sábado, 2 de junio de 2018

Presidio del tercer distrito. Diligencia de Visita camino del Quindio

 

SECRETARIA DE RELACIONES ESTERIORES,

ESTABLECIMIENTOS DE CASTIGO.

Presidio del tercer distrito. Diligencia de Visita.

CAMINO DEL QUINDIO
Visita de Antonio Mateus,  gobernador del Cauca, y  su secretario, A. Wiesner; al Presidio del tercer distrito, en cabeza de su director, señor: Simón Luis Quintero.

En la aldea de la Balza, a los 16 días del mes de setiembre de 1853, el Gobernador de la Provincia en cumplimiento de la ley 4º parte 1º, tratado 2° de la Recopilación Granadina, y lo dispuesto en el decreto ejecutivo de 1° de marzo de 1844, constituido en el Presidio del tercer distrito, procedió a verificar la visita dispuesta por el artículo 29 de la ley citada, y en su consecuencia se verificó de la manera siguiente: formado el Presidio en el Establecimiento a presencia del Director y demás empleados, se hicieron salir todos los enfermos de la respectiva cuadra, quedando solo un incapaz de poderse presentar, se hizo la separación de los enfermos y útiles, y resultaron ciento diez y nueve presidiarios que existen en el libro de altas, treinta y dos enfermos, reconocidos por el médico respectivo, y ochenta y siete útiles, repartidos en las secciones de la manera siguiente:
1ª. Al mando de Maximino Camino, compuesta de diez y siete presidiarios, diez útiles y siete enfermos, con trece piezas de herramienta.
2ª. Al mando de Manuel María Estrada, compuesta de diez y ocho presidiarios, trece útiles, cinco enfermos, con siete piezas de herramienta.
3ª. Al mando de Francisco Carrión, con diez y ocho presidiarios, doce útiles, seis enfermos, con ocho piezas de herramienta.
4ª. De José María Gómez, con diez y ocho presidiarios, diez útiles, ocho enfermos, con diez piezas de herramienta.
5ª, De León Camino, con diez y seis, catorce útiles, dos enfermos, y trece piezas de herramienta.
6ª. De Pedro Santiago Quintero, con quince, trece útiles, dos inútiles, y ocho piezas de herramienta.
7ª. De Nicolás Robayo, con diez y seis, catorce útiles, dos inútiles, y trece piezas de herramienta, y un presidiario destinado al servicio del establecimiento. Se examinó el estado del vestuario, y está casi inútil; por cuya razón se ha prevenido al director que dé algunas existencias que hay, procure dar vestidos a aquellos que están mas desnudos, el cual se les cargará en la cuenta del segundo vestuario que debe dárseles en el presen te año, se indagó sobre la asistencia en alimentos y medicinas, y se recogieron los datos necesarios, con los cuales se comprueba que están al presente bien asistidos, y que aun cuando faltan algunas veces varios artículos precisos de los expresados en la contrata, el señor Director ha exigido sus equivalentes, para que no sufran los presidarios diminución en sus respectivas raciones: el médico del Presidio informó que no había en el establecimiento drogas de ninguna clase para hacer las aplicaciones debidas, y por lo tanto se le exigió que presentase una factura económica de aquellos medicamentos que fueran más necesarios para hacer las aplicaciones a las enfermedades análogas al temperamento en que existen, y a las enfermedades que más se pronuncien en los presidiarios. Se examinó el tratamiento que se daba a los presidiarios por el director y capataces, y no se recibió queja alguna: la moral y disciplina marcha con regularidad hasta donde es posible en esta clase de establecimientos; a los presidiarios se les han leído las penas en que incurren por fuga o mal comportamiento, e igualmente se les ha hecho entender la gracia a que son acreedores según la ley, atendido el buen manejo que observen en el presidio. La totalidad de las herramientas se encuentra en muy mal estado, y existen en servicio setenta y una piezas repartidas de la manera siguiente: diez y siete barras, veintitrés palas, veinte machetes, ocho hachas, y tres barretones: además existen como inútiles sin prestar servicio alguno, cuarenta y tres barras, treinta y cuatro barretones, trece palas, veinticuatro azadones, cinco machetes, siete picos, cuatro macetas, cinco almádenas, tres paletas, cuatro taladros, un rascador, y un atacador; y habiendo recibido orden del Gobierno para hacer la composición de estas, o comprar otras mejores, se ha resuelto mejorar aquellas montando una fragua, que al efecto se ha organizado y puesto a disposición de un presidiario que profesa este oficio, está condenado a sufrir veinte meses en este establecimiento; parte de las herramientas de cantería, y que hoy no tienen aplicación en la obra del camino, se dispuso que se destinen al servicio de la fragua. Por informes del señor director resulta que para la composición de sesenta barras que existen en el establecimiento, se necesitan para hacerles la pala que está enteramente gastada, cien libras de hierro, y treinta de acero, y se ha dispuesto que de setenta y una piezas inútiles de palas, azadones y barretones que existen, se tome el hierro necesario, y se