miércoles, 1 de marzo de 2017

RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA ECOHISTORICA, CULTURAL Y CONTEXTO GEGORAFICO DEL CAMINO DEL QUINDIO

Mapa del paso del quindio reelaboración de reclus de un mapa de vergarahy velasaco y a su vez de Codazzi

El camino del Quindío se ubica estratégicamente en el “triangulo de oro de Colombia”, en el  corazón de los Andes Centrales Colombianos; constituyéndose en un prospecto importante  como destino ecoturístico, histórico y cultura, gracias a sus condiciones únicas que lo caracterizan.


Desde Cartago a Ibagué, se extiende dentro de las siguientes coordenadas geográficas, que presentan una diversidad de pisos térmicos (cálido, medio, frío y páramo) sobre formaciones orográficas de terrenos ondulados, en las dos estribaciones de la misma cordillera, que permite una rica variedad de clima, flora y fauna.

COORDENADAS
Altura sobre el nivel del mar Plaza principal
Distancia en (Km.)
CIUDAD
LATITUD
LONGUITUD
Cartago
4º.44’
74º.54’
917m.m.s.n.m. 
   0Km.
Alcalá
4º.40’
75º.47’
1290m.m.s.n.m.
 18 Km.
Filandia
4º.41’
75º.40’
1923m.m.s.n.m.
 33Km.
Salento
4º.38’
75º.34’
1895m.m.s.n.m.
 48km.
Boquerón del páramo


3485m.m.s.n.m. 
 50km
Toche


2623m.m.s.n.m. 
 62km
Volcán cerro Machín
4º.29’
75º.22’
2750m.m.s.n.m. 
 69km
Ibagué
4º.26’
75º.13’
1248m.m.s.n.m.
98 Km. 




















Esta condición proporcionó, a los viajeros que se atrevieron a pasar por este camino en el siglo XIX, alimentos, protección y abundante material de estudio.


Eran 98 k., de Cartago a Ibagué, pero llenos de penalidades y proezas que se encuentran narrados especialmente por los viajeros extranjeros que por allí pasaron, como podrá leerse más adelante.


El Paso del Quindío está ubicado geográficamente en el centro occidente del territorio Colombiano, en las vertientes oriental y occidental de la Cordillera Central, dentro de los 4º.44’de latitud norte y 74º.54’de longitud oeste, de Cartago Valle del Cauca, y hasta los 4º.26’ de latitud norte y 75º.13’ longitud oeste en Ibagué, departamento del Tolima. Cruza los Municipios de Alcalá, en el Valle del Cauca; Filandia, Salento, en el Departamento del Quindío, el punto donde fue el presidio de Toche y  cerro Machín antes de llegar a Ibagué.



La recuperación material de sus vestigios, su memoria ecohistórica, cultural y contexto geográfico, se presenta como la oportunidad de redimir su legado, el cual permitió las diferentes gestas colonizadoras en el territorio,  y fijó la fundación de pueblos, al igual que la idiosincrasia, que fundamenta la identidad Quindiana.

Se puede concluir que el camino del Quindío se muestra como una ocasión de recuperar la historia que paso por esa ruta entre el sur occidente y centro del País en las diferentes épocas de la historia.

Inicialmente como paso de los indígenas; en seguida, como camino de la Conquista y Colonia, independencia, la nación, y la arriería, alrededor de la economía pujante del café de finales del siglo XIX y principios del XX.  Por él  pasó toda la historia, del suroccidente al centro oriente del virreinato de la Nueva Granada. 

Destacar y recapitular la memoria Ecohistorico-cultural del "Camino del Quindío", es revitalizar la historia del Quindío desde sus más tempranos inicios, e incentivar a la población quindiana, en la búsqueda de nuevos elementos ecológicos, históricos y culturales que sigan complementando la construcción de una historia común que contribuya en forma eficaz  a la formación de la Quindianidad.


