martes, 31 de enero de 2017

Microhistoria del camino del Quindío y el presidio de Toche en 1843

Informe de Pastor Ospina, administrador del presidio de Toche en la ladera oriental de la cordillera del Quindío-


Fuente: Gaceta de la Nueva Granada Bogotá, domingo 7 de mayo de  1843 trimestre 46 núm. 618.

En Ibagué, a 5 de abril de 1843, el señor Pastor Ospina, administrador del presidio de Toche en la ladera oriental del camino del Quindío rinde informe al Secretario del Interior y relaciones exteriores de la Nueva Granada-


En el punto de Toche a donde había marchado, con el objeto de inspeccionar los trabajos del camino de Quindío y ordenar las disposiciones convenientes para el adelanto de la obra, Pastor Ospina, relata un sucinto informe, de lo que se había practicado hasta esa momento en el camino del Quindío.


En enero de 1843, se dispusieron algunos peones para cortar las maderas necesarias para la fabricación del tambo de Toche y  empezar el desmonte de una parte del camino. A fines de febrero del mismo año,  siguieron a la montaña las dos secciones del presidio que habían estado en Honda; y el 8 de marzo llegó a Toche el presidio que vino de esa capital; y Pastor Ospina, llegó al mismo punto el 9, y el 10 principió a trabajar dicho presidio.


El estado de la obra en ese momento era la siguiente: se había construido en Toche dos casas bastantes solidas una de 40 varas de frente  por 10 de fondo, ambas con sus correspondientes corredores; siendo la principal, que tiene 20 varas de frente, el alojamiento del presidio.  Se construyó un puente provisional sobre el rio San Juan que servía para el paso diario de la gente que trabaja en el camino y para los pasajeros; y se ha labró bastante piedra para el puente de cal y canto que se debía construir sobre el mismo río. Se limpió el plan donde debía desarrollar la nueva población. Se  constituyó una huerta y se plantaron en ella la mayor parte de las semillas útiles propias del clima del lugar. Se ha hizo el desmonte del camino desde Toche hasta el pie de San juan, que tenía cerca de media legua, dándole un desmonte un ancho de 5 varas y aún más.


Se abrieron zanjas para recoger las aguas que derramaban y circulaban por las vegas del rio San Juan, y que formaban muchos barrizales en aquella parte del camino. Se desvió este en los puntos en que tocaba con el rio, terraplenando una de las faldas por donde fue preciso establecerlo. Se construyeron algunos puentes sobre las zanjas de desagüe que atravesaban el camino: y se empezó a formar sobre empalizadas el camellón donde se consolidó el camino en todas las partes menos sólidas. se adelantaron las obras, se empezó el desmonte desde el pie de San Juan, y se construyó una pequeña casa para la  proveeduría en aquel punto y otra para el posadero de Toche, que para la época vivía en casas con diferente destino.

Expone el señor Pastor Ospina, que el trabajo del presidio no se había aprovechado como se debiera; cosa que no era nueva, pues tal situación venía desde la creación de estos establecimientos, y dependía de la falta de reglas bastante detalladas para mantener constantemente el orden y a disciplina, y que todas las operaciones se debían ejecutar bajo un plan sistemático combinado según las circunstancias. Se proponía por tanto a la redacción inmediata de un reglamento por el cual se pudiera obtener los resultados esperados, de acuerdo con el decreto orgánico de los establecimientos de castigo, que contenían las reglas generales que debían servir de base en la economía d dichos establecimientos.

A más de las obras hechas a costa de los fondos nacionales, y de que hablaba Ospina, se había practicado con el servicio subsidiario el desmonte de más de una legua de camino desde el alto del Cural hasta la Pontezuela; y aunque dicho desmonte no quedó de toda la anchura que debía darse al camino, se tenía sin embargo adelantado bastante con él para la perfección de la obra en esta parte. Hasta el 1° de junio continuarán los trabajos por cuenta del servicio personal subsidiario pues era preciso dar tiempo para colectar las cuotas en dinero de todos  los contribuyentes de primera clase, y de los de las otras que prefieren hacerlo de aquella manera;  dándose a la vez los reglamentos convenientes para que se prestase debidamente el servicio por los que hubieran de verificarlo personalmente; en cumplimiento de todo lo cual trabajaban con interés los agentes de la gobernación.  Pero en particular eran especialmente recomendables los importantes servicios que en todo lo relativo a la empresa habían prestado y continuaban prestando el jefe político de ese cantón y el alcalde del distrito, señores Andrés Caicedo y Eduardo Casas.

Acompaña al informe una breve relación de las observaciones que había podido hacer sobre los terrenos y otras circunstancias del sitio de Toche en que debía formarse la nueva población.


Soy de US muy atento servidor. Pastor Ospina.

CRONOLOGIA HISTORICA DEL CAMINO DEL QUINDIO






LA MICROHISTORIA DEL CAMINO DEL QUINDIO


En febrero cinco de 1844, Jorge J. Hoyos, administrador de Cartago en la Gobernación del Cauca, en comunicación N°1845, dirigida al Secretario de Estado de la Nueva Granada, rinde informe del etapa de composición del camino del Quindío, durante el periodo comprendido del 1°de agosto de 1844, hasta el 31 de enero de 1845 (seis meses de trabajos)¸



Informa que hasta esa fecha, se habían abierto 47064 varas (37,66km) de extensión, con un ancho de 25 varas (20 metros) de camino; además de veinte cuadras recientemente abiertas, que por no haber sido medidas ni pagadas no figuran en el referido informe. Los referidos trabajos se adelantaron con peones libres, y presidiarios, a un costo de dos mil cincuenta y siete pesos y un cuartillo (2057, ¼).



El personal del presidio se empleó en relimpiar y mejorar el camino cerca al tambo de Buriticá, hasta la distancia de una legua de el por uno y otro lado. Con los presidiarios también se adelantó la conservación de los tambos de Arcabuquillo y Buriticá y otro menor en Matecaña. Además, se cosechó y sembró maíz en Arcabuquillo y en Buriticá.

Los gastos en las obras referidas, sumaron quince mil setecientos veinte y nueve pesos  y un cuartillo (15, 729,1/4)  en la forma siguiente:
Gastos del presidio                         7.456,3

Valor de lo contribuido por el servicio personal subsidiario para caminos y aplicado al de Quindío                                       3, 181,7 ½
Gastos hechos con el fondo especial del camino
                                                 4, 574,1 2/4
Gastos hechos provisionalmente del mismo fondo, pero que deben ser reintegrados en parte por el fondo de gastos del presidio
                                                           516,4
Total                                          15, 729,1/4

Los gastos del presidio incluía todo relacionado con la manutención (alimentación, vestido, herramientas y salud) de los presidiarios y el pago de empleados del presidio.

Igualmente, en la relación de gastos hechos con fondos del camino, se invirtió una pequeña cantidad en la provisión de herramientas para algunas poblaciones y algunos fondos destinados al establecimiento de una población en el Quindío (Boquía). La formación de esta población se señala con entusiasmo por los vecinos de este cantón, y es excitada por el señor Manuel Ibáñez, quien ofreció entre varios ciudadanos cerca de cuarenta cabezas de ganado vacuno para auxiliar a sus pobladores.

Fuente: Gaceta de la Nueva Granada Bogotá, domingo 7 de mayo de  1843 trimestre 46 núm. 618

 




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