viernes, 21 de agosto de 2009

EL CAMINO DEL QUINDIO EN LA GESTA DE LA INDEPENDENCIA COLOMBIANA




EL CAMINO EN LA INDEPENDENCIA



El conflicto que condujo a la emancipación de España se desarrolló en Colombia entre 1810 y 1819. Se inició el 20 de julio en Santa fe de Bogotá cuando un grupo de patriotas, utilizando como excusa la negación en términos ofensivos para los americanos del préstamo de un florero que se solicitó al español José González Llorente, iniciaron una revuelta que dio origen al "grito de independencia".

Fue una guerra sin cuartel, que involucró a la población que profesaba n intenso amor por las ideas de libertad, se alistaron para alcanzar el objetivo propuesto, dentro de los cuales podemos citar a líderes como Antonio Nariño, José María Córdoba, Atanasio Girardot, y muchos otros más; personajes que con la ayuda de partidarios extranjeros, al mando de nuestro libertador Simon Bolívar y Antonio José de Sucre, traspasaron el Camino del Quindío en busca de tan anhelada causa libertaria.

Por el Camino pasaron varios de los héroes de la independencia. El cinco de Diciembre de 1810 Antonio Baraya y Atanasio Girardot, salieron de Ibagué, cruzaron por la hoya del Quindío y llagaron Cartago. En el año de 1815 el pacificador Pablo Morillo envío a los condenados por él, para el mantenimiento del camino en el tramo de Boquía a Cartago.

Las contiendas presentadas en inmediaciones del camino del Quindío entre españoles y patriotas se presentaron en las inmediaciones de Cartago. De estos acontecimientos son pocas las fuentes históricas que se relacionan con el tema; lo hallado se limita a los acontecimientos relacionados con el paso de tropas y en diferentes momentos, al igual que el paso del Libertador en enero de 1830, año de su fallecimiento.

En el desarrollo de las movilizaciones de independencia el camino fue necesario para él transito de ejércitos procedentes de Santafé hacia el occidente con el propósito de apoyar a las regiones de la Gobernación de Popayán leales a la causa libertaria

Para la guerra de la Independencia se encontraba un camino fragoso enmarañado, por poco intransitable. La legislación de la época se encamino en solucionar los problemas del transito del camino del Quindío, que se relacionaban con su mejoramiento y el de el poblamiento.

Por consiguiente se hace una reseña cronológica de eventos relacionados con el caso:

En Noviembre 24 de 1811, patriotas como los generales Antonio Baraya y Antonio Nariño, en el desarrollo de las campañas, el ejército libertador traspaso la cordillera central en tránsito de Santafé al valle del Cauca con sus ejércitos. El itinerario seguido por la tropa fue el siguiente:
15 de noviembre de 1810, salida de Bogota
24 de noviembre, llegada a Ibagué
5 de diciembre, iniciación de la marcha por el camino del Quindío.
13 de diciembre, termino del movimiento anterior en Cartago.

En Julio de 1813 Juan Sámano ocupó la provincia de Popayán y derrotó una partida patriota bajo el mando de Serviez en un sitio cercano al río Risaralda o Sopinga.

En 1813 el Coronel Manuel Serviez que se retiraba de Cartago donde enfrentó a Sámano cruzó las montañas del Quindío en dirección de Ibagué.

En el año de 1815 los condenados por el Pacificador Pablo Morillo a trabajos forzados fueron enviados a trabajar la tierra y abrir camino, pasando por lo que hoy es Salento a Cartago.

En 1818 el general español Warleta consolidó su posición en Antioquía y con 400 hombres ocupó todo el Valle del Cauca.
Se empieza la persecución de simpatizantes de la causa libertaria americana y son traídos a trabajar en la apertura y mantenimientos de caminos como el del paso del Quindío, Sansón y Mariquita, etc.

Medio siglo después, 1810, con las luchas libertarias en el territorio de la Nueva granada, siguió la ola de violencia y desolación de la comarca, causada de la sangrienta persecución desatada por la reconquista española.

El dictador Antioqueño Juan del Corral envió tropas a la región en cabeza de José María Gutiérrez, alias “el fogoso” para aniquilar los reductos españoles y apoyar a los patriotas del Valle del Cauca.. “El Fogoso” incendió dos veces a Ansermanuevo.



