lunes, 10 de noviembre de 2025

CONQUISTA ESPAÑOLA EN EL NUEVO REINO DE GRANADA: PACIFICACIÓN DE LOS PANCHES Y BÚSQUEDA DEL CAMINO DEL QUINDÍO.

CONQUISTA ESPAÑOLA EN EL NUEVO REINO DE GRANADA: PACIFICACIÓN DE LOS PANCHES Y BÚSQUEDA DEL CAMINO DEL QUINDÍO. 



La conquista española en el Nuevo Reino de Granada estuvo marcada por numerosos conflictos y desafíos. Uno de los episodios más significativos fue la pacificación de los panches y la búsqueda del camino del Quindío, liderada por el capitán Andrés López de Galarza. Este proceso no solo implicó la expansión territorial española sino también el enfrentamiento con grupos indígenas como los Pijao, quienes ofrecieron una resistencia tenaz.

PACIFICACIÓN DE LOS PANCHES.



Galarza fue comisionado por la Audiencia Real y Chancillería del Nuevo Reino de Granada para pacificar y poblar el valle de las Lanzas y otros territorios entre Tocaima y Cartago. Su objetivo era establecer un camino seguro que facilitara la comunicación y el comercio entre las gobernaciones de Santafé y Popayán, evitando el peligroso rodeo por Neiva y Timaná. Galarza juntó 93 hombres españoles y un sacerdote, y antes de partir, se reconocieron ante el alcalde de Santafé para asegurar que todos iban voluntariamente.

Durante su avance, Galarza promulgó ordenanzas para el buen gobierno de su gente, prohibiendo abusos contra los naturales y prometiendo castigar cualquier daño. En Metaima, los indios inicialmente prepararon una emboscada, pero al ver la determinación de los españoles, optaron por ofrecer comida y guías. Galarza aprovechó estas oportunidades para hablarles de la fe católica y la intención de establecer una relación pacífica bajo la corona española.

BÚSQUEDA DEL CAMINO DEL QUINDÍO.



Después de Metaima, Galarza continuó hacia Ibagué, enfrentando desafíos como el cruce del río Tolima. Los españoles lograron cruzar con la ayuda de sus caballos y enfrentaron resistencia en el valle de Anaima. Galarza intentó mantener la paz ofreciendo requerimientos y protestaciones. Un incidente notable fue cuando un soldado cayó en una trampa de los indios, pero salió ileso.

RESISTENCIA PIJAO CONTRA LA CONQUISTA ESPAÑOLA.



La llegada de los españoles a tierras Pijao marcó el inicio de una era de conflicto y resistencia para los indígenas. Los Pijao se dividían en dos grandes grupos enemistados entre sí, lo que los españoles supieron aprovechar para establecer alianzas y combatir a los grupos más hostiles. La resistencia Pijao llevó a los españoles a buscar estrategias más contundentes para consolidar la conquista.

LA CAMPAÑA DE JUAN DE BORJA.



En 1605, Juan de Borja fue nombrado presidente, gobernador y capitán general de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá. Borja organizó un ejército y emprendió una campaña contra los Pijao en 1607, que incluyó batallas en el valle del río Magdalena y la provincia de Amoyá. La conquista española tuvo un impacto devastador en la población Pijao, llevando a la disminución de la población y la pérdida de su territorio.

LA CONQUISTA Y EL CAMINO.



Galarza fundó Ibagué el 14 de octubre de 1550 y salió a descubrir la Provincia de Toche. La Real Audiencia comisionó a Galarza para explorar y fundar un pueblo que estableciera un camino para comunicar los pueblos del Nuevo Reino con los de la gobernación de Popayán. El cacique Bombo informó a Galarza sobre la existencia de un camino que permitía llegar a Cartago, lo que llevó a Galarza a enviar soldados a verificar la información.

El Camino a Cartago

Los soldados ascendieron a la cordillera y confirmaron la existencia del camino. Galarza decidió regresar con la intención de fundar un pueblo en el año 1550. Después de la fundación de Ibagué, Galarza partió hacia la provincia de Toche para explorarla. Sin embargo, dos soldados enviados a inspeccionar los terrenos fueron asesinados por los indios, lo que llevó a Galarza a lanzar un ataque sin piedad contra los indígenas.

La conquista española en el Nuevo Reino de Granada estuvo marcada por la violencia y la resistencia indígena. La búsqueda del camino del Quindío y la pacificación de los panches fueron procesos complejos que implicaron enfrentamientos y alianzas con grupos indígenas. Aunque la conquista española tuvo un impacto devastador en la población Pijao, su legado sigue siendo importante en la historia de la región.

