lunes, 7 de octubre de 2013

RELATOS, HISTORIAS Y RESEÑAS HISTORICAS DE LOS FUNDADORES DE ARMENIA



RELATOS, HISTORIAS Y RESEÑAS HISTORICAS DE LOS FUNDADORES DE ARMENIA

Evangelina García Vda. De Cardona.

"En uno de los barrios pobres de la ciudad vivía la señora Evangelina García Vda. De Cardona, esposa que fue del coronel Juan de de la Cruz Cardona, uno de los legítimos fundadores de la ciudad y quien ocupó la Alcaldía Municipal.

Doña Evangelina falleció a los 86 años de edad, en medio de gran pobreza y completamente abandonada de las entidades municipales.  El reportaje o entrevista con la esclarecida señora que fue publicado en el año de 1939 en la revista “Risaralda” y que no fue rectificado en ninguna de sus partes, dice:

“-De dónde es usted?
-Yo soy nacida y criada en Roldanillo.
-Qué nos puede informar usted acerca de la fundación de Armenia?
-Yo recuerdo que vivíamos en Calarcá y teníamos una casa en el sitio en que está hoy el café “Blanco y Rojo”. Allí estaba Juan de la Cruz un día sentado en el quicio de la puerta, cuando llegó don Jesús María Ocampo (a.”Tigrero”) y le dijo a mi esposo: “Vamos Juan de la Cruz al otro lado del río a fundar un pueblo”. Entonces mi marido  se tiró la ruana al hombro, se puso su sombrero de paja y se vino.  Así pasaron algunos días desmontando en lo que hoy es Armenia. Yo venía desde Calarcá atraerles mazamorra, frescos, etc. Hasta el trabajo. Solo cruzaba el camino viejo de Calarcá hasta aquí y a cada paso me encontraba con las huellas que deja el tigre.
-Cómo pasaba el río Quindío?
-Allí había un puente de hamaca que lo hicieron “Tigrero”, Juan de la Cruz, Ezequiel Murillo y unos peones. Este Ezequiel Murillo si fue fundador.  En lo que hoy es la plaza de Bolívar, abrió una mejora y sembró una roza.
-En qué época llegaron los Suárez a fundar la ciudad?
-A los dos años de estar esto con casas llegaron los Suárez. Recuerdo que a mi me tocaba remendarles todas las noches la ropa, para que al otro día siguieran trabajando. Nosotras (dona Evangelina y sus hijas) ayudábamos a sostener los peones en lo que se había propuesto “Tigrero” y Juan de la Cruz.
-Quién era el cura en ese entonces?
-Era el padre Pineda. Cada veinte días venía a decir misa. Se venía por Filandia y Circasia recorriendo trochas, donde solo había tigre. El padre llegaba a caballo y desmontaba junto a la iglesia, la que era un rancho muy feo, amarraba el caballo a un poste y se entraba a decir misa.
-De dónde era donjuán de la Cruz?
El era de  Sonsón. Se vino de allá huyendo de los políticos. Hizo parte de la Junta Pobladora, pero sólo figuran los Suarez. Todo lo han querido para ellos. No, si los fundadores fueron muchos. Ya ve tanto trabajar como trabajamos nosotras y estamos de limosna. Hemos sido las más de malas, pues el señor Personero no nos quiere pagar el pedazo de esta finca que nos quito, con el fin de mejorar las propiedades de un amigo suyo que vive por aquí.
-Qué más hizo don Juan de la Cruz aquí en Armenia?
-el antes de irse para la guerra, fue en comisión a Bogotá-de a pie, pues no había medio de transporte- con el fin de tratar con el Gobierno la traída de nuevo del archivo de Salento. Luego se fue para la guerra. Juan fue muy político y decía que por la idea del partido liberal moría. También fue Alcalde.
-Quién ascendió a don Juan de la Cruz a Coronel?
-A él lo ascendió el General Viaza. Juan –continúa doña Evangelina- era muy bravo. A Eliseo Arcila, que vive en Montenegro y a quien puso de abanderado, lo apaleó por cobarde, pues siendo abanderado se echó boca abajo en momentos en que debía estar avanzando. Lo mismo ocurrió con Carlos Barrera Uribe antes de ascenderlo a Capitán, le tuvo que dar tres sablazos por que también  se hecho boca abajo. Por eso el municipio no me quiere ayudar con nada como señora que soy de uno de los fundadores de la ciudad, pues siempre interviene en contra mía. A Juan de la Cruz también le toco desempeñar el puesto de posta. Ya vé, hay mucha gente que niega que Juan hubiera peleado en la guerra y que hubiera sido fundador de la ciudad".

HABLA LA ESPOSA DE “TIGRERO”


"ARSENIA CARDONA BUITRAGO: nació en Salento en 1873, allí mismo transcurrieron sus primeros años de edad, para luego vivir en Circasia y posteriormente en Anaime donde conoció  a Jesús María Ocampo, con quien contrajo matrimonio en Ibagué en 1886. Tigrero tenía en ese momento 35 años de edad. Doñaedad. Doña Arsenia siempre se caracterizó por ser mujer de sanas costumbres, respetuosa de su esposo,  cumplidora de las tares del hogar, humilde y de arraigados  principios cristianos.  Apoyó siempre los propósitos en los cuales se empeñaba su esposo, especialmente en todo cuanto tenía  que ver  con la “descabellada” idea de fundar un pueblo.  Sus padres Jesús María Cardona y Ramona Buitrago e opusieron  en principio al matrimonio con Jesús maría Ocampo, pero pudo más su perseverancia y el gran deseo de formar un hogar.  De ese matrimonio nacieron los siguientes hijos: Juan de la Cruz, quien falleció aún solero, Ana Julia y Anaquilia.