PERSONALIDADES QUE TRASEGARON EL CAMINO DEL QUINDIO.



El desarrollo histórico del Camino no era ajeno a los sucesos acaecidos en ultramar; una serie de acontecimientos influyeron en su contexto geográfico; es importante hacer alusión de algunos de ellos.

La Declaración de los derechos del hombre y el del ciudadano de 1789; declaración que inspirara a los precursores de la Independencia y que aumento la ilustración de los criollos en las diferentes aéreas del conocimiento.

Los cambios económicos generados por el paso del sistema feudal colonial al predominio de una economía de libre mercado; todo auspiciado por los países europeos, quienes se disputaban el predominio de las antiguas colonias Españolas para proveerse de las materias primas necesarias paras la producción de manufacturas que luego serian exportadas a las mismas latitudes de procedencia de los insumos para su elaboración.

La guerra con Inglaterra y después con Francia arraso las arcas del erario español; y la financiación de de la contienda, se hizo centrado en imposiciones tributarias a las colonias americanas.

La postración económica en la que queda sumida la Nueva granada, demandaba del restablecimiento de la infraestructura vial, para la reactivación del comercio. Era urgente perfeccionar la agricultura, abrir caminos que facilitaran el intercambio de bienes entre las provincias de la naciente República y los puertos de embarque.

Se hacia indispensable entrar por todos los flancos al universo nuevo con industrias y transportes con destino a las metrópolis extranjeras que ya participaban en el libre comercio y al adelanto industrial, necesitaba la nueva República abrirse a ese universo.

Los sucesos de la lucha de Independencia, se entrabaron en disputas insulsas por parte de sus principales líderes, este enfrentamiento, condujo a un periodo histórico, conoció como la patria boba, suceso que permitió la reconquista española.

Los forcejeos internos generaron la división política entre federalistas y centralistas; situación que de algún modo infirió en el territorio del Camino del Quindío, pues los principales lideres se presentaban en contextos limítrofes, como Antioquía y Cauca, situación que genero conflictos entre estos dos contextos geográficos y sociales.

De forma directa e indirecta, entre otros muchos más, estos acontecimientos activaron de paso por el camino del Quindío por un amplio conjunto de viajeros, militares, políticos, y viajeros extranjeros, que bajo diferentes tramas de las ciencias y diversos patrocinios, vinieron en misiones científicas oficiales y/o particulares, con el fin de explorar e inventariar del potencial de recursos de nuestro suelo patrio por encargo de

Las guerras de la liberación, combinada con, ocasionó grandes costos: pérdida de vidas, salida de capitales, pérdida de bienes de producción, semovientes, y aumento de los robos, el abigeato, los atracos y asesinatos El crecimiento económico del Virreinato de la Nueva Granada se frenó desde 1810 por causa de la guerra de la Independencia. La clase gobernante criolla que substituyó a la española no tenía capacidad para solucionar los problemas; de modo que con la Independencia empezó una inestabilidad política y social.

ALEXANDER VON HUMBOLDT.



Friedrich Alexander Von Humboldt, Naturalista y explorador alemán, acompañado por el botánico francés Aimé Bonpland, en su viaje de exploración científica por América del Sur, paso por parte del actual territorio del Departamento del Quindío en 1801.