El proyecto nace como resultado de la acción pedagógica como docente en el área de ciencias sociales, de la I.E Sagrado Corazón, de Filandia, y su adelanto se formaliza en el proyecto ambiental escolar (PRAE), denominado: RECUPERACION ECOHISTÓRICA DEL  ANTIGUO CAMINO DEL QUINDÍO.

El adelanto del proyecto empezó el año 1996, período en que se emprende con la etapa de investigación y búsqueda de información de la existencia del paso del camino por los Municipios de Alcalá, en el Valle del Cauca; Filandia y Salento en el departamento del Quindío y parte de la ladera oriental del la cordillera central en el departamento del Tolima.


Luego de descubrir el antiguo trazado, se planeó la compilación de su uso histórico, en su destino de puente caminero, entre el centro oriente y suroccidente del territorio Colombiano, desde la época precolombina y hasta las dos primeras décadas del siglo XX.

Se propuso la implementación de un recorrido histórico cultural y ambiental, que permitiera la activación de los sentidos, en torno a la contemplación ambiental, admiración de sus paisajes, y pletórica biodiversidad, historia y cultura; complementándolo con la salvaguarda de su historia y desarrollo cultural, como factor influyente en la colonización y fundación de pueblos y la cimentación cultural regional, especialmente, de Salento, Filandia y el resto del Quindío. Igualmente, estimular la práctica de senderismo a través del recorrido de su senda; permitiendo la ejercitación física, para lograr la armonía entre el hombre y la naturaleza.

METODOLOGIA


Se consultaron diferentes fuentes y ejecutaron actividades como: entrevistas directas con personajes conocedores del tema, revisiones bibliográficas, y de archivos históricos en Filandia, Salento y Cartago; filmaciones, trabajo de campo, estudio y clasificación de los antecedentes históricos relacionados con el tema;  lo cual  permitió  esbozar las múltiples contribuciones del Camino del Quindío, a la gesta libertaria de esta parte de Colombia.


El desarrollo investigativo se viene desarrollando a través del uso de una variada gama de herramientas metodológicas, como consultas bibliográficas, trabajo de campo, producciones audiovisuales, recopilación de grabados y fotografías de la época, así como el análisis y clasificación de los aspectos históricos, ecológicos y culturales del camino y de quienes por allí pasaron en las diferentes épocas de la historia, por el territorio que cubre la ruta.

Con todo el compendio informativo se empieza una minuciosa búsqueda de los vestigios del Camino del Quindío, apoyado en la información recogida, que permite paulatinamente determinar los tramos que aun quedan de la vía, entre los Municipios de Filandia, Salento y parte de la ladera oriental en el departamento del Tolima;  concretamente entre el Boquerón del Paramo y La ceja.

Subsiguientemente, el proyecto sirvió como insumo para el proceso de  otro proyecto, patrocinado por el Fondo Mixto de la Cultura y las Artes del Departamento del Quindío, la Universidad Quindío y la Gobernación del Quindío; denominado: EL RECONOCIMIENTO Y LEVANTAMIENTO TOPOGRÁFICO DEL CAMINO Y UN SEGUNDO PROYECTO TRABAJO LA PROPUESTA ECOTURISTICA PARA LA REHABILITACIÓN Y ADECUACIÓN DEL CAMINO DEL QUINDÍO.

El Fondo Mixto registro ante el Ministerio de Cultura (Apoyo a actividades artísticas y culturales Programa Nacional de Concertación), convocatoria 2009, el proyecto denominado: "RECUPERACION DE LA  MEMORIA  ECOHISTORICA Y CULTURAL DEL CAMINO DEL QUINIO".

En este proceso se compiló  y elaboró el texto denominado: MEMORIAS DEL CAMINO DEL QUINDIO EN LA EPOCA DE LA INDEPENDENCIA; fundamentado en práctica academia antes expuesta y el aporte de archivos documentales textos, audiovisuales, visitas de  campo, todo recopilado y procesado para obtener el producto que se presenta al Fondo Mixto de las Artes y Cultura del Quindío, ente patrocinador a fin de obtener su aprobación y publicación del texto y realización de un audiovisual.