 

El capitán Andrés López de Galarza jugó un papel crucial en la pacificación de los panches y la búsqueda del camino del Quindío.

Pacificación de los Panches.

López de Galarza fue comisionado por la Audiencia Real y Chancillería del Nuevo Reino de Granada para pacificar y poblar el valle de las Lanzas y otros indios entre Tocaima y Cartago. Su objetivo era buscar un camino seguro que facilitara la comunicación y el comercio entre las gobernaciones de Santafé y Popayán, evitando el largo y peligroso rodeo por Neiva y Timaná.

Galarza juntó 93 hombres españoles, incluyendo 40 de a caballo, y un sacerdote llamado Francisco González Candis. Antes de partir, se reconocieron ante Juan de Avellaneda, alcalde de Santafé, que todos iban voluntariamente.

Galarza y su gente llegaron al valle de las Lanzas (Combayma) sin incidentes notables. Allí, promulgó ordenanzas para el buen gobierno de su gente, prohibiendo faltas públicas, blasfemias y abusos contra los naturales. Prometió castigar cualquier fuerza o daño a los indios.

En Metaima, los indios inicialmente prepararon una emboscada, pero al ver la preparación y determinación de los españoles, optaron por ofrecer comida y guías. Galarza aprovechó estas oportunidades para hablarles de la fe católica y la intención de establecer una relación pacífica bajo la corona española.

BÚSQUEDA DEL CAMINO DEL QUINDÍO.



Después de Metaima, Galarza continuó hacia Ibagué, enfrentando desafíos como el cruce del río Tolima, donde los indios habían destruido las puentes. Los españoles lograron cruzar con la ayuda de sus caballos.

En el valle de Anaima, los españoles enfrentaron resistencia, pero Galarza intentó mantener la paz ofreciendo requerimientos y protestaciones. Un incidente notable fue cuando un soldado, Juan Ortiz de Zárate, cayó en una trampa de los indios, pero salió ileso.

Galarza recibió información sobre la existencia de naturales en Buga la grande y los gorrones que servían a Cali, lo cual sugiere que su expedición también tenía objetivos de exploración y reconocimiento de territorios más allá de la pacificación de los panches.

 

RESISTENCIA PIJAO CONTRA LA CONQUISTA ESPAÑOLA.



La llegada de los españoles a tierras Pijao marcó el inicio de una era de conflicto y resistencia para los indígenas. Los Pijao se dividían en dos grandes grupos enemistados entre sí: los de la sierra y los del llano. Los españoles supieron aprovechar esta división para establecer alianzas con los del llano y combatir a los de la sierra.

ORGANIZACIÓN SOCIAL Y MILITAR DE LOS PIJAO.



Los Pijao se organizaban en asociaciones tribales y elegían un jefe guerrero. Uno de los más destacados fue Calarcá, líder de la confederación de tribus de Otaima, Cacataima, Mola, Anaytoma y Amoyá. Los Pijao mantuvieron una constante lucha contra los españoles, utilizando tácticas de guerrilla y emboscadas sorpresivas en los bosques.

LA CAMPAÑA DE JUAN DE BORJA.

La resistencia Pijao llevó a los españoles a buscar estrategias más contundentes para consolidar la conquista. En 1605, Juan de Borja fue nombrado presidente, gobernador y capitán general de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá. Borja organizó un ejército y emprendió una campaña contra los Pijao en 1607. La campaña incluyó batallas en el valle del río Magdalena y la provincia de Amoyá.

CONSECUENCIAS DE LA CONQUISTA.

La conquista española tuvo un impacto devastador en la población Pijao. La violencia y la explotación llevaron a la disminución de la población y la pérdida de su territorio. La resistencia Pijao, aunque valiente y determinada, no pudo evitar la conquista española.

La Cédula Real que comisionó a Juan de Borja para la guerra contra los Pijao es un documento importante que refleja la preocupación de la Corona española por la situación en la región. En él se describe la situación de violencia y peligro que vivían los españoles y se ordena a Borja tomar medidas para pacificar y sujetar a los Pijao.

La resistencia Pijao contra la conquista española fue una lucha valiente y determinada que se enfrentó a la violencia y la explotación de los españoles. Aunque no pudieron evitar la conquista, su legado sigue siendo importante en la historia de la región.

 

LA CONQUISTA Y EL CAMINO.

Andrés López de Galarza, por encargo de la Real Audiencia de Santafé fundó a Ibagué el 14 de octubre del año 1550. Después de su fundación, Galarza salió a descubrir la Provincia de Toche, también escrita Tocha, pasando luego a la provincia de Tocina, situada junto al nevado.

