rico en los tres reinos de la naturaleza, especialmente en el vegetal y animal. En cuanto a la riqueza mineral, sobre todo en metales preciosos, se sabe que es imponderable en el suelo colombiano, pero inexplotada aún en muchas regiones.
El reino vegetal cuenta con toda clase de cereales, árboles propios para el aserrío, arbustos que, como el cafeto, proporcionan lo necesario para la vida de la mayoría de los habitantes.
En lo que se refiere el reino animal, en la época de la fundación se encontraban fieras como el león, tigre, oso y gran variedad de serpientes. Todavía se encuentran de estos animales, especialmente serpientes.
Se refieren los siguientes hechos curiosos:
Hubo tigre que en la noche penetrara a las casas, que carecían de puertas, y sacaban a los perros guardianes que dormían debajo de las camas que servían de lecho a sus amos. Esto sucedió en el sitio que hoy es plaza de ferias y sus cercanías. Los terribles felinos no respetaban la tranquilidad del hogar domestico, siendo mayor la impavidez de sus habitantes.
El primer tigre fue cogido por los señores Mariano Vargas e hijos y Juan Blandón; para lo cual fabricaron una trampa, en el punto que por esta razón se llama “Trampa del tigre”. Para esta cacería pusieron en la trampa un cerdo pequeño que sirviese de carnada, pero receloso el tigre de caer en ella, estuvo rodeándola por espacio de seis u ocho meses hasta que al fin cayo en la red.
Larga sería la relación de cuanto ocurrió en aquel tiempo en que se luchaba con toda clase de escollos.
Tocante al reino mineral, existe la creencia bien fundada de que hay en el territorio minas de oro y carbón de piedra (hulla), sin que nadie se halla preocupado con entusiasmo por explotarlas.
El comercio, que en los primeros años marcho lentamente, ha alcanzado hoy intenso desarrollo.
Al progreso material ha contribuido visiblemente la Sociedad urbanizadora, establecida en el municipio en el año de 1926, que ha impulsado notablemente la construcción de modernos edificios.
Puede decirse que en los seis últimos años, Filandia ha llegado a un grado máximo de civilización, pudiendo competir con importantes ciudades del departamento.
Costumbres de los primeros Habitantes
En lo que se refiere a costumbres de los primitivos habitantes sólo se sabe que en el vestir eran sencillos: Los hombres usaban pantalón de manta y saco de dril, guarniel y ruana, y las mujeres, falda de fula, pañolón de vistosos colores y hábitos de gran tamaño. El calzado era casi desconocido y muy tarde fue entrando en uso. Las comidas eran a estilo antioqueño: a las seis de la mañana se tomaba el desayuno, consistente en buena cantidad de chocolate, mezclado con maíz y acompañado de una enorme arepa de este cereal, pelado; a la hora del almuerzo, nueve de la mañana se tomaba un gran plato de zancocho, que llevaba carne de vaca, cerdo, guagua y otros animales monteses. A las doce del día se servía una enorme totuma de mazamorra, mezclada con leche si la había y un cuarto de panela; a las dos de la tarde, hora señalada para la comida, se tomaba un gran plato de frisoles con lonjas de tocino y luego un buen mate de mazamorra. Se bailaba con frecuencia a los compas de música de curdas y se entonaba de cuando en vez canticos populares. A las nueve de la noche, después de cenar, se rezaba el rosario y a continuación se entregaban al sueño. A la mañana siguiente y antes de que el sol lanzara sus primeros rayos, se empuñaban los instrumentos de labranza y se marchaba al trabajo que dignifica y engrandece al hombre. Así paso la vida de los intrépidos habitantes de Filandia en sus primeros años.
Hechos diversos
Por datos fidedignos se sabe que los primeros que trabajaron en la construcción del templo y de la cárcel y en el arreglo de la plaza, fueron los señores Mariano Vargas e hijos y Rafael Carbajal.
Las primeras casas que se construyeron en la plaza pertenecieron a los señores José M. García, Rafael Naranjo, Rafael Carvajal, Rafael parra y Ángel M. Martínez y la primera de balcón la hizo en la calle real el señor Carlos Franco, en el mismo lugar en donde hoy se halla la del señor Simón J Echeverri.
Los primeros introductores de mercancías fueron los señores Demetrio Salazar y Sotero Suarez.
El primer matancero fue Manuel Piedrahita.
Primer medico, el señor José M. González, dueño de la primera botica.
El primer asesinato se perpetro en la persona de José M. García, citado ya, y fue autor del delito Alberto Echeverri; éste le dio varios peinillazos en su misma casa (la de García situada en la plaza), donde se verificaba un baile en celebración del primer mercado que tuvo lugar un día sábado.
También se dio muerte violenta a Pedro Ruiz, posteriormente, crimen ejecutado en la calle Real por Jesús A. Palacio.
Los primeros artesanos que se conocieron, fueron los siguientes:
Rosendo García, músico de cuerdas.
Ángel M. Martínez, sastre.
Eusebio Patiño, carpintero.
Tomás Gutiérrez, dentista.
Ezequiel Restrepo, talabartero.
Atanasio Arias, Cerrajero.
Profesiones y oficios
Los primeros que ejercieron la abogacía fueron los señores Emiliano Botero y Jesús M. Obando.
