martes, 30 de noviembre de 2021

EVIDENCIA DE LA PRESENCIA DE UN PRESIDIO EN BOQUÍA.

 

EVIDENCIA DE LA PRESENCIA DE UN PRESIDIO EN BOQUÍA.

Para entender la historia del poblamiento del territorio Quindiano, es necesario analizar el desarrollo de las diferentes empresas en la mejora y composición del camino del Quindío.

Una de las estrategias en el siglo XIX para motivar el poblamiento del territorio lindante el camino del Quindío (Valdesina, Boquía y La Balsa), fue el afincamiento de presidios a la vera del paso del Quindío..

Posesionado  de  la  presidencia  del  país  el General  Pedro  Alcántara  Herrán  en  1841,  en  el  año  siguiente  se estableció  un presidio en Boquía, en inmediaciones de la unión del río Quindío con la quebrada Boquía.

La versión de los textos que a continuación se trascriben, permiten revelar aspectos, tales como, registros administrativos; desarrollo y ejecución de los trabajos relacionados en la vía; métodos de mejora y composición; manejo administrativo y reglamentación del presidio.  Asimismo, información relativa a la mutabilidad de la ruta a causa de las contingencias medioambientales e intereses de poblamiento.

Un tema importante que no se ha tratado, es el relacionado con el inicio agrícola, una vez descuajada la selva aledaña a la ruta. Aquí se atisba algo sobre las plantaciones de pan coger destinados a la manutención de reos y primeros colonos.

CAMINO DE QUINDÍO.

Cartago, 3 de abril de 1844.

República de la Nueva Granada–Gobernación de la provincia del Cauca. —

Nº 64.

Al Sr. Secretario de Estado del Despacho de lo Interior. 

“He visitado el presidio y recorrido la parte del camino que va hasta Boquía en el mes pasado, luego que el estado de mi salud me lo permitió.

Luego que el estado de mi salud me lo permitió. Luego que llegué a esta ciudad fui a visitar los trabajos y encontré que, por ineptitud de los directores, y falta de eficacia en los jefes políticos, desde que yo me ausenté, se había descuidado quemar el bosque destrozado, menos en una pequeña parte, no obstante, varias prevenciones de la Gobernación.  

Suspendí el derroque del bosque, y destiné los peones a limpiar la abundante maleza que había crecido entre los troncos y ramas destrozadas, a amontonar estos y quemarlos, trabajo que se ejecutó al mismo tiempo por los contribuyentes del servicio personal y que ha concluido ya. He visto con satisfacción:

1. ° que en una gran parte del camino nació poca maleza; 2. º que en donde abundo se componía de plantas cuya semilla se agota pronto; 3º que en toda la parte des cuajada de junio a agosto ha aparecido pasto de diferentes gramas. El terreno limpiado aparece sólido, no obstante que anteriormente era ponderado de fangoso.

Desde aquella vez examiné lo relativo al trato que se da a los presidiarios, y el nodo como se les asiste. Sobre este punto, la frecuente variación de empleados había producido relajación en la disciplina en favor enteramente de los reos. Los alimentos continúan suministrados en la cantidad y calidad determinadas por la Gobernación. Posteriormente en marzo visité mis detenidamente el establecimiento, examinando libros, reos, prisiones, herramientas, raciones etc. Encontré algunos defectos en los libros que hice corregir: en la disciplina del establecimiento la misma relajación. Respecto de la ración examiné separadamente a varios presidiarios tonados como a la suerte, y habiéndome hecho traer una ración, les pregunté si aquellas especies y cantidades les eran suministradas siempre: a lo que contestaron afirmativamente, menos uno, que parece ser de los descontentadizos que siempre quieren quejarse de los superiores. Todos dijeron que no tenían queja de ellos respecto a tratamiento, de la Nueva Granada. 3 desde setiembre dejé construyendo otro tambo en Consota en un lugar que promete ser bien sano, con órdenes de que pasara el presidio a él inmediatamente. Ninguna cooperación encontré para ello, ni en la jefatura política, ni en los jefes del establecimiento. Durante mi ausencia se difirió la traslación sin motivo, y ponderándome siempre las dificultades; y lo que fue peor, concluido el tambo se le abandonó, de suerte que cuando yo regresé encontré que, por no haberlo habitado, o por no haberle puesto humo, se dañó la mayor parte de la paja. Su construcción además me ha parecido mala en cuanto a duración. Desde el 22 de marzo está el presidio en él, y se ha atendido a todo lo que la experiencia ha demostrado y es conveniente para mantener la salud de los reos. En esta parte de la montaña, el trabajo que hay que hacer es destruir el bosque. El terreno es tan cómodo que con él solo se obtendrá un buen camino. Haré construir un puente en la quebrada Consota, que es la primera de consideración que se encuentra. Su caudal es como el del rio de San Francisco de Bogotá. He hecho practicar nuevas exploraciones para perfeccionar la dirección del camino desde donde se separa del antiguo de la salina de Consota, hasta el paso de la quebrada de este nombre, y hoy sabré el resultado. El orden que me he propuesto para el trabajo es socavar la parte de bosque que falta por derribar hasta el tambo nuevo y comenzar luego la derriba con peones libres, pagados o contribuyentes, principiando por algunos pequeños guaduales: que el presidio adelante la derriba desde el tambo dándole el ancho de 20 varas. Hasta ahora se ha conservado en ancho desde 30 hasta 40 varas, y hasta 50 en los guaduales; pero no obstante mi convencimiento, voy a reducirlo de 20 a 25, conforme las indicaciones que recibí del Poder Ejecutivo en el año pasado, en atención a que va a principiar un declive hacia Consota, que seguirá después una cuchilla de bosque no muy elevado su mayor parte, y que en ella por ser más fresca y memos húmeda la vegetación no será tan rápida. Los peones de Antioquia que logro concertar son colocados desde treinta cuadras más adelante que el presidio, en un bosque que presenta más dificultad que el resto. El presidio luego que encuentre lo derribado por ellos, pasará treinta o cuarenta cuadras más adelante, a colocarse en un palmar en que el trabajo es muy fácil, y en donde no será costosa la construcción de un tambo. Para comenzar a cultivar un punto en Boquía no me había detenido sino la falta de un hombre que fuese a cuidar. Desde noviembre se encontró uno de Antioquía que con dos hijos mayores vive en la casa construida para el presidioEllos han trabajado un desmonte en que me dicen que han sembrado cinco almudes y medio de maíz; les he dado papas y arracachas, y tienen algunos pocos colinos de plátano. No creo conveniente que se siembre allí como para el presidio, porque la dificultad de conseguir vehículos me ha convencido de que el presidio debe adelantar con el desmonte. A los peones Antioqueños he indicado que deben sembrar todo lo que derriben, con la esperanza de facilitar la limpia y obtener maíz en abundancia. En Consota cultivaré con el presidio una sementera de maíz y plátano que podrá mejorarse después con papas, yucas y arracachas. En Arcabuquillo he hecho cerrar todo lo que se limpió al derredor para la ventilación, y voy a sembrarlo de maízLa indolencia de la gente de aquí hace que no haya quien vaya a disfrutar de aquella posesión es que han quedado dos tambos sólidos. Sin embargo, una familia antioqueña se ha comprometido à vivir por un año en ese punto. El servicio personal está reglamentado por la Gobernación desde el año pasado. Solo de una providencia no había dado cuenta al Gobierno, porque la creí muy subalterna, y es que para dirigir a los contribuyentes he puesto un superintendente que los asiste en el trabajo, y pone el cumplido o falta a los trabajadores que se presentan por cuadrillas de trece hombres. Todo lo demás está escrito en mi decreto de 1.º de Julio que remití a US. Por medio de estos arreglos he utilizado el servicio personal mucho más de lo que pensaba. Con el dinero que produce la contribución (porque una gran parte es satisfecha en dinero) pago peones que, dirigidos por otro superintendente, han estado derrocando bosques desde donde terminó el presidio.

