jueves, 20 de marzo de 2014

LOS SALADO DE ARABIA Y LA PLATA, REFERENTES DEL TURISMO HISTÓRICO-CULTURAL

LOS SALADO DE ARABIA Y LA PLATA,  REFERENTES DEL TURISMO HISTÓRICO-CULTURAL



Los Salados de Arabia y la Plata, se sitúan en el corredor de interconexión biológica del  río Barbas y el río de la Vieja, sobre las terrazas aluviales de la quebrada la Plata y río Barbas, en los confines limítrofes del Quindío, Valle del Cauca y Risaralda.

Los agraciados parajes donde se ubican los Salados constituyen una opción de desarrollo turístico arqueológico y ambiental de Filandia y el Quindío; los vestigios arqueológicos y documentales evidencian la importancia histórica y constituyen un  referente turístico con sello cultural y didáctico de la microhistoria local.

El re-descubrimiento de los Salados de Arabia y la Plata, son el resultado del entusiasmo e iniciativa personal de académicos y gestores culturales de la sociedad Filandeña, que con su entusiasmo y denodado esfuerzo han logrado la puesta en escena histórica de los sitios mencionados.

La explotación de los Salados de Arabia y la Plata como legado y arte histórico Quimbaya, fue vigente hasta las dos primeras décadas del siglo XX, lo que se evidencia en los hallazgos materiales y documentales realizados hasta el momento en el Archivo Histórico del municipio de Filandia, testimonios de pobladores de los alrededores de los salados, además, por uso directo del elemento salobre que mana de los ojos de agua, proporcionado actualmente  como suplemento alimenticio a los ganados.

Además del salvamento histórico de los Saldos de Arabia y la Plata, se requiere el compromiso institucional y privado, para la formalización de los estudios conducentes a su restauración, adecuación, conservación, difusión, disfrute y puesta en valor como: “Centro de Interpretación histórica-arqueológica”, articulado a la oferta turística histórica-cultural existente en el municipio como lo es: el camino del Quindío; conjunto arquitectónico; templo parroquial de la Inmaculada Concepción; el Centro de Interpretación del Bambú-Guadua; Archivo Fotográfico; monumento del “Resucitado”, entre otros, ofertas poco consideradas en el marco PAISAJE CULTURAL CAFETERO.

A la institucionalidad cultural, universitaria y la Academia de Historia del Quindío, les corresponde el proceso de investigación, enfocado a la evaluación, redención y preservación del patrimonio cultural, que conduzca a declarar los Salados de Arabia y la Plata, como zonas de Influencia Arqueológica y Bienes de Interés cultural.


Álvaro Hernando Camargo Bonilla.
Vigía del Patrimonio.


miércoles, 19 de marzo de 2014

ESTAMPA DEL PAISAJE CULTURAL CAFETERO: PASO DE LOS AGUADEÑOS

ESTAMPA DEL PAISAJE CULTURAL CAFETERO: PASO DE LOS AGUADEÑOS


Sobre el viejo camino que de la “Plancha”, hoy Circasia, conducía a Filandia, se encuentran agraciados y maravillosos parajes cafeteros colocadas en los altozanos y laderas del cañón del río Roble, quebradas Cajones, la Coca y Portachuelo; riachuelos que adornan el ambiente con sus cascadas y raudales de límpidas aguas que discurren por entre frondosos relictos de selva húmeda andina, donde anida una delicada diversidad de árboles, aves y pequeños mamíferos.

Paso “arriero” y de a pie, que remataba en una fonda caminera conocida con nombre: “Los Aguadeños”, dispuesta en el cruce de caminos de la Española, en los limites tripartitas de Filandia, Quimbaya y Montenegro; donde actualmente se ubica una estación de gasoducto que va para Quimbaya, en la vereda el Vigilante del Municipio de Filandia. A la par, conducía a otra fonda, denominada: “Paraguay”, situada a la orilla del camino que llevaba a Montenegro. El nombre de “Aguadeños”, se debe a que los primeros dueños fueron unos colonos que llegaron de Aguadas.

Histórico paso del río Roble que se franqueaba por un hermosísimo y antiguo puente de herradura, también denominado: puente de los “Aguadeños”. Puente construido con vigas de barcinos, robles y laureles y techado con astillas de las maderas citadas; por donde vadeaban arrieros y viandantes con sus recuas, organizadas por doce a quince animales que transportaban productos y avituallamientos para proveer los mercados de las localidades recién fundadas;  también viajaban a mercar, a tomar trago. El puente de los “Aguadeños” que existe hoy, está construido en concreto y se sitúa aguas abajo del antiguo puente de arriería.