En julio de 1801 llegaron a Santa Fé, después de su largo viaje por el río Magdalena, donde fueron recibidos por el virrey y se entrevistaron con el sacerdote José Celestino Mutis, quien dirigía para la Real Expedición Botánica; emprendieron su viaje hacia Quito por el camino del Quindío.
Describe en su diario el paso del Quindío sobre su tránsito en la divisoria de aguas de la cordillera central: “El punto más alto del camino, la Garita del Páramo. Se encuentra a tres mil quinientos cinco metros sobre el nivel del mar. Como el pie de la montaña hacia la ribera del Cauca, no supera los novecientos treinta y seis metros, se disfruta allí de un clima término medio muy suave y moderado.
La cordillera del Quindío es una de las regiones más ricas en plantas útiles y curiosas. Allí encontramos la palmera Ceroxylon andicola, cuyo tronco está cubierto con una cera vegetal, pasionarias arborescentes y la preciosa Mutisla grandiflora, cuyas flores escarlatas tienen una longitud de dieciséis centímetros. La palmera de cera alcanza la increíble altura de cincuenta y ocho metros y el viajero queda sorprendido de encontrar una planta de esta especie en una zona casi fría y amas de dos mil ochocientos metros sobre el nivel del mar.
El 12 de septiembre, el sabio Mutis le despacha un “chasqui” a Ibagué, recomendándole el estudio de unas muestra de minerales de cinabrio que su herbolario Roque Gutiérrez había recogido en el Quindío, llegando a Salento. Allí arribó el 3 de octubre y realizó exploraciones en Boquía y Portachuelo, describiendo la contextura del suelo y buscando las fuentes de cinabrio. Recogió mariposas entre Boquía y Portachuelo, que cedió después a la Sociedad Linneana de Londres. Pernoctó allí por cuatro días.

Otra descripción hecha por el ilustrado, concierne con las epidemias de la Viruela que afecto al territorio de la Nueva Granada, principalmente en su paso por el Camino del Quindío en su estación en Ibagué, esto se evidencia en un aparte de su diario de viaje que se describe así:

“Tuvimos que permanecer 8 a 9 días allá porque hacían falta cargueros, entre los cuales la viruela ha causado grandes estragos. La viruela se presenta en el reino de Nueva Granada, generalmente cada 19 a 20 años y, aunque la vacuna produce excelentes resultados, es poco usada. Esta vez la viruela provenía de Popayán y en Santa Fé había mucho temor por la cercanía de Ibagué. Por la misma época había otra preocupación más seria. En Cartagena habían muerto varias personas con síntomas de fiebre amarilla (epidemia que reinaba en la Guayana y Puerto Cabello, desde hacía 5 años)”.

“En octubre de 1801, mientras viajábamos por el Quindío a pie, con nuestros instrumentos y colecciones cargados sobre doce buyes, soportamos muchas penurias por las contantes lluvias regionales a las que estuvimos expuestos durante los últimos tres o cuatro días del descenso de la ladera occidental de la cordillera. El camino conducía a través de un territorio cenagoso cubierto de cañas de bambú. Las púas con las cuales están armadas las raíces de esta gigantesca herbácea”.
Se coligen de sus narraciones que esta zona presentaba una gran biodiversidad constituida por la gran variedad de plantas y animales, y registra en su diario numerosas géneros, como la palma de cera y la Mutisia grandiflora.

En octubre de 1801 Humboldt y Aimé Bonpland, llegaron a Cartago, donde se albergaron en la vivienda de Sebastián de Marisancena. Expresa Humboldt: "De Cartago fuimos a Popayán por Buga, atravesando el bello Valle del Cauca y teniendo siempre a nuestro lado la montaña del Chocó y las minas de platino que allí se hallan".
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AGUSTÍN CODAZZI



Agustín Codazzi Bertoloti, militar italiano, deseoso de conocer cuáles eran los planes del Libertador, en los años 1818 a 1822, ingreso por el Golfo de Urabá, disfrazado de vendedor ambulante; subió por el Atrato; descendió por el Sanjuán, llego a Buenaventura, paso al Valle del Cauca, luego por el Quindío para llegar a Bogota. En Cartago, fue auxiliado por, Tomás Cipriano de Mosquera, quien le proporcionó una remonta de mulas y pasó el páramo de Quindío, de paso para Santa Fé.

“Nosotros nos establecimos en Cartago y el coronel Cancino en Anserma. No se podían encontrar caballos para hacer montar a nuestros lanceros y al estado mayor, porque Morales los había requisado todos y enviado a Cali. Era necesario pues atenerse a los refuerzos de Ibagué, a donde se había retirado Valdés con su ejército, porque nosotros éramos un puñado de gentes en proporción a las fuerzas de Morales, reunidas todas en torno a Roldanillo, y no teníamos otra esperanza qué arrojarnos sobre la Balsa [hoy Alcalá], en las montañas, y el coronel Cancino sobre el mismo lugar abandonado por el enemigo, al lado de acá de Juntas. Entre tanto Valdés, después de reunir su división, descendía del páramo del Quindío para -tomar la ofensiva y se unía a Aury, que a una con Cancino perseguía al enemigo, y le presentaba batalla en los hermosos llanos de Naranjos, pero éste lo evitó diestramente y en plena retirada se dirigió a Popayán. Emprendimos la fatigosa marcha por el páramo del Quindío y al llegar a Ibagué descansamos un día, de allí proseguimos por Piedras y en Guataquí se empezaron a hacer balsas con gruesos árboles, sirviéndonos principalmente, de cañas de guadua y del árbol de cumacá, muy ligero y fácil para trabajar”.