“Había entre la ciudad de Tocaima, del Nuevo Reino, y la villa de Cartago, de la gobernación de Popayán, ciertas poblazones y valles de indios muy belicosos y guerreros que impedían la travesar y pasar de un pueblo a otro y de una gobernación a otra por breve camino, y causaban que los viandantes y la comunicación y comercio de estas dos gobernaciones fuese por partes y caminos muy largos y ásperos y malos, llevando la derrota por los pueblos de Neiva y Timaná, por donde se pasaba un muy largo y despoblado páramo, tan frío y perjudicial que en él se helaban y perecían muchas personas de las que habían de andar esta jornada; y demás de esto y de la aspereza y maleza de este camino, se hacía un grande rodeo de muchas leguas, que doblaba el trabajo a los que lo caminaban su grande longura”.

Los combativos Pijaos impedían el tráfico por el breve camino que comunicaba a Santafé con la gobernación de Popayán, por la montaña del Quindío. Ante éste impedimento, debían cruzar por un largo, frio, y despoblado páramo (Guanacas), donde se congelaban y morían muchas personas y sus caballerías. Camino áspero y malo, que ostentaba gran distancia, pasando por Neiva y Timaná.

Esta circunstancia hizo que la Real Audiencia comisionara a Galarza para explorar y fundar un pueblo y estableciera un camino para comunicar los pueblos del Nuevo Reino con los de la gobernación de Popayán.

 

EL CACIQUE BOMBO Y EL CAMINO A CARTAGO

El cacique Bombo informó a Galarza sobre la existencia de un camino que permitía llegar a Cartago, al otro lado de la cordillera. Para verificar la información proporcionada por Bombo, Galarza envió a algunos soldados a la cima de la sierra con el fin de confirmar lo dicho por el cacique. Les ordenó que, una vez comprobado, regresaran sin avanzar más allá para informarle sobre los detalles y decidir el curso de acción más conveniente.

Los soldados ascendieron a la cordillera y, basándose en información proporcionada por algunos indígenas, estimaron que estaban cerca de Cali y Bugalagrande, en la gobernación de Popayán. Con esta información, regresaron para informar a Galarza, quien decidió regresar con la intención de fundar un pueblo (el primitivo Ibagué) en el año 1550. Después de la fundación, y a petición de sus soldados, Galarza partió hacia la provincia de Toche para explorarla. Al llegar, encontró abundancia de alimentos almacenados por los naturales y descansó con su gente durante algunos días.

Durante su estadía, Galarza envió a dos soldados, llamados Ricardo y Hoyos, para que inspeccionaran los terrenos de una sierra y descubrieran lo que había en ellos. Sin embargo, los comisionados, llenos de codicia, se desviaron del camino y destino indicado por Galarza, yendo a ranchar en unos pueblos de indios ubicados en un valle denominado "Toche", antes de llegar a la sierra.

En su recorrido, fueron sorprendidos por los indios, quienes les dieron muerte y les desollaron los rostros, una práctica habitual entre ellos para utilizarlos como máscaras en sus bailes y rituales. Una vez conocida la suerte y el daño que los indios habían causado, Andrés López de Galarza decidió regresar a Ibagué para preparar más armas, municiones y soldados. Su objetivo era volver a Toche y castigar a sus habitantes por el atrevimiento y el daño que habían hecho.

Al regresar Galarza a Toche, lanzó un ataque sin piedad contra los indígenas, resultando en la muerte de más de cuatrocientos de ellos, según algunas fuentes. Después de esta masacre, Galarza y su gente se dirigieron a otra provincia llamada Tocina, ubicada junto al nevado, y la pacificaron. Posteriormente, regresaron a Ibagué sin haber sufrido daños significativos

En 1553, Melchor de Valdés, capitán español enviado para auxiliar a Galarza del asedio de los pijaos comandados por los caciques Titamo y Quicuyma, encontró un camino que usaban los nativos para remontar la cordillera. Este camino indígena se denominó camino del Quindío y comunicaba Ibagué con Cartago. Sin embargo, el conquistador Galarza entró en conflicto con Melchor Valdés, motivo por el cual se devolvió a Santafé, mientras que Valdés se dedicó a explotar el camino.

Este rico español ordena los trabajos de ampliación del recién descubierto camino del Quindío dejándolo transitable para animales de carga y acortando el viaje de Santafé a Popayán en veinte días. En honor le asignó el nombre de Valdesina al distrito que se debía fundar en Toche.