El 23 de marzo entré por el nuevo camino a la montaña, y el 25 estuve a las 12 en Boquía, no obstante, las dificultades que ofrecen bestias bisoñas, una trocha estrecha y el rigoroso invierno. Entré en mula y no hube de desmontarme sino en los pasos de las quebradas que no están buenos. Lo más difícil del camino se halla en la parte que se anda por la vía actual. Estos son los puntos de que puedo informar a US. En el presidio no he dictado reglamento especial metodizando el trabajo, porque como siempre ha estado reducido a una o dos secciones, nada he encontrado que se necesite decir, y tengo cuidado de evitar la multiplicación de decretos. Todas las advertencias accidentales que me parecen convenientes las hago en las diferentes visitas que hago, e informes verbales que recibo. Al nuevo director, que se posesionó el día 1º, le he encargado, como lo hice con los otros, que me informase de los defectos que noté para ocurrir con remedio para evitarlos”.

Dios guarde a Us, Jorge J. Hoyos


CAMINO DE QUINDIO.

República de la Nueva Granada. —Gobernación de la provincia del Cauca. —Número. 127. Cartago; 13 de Agosto de 1844.

Al Sr. Secretario de Estado del Despacho de lo Interior. 

CONSTRUCCIÓN DE UNA CASA PARA EL PRESIDIO DE BOQUÍA

 


“Desde el mes de Junio de I842 hasta el 31 de Julio próximo pasado, se ha abierto una extensión de camino en el Quindío de trescientas veintiséis cuadras de largo con el ancho de treinta a cincuenta varas la mitad de ellas, y la otra con el de veinticinco varas. El número de varas cuadradas que quedan descuajadas es de un millón setenta un mil quinientas. Por el centro del descuaje se ha abierto una carrera de tres varas de ancho, andable libremente, pues se ha cuidado de remover los troncos y raíces que servían de obstáculo. Esta obra ha sido ejecutada con once mil seis cientos noventa y nueve jornales, de los cuales seis mil quinientos cuarenta han provenido del servicio de presidiarios, y de vagos concertados; cinco mil ochenta y seis de la contribución personal para caminos; y setenta y tres de contratos particulares satisfechos con el fondo especial del Camino. Fuera del camino se han abierto algunas fanegadas en las cercanías de los tambos de Arcabuquillo, Buriticá y Tanambí en las de la posada Boquía; se han construido una casa de treinta varas de largo en Boquía, los tres mencionados tambos que tienen cada uno treinta y seis varas de largo y siete de ancho, y algunas casas menores para la proveeduría y para la dirección del presidio. Además se ha explorado el terreno en diferentes direcciones para conseguir mayor rectitud o facilidad en el camino; se ha relimpiado todo lo que se descuajó desde Junio hasta Diciembre de 1843; y se ha sembrado maíz, papas, arracachas y plátano en Arcabuquillo, Buriticá y Boquía. Los gastos han sido en el tiempo mencionado de diez mil doscientos cincuenta y seis pesos me dio real, en la forma siguiente: Del fondo de gastos del presidio para pago de empleados, vestuario, alimentos, medicamentos, prisiones y herramientas. 4,389-1-,

Del fondo del camino para gastos que deben hacerse de dicho fondo. 1,713-1.