Armenia, 26 de septiembre de 1938. Doña Arsenia Cardona viuda de Ocampo, se encuentra recluida en el Hospital de San Juan de Dios. Una leve dolencia le ha obligado a recluirse. Ocupa la pieza número uno. Como se temiera por su salud, quisimos saber algo  relacionado con la fundación de Armenia. Le comunicamos el interés que tenemos de escribir una historia de la ciudad, escuchándola de los propios labios de los fundadores, y nos dice:
-Con mucho gusto le contaré lo que recuerdo. Afortunadamente tengo todavía buena memoria. Dos catres, tres sillas, una mesa de noche es el único mobiliario de la pieza número uno que ocupa. Nos acercamos a la mesa de noche y dimos principio:
-Qué ha hecho el Municipio de Armenia en su favor
-A mí nada me falta aquí, pero necesito una casa donde pueda recogerme con mis familiares y ellos puedan estar viendo por mí. Don Santiago Vélez Palacio me regaló un solar cerca del “Bosque”, pero no me lo han asegurado, dice que me lo asegura cuando el Municipio me haga construir la casa; pero los señores del Municipio se han olvidado de mí por lo que veo. Yo quiero que me hagan la casa en el “Bosque”, pues me han nombrado parquera de él. Además tengo una hija que está muy pobre y es la que me tiene el alma partida.
-Donde nació usted?
-Yo nací en Salento, allí me crié y luego pasé a vivir a Anaime y más tarde vine a Circasia, de ahí pasé a vivir a Anaime donde me conocí con “Tigrero” y me casé en Ibagué y aquí tengo la partida de matrimonio.
-Recuerda dona Arsenia cómo conoció a “Tigrero”?
Mi papá pasó a vivir en Anaime a la finca que él tenía; yo contaba unos trece años, pues hasta ese entonces no era novio mío. Solo lo teníamos como hermano. Pero resulta que un día le dijo a mi hermana que tenía ganas  de casarse conmigo.  Cuando mi papá supo se opuso, pues no quería que yo tan joven me fuera a casar con un señor de tanta edad, (“Tigrero” contaba según informa doña Arsenia, unos treinta y cinco años). Pero al fin resolvieron en la casa que me casara y nos casamos en Ibagué.  Luego vino la guerra y como tuvimos noticias que el General Gallo se acercaba nos vinimos de Anaime abriendo trochas.
-Quiénes más venían con ustedes?
-Nos acompañaban Benjamín Cardona, hermano mío y Gregorio Londoño (peón). El primer día acampamos en “Río azul” y luego seguimos, pues teníamos miedo que el General Gallo nos alcanzara.
-Cuánto tiempo duraron o emplearon en la travesía hasta llegar al Quindío?
-En la montaña nos estuvimos cinco días, durante los cuales, varios dormimos a raíz de un árbol.  Al fin salimos a la “Helvencia” (hoy Municipio de Calarcá) donde encontramos qué comer, pues ya hasta la panela se nos había agotado.
-Qué pasajes interesantes nos puede relatar doña Arsenia sobre la fundación de Armenia?
-Cuando mi marido compró el terreno donde está situada la trilladora “La Rosita” (hoy carrera 18, calle 27) se llamaba Armenia. Había allí mucha “Calabacera” y por eso pusieron esto “El Cuyabro”. Para quitarle ese nombre tuvieron que multar con cinco pesos al que dijera “cuyabro”, refiriéndose a armenia.
-Al cuanto tiempo de fundado Armenia se celebraron las primera fiestas?
-Cuando se celebraron las primeras fiestas Armenia tenía 29 meses de fundada, pero eso si fueron fiestas, hubo toros y muy buenos palcos.
-Recuerda usted, cuando llegaron los señores Alejandro y Jesús María Suarez a Armenia?
-Cuanto le puedo decir es que cuando ellos llegaron, aquí ya habían pasado las primeras fiestas de que le acabo de hablar.
- Y entonces, por que figuran como fundadores los citados señores?
-Ellos figuran como fundadores por las relaciones. Ellos no fueron fundadores de Armenia, pues cuando ellos llegaron mi marido les vendió una casa de balcón que tenía en la esquina de la plaza donde hoy está una de tres pisos (carrera 13, calle 20) pues esa era de él, junto con la casa donde están los curas y otra donde es hoy la casa liberal  (carrera 14, calle 20). Los Suarez cuando vinieron ya estaba el pueblo fundado.
-A quiénes recuerda usted que puedan nombrarse como fundadores de Armenia, aparte de “Tigrero” y su persona?
-Yo recuerdo a don José de los Reyes Santa, Antonio Herrera y Pablo Vallejo, a quien si se puede contar como principal fundador.
-El General Aristóbulo Ibáñez, fue también fundador de Armenia?
-Yo no recuerdo, pues él vivía en Calarcá.
-Rafael Correa fue también fundador?
-No sé, pues muchos fueron arrimando y luego resultaron fundadores, sin haber hecho nada en la fundación, como Alejandro Cano.
-Cuál fue el primer sacerdote que tuvo Armenia?
-El Padre Pineda decía misa en toda la región, luego el Padre Valencia y más tarde el Padre Castaño.
-Cómo se llevo a cabo el primer mercado?
-Recuerdo que enel primer mercado se sacrificaron tres cerdos y dos novillos.
-Dónde murió “Tigrero”?
-A mi esposo lo mató un palo en “Rioverde”, además que continuamente era perseguido por los políticos. El peleó en la guerra y fue sargento de los liberales. Murió en la quebrada de “Guayaquil” y lo enterraron en el “Alto del Oso”, creo que los restos que actualmente están el cementerio, los sacarán el día que los pasen al monumento que piensan erigir.
-Este retrato, doña Arsenía (y le mostramos el retrato que se encuentra en poder del autor y considerado como el único legitimo de “Tigrero”), tiene parecido a su fallecido esposo?
-No es que tenga parecido, sino que e el mismo. Ese retrato fue tomado cuando mi esposo tenía treinta y siete años.
No olvide decir, que la pensión que en la actualidad me paga el municipio es de de quince pesos y no me alcanza para mis necesidades y las de mi familia.
El Municipio de Armenia, cumplió con el deber que tenía para con la fundadora. Le dio casa, la tuvo pensionada por muchos años en compañía de su familia. Le sostuvo pensiones en el Hospital hasta su muerte.
Algunos años después de la fundación, María Arsenia Cardona de Ocampo, atendió requiebros y “Tigrero” desilusionado se fue a la montaña, hasta que llegó la hora de su muerte en la quebrada “Guayaquil”, en Ríoverde.
Arsenia tuvo los siguientes hijos: Juan de la Cruz que murió siendo soltero. Ana Julia también fallecida, siendo soltera y Anaquilia, quien contrajo matrimonio con Eulogio López, quien ya falleció. Anaquilia viene a ser la única hija legitima, es madre de varios niños y vive en Armenia.

Después de haber vivido por espacio de 87 años, en la mañana del 21 de febrero de 1950, dejó de existir en su casa de habitación situada en el barrio “El Bosque” donada por el municipio y dotada por prestantes damas de la localidad, la fundadora de Armenia.

María Arsenia era hija del señor Jesús María Cardona y Ramona Buitrago y contrajo matrimonio en la ciudad de de Ibagué, según ella misma lo informó; nació en Salento en el año de 1863.

Con ocasión de su fallecimiento la alcaldía Municipal dictó el siguiente decreto: “Decreto número16.- Febrero 21 de 1950 Por el cual se honra la memoria de una fundadora de la ciudad. El alcalde Municipal de Armenia en uso de sus atribuciones legales, y CONSIDERANDO: a). Que en las primera horas del día de hoy falleció la distinguida dama y fundadora de la ciudad señora Arsenia Cardona viuda de Ocampo; b). Que doña Arsenia, esposa del gran  “Tigrero” prestó servicios invaluables en los primeros tiempos de fundación de la ciudad; c). Que es un deber de las autoridades asociarse al duelo producido por la desaparición de quienes han sido autores de obras imperecederas y ejemplo de voluntad y sacrifico, DECRETA: Articulo 1° Lamentar la muerte de la esclarecida dama y fundadora de la ciudad doña Arsenia Cardona viuda de Ocampo. Articulo 2° Colocar el cadáver en cámara ardiente en el salón del H. Concejo Municipal desde la una hasta las cuatro p.m., hora en que se iniciarán sus honras fúnebres. Artículo 3° Asistir a su entierro todas las juntas y empleados públicos; el cuerpo de Bomberos, la Banda de músicos y todos los colegios y escuelas de la ciudad. Artículo 4° -Designar a don Jesús López Dávila, para que llévela palabra en el cementerio, en nombre de todos los hijos de Armenia. Artículo 5° Todos los gastos del entierro serán por cuenta del Municipio. Artículo 6° Publíquese y cúmplase.-Dado en Armenia, a los veintiún días del mes de febrero de mil novecientos cincuenta. –Camilo Villegas Jaramillo, Alcalde. –Gilberto Muñoz O., Secretario.

