jueves, 16 de mayo de 2019


LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE FILANDIA


El templo de la Inmaculada Concepción de Filandia (segunda parroquia erigida en el territorio del Quindío), es el edificio de mayor reconocimiento en la población.  Presenta un estilo típico de la arquitectura ecléctica (mezcla de elementos del estilo románicos con elementos góticos).
Su construcción la empezó en 1895, el presbítero, Jesús María Restrepo, quien inició los trabajos del templo y casa cural existentes hoy, y la terminó el presbítero Francisco de Paula Montoya, en el año 1905, año en el cual se erige en parroquia.
La iglesia se construyó originalmente con la técnica de la tapia pisada y del bahareque.  En los años 60, se remplazó su fachada original (frontis), por estructura en ferro-concreto, que sostiene tres altivas cúpulas, construidas de madera y forradas en latón (bahareque latón).
La estructura de la edificación está sustentada en 22 formidables columnas cilíndricas de madera, de la especie barcino y laurel, maderas extraídos de las selvas de Bremen y cañón del rio Barbas. Su cielorraso completamente cubierto con apliques en madera, elaborados por laboriosos artesanos que los tallaron en las primeras décadas del siglo XX.  En ese trabajo, se destacó don Arcadio Arias
La reseña Histórica del Municipio de Filandia, escrita por el profesor Cornelio Moreno, en el año 1928, cuenta que las primeras campanas las regaló el señor Gerardo Jaramillo con el producto del juego de gallos. Una de dichas campanas se envió a Circasia.
Las campanas existentes, para la época del escrito, fueron donadas por los señores Norberto Ospina (a. casfú) y Victoriano Arias. Guaqueros que obtuvieron una gran guaca en el paraje de la Soledad (varias arrobas de oro). De dicho hallazgo los obligó a desprenderse de una pequeña parte en beneficio de la iglesia. Las campanas las fabricaron en Buga, para lo cual se destinaron tres libras de oro.
El Reloj que hoy existe en la torre del templo, lo compró con las dadivas de los feligreses, el presbítero señor Jesús M. Restrepo. La campana del reloj se fundió en un incendio ocurrido en una bodega o caserío llamado San José, ceca a Buenaventura, a consecuencia de un combate que allí hubo en la última guerra civil, época en que era traído dicho reloj a la parroquia.
El presbítero señor Jesús M. Restrepo trajo el primer armonio, que es el mismo que hoy existe.
El cuadro antiguo de la Santísima Trinidad fue traído de la Balsa (Alcalá), lo mismo que una pila para el agua bendita. Dicho cuadro, se dice era español, fue hallado en un rancho abandonado, ceca de Alcalá. El que actualmente se venera en la iglesia parroquial, fue tomado de aquél por los señores Milcíades Valencia y Jesús María Palomino, con bastante perfección.
La primera custodia fue regalada por los señores Luis Ceballos y Rosa de Jaramillo, accionistas de la guaca hallada en el paraje de La Soledad.
La cruz de la misión, con las insignias de la pasión, es la que actualmente se contempla en la iglesia, fue construida por los señores José María y Jesús A. Benjumea, y pintada por el señor Milcíades Valencia.

El templo de Filandia es considerado como uno de los cinco del mundo que posee esta arquitectura única y especial (bahareque, bahareque latón y tapia pisada).  Junto a otros, como el Templo principal del municipio[a1]  de Villamaría (Caldas), la Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza de Pereira (Risaralda), la Basílica Menor de Nuestra Señora de las Victorias de Santa Rosa de Cabal (Risaralda) y la capilla del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Filandia (Quindío). 
otro templo que pertenecía a este conjunto de características arquitectónicas, era el de  Nuestra Señora de las Mercedes de Circasia (Quindío), destruido por un incendio hace varios años.

 [a1]