Se conoció como primer aserrador a Valerio Gómez.
Aparecen como primeros asentista de la renta de licores los señores Lino Jaramillo, Felipe Arcila y Juan C. Delgado.
Como primera panadera, Victoriana Cardona y como primera hotelera, la señora Silveria Ospina.
Fue dueño de la primera fábrica de velas el señor Manuel Piedrahita.
El señor Demetrio Salazar puso la primera tienda de abarrote.
Figura como dueño de la primera empresa cafetera, el señor Baldomero Quintero; después los señores Pedro Duque y Jesús Correa.
En el punto del Socorro montó la primera estufa, el señor Jesús M. Hernández y otros compañeros, por los años de 1916 a 1917. Fue vendida al señor Rafael Jenaro Mejía y a poco tiempo la destruyó un incendio. El señor Mejía hizo construir después la que hoy existe.
Los primeros que trajeron a la espalda sal de La Arabia (fracción) para vender, fueron Ramón Sánchez y su esposa.
Merecen también mencionarse los siguientes sucesos:
En el paraje de La Julia, en época remota, los conyugues Nepomuceno Carvajal y Dolores Arbeláez, Tobías Carvajal, hermano del primero, y su esposa, dejaron cierta noche dormidos en su casa tres niños solos, y al volver los hallaron convertidos en ceniza, por causa de un incendio producido por una luz.
Los primeros elefanciacos que se conocieron, fueron Tomás Gutiérrez y sus hermanos que vinieron de la aldea de María.
Trajeron las primeras recuas de bueyes y de mulas, los señores Rafael Naranjo e hijos y Jesús Giraldo.
El cementerio lo bendijo un padre García, párroco de Salento.
El primer asalto a la población lo hicieron los guerrilleros que vinieron de Montenegro comandados por un coronel Echeverri, en la guerra de 1899. Esta guerrilla dio muerte a los conservadores Toto Serna y un Correa. Era alcalde municipal en esa época, el señor José Arias, que aún vive.
Juan Emilio parra y Tomás Hurtado fueron los primeros que vendieron terrenos al municipio.
La planta eléctrica que actualmente existe, la hizo construir el señor Rafael Jenaro Mejía en el año de 1917. El municipio le concedió el privilegio para explotarla por diez años. Hoy pertenece a otra compañía.
El acueducto metálico de propiedad del distrito fue construido en el año de 1917. Es de los mejores que se conocen en la región del Quindío.
La Primera banda de músicos en los tiempos primitivos, fue la de los señores Britos y su director, el señor Antonio Brito.
Los habitantes de Filandia profesan mucho amor a la música y son muy aficionados al baile. El lujo que hoy se tiene para vestir, forma vivo contraste con la sencillez de la época de fundación.
Hoy existe la mejor de las bandas de música, con un magnifico instrumental, Es director de ella el señor Agustín Villamarin, maestro de fama y de gran merito artístico, que ha arrancado aplausos en donde quiera que ha hecho sentir los acordes emocionantes del sublime arte.
Tuvo el señor Villamarin, como antecesor muy distinguido al señor Lucio Suárez, cuya vida se extinguió, dejando imperecedero recuerdo en todos los finlandeses.
Hechos que resaltan
Se faltaría a la justicia si dejara de consagrarse un recuerdo a la memoria de un hombre, no ilustre por su saber, pero si grande en virtudes delante de Dios, único fin que debemos perseguir.
Este distinguido varón fue el señor Ángel M. Martínez, honra y prez de la sociedad de Filandia.
Con ilimitada filantropía dedicada los mejores años de su vida a remediar las necesidades de los pobres y de los enfermos, con generosas dadivas, aunque para ello tuviera que desasirse de sus propios vestidos y del pan adquirido para el abastecimiento de su hogar. En una palabra, fue el apóstol de la caridad que a su paso por el mundo, dejo para la historia de su pueblo una página de gloria y un ejemplo digno de imitarse.
Filandia Agosto 20 de 1928
DATOS ESTADISTICO
El número total de habitantes en 1918 fue de 12832
El nuero total de hectáreas del Mpio. Es de 9021
Distribuidas así:
En micay 3157
En pasto común 1373
En montes y rastrojos 2553
En café 1408
En cultivos varios 482
En área de población 48
El valor de las propiedades urbanas y rurales, asciende a 2.900.000.00
El valor de las propiedades municipales asciende a 120.000.00
El número de árboles de café es de 1.407.600
La producción anual de café computando a 2 y media libras por árbol es de 140.760 arrobas anuales.
El número de cabezas de ganado mayor es de 6000
El consumo del mismo, en los últimos años es el siguiente:
1918 GANADO MAYOR 1011 GANADO MENOR 841
1919 “ “ 1504 “ “ 1777
1920 1365 2006
1921 1209 2089
1922 1373 2106
1923 1402 21831924 1490 1077
1925 1524 1197
1926 1541 1242
1927 1446 1314
PRESUPUESTO
1920 18.000.00
1923 25.000.00
1927 39.000.00
1928 58.000.00
Se encuentran en el municipio: Una trilladora de café, una de maíz, tres fabricas de jabón, tres de velas, una de café, cuatrocientas treinta y seis (436) despulpadoras de café y siete ingenios de caña, movidos por fuerza animal.
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