ACTIVIDADES PROPUESTAS

Un recorrido histórico ambiental, a través de la antigua ruta del camino, donde se enfatiza la contemplación, contacto con la naturaleza y paisajes; observación de la biodiversidad circundante, ecosistemas, y microcuencas adyacentes.

Proponer el rescate de su historia y desarrollo cultural, como factor influyente en la colonización y fundación de pueblos y la cimentación cultural regional; especialmente  de  Salento, Filandia y el resto del Quindío, a través de diferentes estrategias metodológicas.

Proponer la Práctica de senderismo a través de la  caminata; permitiendo la ejercitación física, para lograr la armonía entre el hombre y la naturaleza.
Se logro el establecimiento de una formación de  aprendizaje  presencial por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje SENA, para los jóvenes del Municipio en el tema de Guiaza de turismo local, con una duración de dos años.  Dichos jóvenes van a ser los dinamizadores de los proyectos de la Corporación.

Con el acompañamiento del proyecto Pléyade Cuclí-Cuclí se desarrolló con los  niños y niñas del Grupo ecológico SIETECUEROS el espíritu observador e investigativo a través de la actividad: TIBUCHINA, AYER, HOY Y SIEMPRE, donde se pretende conocer más  sobre el árbol y flor emblemática de la Corporación y concienciar a la comunidad para institucionalizarla como especie emblemática del Municipio.

PIONEROS DEL PROYECTO

NOMBRE
EDAD
CORREO ELECTRÓNICO
TELÉFONO CELULAR
1.DIEGO FERNANDO RAMIREZ RESTREPO
26
diegofrr@gmail.com
3146164178
2.LUZ MARINA VEGA VEGA
56
luzmave-03@hotmail.com
3113240030
3.WALTER ANDRES AGUIRRE PELAEZ
28
andr06es@yahoo.es
3146330863
4.ALVARO JAVIER CAMARGO VEGA
18
alvaro_009_04@hotmail.com
3117478892
5.ALVARO HERNANDO CAMARGO BONILLA
55
tibuchina52@gmail.com
3116090425
6.WLLINGTON  ADRIANO CHISCO FRANCO
28


8.MARICELA GRISALEZ GRISALEZ
25
mary923512@yahoo.es
3113981351
9.JOANI ROMAN MURILLO
30
Joaniroman@hotmail.com
3176428641
10.JORGE ALIRIO GOMEZ CASTRO
36

3116497352

IMPACTO SOCIAL

El proyecto rebosa el contexto local de su inicio  y  adquiere  una espacio y aceptación  local, regional y nacional;  suscitando  la creación  de una Corporación Ambientalista denominada: “SIETECUEROS-TIBOUCHINA” , conformada  por una serie de personas y profesionales  con diversas formaciones multidisciplinarias, estudiantes, exalumnos, con la misión de promover el desarrollo de valores, hábitos, habilidades, destrezas y conocimientos; en busca del equilibrio de lo humano, social, natural e histórico-cultural en el tiempo y espacio.

La Corporación  SIETECUROS-TIBOUCHINA empezó a gestarse  como grupo ecológico del Colegio Sagrado Corazón en el año de 1995.  El 14 de Mayo  de 1999 adquiere personería jurídica No. 1963 otorgada por la Cámara de Comercio de Armenia.

Otra de las actividades realizadas por la institución  es la creación y circulación  del periódico cívico-ambientalista TIBUCHINA que cuenta con la colaboración de un grupo periodístico  conformado por profesores, alumnos, personal  administrativo y miembros representativos de la comunidad; se encuentra en su tercer año; octava edición con   tiraje de 1000 ejemplares.  Este es ejemplo de institucionalidad, comunicación, participación, gestión, capacitación, educación científica y  ambiental   de la comunidad educativa, instituciones y  la sociedad  Filandeña y del Departamento.