Del mismo fondo para gastos de compra de víveres, y composición de herramientas que se hacen en común, y que al fin de segundo semestre del año económico deben reintegrarse en parte por el fondo de gastos del presidio1,485-3-Del producto de la contribución personal para caminos, incluyendo el valor de los servicios prestados personalmente por los contribuyentes. 2,668.3Suma total. $10.256

La escasez de peones y las enfermedades que atacaron al presidio en Setiembre de 1843, no ha permitido adelantar esta obra como yo lo deseado. El presidio por mucho tiempo no ha suministrado más que de veinte a cuarenta malos peones diariamente. La gente aquí es poco aplicada a esta especie de trabajo en las montañas frías; y solamente desde Abril es que he podido conseguir algunos pocos peones de la provincia de Antioquia que me han auxiliado en la obra. Hoy veo más probabilidad de obtener hasta cuarenta peones de aquella provincia que, por su habilidad en trabajos como los del Quindío y su hábito de vivir en las montañas, harán en tres meses más que lo que se ha hecho hasta ahora. Si yo hubiera conocido desde el principio el carácter y circunstancias de las gentes situadas en el punto de este cantón que ahora denominan santa Rosa, y de los habitantes de Salamina y Sonsón no hubiera pensado más que en tener a todo costo cincuenta peones buenos de esas gentes, endurecidas derrocando bosques, y hoy vería terminándose, o tal vez terminando, el descuaje en el boquerón del páramo. Pero a la falta de este conocimiento, se agregaron contestaciones desconsoladoras de los amigos a quienes me dirigí en Antioquia en solicitud de  peones, y yo hube de luchar para lograr alistar veinticinco o treinta peones de esta provincia, que nunca me dieron esperanzas de continuar en la obra a más de cuatro leguas de Cartago. Dios guarde a usted”

Jorge J. Hoyos.


Fuentes: GACETA DE LA NUEVA GRANADA. Trim, 63. Bogotá , domingo 1° de diciembre de 1844 Número. 714. Pág. 3

LEY 3. - Sobre composición y mejora del camino de Quindío—Mayo 27, 1842.

LEY 5.--Apropiando fondos para la iglesia, el párroco y el culto de una nueva parroquia en Quindío. - Junio 18, 1844.

ASIGNACIONES ECLESIÁSTICAS.

Se completan del tesoro...A los curas párrocos de Bocas del Toro, Buenaventura y Quindío (Valdesina)

El decreto de 27 de mayo sobre composición y mejora del camino del Quindío.

LEY 3ª. -MAYO 27 DE 1842 (PÁG. 39). Sobre composición y mejora del camino de Quindío. Art. 1° El Poder Ejecutivo aplicará para la construcción de un camino de herradura, desde Ibagué a Cartago, por la montaña de Quindío 1° hasta la tercera parte del producto total del derecho nacional de caminos: 2° el presidio o presidios que estime convenientes: 3° (Deroga. Ley 26, P.2.): 4° también podrá aplicar hasta doce mil pesos del tesoro nacional para el mismo objeto.  

DECRETO NÚMERO 1412  DE JULIO 15 DE 1842 SOBRE COMPOSICIÓN Y MEJORA DEL CAMINO DEL QUINDÍO.

PRESIDIOS

Artículo 32º.- De los fondos para la construcción del camino del Quindío se dará a cada capital de los presidio del 1º y 3º distritos una ración como la que se da a los presidiarios durante el tiempo que dichos presidios estén trabajando en el camino.[1]



[1] Lino de Pombo. Recopilación de leyes de la Nueva Granada. Bogotá 1845

MITOS Y LEYENDAS

Todavía existen sitios de antiguos caminos donde se ubican mitos y leyendas del pasado, como el “Paso de los aguadeños”, la “Guaca de Fachadas”, la “Trampa del Tigre”, la leyenda de la “India”, de “La Plata”. Hoy, estos sitios son punto de encuentro e intercambio representados en lugares paisajísticos, fondas y/o centros poblados de grata recordación e fenomenal historia y afianzamiento de nuestra "Quindianidad”.

LEYENDA DEL NOMBRE DEL CORREGIMIENTO DE “LA INDA”.


Busto de la India (Plaza del corregimiento)

En el corregimiento de “La India”, municipio de Filandia, fundado por Leocadio Antonio Salazar Mejía, se relata que a principios del siglo XX cuando Don Tulio López, en su finca “La Liberia”, actualmente de propiedad de don Danilo Gómez, más exactamente, en el sito donde se ubica la casa de la finca, en la adecuación del terreno para la construcción de la casa, se encontró  un vestigio indígena en oro, que representaba una imagen femenina. Este descubrimiento influyo en el nombre del lugar “La india”,

La leyenda cuenta que la pieza de oro se vendió por la suma de $30.00 pesos y que actualmente se encuentra en el museo de Las Américas en España. A partir de allí el nombre de “La India”. No se ha precisado el sitio, ni la fecha aproximada lo que ha permitido se envuelva aquello en un viso de fábula y de leyenda.

Según la tradición, el señor que encontró la guaca procedió a partir el muñeco, y al partirla tenía oro por dentro.  Las guacas de la India tienen diez y ocho caminos.

Si La india de oro representó el genero femenino Quimbaya,  fue el Ídolo de ¿en donde se encuentra y el indio?. Al decir de los guaqueros, las fosas de Fachadas y Pavas (Filandia) con salones amplios, labrados y esculpidos fueron santuarios indígenas saqueados por los guaqueros  [1]

 

LA TRAMPA DEL TIGRE.

Alto de los Gallego (antigua plaza de ferias)


En Cajones, cerca a las partidas hacia los municipios de Ulloa, Alcalá, Montenegro y Quimbaya. un tigre que adentraba hasta las habitaciones de las viviendas y mataba los perros que cuidaban

Dicen que un señor Andrés Cardona, quien fuera combatiente de la guerra de los mil días en el grado de coronel, en el alto de los Gallegos, cansado de que dicho animal consumirá terneros y lechones, fabrico un gran hoyo que cubrió con un falso piso, lugar en donde coloco un lechen de carnada para atraer al tigre.

Ocho meses el tigre merodeo receloso, hasta que la curiosidad y el hambre lo hizo caer en tentación, y cayo en la trampa.

Por tal razón este lugar, a partir de ese momento se denomino, LA TRAMPA DEL TIGRE.

 

LA GUACA DE FACHADAS.

 


Por Álvaro Hernando Camargo Bonilla. Academia de Historia del Quindío. Publicado por el diario La Crónica del Quindío el 25 de noviembre de 2012.

 

Aventureros errantes empujados por las guerras y las necesidades llegaron a las tierras de la hoya del Quindío en busca del oro de las guacas Quimbayas. Pasión febril que se consolaba por los golpes de suerte al descubrir tesoros que permitieran salir de la penuria.