Tal como se había ordenado, el cadáver de doña Arsenia fue puesto en cámara ardiente, en el salón del Concejo Municipal en medio de  una nutrida  ofrenda floral. A las cuatro de la tarde fue trasladado hasta la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús donde se oficiaron  las honras, de allí fue trasladado al cementerio y enterrado al pie de su esposo.

HABALA DON JUSTO HERRERA.

"Reportaje tomado por el señor Luis Arango c., para “Quindío Histórico”.


-Dígame Justo: cómo tuvo origen la fundación de Armenia?

-Con mucho gusto, don Luis, respondió. Pues vea, un lunes mi padre Antonio Herrera, y yo estábamos barequeando en el río Quindío cuando bajó Jesús Ocampo (a. “Tigrero”) a donde estábamos nosotros y nos dijo, que iba a aguardar unos señores que debían venir de Calarcá a hacer un puente sobre el río Quindío para pasar los moradores de esa región a mercar a la vecina población de Calarcá. Llegaron las once del día y “Tigrero” almorzó con nosotros, pero aún no habían llegado las personas esperadas por él. Por ahí a l una de la tarde, viendo que los señores no aparecían “Tigrero” montó en cólera y dijo: “Don Antonio, vea a ver si por esa región hay algún lugar apropiado para hacer una casa larga y surtirnos allí de víveres”. A esto respondió mi padre: “Pues si mi finca le sirve para eso, está a las órdenes suyas”. “Tigrero” entonces preguntó por el precio de la finca, a lo que mi padre respondió: “Póngale precio y ese es”, a lo que en seguida “Tigrero” dijo que si cine pesos le parecía muy poquito. A esto respondió mi padre que estaba muy bien lo que él dijera. “Tigrero” entonces sacó de la chuspa del galápago una talega con dinero y le contó los cien pesos en monedas de cincuenta centavos.

Después de esto “Tigrero” le dijo a mi padre: “Don Antonio, cite usted loa gente que se encuentre de aquí para arriba y yo la de aquí para abajo, para que vayan el lunes próximo a un convite que tendrá lugar en su finca”. Al lunes indicado se llenó todo esto de gente. Ese día lo pasaron en conversaciones y discusiones, y otros poquitos se dedicaron a socolar monte en la parta alta que es hoy la calle real. Quedó toda esa gente citada para ocho días después. Un número mayor de gente se presentó ese lunes siguiente y Luis Tabares “El Caratejo” se presentó y les dijo: “Eso no está bien así, nombren un inspector y una Junta Pobladora”. Los asistentes  nombraron a Luis Tabares como Inspector, por unanimidad. Don Luis como inspector nombró la Junta Pobladora; don Joaquín Buitrago prestó la escuadra para los trazados. Tabares ordenó: “Midan, primero sin discusiones, y después se oirán las quejas”. Por la tarde ya habían medido LA PLAZA, hoy de Bolívar; entonces el Inspector  como la Junta y otros señores más dijeron: “De aquí a ocho días se principiará la repartición de los solares”.

-Bueno Justo, qué había donde hoy es la Plaza de Bolívar?


-Una manga donde mi papá tenía ganado vacuno y caballar.
- Y la casa donde vivían, dónde estaba situada?
- Estaba cerca de la casa donde hoy es la de don Chucho Buriticá”.1.939"

FELIX ECHEVERRY

"De un reportaje tomado por el autor de la presente obra al señor Félix Echeverri, en el año de 1939, y publicado oportunamente con el fin de que de estando en vida el reporteado  se hicieran las rectificaciones a que hubiera lugar, y no habiéndose presentado ninguna, lo mismo que en los demás reportajes que aparecen en la obra, tomamos lo siguiente:

“- Quiénes vivían en estos contornos cuando usted vino?

Entre los que recuerdo estaban, Adolfo y Pastor valencia, Ángel María Echeverri y don Manuel e. cárdenas.
-Qué nos puede  usted decir acerca de la fundación de Armenia?
-recuerdo que los principales fundadores fueron treinta personas, tales como Jesús María Ocampo, Antonio Herrera, Nicanor Dávila, Obdulio Mejía, Venancio Gómez, Ramón y Manuel Vélez, Juan y Salvador Ospina, Gregorio Barco, Rafael Uribe, Ramón Rendón, Fausto Ruiz, etc.
- Qué recuerdo guarda usted de esa época?
- Yo recuerdo que el señor Anacleto Londoño, padre del señor Juan B. Londoño, fue el primer agrimensor que demarcó la plaza.
- Que tal era “Tigrero”?
-El era un hombre muy guapo, nunca le pidió favor a nadie y era demasiado caritativo.
-Por qué causa fue la diferencia con Calarcá?
- Los que teníamos finca, o mejor dicho mejoras, que era lo que había en ese entonces, para la parte baja de la ciudad, teníamos que ir hasta Salento a mercar, pero como el camino era muy malo, no alcanzábamos a ir en el día.  Entonces resolvimos viajar más bien hasta Calarcá a comprar lo que necesitábamos. Para llegar hasta esa ciudad teníamos que ir hasta el puente de balboa. Allí  en ese punto  tenía el río un regadero. El río vivía crecido, pues por ese entonces las aguas eran muy abundantes. Allí existía un puente muy malo de hamaca. Un día “Tigrero” se fue para Calarcá y una vez allí invitó a los calarqueños a hacer un puente. Los calarqueños aceptaron la propuesta y se convino que el próximo lunes se efectuara un convite con tal fin. “Tigrero” regresó y se puso a preparar todo para la construcción. El día del convite fueron todos los de Armenia, pero los de Calarcá no aparecieron. “Tigrero”, entonces viendo que los de Calarcá se habían burlado dijo: que compraría parte del terreno de don Antonio Herrera y haría una fonda y que allí nos abasteceríamos todos. Yo fue testigo presencial de todo lo que estoy contando.
Y continúa don Félix: “a los pocos días de haber comprado “tigrero”, llegó donde él un señor cuyo nombre no recuerdo y le dijo que le vendiera un solar para él hacer una casita, pues que era muy pobre y no podía comprar más, “Tigrero” vendió este solar por ocho reales. A los pocos días vendió otros dos solares más, etc. “Tigrero” viendo que ya había vendido varios solares y que todavía no le habían dado principio a la fonda, cambió esta idea y resolvió más bien fundar un caserío o pueblecito. Fue a Cartago, pidió el permiso para fundar y formó una Junta Pobladora. Entonces como antes le dije, Londoño demarcó la plaza y la venta de solares se siguió.
-Dónde hicieron la primera casa?
Era un rancho de platanilla de propiedad de Ana Joaquina Buitrago.
- Quién fue el primero que vino de Salento, para ayudar a la fundación?
- Fue don José Joaquín Buitrago, quien puso una tienda.
-Quién llego después?
- Luego vinieron los Suarez y le compraron a “Tigrero” donde poner un comercio.
-Entonces en qué año bajaron ellos?
- Ellos bajaron en el año de 1891. Yo recuerdo que en el año de 1890 se demarcó la plaza y ellos no habían llegado.
- Qué más recuerda usted de esos tiempos?
- Yo recuerdo que en el sitio donde están las “Galerías viejas” quemaban carbón. Recuerdo también que don José Joaquín Ocampo fue el primero que vino a sacar astillas para techar; por cierto que se sacaba de 1500 a 2000 tejas diarias.
- Quién fue el primer Comisario que existió en la ciudad?
- El primer comisario fue el señor Juan Pablo Vallejo, el que tenía el título de Comisario Mayor.
- Es cierto, don Félix, que sólo treinta colonos fueron los fundadores de Armenia?
- Sí señor, sólo treinta habíamos cuando la fundación de la ciudad y de los treinta, 27 éramos liberales y 3 conservadores.
Los conservadores eran Rafael Uribe, Venancio Gómez y Ramón Rendón.
-Usted recuerda, don Félix, cuáles fueron los primeros “rábulas”?
- Los primeros  rábulas fueron Nicolás Macías y don Antonio Gómez.  También recuerdo que don Antonio era de los que compraba un solar, lo vendía a otro y se ponía a pleitiarlo.
-Fue cierto que lo Suarez regalaron el terreno para el Cementerio?.
- No señor, antes de ese cementerio (se refiere al que existía donde hoy está la Iglesia del Carmen) existía uno en LA POPA. Luego “Tigrero” compró la manzana donde está hoy el cementerio y la convirtió en cementerio. Tan cierto es esto, que recuerdo que una hermana de don Hipólito Nieto fue la primera que enterramos en él.
- Cuánto  tiempo hacía que estaban ustedes aquí cuando se convino la fundación?
- Nosotros hacíamos alrededor de una año que estábamos aquí cuando la fundación.
-Cómo fueron las primeras fiestas?
- Las primeras fiestas las organicé yo, fueron unas fiestas de Reyes. La Iglesia en ese entonces era una ramada de guadua. Estas fiestas dieron muy buenos resultados.  En esas fiestas que fueron las primeras, estuvo Wenceslao López, padre del conocido “Piquillo”.