CHARLES STUART COLHRANE.

Marino y viajero que en 1822 se embarcó rumbo a América Llegó al puerto de La Guaira donde se interesó por el comercio de perlas. Visitó a Caracas y luego pasó a Colombia. Estuvo en la costa Atlántica y en Bogotá y recorrió los actuales departamentos del Cauca, Tolima, Antioquia, Chocó. Su travesía está descrita en los dos volúmenes del Journal of a residence and travels in Colombia, during the years of 1823 and 1824 (Londres, Henry Colburn S. y R. Bentley, 1825). En su crónica ofrece un interesante retrato de su paso por el camino del Quindío en el periodo posterior a la independencia:

“El 4 de enero de 1823: “Tres veces pasamos el Río Quindío. A la mañana siguiente, el cinco de enero, espante varios pavos silvestres y vi un engendro de animal entre liebre y conejo. Dormí donde un contadero en Novilla. (Posiblemente la denominación de la cuchilla de los Novilleros, con que se designa a Filandia en algunos textos de viajeros).

CORONEL J. P. HAMILTON

En el año de1823, fue comisionado por el Gobierno Británico para que viajara al recientemente constituido Estado Colombiano en búsqueda y exploración de minas de oro en territorios de la Nueva Granada.

Entre 1824 y 1827, Hamilton relata su paso por el Camino del Quindío, de regreso hacia Santa Fé, después de haber transitado por el Camino de Guanacas hacia Popayán, Calí y Cartago: “En la mañana del 22 de diciembre habíamos terminado todos los preparativos y nos aprestábamos ya a partir de Cartago Siendo las nueve de la mañana emprendimos camino hacia las montañas del Quindío, montando nuestras mulas, pues era mi propósito cabalgar hasta donde fuera posible. Encontramos el camino en no muy malas condiciones por espacio de tres cuartos de legua; más adelante estaba tan cenagoso que me vi obligado a apearme para vadear los charcos, calzado como estaba de botas altas y grandes espuelas, con gran diversión para los peones, naturalmente, pero con no menor mengua de mis reservas de grasa. Después de llegar a un alto, la bajada a lomo de mula por las veredas resbaladizas y fangosas era empresa rayana en lo temerario Partimos del Cuchillo a las seis de la mañana y a las tres de la tarde llegamos a un lugar llamado Portachilo. A la madrugada del 25 de diciembre la expedición estaba lista a partir de Portachilo. Habíamos mantenido las fogatas para ahuyentar a los tigres.

“Cuatro días de buen andar se emplean en la travesía de aquella parte del Quindío, conocida con el nombre de La Trucha, (la Trocha) región anegadiza y cenagosa; mas dejada atrás ésta, se pisa ya terreno más firme y los senderos empiezan a hacerse transitables. El agua de los arroyos que corren por allí es muy pura y deliciosamente fría; el clima tiene reputación de ser salubre y estimulante. Pasamos la noche en un lugar llamado El Cuchillo, donde nos fue de gran utilidad la tienda que en Popayán nos regalara don J. Mosquera, la cual alcanzaba a servirnos de dormitorio a Mr. Cade y a mí. En cuanto a los peones, construyeron con hojas de plátano traídas a tal efecto desde Cartago, una especie de cobertizos que llamaban ranchos y de cuyo abrigo hicieron partícipes también a nuestros criados. ”.
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Parece que J. P. HAMILTON y/o el traductor describe el paso del Quindío con un nombre equivocado; pues este paso no es conocido con el nombre de La Trucha, si no de La Trocha.