 

Filandia hace parte de estas leyendas de tesoros encantados. En la vereda Fachadas, territorio antiguamente habitado por los Quimbayas, se relata la leyenda de que se encuentra un tesoro encantado y que, pese a las persistentes búsquedas, no lo han podido descubrir.

 

Por los años ochenta del siglo XX, hechizado por la práctica guaquera e ilusionado en un golpe de suerte al obtener el tesoro encantado de Fachadas, falleció Eduardo Suaza en su intento de profanar el sepulcro indígena.

 

Cuentan que el Suaza descendió a la guaca por una estrecha boca del túnel de entrada, siguió por este al través una serie de amplios salones conectados por estrechos pasadizos. Hipnotizado por su búsqueda, prosiguió sin ningún equipo de protección, solamente acompañado por la débil luz de una esperma, cuya llama ayudó a consumir el poco oxígeno disponible; al faltar este, Suaza se sintió ahogado, intentó buscar la salida, pero ya en la oscuridad no la localizó.

 

Afuera, sus compañeros de aventura gritaban a viva voz el nombre de Eduardo, esperanzados en obtener respuesta; no obstante, como resultaron infructuosos sus intentos, entraron en pánico pero no quisieron entrar tras el rastro de su compañero por físico miedo. Entonces pidieron la ayuda del Cuerpo de Bomberos de Filandia y Montenegro, los cuales acudieron al lugar para tratar de rescatar al valeroso guaquero. Uno de los bomberos se introdujo al agujero para rescatar al buscador de guacas y corrió la misma suerte de Suaza: se perdió en el boquete.

 

La situación se complicó a tal punto que el suceso trascendió la comarca y el acontecimiento pasó a ser noticia nacional e internacional. Entonces llegaron muchas gentes, procedentes de países como Brasil, Estados Unidos, Canadá, Panamá, Venezuela, atraídos más por la fiebre del oro que por el rescate del guaquero; aparecieron con aparatos sofisticados y modernos a intentar sacar el tesoro. Solo trascurridos 21 días de haber acaecido el evento, rescataron el cuerpo de Eduardo Suaza, salvado por un bombero de Filandia apodado Pezuña, y de apellido Castañeda.

 

Suaza fue rescatado completamente empantanado y descompuesto; su cuerpo presentaba una coloración verde a causa del prolongado tiempo de permanencia en la guaca y los rigores de la humedad; de allí fue conducido en el carro del cuerpo de bomberos a la morgue ubicada en el cementerio de Filandia para la respectiva necropsia.

 

El sitio de la excavación se convirtió en lugar de romería. Enjambres de curiosos y guaqueros, contagiados por la fiebre de los tesoros, con las precauciones del caso trataron de acceder a la caverna, pero tuvieron que desistir del intento al momento de alcanzar el quinto salón de la guaca. La razón es que se apagaban las linternas y se atoraban los tanques de oxígeno que se llevan al lugar. Por lo tanto se ha diseminado el rumor de que este es un tesoro encantado porque nadie ha sido capaz de llegar a él.

 

De esta historia real, y de muchas otras, se nutrieron las leyendas de los guaqueros que llegaron al Quindío donde aun hay algunos esperanzados en sacarse la lotería con una tumba indígena bien provista.

 

Paso de los aguadeños.


Sobre el viejo camino que de la “Plancha”, hoy Circasia, conducía a Filandia, colocado en los altozanos y laderas del cañón del río Roble, quebradas Cajones, la Coca y Portachuelo se encuentra el paso “arriero” y de a pie, que remataba en una fonda caminera conocida con nombre: “Los Aguadeños”, en el cruce de caminos de la Filandia , Española, Quimbaya y Montenegro; El nombre de “Aguadeños”, se debe a que los primeros dueños que fueron unos colonos que llegaron de Aguadas.

Histórico paso del río Roble por un hermosísimo y antiguo puente de herradura, también denominado: puente de los “Aguadeños”. Puente construido con vigas de barcinos, robles y laureles y techado con astillas de las maderas citadas; por donde vadeaban arrieros y viandantes con sus recuas, organizadas por doce a quince animales que transportaban productos y avituallamientos para proveer los mercados de las localidades recién fundadas;  también viajaban a mercar, a tomar trago. El puente de los “Aguadeños” que existe hoy, está construido en concreto y se sitúa aguas abajo del antiguo puente de arriería.

En el entorno de este maravilloso paso histórico, se relatan mitos y leyendas  que refieren la existencia de tesoros derivados de guacas indígenas y entierros de valiosos tesoros. La ficción alude  la existencia un inestimable entierro situado en el peñasco que limita en el margen derecho del antiguo paso, inmediato al río, narra el cuento, que todos los Viernes Santos se abre un portillo en la peña, en el que se despliega un fulgor dorado como el color del oro, que disfrutan los ávidos y  ambiciosos guaqueros a vagabundear por el lugar en busca del tesoro contenido en la gran peñón. Hasta ahora han sido infructuosas las búsquedas del entierro,   pues, se trata de una sepultura “encantada” de los aborígenes Quimbaya, por tanto no se ha encontrado, por que cambia de espacio en cada intentona de exploración.

 

LEYENDA DEL GUANDO O BARBACOA.


El guando o barbacoa, armadura hecho de guadua y tabla, en forma de camilla cubierta por una sábana blanca, bajo la cual se trasportaba el muerto y/o personas agonizantes..

Cuentan que este espanto va acompañado de cuatro personas, que generalmente son los cargueros del muerto. Aparece a la orilla del camino, a la orilla de un río, cerca de un pantano o entre el bosque.

 

Las apariciones de este macabro espectáculo en la mayoría de las veces conmueve, no sólo por creer que en realidad llevan al difunto por ir los familiares acompañándolo, sino por el murmullo coral del rezo del Rosario y la Misa por su alma.