Don Félix se queda un rato pensativo y luego nos dice:
Lo que más nos puede chocar a nosotros, los que sí estuvimos en la Fundación de la ciudad, es que únicamente mientan como fundadores a los Suarez; pues si eso es así, entonces don Ruperto Gallego que llegó mucho tiempo después de la Fundación también es fundador. Los Suárez fueron fundadores del comercio y no de la ciudad.  Ellos se aprovecharon de los mejores solares por que tenían dinero.
-       Recuerda usted cuáles fueron las primeras cantarilleras?
La señora de don Félix, doña Mercedes Villegas de Echeverri, que nos escuchaba el dialogo respondió: “Las primeras cantarilleras fueron Fidelina Ocampo, señora de don Plácido Ocampo y María Luisa Valencia, hija de don Adolfo Valencia”.
-       Quién fue el primer Estanquero de la ciudad?

- El primer Estanquero de la ciudad fue el señor Baudilio Mejía, y agrega don Félix, para próxima vez, le prometo  muchas cosas  que conviene que el pueblo las sepa”.
Esa próximas vez no llegó nunca, porque don Félix dejó de existir ocho años después y doña Mercedes a fines de 1948.

HABLA DON JOSE JOAQUIN BARCO TORO
“San Antonio Tolima.-21de enero de 1939.
Señor
Presidente y Miembros de la Junta Cincuentenario.
Armenia.

Como quiera que la fiesta del cincuentenario de esa ciudad se avecina, creo un deber ayudar con un pequeño óbolo que pueda serles útil para esa fecha. Deseo hacerles una corta narración de cómo fue fundada la ciudad de Armenia, omitiendo algunos datos y fechas por lo borrado de mis apuntes, pues el tiempo sea encargado de hacerlos ilegibles.
“Saliendo yo de “La Bélgica”,  finca de mi padre, situada entre “El Caimo” y “San Pedro”, me encontré con los señores Jesús Antonio Arango y el Padre Sebastián Restrepo, Venancio Gómez, Manuel Bedoya, Alejandro Suárez y José Pitacio Marín, en el punto llamado en ese entonces “Los Potreros”, viendo esos terrenos para ver si era posible fundar un pueblo; dichos terrenos eran del Padre Sebastián Restrepo, los que regalaba con tal fin.  En esas llegó el señor Jesús Ocampo alias “Tigrero” muy contrariado con los vecinos de Calarcá por no prestarse ellos a hacer un puente sobre el río Quindío que pudiera comunicarlos fácilmente con dicha población. El señor “Tigrero” también traía la idea de fundar un pueblo y para este fin había escogido las mejoras de don Antonio Herrera, lugar que ocupa hoy el centro de Armenia. Reunidos todos fuimos a dichas mejoras; después de deliberar largo rato se convino autorizar al señor “tigrero” para informarnos sobre la compra de estos terrenos con el fin de que proyectábamos. A los quince días no citó  de nuevo el señor “Tigrero” para informarnos sobre la compra del terreno; en esta reunión nos notificó haberlo negociado en doscientos pesos ($200) a excepción de tres solares que quedaban perteneciendo al señor Herrera. En esta reunión se convino nombrar la siguiente junta para hacer el limpio de la Plaza. Los que pertenecieron a esta Junta fueron los siguientes señores:

El Padre Sebastián Restrepo.                                   Jesús María Ocampo (Tigrero).
Jesús Antonio Arango.                                               José María Serna.
Alejandro Suarez.                                            Benjamín Bedoya.
Jesús María Suárez.                                        Vicente Orozco.
Alejo Londoño.                                                 Emilio Castaño.
Manuel Bedoya.                                                           Modesto Buitrago.
Vicencio Orozco.                                              Rafael Buitrago.
Francisco Castaño.                                         Joaquín Buitrago.
Servando Castaño.                                          Francisco Jiménez.
Ramón Buitrago.                                              Gabino Cárdenas.
Marco Buitrago.                                                Rafael Cardona.
Venancio Gómez.                                            Juan García.
Leopoldo de la Pava.                                       Leopoldo Vélez.
José Pitacio Marín.                                          Braulio Vallejo.
Eugenio Vélez.                                                 Juan Pablo Vallejo.
Plácido Orozco J.                                             Ramón Vélez.
Antonio Sánchez.                                            Ricardo Marín.
José María Arango.                                          Jesús Concha.
Juan de la Cruz Cardona.                              Joaquín Sánchez.
Ramón Londoño.                                             Julián Hurtado.
Jesús Arias Ortiz.                                             Ignacio Martínez.
Juan Antonio Murillo.                                      Bernabé Arias.
General Rafael Marín.                                     Ezequiel Murillo.
Miguel Duque.                                                  Martín Duque.
Liborio Arango.                                                 Próspero Duque.
Victoriano Arias.                                                           Vicente Ruiz.
Tobías Marín.                                                    Liborio Ruiz.
Andrés Orrego.                                                 Abdón Vallejo.
Faustino Ruiz.                                                  Gregorio Barco.
Luis García.                                                       Joaquín Barco.
Francisco Vélez.