De igual forma con la participación de los estudiantes, profesores y comunidad,  funda el periódico TIBUCHINA y la realización de un programa radial  por la emisora comunitaria  COLINA ESTEREO, todos los jueves en el horario de 11:30  AM a 12 M, denominado AMBIENTE SIGLO XXI.


Con el lema “amando la naturaleza cuida tu vida”, el programa conviene con las acciones encaminadas a desarrollar y mejorar la relación y actitud de  la comunidad frente su  entorno. 

sábado, 18 de febrero de 2017

FILANDIA DESTINO ECO-AGRO TURÍSTICO Y CULTURAL.

FILANDIA DESTINO ECO-AGRO TURÍSTICO Y CULTURAL.

Filandia se consolida como destino turístico nacional e internacional, contexto que genera preocupación por el masivo  atiborramiento  de turistas en su zona urbana, ambiente que viene ocasionando las molestias concomitantes a la actividad: desorganización vial, colapso de servicios públicos (agua, alcantarillado, energía eléctrica), contaminación visual, auditiva, desmedido tráfico vehicular, deficiencia en parqueo, etc.), verdad que pone en evidencia la ausencia de una planificación turística local.



Su área rural presenta un cumulo de potencialidades turísticas sin revelar, verdaderos “tesoros y campeones” representados en sus habitantes y recursos locales, que adecuadamente catalogados podrían constituir una alternativa de alto valor  turístico de corte comunitario. Ante todo, ofrecer a los visitantes la amabilidad, calidez y cordialidad de la población rural filandeña, factores que reflejan su estirpe cultural e histórica.


Como no revelar lo tradicional del paisaje rural cafetero, los elementos  que guardan el encanto de tiempos pasados y presentes, representados en los recursos locales, biodiversos, históricos, culturales, tradiciones y económica, aspectos que no se entrevén  y se desatienden como atractivos turísticos.


Sinnúmero de “tesoros y campeones” relacionados con los procesos productivos, artesanales, culturales y agroindustriales: historia, arqueología, arquitectura y otras experiencias maravillosas de producción agropecuaria que se desarrollan en las 24 veredas del municipio, que permitirán una experiencia extraordinaria de reconocimiento y relación del hombre con el medio ambiente y su cultura.



Ideas creativas como la fabricación de almohadas de carbón de guadua diseñada para combatir el estrés por don Ovidio, un campeón orgulloso de su “tesoro”, es una muestra indiscutible de la diversidad de manifestaciones culturales de la zona rural filandeña, representadas en el arte, cultura, tradición, religiosidad, voluntad y costumbrismo.



Otro “tesoro”, es el turismo verde que no está debidamente posicionado como oportunidad turística. El Distrito de Conservación de Suelos Barbas-Bremen es lugar propicio para sentir y vivir las riquezas naturales; ecosistema mágico y biodiverso, condición que le permitió la declaratoria de área de interés mundial para la conservación de las aves (AICA).

En Filandia se debe pensar en un desarrollo turístico rural comunitario, que fortalezca la competitividad y el emprendimiento en el sector y que contribuya a mejorar la calidad de vida, la protección del medio ambiente y el patrimonio cultural de sus habitantes.

Álvaro Hernando Camargo Bonilla

Vigía del Patrimonio, miembro de la Academia de Historia del QuindíoFilandia destino 

viernes, 10 de febrero de 2017

El verdadero Dorado existía en las entrañas de la Tierra.(microhistoria del camino del Quindío)

El verdadero Dorado existía en las entrañas de la Tierra.


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Fray Pedro Simón en sus crónicas se refería así: "La Provincia de los Quimbayas, en medio de la cual está la ciudad de Cartago, es riquísima de oro. Al comendador Ruy Váez de Sosa le mostró una india de su servicio la sepultura de su padre el Cacique Yambo, y abriéndola hallaron una tabla de oro con que estaba cubierto el ataúd del difunto, que pesó $13,000 de buen oro y saco otros tantos en otras joyas."[1]


Apenas terminaba la Conquista, los rapaces españoles se dedicaron preferentemente a la fácil y lucrativa tarea de explotar las minas de oro. Las hallaron riquísimas y muy productivas en Arma, Antioquía, Buriticá, Zaragoza, Remedios y Cáceres; en Anserma, Cartago, Cali, Popayán y Almaguer; lugares que entonces hacían parte de la provincia de Popayán.