 

Cuenta la historia que hace muchísimos años vivía un hombre muy avaro, grosero, terco y malgeniado, al que no le gustaba hacer obras de caridad, ni se compadecía de las desgracias de los demás. Los pobres del campo acudían a él a implorar su ayuda para sepultar a algún vecino, pero contestaba que no tenía obligación con nadie y que tampoco iba a cargar un mortecino. Además les advertía, que cuando él se muriese, lo echaran al río o lo botaran a una zanja donde los gallinazos cargaran con él.

 

Por fin se murió el desalmado, solo y sin consuelo de una oración. Los vecinos que eran de buen corazón, se reunieron y aportaron los gastos del entierro. Construyeron la camilla y cuando lo fueron a levantar casi no pueden por el peso que el difunto tenía. Entonces convinieron en hacer relevos cada cuadra, a fin de no fatigarse durante el largo camino al pueblo. Al pasar el puente de madera, sobre el río, su peso aumentó mucho. De pronto, se les zafó de las manos y el golpe sobre la madera fue tan fuerte que partió el puente y el muerto cayó a las enfurecidas aguas que se lo tragaron en un instante.

 

Al momento, los hombres acompañantes bajaron a la corriente y buscaron detenidamente pero no lo hallaron ni a él ni al andamio. Lo que sí quedó por el mundo es su aparición fantasmagórica que atormenta a los vivos, haciendo estremecer al más valiente con el ruido de los lazos sobre la madera en un continuo y rechinante "chiqui, chiqui, chiquicha...".

 

Sus apariciones más seguras tiene lugar en la víspera de los difuntos, o sea en las fiestas de las ánimas. Dicen que en los lugares aledaños a los cementerios, causa gran pavor a la tétrica procesión, portando sus acompañantes coronas, cirios y rezando en voz alta: se oye una voz cavernosa que dice: "meta el hombro compañero... ".

 

EL CURA SIN CABEZA.



Cuenta la leyenda que por las noches aparece de la nada el fantasma de un sacerdote (o bien, un fraile o monje católico), vestido con el hábito usual de su orden o con sotana, pero con la particularidad de que no tiene cabeza, por lo que causa terror y pánico entre la gente.

Se cuenta la leyenda que hace muchísimos años (de hecho, más de un siglo) había un sacerdote al que le gustaba salir con varias mujeres después de concluir sus misas.

 

Obviamente este tipo de conducta era rechazada por los moradores de Cuenca, pero lamentablemente nadie podía hacer nada para evitarlo, ya que el cura era amigo de las autoridades eclesiásticas que en algún momento pudieron removerlo.

 

ACAIME.


 

Acaime, el mohán o hechicero, natural de Panchi, se propuso derrotar a los españoles en todas partes. Los indígenas lo llevaban en andas, bajo un palio de estera y vestido con la camisa y faldón de una española, María Mercado, asesinada por los indios. Los indígenas acudían a él para pedir concejo y para´ que intercediera en las aguas cuando los ríos estaban secos. Por eso ese fue uno de los primeros Mohanes que significa: el que cuida de las aguas. Acaime tenía poderes especiales para comunicarse con los espíritus, presidir las prácticas religiosas y desempeñar los oficios de curanderismo.

Por allá una tarde caliente volaba altiva la garza y el sol radiante convertía a las hojas cayentes en brillos de colores que se deslizaban sobre las aguas del río grande, llamado Magdalena en honor a una santa; por ahí por lo que es hoy Purificación, estaba sentado Acaime, debajo de un árbol, sobre una piedra, al lado de un remolino, cuando se le presentó la visión de los espíritus. En ella se veía a un Dios dorado que mataba a los españoles. Este dios prometía que cuando estuvieran juntos los cristianos y sus caballos, sacaría fuego de debajo de la tierra y los quemaría vivos. Según Acaime, el dios de oro mandó a matar a los cristianos por crueles y opresores.

Acaime tomó la decisión de contarles a sus hermanos sobre su visión recorriendo la tierra de Yalcones, Panches, Pijaos y Quimbayas. En su camino se cruzó con grandes caciques que buscaban concejo y le pedían que intercediera por sus pueblos ante los espíritus. Llegando a la zona montañosa, por lo que es hoy el parque de los nevados, encontró la tribu Pijao que estaba en espera pues el cacique esperaba un hijo que en instantes nacería. Como era la costumbre, el cacique le pidió a Acaime que le preguntara a los espíritus de la montaña cual sería el nombre de su hijo. Acaime se internó en la montaña y ella espero que fuera el momento y le pregunto a la montaña el nombre del próximo cacique. La montaña tembló, los vientos aumentaron sus voces y en medio del agua se levanto el espíritu en forma de cascada y le dijo a Acaime: - El niño debe llamarse Calarcá. Acaime dio su pagamento y regreso a la tribu y nombro al niño Calarcá. ¿Cuál sería el destino de aquel niño que nacía en la noche, en medio del fuego y el tigre?

 

LA RODILLONA.



Se presenta al lado de los caminos, acurrucada en los barrancos, en forma de anciana sentada con la cara entre las piernas. Sus arrugas son múltiples, tiene una ancha boca con un solo colmillo, la nariz verrugosa y ganchuda. Sus risas son maliciosas, chillonas y terminan en carcajadas ensordecedoras, ahogadas en las bocanadas de humo de un tabaco que fuma en sentido contrario, con la brasa hacia el interior de la boca. Aparece, en ocasiones, en forma de murciélago apagando velas, lámparas y faroles.


Muchas veces es confundida con una bruja por su aspecto. Es una  mujer anciana, canosa y despeinada, con un solo diente, ojos enrojecidos, nariz afilada y rostro arrugado. Su característica más relevante, sin embargo, es que tiene unas enormes rodillas que le molestan para andar, de ahí el nombre de “rodillona”.

Suele aparecerse en los caminos o sentada en el borde de los barrancos. Lo que más le gusta es asustar a los amantes solitarios y retirados en los campos y bosques; pero es ella quien se asusta cuando oye llorar a un niño o cuando se encuentra con una mujer embarazada.