Nos dimos a la tarea de la limpieza. Habiendo terminado una tarde en un convite muy entusiasta, estábamos en un brindis de aguardiente en una de las esquinas, cuando en ese momento pasaba José Herrera con una jiquerada de calabazas; ofreciéndole un trago y haciendo de las calabazas una charla, las tomó en la mano Ezequiel Murillo y dijo en alta voz: “Esto se llama el Coyabro”. Todos a una voz aceptaron el nombre, por lo cual se quedó llamando de esa manera muchísimo tiempo.  Se continuaron los convites donde prestaban servicio todas las señoras cuyos nombres apenas he podido entender en mis borrados apuntes. Son las siguientes: La esposa de Ignacio Martínez, de Ramón Londoño, de Juan de la Cruz Cardona, de Joaquín Buitrago, de los Arangos, de los Suarez y de don Venancio Gómez. En ese entonces tenían ya mejoras los siguientes vecinos: Antonio Herrera, Pacha Castaño, El Padre Restrepo, Francisco Jiménez, Servando castaño, Andrés Orrego, Alejandro Suarez, Jesús María Suarez y Leopoldo de la Pava, estos tres últimos para el lado de “Los Corbones”, Reyes Santa, Juan de Jesús Arias Ortiz, Rafael Marín, Ricardo Marín, Tobías Marín, Gabino Cárdenas, Julián Hurtado, Venancio Gómez, José Pitacio Marín, Luis García, Julián Vélez y pablo Vallejo, habiendo muchas otras mejoras retiradas del pueblo.
Los que integraron la Junta Pobladora fueron los señores:

El padre Sebastián Restrepo.
Jesús Antonio Arango.
Alejandro y Jesús Suarez.
Martin Duque.
Jesús María Ocampo (Tigrero).
Venancio Gómez.
Leopoldo de la Pava.
Marco Buitrago.

Tomó el nombre de Armenia, de la propiedad del señor Venancio Gómez.
El primer corregidor fue don Marco Buitrago.

De lo narrado pueden dar cuenta todavía algunos de los fundadores que aún existen como son los señores Ricardo Marín, Francisco Vélez, quien vive en Sevilla este último y el primero por los lados de Cartago, don Glicerio Acevedo, don Plinio Herrera, don Luis Patiño, la señora de don Juan de la Cruz Cardona y la señora del señor “Tigrero”; éstos últimos  viven en Armenia. Me suscribo de ustedes, Atto. Y S.S. José Joaquín barco toro.

HABLA DON PRUDENCIO CÁRDENAS BOTERO.



Don Prudencio Cárdenas Botero, nació en Manizales el 1° de octubre de 1868.  Sus padres Manuel Emilio y María Jesús Botero eran oriundos de Rionegro (Ant.).  Estuvo dedicado en compañía de Juan C. Arango, José María Arango y Francisco Urrego a las labores de guaquería.  Poco después sus hermanos José Manuel y Luis Felipe compro una mejora que Tigrero le ofrecía cerca de su finca, y la cual había abandonado un amigo suyo.  Participó activamente en las labores requeridas para la fundación de la nueva población; dejo de existir el 14 de enero de 1957

Prudencio cárdenas botero nació en Manizales el primero de octubre de 1868, a las cinco de la mañana, según sus propias palabras. Hijo de don Manuel Emilio Cárdenas (secretario de la primera Junta Pobladora) y María Jesús Botero, ambos de Rionegro (Antioquía).

Don Alejandro Cano, hermano del periodista Fidel Cano, residía en Salento, allí administraba las rentas de licores.

Don Alejandro llamó a don Prudencio que muy joven vivía en Pereira en compañía de su familia, para que se trasladara al Quindío y formara parte de una compañía de guaqueros que se proponía explorar la región de Montenegro, donde guaqueros como Andrés Hurtado y don Jesucito Hormaza, habían descubierto un cementerio indígena. Don Prudencio emprendió la marcha en compañía de don Juan C. Arango, don José María Arango y don Francisco Urrego y en la región de Montenegro estuvo dedicado a la guaquería por algún tiempo.  Al regresar a Salento, don Alejandro le dijo a don Prudencio: “venda ese gurrero que tiene (se refería a Pereira) y véngase a abrir una finca por estas tierras; yo tengo un amigo muy querido que se llama Jesús María Ocampo (“Tigrero”) quien está abriendo unas fincas en los lados de la quebrada de “Cristales” (conocida hoy con el nombre de la Romelia); ese amigo nos puede ayudar mucho, pues es muy generoso y amplio, tiene bastantes recursos y tiene mucho interés  en que entren colonos a descuajar esas montañas”.  A los ocho días subió “Tigrero” a Salento y después de tratar el asunto le dijo a don Prudencio: “Me parece excelente la idea; allí cerca en donde estoy montando mi finca, hay una mejorita de un amigo que me traje yo de Anaime; dicho muchacho la abandonó, está ya en rastrojo de hacha; eso se lo compramos con tabacos, y allí se establecen, para lo cual yo les ayudo con todo lo que tenga en mi finca”.

Don Prudencio viajó a Pereira y de allí se vino con sus hermanos José Manuel y Luis Felipe, igualmente se trajo a Luis Álvarez, que hacía las veces de peón. Compraron la mejora señalada por “tigrero” en la suma de cien pesos y así vino a establecerse al Quindío, en la región de “El Caimo”.

A fin de poder suministrar una información precisa, en relación con algunos detalles de gran importancia para la Historia de Armenia, interrogamos a don Prudencio, quien gentilmente dio respuesta a nuestras preguntas:
“-Por qué causa la ciudad no fue construida en los terrenos del Padre Sebastián Restrepo, situados hacia los lados del Orfanato?
-El primer proyecto para fundar la población comprendía los terrenos donde está hoy el “Orfanato”.  Allí se hizo el primer limpio, eran de propiedad del Padre Sebastián Restrepo, quien los había abandonado para trasladarse a Medellín.

“Por un Decreto después de la revolución del 85 del presidente del Estado soberano del Cauca, se declaró que todos los terrenos abandonados por más de cuatro años podía todo colono apoderarse de ellos. Así fue que el limpio se hizo allí, pero en vista de que el agua de la quebrada “La Florida” había que tomarla muy alta, la cantidad no era suficiente para surtir la población, fue entonces cuando se resolvió comprarle los terrenos donde está la localidad del señor Antonio Herrera para la fundación.
-Sí fueron los Suárez, don Alejandro y Jesús legítimos fundadores de Armenia?
-Desde el primer proyecto de la fundación de Armenia se trasladó “Tigrero” a Salento e invitó a mi compadre Alejandro y Jesús María Suárez y éstos aceptaron, porque ellos habían tenido el proyecto de la fundación de una población en estos alrededores, pero debido a la guerra del 85 lo habían aplazado.
-En realidad “Tigrero” era un hombre dadivoso y valiente?
-El “Tigrero” era un hombre tan musculado como don Ruperto Gallego que muchos armenios conocieron, hombre honrado, honorable y emprendedor como nadie.  Generoso en extremo y por ese motivo estoy aquí, porque él nos facilitó la forma de venir.
-El puente que dio origen a la diferencia con  Calarcá (los vecinos) y a la fundación de Armenia, dónde se pensaba construir?
-El puente se pensaba construir en San Pedro, en finca que era del señor Ramón Vélez y hoy de Julián Velásquez, no es como han afirmado algunos, que se pensaba construir  en “Balboa” o en “La María”. Para construir este puente Ocampo viajó a Salento y contrató con Miguel Agúdelo (a. Macuenco) y Pedro Juan Ospina, dos excelentes mineros la construcción de un muro de piedra en la margen izquierda del río Quindío, pues en la margen derecha un muro natural de roca.
-Por qué causa el Padre Sebastián Restrepo llegó a la región?
-El Padre  Sebastián Restrepo adquirió unas mejoras en los terrenos cercanos al “Orfanato de La Providencia” por compra que le hizo a un señor Arango de la ciudad de Manizales. Luego las abandonó, y nosotros hicimos uso del Decreto del Estado Soberano del Cauca las ocupamos, fue entonces cuando el Padre desde el púlpito nos fustigó porque habíamos ocupado los potreros del “para” que él había abandonado.
-Cómo  funcionaba el primer acueducto que utilizó la ciudad de Armenia?
-El primer acueducto fue construido por Pedro Arango (Pelón) y un  compañero de apellido Arango, dos mineros de Salento que eran muy prácticos en la echada de agua. El agua llegaba a la población por una acequia y al llegar y al llegar a la carrera trece era recogida por los vecinos en los caños. Para poder recoger el agua había que madrugar a las tres de la mañana, pues no había tanques.  Durante mucho tiempo el agua corrió por la carrera 13, bajando, mano izquierda, luego fue construido el primer tanque en el actual Colegio Oficial de Señoritas y se pusieron tubos de cepas de guadua debidamente arreglados.
-Es cierto que el Padre Ignacio Pineda conservaba su “sal” marinilla en todas sus cosas?