JEAN BAPTISTE BOUSSINGAULT

Bolívar deseoso de establecer en Colombia un centro de enseñanzas superiores, Francisco Antonio Zea fue confiado a la misión de reclutar jóvenes franceses. Boussingault fue convencido y el mismo Humboldt lo entrenó en diversas técnicas de observaciones científicas. Arribó a Colombia y viajo hacia el Ecuador. Dentro de esta época revolucionaria, participó en diversas acciones de guerra y dentro del ejército de Simón Bolívar alcanzó el grado de Coronel.

En 1827 tuvo la ocasión de pasar el Quindío rumbo a Cartago, para llevar a cabo reconocimientos de las minas de oro en Cartago y Río Sucio.

“El 23 de mayo de 1827, Jean Baptiste Boussingault, atraviesa del Quindío, lo cual narra con detalle. Contrata sus cargueros Ibagué y conviene con ellos el pago de sus servicios. Se refiere asimismo los bastimentos y entre ellos destaca a la panela y el ron con fundamentales en la provisión para el paso por el Camino. Como algo curioso, en proceso de registro alimentario, menciona el “fifí” o sea plátanos verdes secados al horno, cortados en tajadas longitudinales, harinosas pero duros, que para comerlos se rompían con una piedra y se ablandaban en agua.

“El 23 de mayo de 1827, a las siete de la mañana salimos de Ibagué; Siguiendo por la cresta del terreno llegué hacia las 3 a la Palmilla, en donde establecí campamento. En este sitio estábamos rodeados de bellas palmeras de cera (Ceroxilon andicola), quinquinas blancas descritas por Mutis y helechos arborescentes.

El 29 de mayo encontramos que el terreno para llegar de Cruzgorda al río Quindío era un pantano; en 3 horas de marcha llegamos a la orilla (altitud 1.816 metros, temperatura 16°) y pasamos el río sin accidente. En seguida subimos hasta el alto de Lara Ganao (altitud 2.067 metros), luego seguimos hasta El Roble (altitud 2.114 metros, temperatura 16°). Al salir de allí me picó cruelmente en el pie una avispa brava; un carguero me trató por medio de la aplicación de tabaco mascado sobre la picadura y el alivio fue inmediato; pude continuar la marcha. Acampamos en el Socorro (altitud 1.880 metros, temperatura 17°).

Después de siete días de transito desde Ibagué y en ruta hacia Cartago, el 29 de mayo del mismo año, narra su paso por los sitios que se relacionan con los actuales terrenos del camino comprendidos entre la Posada Alemana, Alto del Roble y Filandia. Esto se puede deducir en la siguiente narración:

“…Luego seguimos hasta el alto de Lara ganado (altitud 2067m.s.n.m) (posiblemente el lugar donde se encuentra actualmente la Posada Alemana), seguimos hasta el Roble (altitud 2144 m.s.n.m.), acampamos en el Socorro (altitud 1880 m.s.n.m.)(¿se refería a la quebrada del mismo nombre en zona del casco urbano de Filandia?), y el 30 de mayo fui a desayunar a Buenavista (altitud 1837 m.s.n.m) Allí empieza la peor parte del camino; uno camina en los guaduales expuesto a las espinas de esas gigantescas gramíneas y en un barro que llega a las rodillas. Por la tarde llegué cansado mojado y cubierto de barro al sitio de la Balsa (altitud 1279 metros, temperatura 22° C)”.

El bastimento que debíamos llevar consistía en tiras de carne seca de res, bizcochos de maíz, huevos duros, azúcar en bruto (panela), chocolate, ron, pedazos de sal que se conocen con el nombre de “piedras” y resisten a la humedad, y cigarros... los otros llevaban su propia alimentación o sea “tasajo”, panela, chocolate, arepas y sobre todo “fifí”, bananos verdes secados al horno, cortados en tajadas longitudinales, todavía harinosos al punto que adquieren la dureza y la consistencia del cuerno; para comer “fifí” en vez de pan, se le rompe con una piedra y se remoja en agua esta curiosa preparación, que no he visto hacer sino por los cargueros de Ibagué, es absolutamente resistente al ataque de los insectos y una ración pesa la cuarta parte de lo que habría pesado fresca