 

LA PATASOLA

Algunos campesinos creen que la patasola es la personificación de una madre que mató a su hijo y fue condenada a vagar por los montes. Otra versión muy popular dice que era una bella mujer muy pretendida por los hombres, pero perversa y cruel, que se dio al libertinaje, motivo por el cual le amputaron la pierna con un hacha y la arrojaron al fuego en una hoguera hecha con tusas de maíz. La mujer murió como consecuencia de la mutilación y desde entonces vaga por los matorrales de las montañas gritando lastimeramente en busca de consuelo. Se enfurece cuando ve hombres, le disgusta encontrarse con el hacha, la tusa y la candela; asimismo, odia la peinilla y el machete. Las personas, para resguardarse de ella llevan perros u otros animales domésticos. Dicen los campesinos que si la Patasola aparece de improviso, hay que recordarle los objetos que sirvieron para amputarle su pierna: el hacha, las tusas y la candela.

 

 

EL HOJARRASQUÍN DEL MONTE

 En una región de gente de mala proveniencia, un mal hijo, después de pegarle a su propia madre y de arrastrarla por los cafetales, se le trepó encima como si fuera una bestia de carga y la mató desgarrándola con una espuela que usaba con orgullo. Dios lo castigó, ante los alaridos de su madre agónica, y, metiéndole el diablo adentro, huyó a los montes convirtiéndose en un verdadero animal con cara de hombre y todo el cuerpo cubierto de hojas secas y musgo. Es un condenado en vida, vaga por los cafetales y no vale sino el escapulario de la Virgen del Carmen para librarse de él.

Algunos campesinos lo han visto como un “Hombre árbol” en movimiento; otros como un monstruo que aparece con figura de mono gigante con mucho musgo y hojas secas. Cuando hay tala de bosques, destrucción de árboles o quema del medio natural, el Hojarrasquín del Monte aparece en forma de tronco seco y queda oculto hasta cuando reverdece la floresta. Por ello muchos campesinos le tienen gran respeto a los troncos secos en los bosques.

El Hojarrasquín hace perder a los caminantes en el bosque. Sin embargo, cuando le cae bien una persona, le indica el camino para salir, por ello mucha gente lo invoca para pedir por el caminante perdido en las montañas. Las huellas del Hojarrasquín aparecen como rastros de pezuñas de venado, danta u otros, para despistar a los cazadores.

 

 

EL MOHÁN

El mohán a veces aparece como un hombre gigantesco con barba y cabellera abundantes, ojos rojizos de intenso brillo como brasas encendidas, boca grande, dientes de oro, tez quemada de indio viejo y en general un aspecto muy demoníaco. Aparece bastante juguetón, enamorado, muy obsequioso y serenatero. Se dice que es el creador del torbellino, el bambuco, el pasillo, la múcura, y se le oye tocar el tiple, el requinto y las maracas, al estilo antiguo. Su canto no es conocido, no se le atribuyen ‘coplas’, ni se le reconoce un lenguaje poético.

Los campesinos creen que el Mohán es antropófago, pues le gusta la sangre de los niños de pecho, a quienes, después de sacársela, se los come asados en hogueras de hojarasca. Le gustan las mujeres bellas y jóvenes, principalmente las muchachas casaderas, a quienes persigue para llevarlas a los ríos.

Alrededor de los charcos y en los peñascos donde vive, custodia sus tesoros en oro, piedras preciosas, alhajas, brazaletes, narigueras y numerosas joyas. Algunos dicen que tiene un palacio subterráneo con muchos tesoros, oro y piedras preciosas.

 

EL PATETARRO


Hombre de descomunal tamaño, terriblemente feo, sucio y desgreñado. Vive en los montes. Le falta una pierna de la rodilla para abajo y él la ha reemplazado con un tarro de guadua, tarro que a la vez le sirve de letrina. Cuando está lleno de inmundicias lo derrama en algún sembrado y allí nacen las plagas, las cosechas se malogran y los daños son incontables.

Su presencia por los campos es pestilente y se considera como el anuncio de calamidad, muerte e inundaciones. Sus gritos macabros o sus carcajadas histéricas se escuchan en los socavones de las minas y en las hondonadas de los riachuelos, sobre todo en las noches lluviosas oscuras y tenebrosas. Su presencia es anunciada por el aullido de los perros, el movimiento de los árboles huracanados y el rozar intenso de la hojarasca.

 

LA TARASCA

 Horrible mujer a la que le gusta chuparle la sangre a los hombres; es muy parecida a la patasola con la diferencia de que ésta corta en tasajos a sus víctimas.

 

Su fealdad no tiene descripción y sus gritos, como aullidos de fiera, llenan de pavor campos y aldeas. Sus berridos son precedidos por gemidos lastimeros de una persona atormentada y con esta treta, atrae a incautos y citadinos. Sólo retrocede si ve el escapulario de la Virgen del Carmen. Quienes la ven pierden el habla y el conocimiento.

 

 

La Leyenda Del Cacique Calarcá

 

 

Peñas blancas se ha convertido en un referente de identidad para los quindianos, pues evoca el recuerdo legendario de un cacique indígena que le dio el nombre a la segunda ciudad más importante del Quindío y en torno a quien se han tejido varias historias sobre las supuestas riquezas por él guardadas en el interior de los socavones. Los relatos, cargados de fantasía y motivados por la ambición de muchos guaqueros, convirtieron a Peñas Blancas en un polo de atracción de aventureros.


La historia habla de Combeima, cacique de los Coyaimas y Natagaimas y bautizado posteriormente como Baltasar. Aliado de los españoles, llegó a casarse y tener descendencia con la hija de uno de ellos, lo que motivó a Calarcá a cobrar la ofensa por mezclar la sangre indígena con la de los invasores. De hecho su hijo fue raptado, devorado y sus huesos fueron devueltos a su padre tres días después.

 

Combeima (o Baltasar) preparó su venganza con el presidente del Nuevo Reino de Granada, don Juan de Borja. Con una lanza el cacique asesinó a Calarcá, dispersando al pueblo Pijao y facilitando su sometimiento al gobierno español.