-Basta  informar las siguientes anécdotas: Me invitó el Padre Pineda un domingo para que lo acompañara hasta cerca de Murillo, donde tenía que ir a confesar una señora, le acepte la invitación, pero con la condición que fuera después de las dos de la tarde cuando ya hubiera pasado el fuerte del mercado, pues siendo dueño de una tienda en el marco de la plaza, no podía perder la vista de mis clientes.  El Padre convino en esto y a la hora mencionada salimos. Un poco debajo de Las Partidas  de Montenegro, y como el camino estuviera muy malo, el Padre sacando del bolsillo de la sotana un frasco con Brandy me sirvió en una totumita pequeña que llevaba, así fuimos siguiendo hasta que al llegar a “Santana” se acabó e licor.  Allí llegando a una casa donde salió una señora con el fin de atendernos. El padre le solicitó si tenía aguardiente resacado de contrabando. La señora le respondió que no permitía el gobierno, pero el Padre insistiendo, sacó la botella y empujándosela  por entre los senos a la dueña de la casa le dijo: “Vos si tenés por hay en el solar, corre y trae este frasco lleno”. La mujer salió y al poco momento llegó con el aguardiente. El sacerdote probó para ver si estaba bueno, cosa que le agradó. Monto en el caballo y salió. La mujer corrió a gritarle: “Oiga Padre y la botella de aguardiente, quién la paga? A lo que el Cura afanando la bestia le gritó: “Mi Dios se lo paga… Mi Dios se lo paga…

“Una vez que el Padre Pineda me casó, me presenté a arreglar la cuenta con él. Me cobraba trece pesos y medio, los trece para el alumbrado de las velas. Yo me quejé que el dinero que tenía después del matrimonio era poco y que lo justo era que me rebajara. El Padre accedió a rebajarme a trece pesos, es decir, el medio de las velas.  Yo insistí en que rebajara más y al efecto le ofrecí diez pesos. Por largo tiempo discutimos el precio, hasta que al final me dijo: “la última propuesta que te voy a hacer es esta: me das once pesos, o te los doy, pero eso sí, me llevo la novia para Filandia”.

OTROS FUNDADORES
Entre otros los siguientes:

Don Rafael Nieto Cardona, don Manuel Emilio Cárdenas, don Prudencio cárdenas botero, don Alejandro Suarez, don Jesús María Suarez, don Juan Clímaco García, don Ezequiel Murillo, don José Joaquín Buitrago, don Juan Antonio Herrera Gómez, don Hipólito Nieto, el general Aristóbulo Ibáñez, don Jesús Antonio Arango, don Rafael María Uribe P., don Antonio Vallejo (Pajarito).

RAFAEL NIETO CARDONA

Don Rafael Nieto Cardona, fue uno de quienes se adentraron en las selvas del Quindío para tomar parte en la fundación de Armenia, nació el 12 de octubre de 1968 en Salento, en el hogar de Enrique Nieto y Beatriz Cardona, pariente de la esposa de Tigrero.  Vivió con sus padres en la finca de don Alejandro Suarez y para adquirir vieres y alimentos debían ir a Calarcá subiendo hasta lo que hoy llamamos regivit, cruzando por la finca de Vicente Orozco, luego de atravesar el río Quindío.

El 16 de enero de 1889 contrajo matrimonio en Salento con Dolores Buitrago con una descendencia de diez hijos.

Al lado de Jesús maría Ocampo “Tigrero” y su esposa, hubo otros colonos que apoyaron la noble idea de fundar a Armenia.

Doña Evangelina García Vda. De Cardona, esposa del coronel Juan de la Cruz Cardona, fue una de las auténticas fundadoras de la ciudad.  Nacida y criada en Roldanillo, vivió con su esposo en Calarcá en una casa donde actualmente se encuentra el Banco Cafetero. Y fue precisamente Juan de la Cruz Cardona quien junto con Tigrero desmontaron los terrenos donde iría a fundarse Armenia, ayudados en la difícil tarea por Ezequiel Murillo y algunos peones.  Desde Calarcá venían con frecuencia doña Evangelina a traer viandas, alimentos y refrescos a quienes trataban de cristalizar la idea de fundación.

Juan de la Cruz Cardona fue miembro de la Junta Pobladora y tiempo después alcalde de Armenia.  En lo que hoy es la Plaza de Bolívar abrieron mejoras donde empezaron a reunirse para acordar los aspectos relacionados con la fundación.


ALEJANDRO Y JESUS MARIA SUAREZ

Fueron estos otros de los colonos que en busca de oro llegaron al Quindío. Eran hijos de don Vicente Suarez Gutiérrez y doña Venancia Suarez Suarez. En su juventud vivieron en Rionegro (Antioquía) y en el año de 1876 don Vicente fue nombrado Alcalde de Salento donde estaba radicado con su familia.

Don Vicente tuvo diez hijos: Lino, Dolores, Sotero, María de Jesús, Crispiniano, Antonio María, Alejandro, Jesús María, Sara y Vicente.

En el año de 1880 don Alejandro entró a desempeñar el puesto de Administrador de Hacienda, luego en compañía de su hermano Jesús María siguieron el negocio de mercancías,  y más tarde resolvieron desmontar la selva y entregarse a la minería. Constituyeron una sociedad minera, que según escritura firmada en el año de 1879 estaba compuesta por don Jesús Estéban Arias, don Jesús Antonio Arango y don Crispiniano Suarez. Pero don Jesús y don Alejandro no asistieron, debido a ocupaciones. En el año de 1880, época en que salía la expedición fueron nombrados guardas de la línea telegráfica Salento “Tochecito”.

En el año de 1884 don Alejandro salió de Salento donde estaba organizado, en exploración y aventura por las montañas del Quindío.  Contaba apenas 22 años y era natural de Rionegro (Antioquía).  Don Alejandro  llegó hasta las orillas del río “La Vieja” y “Barragán” en compañía de don Jesús Antonio Arango, (nacido en Abejorral) de 23 años y que también residía en Salento.