En el entorno de este maravilloso paso histórico, se relatan mitos y leyendas  que refieren la existencia de tesoros derivados de guacas indígenas y entierros de valiosos tesoros. La ficción alude  la existencia un inestimable entierro situado en el peñasco que limita en el margen derecho del antiguo paso, inmediato al río, narra el cuento, que todos los Viernes Santos se abre un portillo en la peña, en el que se despliega un fulgor dorado como el color del oro, que disfrutan los ávidos y  ambiciosos guaqueros a vagabundear por el lugar en busca del tesoro contenido en la gran peñón. Hasta ahora han sido infructuosas las búsquedas del entierro,   pues, se trata de una sepultura “encantada” de los aborígenes Quimbaya, por tanto no se ha encontrado, por que cambia de espacio en cada intentona de exploración.

El referido entorno traslapa otras representaciones del patrimonio histórico Quindiano: “La Pilastra”, “La casa museo Cipriano Echeverri”, el “Cementerio Libre, La fonda “Barcelona Alta”, en la vereda del mismo nombre, la “Guaca de Fachadas”, la “Trampa del Tigre” y la legendaria fonda “Granada”; todos ellos, se han ido borrando del imaginario de las nuevas generaciones de Quindianos,  con la complacencia y complicidad institucional, por no darles  el sitial correspondiente en la historia local, o lo que los nuevos gurús históricos denominan: “microhistoria”.

Álvaro Hernando Camargo Bonilla.

Vigía del Patrimonio del Quindío, miembro de la Academia de Historia del Quindío.

viernes, 14 de marzo de 2014

CORREDORES BIOLÓGICOS EN EL DISTRITO DE CONSERVACIÓN DE SUELOS BARBAS BREMEN, FILANDIA QUINDIO

CORREDORES BIOLÓGICOS

DISTRITO DE CONSERVACIÓN DEL SUELO BARBAS-BREMEN

Área de profundo valor biodiverso, cualidades derivadas de sus valores ambientales), flora, fauna, recurso hídrico, oxigeno.  Igualmente, es incuestionable su importancia histórica, arqueológica y cultural, simbolizada en los vestigios arqueológicos prehispánicos, camino del Quindío y la historia derivada de las colonizaciones que se dieron en el territorio Quindiano (camino del Quindío). 

A partir del año 2006 se desplegó el proyecto denominado: CORREDORES BIOLÓGICOS en el DISTRITO DE CONSERVACIÓN DEL SUELO BARBAS-BREMEN, cuenca media del río Barbas, área prioritaria para la conservación de la biodiversidad representada en su significativa flora y fauna; número significativo de especies endémicas amenazadas; zona de gran interés para el aseguramiento, abastecimiento hídrico, y provisión de recursos naturales.

Son cuatro corredores biológicos conectados a través bosques riparios de las quebradas tributarias de las microcuencas Barbas y Roble; acrecentados con el establecimiento de especies pioneras arbóreas nativas, seguimiento  investigativo  y actividades de educación ambiental.

El proyecto apunta a la subsistencia de dos grandes fragmentos de selva húmeda andina: cañón del Río Barbas y la Reserva Forestal Bremen la Popa, cuya prioridad es el restablecimiento de la unión y ampliación de estos dos relictos de selva húmeda andina presentes en el paisaje Quindiano.

Los CORREDORES BIOLOGICOS son prioridad Nacional para la conservación y manejo sostenible de los paisajes rurales de los Andes Colombianos, impactados, fragmentados, trasformados y amenazados en su diversidad biológica a causa de las actividades antrópicas.

Según el INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE RECURSOS BIOLÓGICOS “ALEXANDER VON HUMBOLDT”, el proyecto de los corredores biológicos Barbas-Bremen, es una experiencia nacional enfocada a la conservación de la biodiversidad en los paisajes impactados por el sobre pastoreo e intensificación de la frontera agrícola en los Andes Colombianos. Es una de diez experiencias implementadas a nivel mundial.

Por las consideraciones expuestas, la comunidad residente en el área, exige el cumplimiento de la Ley y políticas ambientales derivadas, que permitan la protección, conservación, promoción, divulgación y concienciación de la importancia vital de los corredores biológicos del DISTRITO DE CONSERVACIÓN DE SUELOS BARBAS-BREMEN, cimientos básicos de la defensa del área protegida. 