aplique a este uso, y el acero se ha ordenado al Jefe político del cantón, lo compre y remita al establecimiento; del sobrante se harán construir las hachas y machetes que sean necesarios, y si acaso se notare alguna falta de herramientas se dará cuenta inmediatamente para proveer lo que sea necesario. En el último mes se han desmontado, desenraizado y limpiado cinco mil ochocientas setenta varas en largo, y cincuenta en ancho, y el que suscribe ha advertido que desde el día que pasó por este trayecto de camino, que fue el diez de julio hasta la fecha en que lo ha visitado, ha mejorado considerablemente, debido a los trabajos que se han expresado; a pesar de haber presentado el señor director en la visita un oficio del señor Secretario de Relaciones Exteriores, en que le comunica que se ha dispuesto por el Poder Ejecutivo pase el Presidio a la Provincia de la Buenaventura, mientras la Gobernación recibe la orden del caso, dispone que el Presidio se traslade al sitio de la Caña, en donde continuará los trabajos, como los lleva hasta ahora; y en cuanto a la sección que se dispone se remita a la mayor brevedad, esto se llevará a efecto, tan luego como se reciba orden especial de esta Gobernación.
Existen además en el Establecimiento varias herramientas de carpintería y herrería, que son las siguientes: carpintería, una garlopa, una sierra bracera, un serrucho, un cepillo, cuatro escóplos, un martillo, tres azuelas. Herrería, tres martillos, un par tenazas, un tornillo, un taz y un fuelle en igual estado.
Se dio cuenta con la existencia de dos condenados como vagos a poblar la montaña de Quindío; los cuales se ha dispuesto, mientras el Gobierno resuelve una consulta que sobre el particular se le ha hecho, permanezcan en clase de concertados con el Director, para su servicio o del Establecimiento, y siempre que sea en este último se abonarán las raciones, como está prevenido por disposiciones gubernativas.
Existen treinta y tres presidiarios escoltados, debido a la poca con fianza que ellos inspiran de su manejo, y a la naturaleza de los delitos por que han sido condenados; estos presidiarios se mantienen a rancho, para lo cual existen cuatro fondos, de los cuales, tres están en mal estado, y uno presta el servicio a que se le ha destinado; el resto de los presidiarios recibe su ración en mano y él mismo la beneficia para su mantención.
Las habitaciones del Director, capataces, hospital, proveeduría y demás de presos, aunque de poca comodidad en razón variación que de ellas tiene que hacerse, según el punto donde se ejecutan los trabajos, están aseadas, y prestan medianamente el servicio a que están destinadas; pero se nota la necesidad urgente de tres o cuatro toldos de que sirvan para refugiarse los empleados y presidiarios para evitar la intemperie de la estación, cuando el trabajo esté a alguna distancia de las rancherías del establecimiento.
La escolta de Guardia nacional del cantón de Cartago, bajo las órdenes del Teniente Gabriel Montaño, presta el servicio con regularidad, y hasta ahora las pequeñas faltas ejecutadas por algunos soldados, se han castigado con oportunidad.
El archivo y libros que se llevan están arreglados, conforme a las disposiciones vigentes, advirtiéndose solo la falta del estado de alta y baja de herramientas, atendiendo a la inutilidad en que se encuentra la mayor parte, y se ha prevenido que al hacer el completo arreglo de la herramienta destinada a los trabajos del camino y la que se ocupe en la fragua, se forme mensualmente el estado de alta y baja de ella, expresando los motivos de su aumento o disminución.
De la inspección hecha en la herramienta, resultaron cuarenta y cuatro palones de hierro colado enteramente inútiles, y se dispuso ponerlos en Cartago, mientras el Gobierno resuelve qué debe hacerse con estos restos de hierro que no tienen aplicación ninguna.
Se concluye esta visita exponiendo el Gobernador, de acuerdo con el señor director del presidio, que es de absoluta necesidad, para no perder los inmensos sacrificios que se han hecho para llevar al cabo esta empresa, que por lo menos debe durar el presidió en la composición del camino, hasta el último de diciembre del presente año; de no obrarse de esta manera quedarán interrumpidas las relaciones de esta hermosa provincia con el resto de las del norte y capital de la República; los males consecuenciales de la administración pública, serán consiguientes, y la falta de relaciones de los habitantes del sur y norte, será un estímulo que impela a obrar contra los intereses de la unión central, que debe existir en la República, para conservar la importancia social en que se ha mantenido desde su separación de las otras dos secciones que componían la antigua Colombia;
Con lo cual concluyó esta visita, que firman el gobernador, el director del presidio, y el infrascrito Secretario.
El Gobernador, Antonio Mateus.
El Director, Simón Luis Quintero.
El Secretario de la Gobernación, A. Wiesner.
Es copia —El Director, Simón Luis Quintero.