En el año de1884, el tesoro de la ciénaga de Maravélez era la ilusión de todos los guaqueros y habitantes de la comarca. El tigre y la serpiente abundaban, porque el Imperio Pinao hacía mucho tiempo había desaparecido (1550 a 1612).

Rosa Londoño e hijo y Sebastián Sánchez iban también hacia la Hoya en busca de tesoros indígenas, fueron ellos quienes plantaron los ranchos de “La Zainera”, “El Porvenir”, “La Unión” y “Maravélez”. Don Jesús María Suarez, hermano de don Alejandro emprendió también otro viaje por la selva en busca de guacas, salió de Salento por “el territorio encajonado éntrelos ríos “Quindío” y “espejo”.

Según lo afirma don Jesús María Suárez en su folleto “La Fundación de Armenia y su Origen”, el nombre de “Espejo” al mencionado río le fue dado por él, pero igual cosa asegura don Segundo Henao, fundador de Calarcá, quien manifestaba que en una de sus muchas correrías había descubierto el río y lo había bautizado con el mencionado nombre.

Los Suárez vendieron en el año de 1887 sus mejoras de “El Diamante” al coronel Leopoldo de la Pava, quien en esa época llegó a la región.

En las constantes correrías por la selva, los Suárez llegaron hasta lo que es hoy Municipio de Armenia y se encontraron con don Jesús María Ocampo “Tigrero”, quien en ese entonces vivía en Calarcá y contaba unos 37 años más o menos, y se proponía levantar sus mejoras en la parte de acá del río Quindío.

De la familia de don Vicente Suárez Gutiérrez, el primero en morir fue don Lino, quien se dedicó a la agricultura, don  Sotero se entregó al comercio conquistando un respetable capital y pasó sus últimos días entregado a la agricultura; don Crispiniano murió en Bogotá donde se había establecido; don Antonio María murió  estando muy joven en Cartago; don Vicente (hijo) murió a la edad de 24 años en Pereira; estuvo entregado al magisterio y finalmente al comercio y cultivaba la poesía; doña Dolores murió en Bogotá después de casar en Salento con don Gabriel Santamaría; doña María Jesús murió en Armenia, se había casado en Salento en el año de 1874 con don Jesús María Arias Arcila (poblador de  Armenia) y de ese matrimonio hubo  once hijos: alejandrina, Tulia, Carlos, Virgilio, Elvira, Zoraida, Isaura, Eduardo, Emilio, Roberto y Graciela.  Eduardo Arias Suarez, sentido poeta, es el autor del Himno del Carnaval de Armenia.

Don Alejandro en su primer matrimonio casó con su sobrina Elisa Suarez Santamaría. De ese matrimonio hubo dos hijos: Alejandro, que fue el primer Alcalde de Armenia durante el régimen liberal (1930) y doña Guillermina.   En las segundas nupcias celebradas también en Salento casó con doña Belarmina Arias Suarez, hija de  don Juan Esteban y doña María de Jesús, también sobrina suya. De este matrimonio hubo tres hijos: Reinel, León y David.  Don Alejandro murió en el año de 1934.

Don Jesús María Suarez, no contrajo matrimonio. Murió en el año de 1930.

JUAN CLIMACO GARCIA

Juan Clímaco García contaba unos 18 años en 1876, cuando salió de Salento cruzando por lo que hoy es Circasia para venirse a la selva.  El General Casabianca acababa de destruir los archivos de la localidad de Salento y recorría los caminos de la región.  Don Juan Clímaco pasó por las mejoras de Juan Ospina, Alejo Londoño, Manuel y José María Serna, la finca conocida con el nombre de “Monterredondo” que era en ese entonces de una señora a la que apellidaban “La Zarca”, siguió por las propiedades  de don Antonio Herrera donde halló un establecimiento de caña que le suministraba panela a toda la región y se internó en los terrenos que hoy pertenecen al Municipio de Armenia.  En esa época don Tobías Marín  era dueño de los terrenos donde hoy funciona la Trilladora “Rosita” y los depósitos de Babaría (carrera 18).

Don Gabino Cárdenas vivía de lo que es hoy Partidas de Montenegro hacía abajo y era propietario de un establecimiento de caña, dos cuadras antes de llegar a Tres Esquinas, lado derecho; hacia la carrilera del Ferrocarril se encontraba la entrada a las propiedades de Antonio Valencia (finca donde primero se conocieron los árboles frutales en la región), estas frutas se sacaban al mercado de Salento. Antonia Valencia casó con Julián Hurtado.  Aquí en este contorno fue donde don Juan con su hermano mayor Luis y su señora madre Paulina se establecieron.  Allí tenían como vecinos a don Crisanto Fernández.

A don Juan le tocó indicarle la finca de Antonia Valencia a José de los Reyes Santa, quien llamado por ésta a Antioquía se perdió en la espesa montaña. Rey Santa como lo llamaban sus amigos vendió más tarde (1891) terrenos donde se fundó Armenia.  Tenían además propiedades por los lados mencionados José Pitacio Marín (fundador de Circasia), Venancio Gómez, Hilario Vallejo, Pedro Vallejo, Juan Pablo Fernández y Félix Echeverri, quien había venido de Salento y establecido en lo que es hoy vereda de “Titina”. Don Juan Clímaco murió en el año de 1952.

EZEQUIEL MURILLO

Ezequiel Murillo fue uno de los primeros colonos que cultivó el terreno donde está hoy la Plaza de Bolívar. Había conseguido este derecho con la Compañía “Burila”, dueña de todo el territorio del Quindío.

Con los productos de las mejoras se alimentaron los asistentes a los convites para desmontar el territorio donde hoy está funda da la ciudad.

Una tarde  después del convite acostumbrado se encontraban en una de las esquinas tomando algunos tragos de aguardiente varios de los fundadores y pobladores, cuando pasó José Herrera con una buena cantidad de calabazas. Le ofrecieron un trago y, haciendo de las calabazas una charla, las cogió en la mano Ezequiel Murillo y dijo: “Esto se llama “EL CUYABRO”.  Todos los allí presentes aceptaron el nombre y siguieron llamando así a la naciente población.

A Ezequiel Murillo le tocó construir en compañía de “Tigrero”, Juan de la Cruz Cardona, Agustín Martínez, Jesús Soto, etc., el puente en el río Quindío, en la finca que era de Ramón Vélez.

Casó Ezequiel con Eudosia Herrera, hija del señor Antonio Herrera. Doña Eudosia murió en 1950, en la ciudad de Armenia.

JOSÉ JOQUIN BUITRAGO

Este como la mayoría de los fundadores vino de Salento, que era antes de la fundación de Armenia en el centro del comercio.  Fue Juez Poblador, nombrado por la primera Junta. (A don José Joaquín le toco firmar la escritura número 88 por la cual se cedían los terrenos a todos los individuos que quisieran hacer uso de la gracia, una mejora situada en el corregimiento o solar para continuar la fundación) Fue uno de los primeros que construyó  casa en los solares donados por la Junta Pobladora. Vino como todos los demás, atraído por el oro de las sepulturas y la fertilidad de la tierra. A este fundador le tocó medir las calles, por varios lustros conservó la vara con la cual tomó las medidas y en el año de 1925 la envió al señor Valentín Macías, con la siguiente nota:

“Señor don
Valentín Macías.
S.O.
Con destino al futuro MUSEO de esta ciudad, le acompaño la vara de guadua y que mide 81 centímetros, con la cual el señor Juan de J. Arias y yo, nombrados por la junta jueces pobladores, demarcamos esta ciudad; medimos y entregamos los primeros solares que se adjudicaron a los primitivos pobladores.
Armenia, diciembre 12 de 1925.
José Joaquín Buitrago.
El señor Macías conservó la vara hasta su muerte y finalmente su familia la obsequió al señor Samuel Medina Cardona, quien la posee.

