viernes, 10 de septiembre de 2021

HOMICIDIO Y ROBO DEL FRANCES RUDECINDO STOCLEST, EN EL CAMINO DEL QUINDÍO. 1857.

 

MICRO HISTORIA  DEL PASO O CAMINO DEL QUINDIO.

HOMICIDIO Y ROBO DEL FRANCÉS RUDECINDO STOCLEST, EN EL CAMINO DEL QUINDÍO. 1857.



Gobernación de la Provincia del Cauca. Sección de Gobierno. Número 49. Buga, 30 de mayo de 1857, Circuito en el despacho de los negocios criminales. Cartago, mayo 19 de 1857.

Señor Secretario de Estado del Despacho de Gobierno.

Para conocimiento del Poder Ejecutivo y en cumplimiento de lo que se previno a esta Gobernación por aquella Secretaría, con fecha 18 de abril último, número 9°, tengo el honor de informar a usted, que por auto dictado por el Juzgado del Circuito de Cartago, con fecha 19 del que cursa, y del que acompaño a usted, una copia autorizada, se ha declarado con lugar el seguimiento de causa contra Honorato Varón, Rufino Diaz, Pedro José Castro, Manuel Velazco y Juan Antonio Solarte, por los delitos de homicidio y robo, ejecutados en la persona del súbdito francés Rudecindo José Stoclest.

Soy de usted. muy atento servidor, Ramón Sanclemente.

Vistos: Después de trescientos años en que la montaña del Quindío prestaba seguro asilo a los que la traficaban, tanto en sus personas como en sus intereses, sin que se hubiese presentado, en todo ese gran trascurso de tiempo, un hecho en que fuese sacrificada una víctima, por robarla, acaba de tener lugar un horrendo crimen, que por su naturaleza y circunstancias es de inmensa trascendencia. El desgraciado Prudencio José Stoclest, súbdito francés, sale de esta ciudad con dirección a la de Ibagué, emprendiendo su marcha sin compañero alguno, principalmente de la Aldea de Boquía para adelante, y aparece muerto violentamente en el punto denominado “Chuscal-largo” de la comprensión de este

Circuito, de cuyo acontecimiento se encuentra en los autos la comprobación bastante, por las diligencias que se registran a fojas 28,29, 115, 116 vuelta a 117. Justificado, pues, el cuerpo del delito, analizaremos los hechos para ver quienes sean los responsables. En el contadero de “Novilleros” se reúnen a Stoclest,  Rufino Diaz, Pedro José Castro, Juan Antonio Solarte y Manuel Velazco, y llegan juntos a “Boquía,” en donde los alcanza Honórato Varon: pernoctan en dicho punto el 12 de marzo último, y el 13 del mismo emprende su marcha el extranjero, y un poco después los enunciados individuos, los cuales al tomar la cuesta inmediata lo alcanzan, y dejándolo atrás, vuelve a unírseles en la subida de “Barsinal,” en donde se quedó componiendo sus mulas y trastos, y lo encontraron los señores, José Pio Duran, Manuel José Feijoo Marisancena, Jesús María Mendoza y Eustaquio Bonilla, que venían de Ibagué, a quienes pregunta Stoclest si había por allí una casa inmediata en donde pudiera quedarse, y contestándole que no, pero que podía hacerlo en una tolda que había en Chuscal-largo, ya muy inmediata, les dijo no lo hacía porque tenía desconfianza a esa gente. Añaden los citados testigos, que en el trayecto de Barsinal a Chuscal largo no hallaron otras personas que las que estaban en el sitio referido, y lo eran Varon, Diaz y compañeros. En la tarde del mencionado día 13 llega el francés a Chuscal largo, y convidado por Varon, Diaz y Castro para que fuese a acomodar las dos mulas en que conducía su equipaje, lo llevan por una vía que de aquel punto, y pasando por el camino antiguo del Incencial, sigue a Boquía, de donde regresan ya bastante tarde los individuos citados, sin el extranjero, que no volvió a verse más (declaraciones de Velazco y Solarte, fojas 86 a 88, 88 vuelta a 90 vuelta).


Estos testigos aseguran también que Varon, Diaz y Castro iban desde Boquía conferenciando, como que trataban cosas muy reservadas, y que el último de los mentados dijo en aquel sitio a Varon, “qué bueno para tirarse uno a este animal en esta montaña,” y aun cuando él ha confesado que si vertió tal expresión, fue con referencia a un macho que estaba enjalmando, se encuentra desmentido por las disposiciones de varios testigos que terminantemente dicen lo hizo con referencia al francés.

El 14 marcha Varon y sus demás compañeros, y van a dormir al pie de San Juan; ahí ordena aquel a Diaz saque lo que llevan en los hatillos, y este presenta cuatro paquetes forrados en tafilete verde, y abiertos los derraman sobre un bayetón, conteniendo una suma de mil pesos fuertes (declaración de Pedro José Castro, fojas 92 vuelta a 94 vuelta).

Reconocidas que fueron por este testigo las bolsas de tafilete verde que han venido a este Despacho y que servían de forro a los clarinetes que se hallaron junto al cadáver de Stoclest, asegura que son de las mismas en que iba el dinero que contaron Varon y Diaz en el sitio indicado, y las que en Boquía vio al francés, aunque ignoraba su contenido; corroborándose su dicho con el de Aparicio L. Guerrero.