Referencias tomadas del cuaderno de gastos llevado por el director de las minas de la concepción, Lázaro de Molina en el  año de 1751, ratifican lo antes descrito.



Lázaro de Molina, partió de Santa Fe, provisto de ocho arrobas de hierro, dos de acero; once mulas, rumbo a Llano-grande (Ibagué). Lo acompañaban un minero, dos negras, una de servicio y otra con funciones de cocinera; todos con las provisiones necesarias en ropa, toldos, camas, aguardiente, carne, pan y cacao, para sustento durante el tiempo de viaje.

Al llegar a Ibagué les fue preciso esperar catorce días antes de proseguir el viaje, por necesidad de buscar en alquiler los bueyes necesarios para proseguir el viaje por las montañas del Quindío. Allí se aprovisionaron de aguardiente y partieron rumbo a Cartago, a donde llegaron después de tres semanas de viaje, debido al mal tiempo durante el viaje.

De Cartago partieron para el Chamí, en donde por no existir camino para animales, utilizaron 18 indígenas cargueros de silla, con tercios de cuatro arrobas cada uno. En este lugar, se quedaron dos días esperando que les aviasen los  indios y empapelasen los tercios, lo que se entiende taparlos con hojas de bijao; fueron alquilados diez y seis cargueros de silla, porque se sustrajeron dos cargueros de los 18 contratados; uno destinado para el jefe de la caravana, y otro destinado al minero; lo que les salió mal después, porque el minero cayó enfermo el primer día, y urgió darle dar el carguero del jefe para trasportar al minero enfermo, porque uno solo no era suficiente. De modo que al dueño de la expedición,  le obligó  pasar toda la montaña a pie.

PETICIÓN DEL CAPITÁN FRANCISCO FERNÁNDEZ DE PALENCIA. AL GOBERNADOR Y CAPITÁN GENERAL DEL NUEVO REINO DE GRANADA.
El Capitán Francisco Fernández de Palencia, vecino de Santafé, tuvo noticia de la existencia de ricas minas de oro, plata y cobre en el remoto y desierto páramo del Quindío y sus vecinos había vetas de minerales de plata, oro y cobre. Con el pretexto de contribuir a aumentar las rentas reales, y a la par, poder obtener licencia y dádivas por parte de corona, por el descubrimiento de tierras nuevas y minas para su aprovechamiento, saló de Santafé, el mes de Noviembre del año de 1632.

Ingresó en tres ocasiones a los páramos de cordillera, llevando consigo algunos españoles, esclavos e indios. Exploró por espacio de cuatro meses continuos, a expensas personales, costeando el sustento, cabalgaduras, armas, municiones,  herramientas, avíos, y pago a los indígenas que los guiaron y ayudaron a lo referido y todo lo demás que precisaba el desarrollo de la expedición y descubrimientos, en los que gastó altas sumas de dinero, además, de poner en ostensible riesgo su propia vida y la de sus acompañantes, a causa de la dureza y soledad de los terrenos por donde transitaron, y la presencia por aquellas tierras de los temibles Pijaos rebeldes resguardados en esos parajes.  En sus andanzas descubrió minas de veta de oro y plata muy ricas, de cuyos metales llevó a Ibagué para ensayar la calidad de los metales encontrados en las minas descubiertas, e igualmente proceder a su registro ante el Alcalde ordinario de Ibagué, delimitando su ubicación y pedir el permiso de laboreo por el termino de un año  y definir la escogencia de una mina principal y otra secundaria  y ponerlas en labor, como hizo constar en el respectivo registro que presento ante la real audiencia de Santafé, además de algunas piedras con muestras del metal de las señaladas minas, que hizo ensayar por personas peritas que certificaron su riqueza, pues de un quintal de tierra, fructifican a más de dos marcos de plata y oro.