En enero de 1830 pasé el Quindío montado sobre una mula con tiempo muy favorable. En esta época, una división del ejército colombiano regresaba del Perú; el general Bolívar que la había precedido me dio algunas indicaciones… El 28 de enero llegué al punto culminante de páramo; durante la subida encontré una compañía de lanceros, camino de Ibagué, y los oficiales y soldados, andando a pie, quedaron muy sorprendidos de verme montado”… El 29 de enero pasé la noche en el Araganal (el actual Arrayanal, en la entrada para Salento, Posada Alemana). El 30 estaba en La Balsa, el 31 entré a Cartago a las 2 de la tarde. Montado en una mula había pasado el Quindío en 5 días y medio.”

ANTONIO JOSÉ DE CALDAS

Existen referencias bibliográficas sobre el paso del sabio Caldas por el Camino del Quindío, de las cuales podemos destacar, la siguiente:

En Marzo de 1816, Caldas recibe el encargo de fortificar los caminos de Guanacas y Quindío que cruzan la cordillera central; fue asignado al ejército del Norte. Pero los resultados de la guerra eran favorables a los españoles, tanto que el 6 de mayo de 1816 entraron en Santafé. Caldas, marcha hacia Popayán que todavía estaba libre, pero también habría de caer a los pies de Sámano.

“Todavía deseaba Cal­das hacer exploraciones nuevas, en los Andes del Quindío que no tenía visitados, para dar perfección a esta obra enteramente suya, pero no le fue posible verificarlo. Ignoramos el estado en que dicha obra quedó; y presumimos que, con título cam­biado, es la Quilología, puesta en limpio de su propia mano y firmada con su nombre, que fue vendida después de su muerte a un extranjero por la señora su viuda en momentos de necesidad extrema, y que, rescatada como reliquia preciosa, existe hoy en poder de un compatriota nuestro el señor M. M. Mosquera”.

El Libertador Simón Bolívar Por El Paso Del Quindío

El 22 de diciembre 1829, por decreto dictado en Cali dispuso el Libertador que se abriera el camino, y encargó de la dirección de los trabajos al Coronel Eusebio Borrero; y en 1839, estando éste, que ya era General, de Gobernador de la Provincia, consiguió que se destinaran el presidio a los trabajos de la vía.

Bolívar pasó una última vez por Japio en diciembre de 1829 y allí reposó por varios días, cuando ya la adversidad agobiaba su ánimo. Demoró en Cali del 22 al 25 de diciembre, se trasladó en esa tarde a la hacienda Mulaló, propiedad de don José Cuero, donde se entrevistó con el general Sucre. A la mañana siguiente partió para Buga. Saliendo hacia el Quindío se alojó también en Tuluá, en casa de los esposos González Tejada. Una gran recepción y baile se le ofreció en la casa de la familia Lozano, denominada después Casa de las Tribunas.

En1829, la muerte del General Córdoba en Antioquia afectó mucho al libertador, quien escribió: “estoy cansado….no puedo más, no puedo más”. Salio de Quito para Bogotá en octubre de 1929 y llega el 15 de enero de 1830.

La descripción de su aspecto relatada por varios historiadores es dramática. Nada mejor para apreciarla que los cuadros hechos por el pintor Espinosa en el período de enero a mayo de ese año, que muestran la decadencia física del ilustre enfermo.


El 5 de enero de 1830, el libertador regresa, por el camino del Quindío, con 282 hombres a caballo y 644 a pie.

Simón Bolívar, el cinco de Enero del año1830, a su paso por la “trocha del Quindío, establece la apertura del Camino del Quindío. Años después fueron establecidas dos poblaciones en las montañas del Quindío como bases de aprovisionamiento para la apertura del camino del Quindío, Boquía.

En Ibagué en 1830, estuvo envuelto en la sindicación judicial que se abrió contra el Libertador Simón Bolívar, sin que hubiera intervenido como conjurado sino como un ciudadano que reclamó la acción de la justicia para que se resarciera un agravio. . El recuerdo era compartido, porque un antepasado del compositor había hospedado en su casa al Padre de la Patria entre el 6 y el 7 de enero de ese año, la noche del suceso.




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