Según se patentiza de las diligencias de reconocimiento, el cadáver de Stoclest fue hallado hacia el punto o en la dirección en que Solarte y Velazco indicaron había sido llevado por Varon, Castro y Diaz la tarde del 13, y a muy poca distancia del contadero de Chuscal largo. Sin embargo, de que el día 14 del mencionado mes duermen en Toche, Ulpiano Ángel y Heracleo Ochoa, y al día siguiente emprenden su viaje para esta, no encuentran en ninguna parte al francés, sucediéndole lo mismo a Manuel Gómez y a otras personas.

Aunque contra Solarte y Velazco no aparecen fuertes cargos, existe sí el de que iban juntos con Varon, Diaz y Castro; que se les repartió y recibieron una parte del dinero robado; y que no dieron cuenta a la autoridad respectiva del hecho de no haber vuelto el francés a la tolda de Chusca—largo oportunamente; tanto más cuanto presumían había sido asesinado, según ellos mismo lo han manifestado. En orden al robo de los intereses del relacionado extranjero, no cabe la más pequeña duda por la justificación legal que exhiben los autos.

Todos los hechos enunciados, diferentes, pero enlazados entre sí, y los mas que suministra el proceso, forman los indicios de que hablan los artículos 140 y 217 de la ley de 11 de mayo de 1848, orgánica de proceder en lo criminal; y en tal virtud, se declara: que hay el mérito bastante para someter a juicio a Honorato Varon, Rufino Diaz, Pedro José Castro, Manuel Velazco y Juan Antonio Solarte, por los delitos de homicidio y robo. En su consecuencia, redúzcaseles a prisión y prevéngaseles nombren defensor, si es que no lo hacen por sí.

Notifíquese. Rivera Gutiérrez, secretario.

En la misma fecha notifiqué el auto anterior a los procesados Honorato Varon y Manuel Velazco, y dijeron: que nombran de su defensor al señor Juan Agustín Uricoechea, y que apelan de este auto para ante el Superior Tribunal de este Distrito; y firma el primero, y por el segundo un testigo. — Honorato Varon. —Diaz. —Testigo, Francisco Antonio Martínez—Rivera Gutiérrez, secretario. —Es copia. —Cartago, a 22 de mayo de 1857—Wenceslao Rivera G, secretario.

EDICTO:

Citando a los que se crean con derecho a los bienes del finado súbdito francés

José Prudencio Stoclet.

República de la Nueva Granada.

Juzgado del Circuito. —Número 37–Cartago, agosto 17 de 1857.

Al señor Secretario de Estado del Despacho de Gobierno.

Tengo el honor de acompañar a usted un edicto, para que se sirva disponer su publicación en la Gaceta Oficial, a fin de que llegue a noticia de los que se crean con derecho a los bienes del finado José Prudencio Stoclet, y hagan los reclamos que tengan por conveniente. De usted obsecuente servidor, "Jesús María Zorrilla.

La República de la Nueva Granada, y en su nombre el señor Juez

del Circuito en el Despacho de los negocios civiles,

HACE SABER,

Que en el expediente mortuorio de José Prudencio Stoclet dictó el señor Juez un auto, en 14 del presente, que copiado a la letra dice así: “Habiéndose practicado judicialmente los inventarios y avalúos de los bienes pertenecientes al súbdito francés José Prudencio Stoclet, cítese a los que se crean con derecho a los expresados bienes por edicto fijado por treinta días en la puerta de este Despacho, remitiéndose igualmente copia de este auto, con inserción de los inventarios practicados, al señor Secretario de Estado en el Despacho de Gobierno, para que se sirva mandarlo publicar en la Gaceta Oficial para los efectos legales.

Zorrilla. —Peña, secretario.

Los inventarios y avalúo de que se hace mérito son los siguientes:

 

Dos monedas oro inglesas, a 5 fuertes cada una.

Una moneda de oro francesa de 40 francos, en 8 fuertes.

Una id. de oro de la República de Chile, en 4fuertes. dos id. de oro sardas, a 4 fuertes cada una

Dos id. de oro españolas, a 2 fuertes cada una.

Una id. de oro granadina, en 2 fuertes.

Otra id. de oro en un fuerte.

Dos águilas norteamericanas, a 20 fuertes cada una.

Seis onzas de oro de la República de Chile, a 16 fuertes cada una.

Cuatro id. de oro granadinas, a 16 fuertes cada una.

50 cóndores del cuño de Bogotá y Popayán, a 10 fuertes cada uno.

145 monedas de oro francesa, a 4 fuertes cada una.

Cinco clarinetes, en mal estado, a 5 fuertes cada uno.

Cinco corbatines, dañados, sin valor.

Dos manillas de cuentas en número de 27, a dos y medio centavos.

Dos y media docenas botones concha, en diez centavos.

Una jeringa de inyección, en veinte centavos.

Un candado con llave, en veinte centavos.

Una cuchara de fierro, sin valor.

Una brocha y cepillo, sin valor.

Un cepillo, en diez centavos.

Veinte plumas de metal, sin valor.

Seis llaves sin valor.

Una cachucha de género, sin valor.

Un sombrero de fieltro, sin valor.

Un sobretodo de hule, sin valor.

Un par botines carraos, sin valor.

Una cobija de lana vieja, sin valor.

Un lazo de fique, sin valor.

Una cartera, sin valor.

Dos frascritos de vidrio, sin valor.

Unos papeles en francés que contienen facturas y certificaciones.

Por tanto y para que llegue a noticia de los que se crean con derecho a los bienes del citado Stoclet, se libra el presente, que es dado en Cartago a 17 de agosto de 1857.

Jesús María Zorrilla. —Ramon A. de la Peña, secretario.