jueves, 20 de abril de 2017

DE ARMENIA MANTEQUILLA EN ANTIOQUIA, A ARMENIA EN EL QUINDIO

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En 1541, Jorge Robledo realizaba sus correrías de descubrimiento y conquista sobre el dorso de la cordillera occidental, en el curso medio del rio Cauca, por los confines de la hoy pequeña población de Armenia Antioquía, fundada el 28 de junio de 1868, que primitivamente se designó con el nombre de Mantequilla, a raíz de la extraordinaria cantidad de árboles de yarumo, cuyas hojas blancas, desde distancia, semejaban una gigante bola de la deliciosa margarina.

Cuenta la leyenda, que el nombre de Armenia procede de la evocación de una población localizada en un sitio muy parecido al monte Ararat, en la ciudad de Armenia en Asia Menor, donde según las historias bíblicas, se posó el Arca de Noé. [1]

Catorce años después, el 14 de octubre de 1889, en territorio caucano, se funda su tocaya Armenia. Gracias al dinamismo, esfuerzo y empuje de sus primeros habitantes, hombres y mujeres procedentes de diferentes puntos cardinales del territorio patrio, veteranos de la aventura y el trabajo enérgico, quienes marcaron la existencia del discurrir histórico de la actual capital Quindiana.

El desplante de los moradores de Calarcá, a una invitación del “Tigrero”, con la intención de la organizar  un convite para construir un puente sobre el río Quindío, para facilitara el tránsito de los colonos asentados en la margen derecha del río, para proveerse de víveres en Calarcá. La no asistencia al evento por parte de los calarqueños, hizo que Ocampo montara en cólera y determinara elegir un lugar apropiado para hacer una fonda en el la margen opuesta a Calarcá.  

Don Antonio herrera,  vendió a “Tigrero” un lote de terreno, por el precio de cien pesos, que Ocampo pago en monedas de cincuenta centavos, que sacó de una talega que cargaba en el galápago de su caballo. Su intención, fue la de constituir una fonda, y evitar el viaje a Calarcá y Salento para proveerse de víveres y demás menesteres de los colonos de las nuevas tierras. Sin dar principio a la fonda, cambió de idea, y resolvió más bien fundar un caserío.  Para el efecto, viajó  a Cartago, pidió  permiso para fundar y constituir una Junta Pobladora, compuesta por treinta personas (27 liberales y 3 conservadores).

El nombre primigenio de la fundación adelantada por Ocampo, al parecer fue tomado de una planta que crecía y abundaba en el lugar,  llamada “calabaza” y/o “cuyabra”, cuyo  fruto, fue utilizado desde los tiempos inmemoriales de los Quimbaya, como menaje de cocina y de otros servicios. Razón por la cual llamaron  la reciente población como: “El Coyabro”.

Este nombre resulta en una tarde de juerga, donde dos pioneros de la fundación de Armenia: Ezequiel Murillo y José Herrera, departían en una fonda. El primero observaba el  paso de José Herrera, cargado con una “jiquerada” de calabazas, y en son de chanza, cogió las calabazas y dijo en alta voz: Esto se llama el “Coyabro”. Todos los contertulios a una voz aceptaron el nombre, por lo cual se llamó de esa manera muchísimo tiempo.  Más tarde, tomó el nombre de Armenia, al parecer proveniente del nombre que tenía la propiedad del señor Venancio Gómez (lugar donde se instaló la trilladora “La Rosita”, carrera 18, calle 27), terreno, que compró José María Ocampo (Tigrero), para instalar la fallida fonda, lugar donde nació la “Ciudad Milagro de Colombia”.




[1] http://biblioteca-virtual-antioquia.udea.edu.co. Manuel Uribe Ángel. Geografía General del Estado de Antioquía en Colombia. Parte segunda, Capitulo 3º.Departamento del Cauca.1881