Por las consideraciones antes expuestas, Francisco Fernández de Palencia, estaba resuelto de volver a las dichas minas y poblarlas, y descubrir otras más ricas que había descubierto en aquel contorno, y si para el efecto, debía gastar en toda su dinero, que era considerable, pedía a las autoridades la confirmación en la otorgación de la licencia de explotación y beneficio en los siguientes términos

“En la vía y forma que más haya lugar (le derecho y me convenga registro ante vuestra señoría las aguas de la quebrada que llaman de Toche desde su nacimiento hasta donde entra en el río de San Juan, con los asientos de ingenios de moler y beneficiar metales que hubiere en la dicha distancia”.
A Vuestra Señoría pido y suplico etc.

Francisco Fernández de Palencia.




[1]Restrepo Vicente. ESTUDIO SOBRE LAS MNAS DE ORO Y PLATA DE COLOMBIA. Segunda edición. Imprenta silvestre t compañía. Bogotá 1888. Pág 47

miércoles, 1 de febrero de 2017

El pueblo Quimbaya fue mancillado hasta en sus sepulturas.

El pueblo Quimbaya fue mancillado hasta en sus sepulturas.



Ambiciosos e Insaciables guaqueros traficantes de tesoros indígenas, horadaron y profanaron sus cementerios, denominados “patios de indios”; reputados por la riqueza de su orfebrería: como lo fueron: Pueblorrico y Montenegro, y La Soledad cerca de Filandia.


En 1890, en el sitio de La Soledad, trece años más tarde, de la fundación de Filandia, los guaqueros Norberto Ospina (a. casfú) y Victoriano Arias, extrajeron dos guacas que contenían un preciado ajuar funerario en oro y cerámica, sepultado entre los siglos II A.C. y X D.C. correspondiente al estilo "quimbaya clásico".

Del prolífico hallazgo, denominado: “La guaca de La soledad”, se desprendieron de una pequeña parte, en beneficio de la iglesia de Filandia. Tres libras de oro se entregaron con destino a la compra de las campanas del templo, la cuales fueron fabricadas en Buga. Las demás piezas de oro fueron llevadas a Bogotá, donde, el coleccionista italiano Cario Vedobelli, quien poseía el denominado: "Museo Comercial Italiano en Bogotá", procedió a a clasificar, e inventariar las piezas del tesoro, según su uso, peso y medida, denominándolo: Colección Filandia".


El Presidente Carlos Holguín Mallarino, ordena a la Comisión de Exposiciones, Subcomité de Protohistoria, en agosto de 1891, comprarla por $ 10.000 pesos oro. La "Colección Filandia" pasa ahora a conocerse como la "colección del gobierno". Así, el 20 de julio de 1892, día de la Independencia Nacional de Colombia, Holguín, en su informe al Congreso, se anticipó a justificar la donación del Tesoro de los Quimbayas, diciendo:

“Es la más completa y rica de objetos de oro que habrá en América, muestra el grado de adelanto que alcanzaron los primitivos pobladores de nuestra patria. La hice comprar con ánimo de exhibirla en las exposiciones de Madrid y Chicago, y obsequiársela al Gobierno español para un museo de su capital, como testimonio de nuestro agradecimiento por el gran trabajo que se tomó en el estudio de nuestra cuestión de límites con Venezuela y la liberalidad con que hizo todos los gastos que tal estudio requería.

Como obra de arte y reliquia de una civilización muerta, esta colección es de un valor inapreciable. Antes de mandarla a Madrid propuse al gobierno de Venezuela que tomase la mitad de la colección para que el obsequio fuese de ambos gobiernos. No habiendo sido aceptado el ofrecimiento, determiné hacerlo por nuestra cuenta”.[1]




[1] Carlos Holguín, "Informe al Congreso", 20 de julio, 1892. Diario Oficial, República de Colombia.