Otros relatos del Quindío y el Tolima también relatan que Calarcá concibió una hija llamada Guaicamarintia quien se convirtió en cacica de los pijaos a la muerte de su padre y se casó posteriormente con un cacique quimbaya, quien la llenó de riquezas y aniquiló el carácter belicoso y altivo de los pijaos. Sin embargo, éstos nunca fueron dominados completamente por los españoles. También se cuenta que, al morir Calarcá, su hija ordenó enterrarlo en una sepultura entre las rocas del monte y allí lo dejó con todos sus tesoros.


Álvaro Hernando Camargo Bonilla

Academia de Historia del Quindío.



[1] En entrevista realizada el año de 2004 a don Aristóbulo Jaramillo Peláez, manifestó  que los principales fundadores del Corregimiento La India fueron: PASCUAL JARAMILLO, CRECENCIA PELAEZ, FERMIN LEÓN, ANTONIO PELAEZ, FELIZ CASTAÑO, MANUEL MORALES, CHUCHO SERNA., TANO MEJIA, ROBERTO HOYOS y JULIO BLANCO.

Álvaro Hernando Camargo Bonilla
Vigía del Patrimonio, Miembro de la Academia de Historia del Quindio.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

¿PORQUE RECUPERAR Y PROTEGER EL CAMINO DEL QUINDIO?

 JUSTIFICACIÓN


El CAMINO DEL QUINDIO, hoy en limitación de uso y riesgo de desaparecer, por causa de los nuevos desarrollos de infraestructura vial en el país, y falta de normatividad conducente a su conservación, representa un bien inmueble arquitectónico de importancia como eje articulador de la historia y la cultura, vía  fundamental para la comunicación y el trasporte en el territorio nacional hasta las dos primeras décadas del siglo XX en Colombia.

 

La Gobernación del Quindío adelanta la recuperación del CAMINO DEL QUINDIO, en cumplimiento de lo establecido en la Ley 397 de 1997 (Ley General de Cultura), modificada por la ley 1185 de 2008, que busca la implementación de estrategias para la preservación, recuperación y mantenimiento del patrimonio cultural. Dentro de estas acciones, es necesario gestionar su salvaguarda y preservación de este bien cultural.

 

EL CAMINO DEL QUINDÍO, y sus zonas de influencia en el departamento, precisa de la implementación de acciones de protección, establecimiento de las condiciones físicas, de mantenimiento y conservación, necesarias para su recuperación y sostenibilidad, y estrategias para su conocimiento, apropiación y transmisión a las futuras generaciones.

 

En términos generales caracterizar los procesos y parámetros necesario para su preservación y desarrollo integral de una manera sostenible y vigente.

 

DESCRIPCIÓN DEL CAMINO DEL QUINDIO

El Camino del Quindío es un  camino que por siglos comunicó el occidente con el centro del país, de Popayán a Santa fe y fundamentalmente los valles interandinos de los ríos Magdalena y Cauca.  Hacía parte de una gran ruta que se prolongaba hasta Quito y que perdió su utilidad cuando fue desplazada por la carretera y el ferrocarril comenzando el siglo XX.

 

La zona del Camino presenta un alto grado de biodiversidad, definida por su variedad de pisos climáticos y formaciones geológicas.  Se desarrolla una biodiversidad rica y exuberante, donde su especie más significativa es la palma de cera del Quindío, tan magnífica que fue declarada árbol nacional.

 

Incorpora paisajes sorprendentes originados por sus contrastes, orográficos, meteorológicos, biodiversos, clima y diferencia de alturas en cada uno de los parajes que cruza la calzada.

 

Aludidas  condiciones permiten colegir el perfecto equilibrio ambiental y  la diversidad de recursos proporcionados por su exuberante vegetación, y las formas del relieve, que permiten el origen de considerable número de fuentes hídricas y variedad biodiversa, que son fundamentales para nuestra la región.

 

La biodiversidad primigenia, introducida  y la heredada como resultado del transito y colonización en el camino, constituye un significativo valor cultural que proveyó  la simiente a la Quindianidad. 

 

Puede concluirse que el Camino del Quindío, no solo fue importante por toda la actividad histórica, cultural y científica que por la ruta aconteció, otros aspectos, como la integración entre el centro y el sur del territorio patrio, que posibilitó el desarrollo de esta región, amarrado al impulso de las diferentes colonizaciones, como política de Estado.  También por la apertura de las tierras aledañas, que facilitaron la iniciación de tambos y posadas que posteriormente dieron origen la creación de pueblos, como fue la fundación de La Aldea de Boquía, principio de la colonización del Quindío.

 

El hábitat limítrofe de la vía perennemente fue vadeado por las oleadas migratorias que lo trasegaron y colonizaron; circunstancias que causaron una amplia trasformación e impacto por el uso y aprovechamiento constante de de su biodiversidad.

 

El tema es de considerable dimensión;  con el presente escrito se avizora rápidamente y se esboza un referente de estudio  de suma importancia para entender la significación del uso del Camino del Quindío en la fundamentación de las afinidades distintivitas del constructo Quindiano.

 

 

 

DE LIMITACIÓN, ZONA DE INFLUENCIA Y DESCRIPCIÓN DEL ESPACIO.

 

MARCO GEOGRÁFICO:



 

Ubicado en el centro occidente del territorio colombiano, vertientes oriental y occidental de la cordillera Central, dentro de los 4º.44’de latitud Norte y 74º.54’de longitud Oeste, de Cartago, Valle del Cauca, y hasta los 4º.26’ de latitud Norte y 75º.13’ longitud Oeste en Ibagué, departamento del Tolima.

 

El camino y su área de influencia se ensamblan dentro del entramado medioambiental que define una biorregión. Contexto delimitado geográficamente y caracterizado por aspectos ambientales similares como: morfología, geología, clima, suelo, hidrología, flora y fauna.  Condiciones que  concuerdan en  la denominada “Hoya del Quindío y/o Provincia Quimbaya”; calculada en longitud en y latitud en aproximadamente 4.635 kilómetros cuadrados.

 

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

 

VALOR HISTÓRICO

 

PRECOLOMBINA.

