domingo, 10 de mayo de 2020

LEY 25 DE 1911
DOS CAMINOS Y UN FERROCARRIL EN EL QUINDIO.


Los caminos que partían de la recién fundada Calarcá (1890), eran los siguientes: El que comunicaba con Salento, camino en construcción y que apenas llevaba hasta Boquía; el que ponía en comunicación el valle del Quindío con el del Cauca por el Distrito del Zarzal en la provincia de Tuluá, y una vía en proyecto, que iría a Ibagué, pasando por Anaime (CAMINO NACIONAL DE CALARCA).

Antes se atravesaba la cordillera por el camino del Quindío, salvado enormes e incesantes subidas y bajadas, que lo hacían escabroso e inadecuado para el transporte. Consolidada la población de Calarcá, por Ley 25 de 1911, se decidió la construcción de un nuevo camino, llamado de Calarcá, que, partiendo de la recién establecida población, comunicara a través del contrafuerte cordillerano nombrado "Las Palomas," con Ibagué y al valle del Cauca.

A juicio de la comunidad, especialmente los comerciantes, manifestaron que, para efectos de mejor método de trasporte de carga en el Quindío, se debía erigir el camino de Calarcá, calzada que complementaría con los trazados ferroviarios del Tolima y el del pacifico, que pronto llegarían.

Consecutivos y repetidos esfuerzos en la expedición de legislaturas consecuentes con la obra, se ordenó su apertura con la Ley 21 del año de1911, que lo declaro vía nacional: “la que partiendo de Ibagué en el Departamento del Tolima pasando por la depresión de Calarcá en la cordillera y por la población de este nombre, va a terminar en Armenia, en el departamento de Caldas”.

Su construcción se empezó desde Ibagué, llegando a San Miguel de Perdomo (Cajamarca), sobre la ladera oriental de la cordillera. De aquí en adelante, siguieron las obras de construcción hasta el punto denominado la “Lora”, y de aquel lugar hasta la línea divisoria de la cordillera.

La Legislación ordenaba que se procediera dentro de ese año fiscal la apertura y continuación de los trabajos sin interrumpirlos en los años sucesivos, para lo cual destino la suma de $140.000 y una apropiación presupuestal futura en cada vigencia fiscal de $20.000. En el año 1912, el ministro de obras, Simón Araujo, emitió con fecha 25 de marzo del mismo año, una resolución orgánica, ratificando el avance de los trabajos necesarios para su construcción, y que fue registrada en el Diario Oficial número: 14558, del 30 de marzo del mismo año.

Se nombró una Junta Administradora precedida por el Gobernador del Departamento del Tolima. La Junta determinó practicar una visita de exploración a la vía, de Ibagué a Armenia. Al término de la visita, se reseñaron las mejores opiniones de la vía, mentando la excelente naturaleza del terreno y corta distancia, con relación a la del camino del Quindío. Inmediatamente se expidió el suministro de dinero, herramientas y demás necesario para el impulso e iniciación de la obra. efectuándose los estudios definitivos del trazado y se empezó la construcción del primer trayecto.  

Trazado y Longitud del camino de Ibagué a Armenia, pasando por Calarcá.

Leónidas Cárdenas, Gobernador del Tolima, y el ingeniero Hernando Jaramillo, firmaron un contrato en Ibagué, el 11 de marzo de 1913. El documento determinaba la elaboración de los planos del trazado y demás obras de arte necesarias en la construcción del camino, en una extensión de aproximadamente 80 kilómetros, desde la plaza de Ibagué hasta Armenia, pasando por Calarcá. Obra que consistía en el banqueo de la senda, de sesenta centímetros de ancho y un desmonte de cinco metros de ancho, con una pendiente de hasta del 12% en todo el trazado. Igualmente, contenía la obligación de fijar los sitios para la ubicación de los puentes que hubiere necesidad de construir sobre ríos, quebradas y arroyos, con sus respectivos planos, precio y explicaciones de las obras.

Para su ejecución se estableció un plazo de seis meses, a partir de la firma del documento, prorrogables por cuatro más en caso debidamente determinados por las partes. Como en todo contrato público, y para dar cumplimiento de las especificaciones y técnicas de construcción, se requería fijar la norma científica bajo la cual se debía ejecutar su construcción.

Trabajos realizados

Variante llamada “Morrochusco”, en una longitud de cinco kilómetros hasta el rio Coello. Puentes sobre el rio Coello, en el sitio denominado Juntas de Cocora, y demás, hasta el alto de “La Serrajosa”, incluyendo cuatro que el presidio había construido antiguamente.

El puente del rio Coello se proyectó de veinte metros de luz, en madera y cables de alambre, estribos de mampostería, altura sobre el nivel de las aguas de cinco metros, de construcción mixta, rígido y colgante, puente que fue construido por Leónidas Ochoa.
El ingeniero Gabino S. Fajardo hizo el trazado en una extensión de 13 kilómetros, desde el alto de la loma de la “Serrajosa”, hasta Ibagué viejo (Cajamarca), determino el sitio donde se construiría el puente sobre el rio Anaime. Un estrecho en donde su ancho alcanzó 10 metros y una altura de 30 metros  del nivel de las aguas.

El trayecto del camino se caracterizaba por poseer abundantes aguas y estar poblado por colonos que prestaban atención a los viajeros que con sus bueyadas y recuas de mulas trasegaban los trayectos denominados: el “Corazón”, en la ladera del Tolima, a la “Cucarronera”, en la ladera de occidental.[2]

Álvaro Hernando Camargo Bonilla
Miembro de número de la Academia del Quindío.
Vigía del Patrimonio.