Filandia la Hija del Ande, ventana que se abre al Quindío, emporio de gran provenir, exponente de la arquitectura antioqueña, con casas de fachadas balcones, ventanas y  puertas propias de esa  colonización. 



Con una tradición artesanal de la cestería, paisaje y vista privilegiada. Posee una extensión  de 109 km2 y una temperatura promedio de 16°c.  Esta bañada por el río Barbas y gran número de corrientes hídricas, motivo por el cual  es denominada: ESTRELLA HÍDRICA DEL QUINDIO.



“La Cuchilla de los novilleros”: Contadero, lugar abierto de descanso y en donde los arrieros al final de su jornada de camino acampaban y contaban sus mulas para ver sí alguna se les había quedado en el bosque y, en caso positivo, buscarla antes de continuar el viaje.



Erigido Municipio: El 8 de octubre de 1892 por medio del  Decreto 206, el Departamento del Cauca en desarrollo de la Ordenanza No.33 del 17 de Agosto del mismo año donde se erige el DISTRITO DE FILANDIA DE LA PROVINCIA DEL QUINDIO.



Filandia, ubicado al norte del departamento; en su extensión de 109 Km2 alberga aproximadamente 13.533 habitantes, en un clima promedio de 18 grados centígrados.


Fundada  el 20 de Agosto de 1.878 por colonos dedicados a la guaquería, minería, arriería y comercio. Los primeros pobladores la bautizaron Filandia, que significa Hija de los Andes pues proviene de la acepción formada del latín “Filia”, hija, y del  vocablo quechua: “Anti”, Andes.



En  Filandia existen cuatro (4) corredores biológicos denominados: Las pavas, Los monos aulladores, los Colibrí y los laureles.  Se establecieron con el propósito de ampliar el hábitat y permitir el tránsito de la fauna silvestre contenida en las dos grandes reservas forestales del Municipio, a saber: CAÑÓN DEL RÍO BARBAS Y BREMEN LA POPA.


Las aéreas en mención, suman aproximadamente 2200 hectáreas y forman las cuencas de los ríos Robles, Barbas; quebradas Bolillos, y Portachuelo. Todas ellas son afluentes del río de la Vieja y se ubican en  la parte nororiente del municipio de Filandia.

Se exhorta que en el desarrollo de la política ambiental municipal se planee una efectiva promoción y divulgación a la comunidad local y visitante; encaminada a concienciar de que los corredores ambientales son de fundamental importancia para la preservación de la biodiversidad y del recurso hídrico del Municipio, y por tanto hay que procurar la cultura de su buen uso y cuidado.

Posee una gran vocación eco turística por su gran  diversidad de flora y fauna de la Selva Húmeda Andina,  vestigios arqueológicos de la cultura Quimbaya, senderos de interpretación  ambiental y ecohistoricos, diversas actividades  agropecuarias, culturales y recreativas. 

Las grandes extensiones de selvas que encontraron los colonizadores  de la región andina fueron paulatinamente trasformada en zona para la agricultura y la ganadería.  El área de selva se redujo hasta formar “fragmentos de bosque”, que en su mayoría son pequeños y están separados.  A esto se le denomina fragmentación.  En ellas aun se encuentran parte de la flora y la fauna que habitaba las selvas o bosques originales.

Se tiene registro de más de 153 especies de mamíferos, como: perico de pelo o perezoso, familia de monos aulladores (Alouatta seniculus), guatin, murciélagos, martejas Tres especies de murciélagos, 82 especies de aves, como la pava caucana (Penélope perspicaz), la pava negra (Aburria aburri), soledad real, cocu  ardilla, la perdiz colorada (Odontophorus hyperytrus); reptiles, batracios, artrópodos, cuatro 35 especies de mariposas, 15 especies de escarabajos, 37 especies de hormigas; etc.


El mono aullador es uno de los primates más grande de Colombia. Se encuentra en casi todo el país, en zonas montañosas con bosques húmedos y selvas nubosas, desde el nivel del mar hasta los 3200 m.s.n.m. esta es una especie de hábitos gregarios, que forma grupos de hasta 16 individuos, generalmente permanece en el techo del bosque, aunque ocasionalmente puede bajar para cruzar ríos o áreas abiertas. Se alimenta de hojas, frutos, flores y en general de partes de plantas. La costumbre de esta especie de vocalizar constantemente es la que le ha dado el nombre de “aulladores, estas vocalizaciones son utilizadas como formas de comunicarse con grupos vecinos para advertir su presencia, y también para reafirmar los lazos sociales dentro del grupo.