 

La información histórica, arqueológica y antropológica se deduce de la interpretación de los vestigios hallados de la zona denominada: “Hoya del Quindío y/o Provincia Quimbaya”; nombre referenciado en las coránicas de los invasores ibéricos a su llegada en el año de1539.

 

Habitada por los Quimbayas, organizados en cacicazgos con una relativa organización económica. Su presencia se remonta a 10.000 años antes del presente, fijados por dos periodos de ocupación diferentes y sucesivos: Quimbaya clásico (1er. Milenio AC hasta 1000 DC y Quimbaya tardío, 1000.DC hasta llegada de los Españoles. 

 

En la época prehispánica la existencia de caminos fue muy importante, y conformaban una verdadera red, que cruzaba los territorios ocupados por los indígenas, incluso más allá de los límites que dominaba cada pueblo, como lo dicen los estudios existentes sobre  los Quimbayas.

 

Lo antes descrito, se evidencia por la presencia de un alto número de plataformas de vivienda prehispánica sobre la ruta del camino del Quindío, en sectores como: reserva Bremen-la Pola, la Julia, entre otros;  donde se hallan vestigios arqueológicos, representados en material cerámico  y artefactos líticos.

 

CONQUISTA.



 

Indicaciones de los cronistas españoles como: Aguado, Juan de Castellanos Pedro Cieza De León, Juan Bautista Sardella Piedrahita, Robledo y Fray Simón, entre otros; permite comprobar que el “Camino del Quindío”, que pasa  la Cordillera Central, entre los municipios de Cartago e Ibagué, en los departamentos del Valle del Cauca y Tolima, corresponde a la red de “Caminos Prehispánicos” construidos por los grupos indígenas.

 

Además se logra deducir que los españoles utilizaron estos  caminos prehispánicos como rutas de penetración para conquistar los territorios indígenas y que consecutivamente fueran utilizados en los siguientes periodos históricos en el espacio inherente de la ruta. Los caminos prehispánicos, posteriormente se formaron las en vías de comunicación, que aún se utilizan en pleno siglo XXI. 

 

Los Quimbayas no soportaron la  violencia y esclavitud a que fueron subordinados; sucumbieron ante el brutal sometimiento. La tortura, malos tratos,  penosas jornadas laborales, mortales enfermedades; unidos al fatal despojo de sus tierras, bienes,  pérdida de su organización social, idioma y cultura; marcaron el final de la heredad  de los Quimbayas.

 

COLONIA

 

El despojo del oro Quimbaya, derivado de la  profanación de tumbas y ulterior explotación minera, fue en la conquista y durante la Colonia el principal propósito de los invasores españoles. Solo les interesaba las tierras que producían oro; este fue su principal propósito.

 

La colonia determinó la extinción y dispersión de los indígenas que sobrevivieron a la hecatombe conquistadora. La mayoría falleció y/o se suicidaron; el exiguo reducto que resistió, huyo de la zona del camino y sus centros poblados; los que se sometieron fueron esclavizados en oficios como: tamanes, cargueros, mineros.

 

Desde mediados del siglo XVI, y en el curso del XVIII, se explotaban minas de filón y aluvión en toda la extensión de la provincia Quimbaya.  Actividad que decayó a fines de 1810, cuando empezó la guerra de Independencia.

 

Surge la Ilustración, que impulsó la Expedición Botánica de 1783 al mando de José Celestino Mutis. La Expedición cruzó el Camino del Quindío.  Científicos y viajeros transitaron el Camino con otro interés distinto del de sólo ser una vía de comunicación.

 

En octubre de 1801 a su paso por el Quindío, Humboldt describe la palma de cera. También coleccionó especímenes de orquídeas y mariposas recolectadas en Boquía  y remitió a la Sociedad Linneana de Londres.

 

INDEPENDENCIA


 

En el desarrollo de las movilizaciones de independencia el camino fue necesario para él  tránsito de ejércitos procedentes de Santafé hacia el occidente con el propósito de apoyar a las regiones de la Gobernación de Popayán leales a la causa libertaria

 

Las dificultades en el Camino continuaron, tampoco mejoró después de consolidada la República.  Se hicieron esfuerzos para mantener el camino por parte de los legisladores. Bolívar en 1830, Santander 1834, y de Alcántara Herrán en 1842,  con el establecimiento del penal en Boquía, pero poco mejoró la vía.

 

La guerra independentista produjo un abandono total del camino.  Descenso en el poblamiento, desabastecimiento de productos agrícolas, ganaderos y mercancías de aprovisionamiento entre los centros urbanos ubicados en los dos extremos del paso: (Ibagué y Cartago).  Circunstancias que hicieron difícil tránsito y ocasionó un éxodo de los moradores ubicados en sus márgenes, huyendo de la guerra.  Esta situación generó pérdida de bienes, descenso de la producción, y aumento de la inseguridad de los viajeros.

 

REPÚBLICA



 

Se parte en este periodo con la expedición de la ley sobre “concesión de Privilegios y Apertura de Caminos”  1823.

 

Prisioneros de guerra fueron empleados para el arreglo de la ruta.  Prueba de lo antes dicho, fueron las colonias penales de: Toche y Boquía, ubicadas a la vera del Camino del Quindío.

 

Este periodo  consolida más la penetración colonizadora  de la región en cabeza de los  prisioneros de guerra empleados para el arreglo de la ruta.  Una vez cumplidas sus penas, resolvían quedarse y dedicarse  al fomento de predios dedicados a la  agricultura y  ganadería, práctica heredada de la penetración española.

 

El valor histórico del Camino del Quindío, se evidencia en todas las épocas del desarrollo histórico del territorio. La ruta facilitó el proceso socioeconómico desde la época prehispánica, la conquista, la colonia, la Independencia y República, además, facilito el proceso fundacional de los de pueblos que a la postre consolidaron nuestra identidad territorial.


Álvaro Hernando Camargo Bonilla
Vigía del Patrimonio, Miembro de la Academia de Historia del Quindio.