Don José Joaquín murió hace algunos años en la ciudad y viven sus hijos.

JUAN ANTONIO HERRERA GOMEZ

Don Juan Antonio Herrera Gómez nació en la localidad de Salamina en el año de 1821. Su padre era de Marmato y su madre de Marinilla.  Don Antonio fue padre de trece hijos: Anastacio, Agapito, Eudosia, (ésta en compañía de su hermano Justiniano fueron verdaderos fundadores de Armenia), Tomasa, albina, José, Tomás, José Plinio, Ramón, Domiciano, Primitiva, Justiniano y Rudesindo.  Don Juan Antonio contrajo matrimonio a la edad de 28 años con la señorita Mónica Grajales, natural de Neira.  Allí vivió por espacio de cuatro años. En el año de 1879 terminada la guerra, don Juan Antonio que vivía en Salento donde también fue fundador y donde había llegado cuando apenas existía la Colonia de “Boquía” emprendió viaje a las tierras del Quindío en busca de oro y plantar una mejora. Una vez que se hubo establecido cerca a la quebrada “Cristales” cambió sus mejoras con don Liborio Arango por unas localizadas: Partiendo del llamado anteriormente “Alto de  de Leónidas Restrepo (don Leónidas fue Corregidor de Armenia) y que hoy se conoce como fábrica de Babaría en línea recta a la quebrada de “La Florida”, por ésta hasta caer al río Quindío, por el río hasta donde desemboca la quebrada del antiguo matadero, por ésta quebrada arriba hasta salir a la esquina de la carrera 17 con calle 22, de allí en línea recta a una quebradita que atravesaba por lo que es hoy Galería, por ésta quebradita hasta salir hoy a lo que es Parque Sucre, pasando por el sitio llamado anteriormente “Vega Seca”, del Parque siguiendo por lo que hoy es la carrera 14 hasta el punto de partida, o sea el alto de Leónidas Restrepo o “Corocito” nombre ése dado por don Juan Antonio y sus hijos.

El primer lote vendido de lo que es hoy Parque Sucre, hacia arriba, fue adquirido por Rafael Martínez (mayordomo de los Suarez en la finca llamada “San José”).

En el año de 1887 José de los Reyes Santa (a. el Mocho), porque era mocho de una mano, llegó donde don Juan Antonio con su familia después de haber vivido por algún tiempo donde Antonia valencia y le compro un terreno ubicado entre lo que hoy es la carrera 15 con calle 21, con una vaga que daba frete hasta otra más pequeña, por esta abajo y por el camino que conduce a “Tres Esquinas” hasta lindar con las propiedades de don Tobías Marín. Los terrenos comprados por Santa y parte de los de don Juan Antonio, fueron los vendidos a la junta pobladora para ser repartidos  entre quienes hicieran las primeras edificaciones Don Antonio Herrera dejo de existir a la edad de 104 años.

GENERAL ARISTOBULO IBAÑEZ

El General Aristóbulo Ibáñez contrajo matrimonio en la localidad de Rionegro, cuando apenas tenía el grado de Coronel, con la señorita Ana Francisca Echeverri González, de allí se trasladó a la “Villa de Pereira”.  Allí vivió por algún tiempo,  al cabo del cual dejó a su esposa y a sus hijos y emprendió la marcha hacia las tierras del Quindío y fue a establecerse en las riberas del rio “La Vieja” donde abrió sus mejoras derribando monte y venciendo todas las penalidades. Su hacienda abierta la vendió en el año de 1887 a los manizaleños Félix Salazar y Jerónimo Jaramillo y que había bautizado con el nombre de “El Edén”.  No fue el General Ibáñez fundador de Armenia  pero si uno de los principales colonos y el más entusiasta animador del progreso de la región. Luego se estableció en Calarcá, estando recién fundada esta población.  Allí lo cogió la guerra civil y como liberal se enroló en las fuerzas de la revolución.

Toto Sánchez, el guerrillero más valiente que se haya conocido en el Quindío y el Tolima, estuvo bajo sus órdenes. Toto comandaba las fuerzas revolucionarias, años más tarde (los mil días) en el combate de los “Quingos” cuando murió Ramón Buitrago uno de los fundadores de la ciudad de Armenia. Corría entonces el año de 1900. El General Ibáñez murió trágicamente.

HIPOLITO NIETO

Era el año de 1887, es decir, dos años antes de la fundación de Armenia, cuando Jesús María Ocampo “Tigrero”, llamó a don Hipólito Nieto en Calarcá  y le dijo: “Vea hermano, le tengo una mejora muy buena para venderle al otro lado del río, váyase para allá que yo lo apoyo con lo que pueda y después me la paga”. Don Hipólito aceptó la invitación de “Tigrero”, abandono  a Calarcá y no regresó nunca más a establecerse en aquella población.  Don Hipólito, fue no sólo uno de los colonos más entusiastas sino que asistió a la Junta Pobladora de Armenia.

Pocos años antes, es decir en 1885, también llegó a la región don Rafael Arango C. En ese entonces ya había  numerosas mejoras, tales como las de don Tobías Marín donde el mencionado año fueron escondidos numerosos ganados con ocasión de la guerra.  Esta finca se llamaba “El Nuevo Mundo” y hoy se le distingue con el nombre de “La Grecia”.

JESUS ANTONIO ARANGO

Don Jesús Antonio Arango recorrió el mismo camino que don Esteban Mejía por la comarca del Quindío en busca de oro para llegar hasta las codiciadas minas del rio “Cumbarco”.

Don Jesús Antonio  había nacido en Manizales y de allí se marchó a la comarca estando muy pequeño.  Hizo parte de la compañía minera compuesta por don Juan esteban Arias y don Crispiniano Suarez.

38 años vivió don Jesús Antonio en la selva donde lo acompañó su hermano Enrique.  Estuvo dedicado gran tiempo a la guaquería obteniendo una buna riqueza.

Al correr de los años murieron todos los compañeros  de don Jesús y viéndose solo, vendió todo cuanto poseía y fue a establecerse a Manizales.  Había tomado parte en la Primera Junta Pobladora de Armenia.

VENANCIO GOMEZ – VALENTIN MACIAS

Don Venancio llegó a la región antes de1880 entusiasmado por la guaquería y asistió a la Junta Pobladora.

Don Valentín Macías fue uno de los guaqueros que más recorrió la Hoya del Quindío. Fue Concejal del Municipio, ocupó diversos puestos públicos y asistió también a la Junta Pobladora.

FIDELINA OCOMPO VDA. DE OCAMPO.

Fidelina Ocampo viuda de Ocampo, fue una de las más entusiastas señoras que tomaron parte en la población de Armenia. Muy joven contrajo matrimonio con don Plácido Ocampo uno de los fundadores y pobladores de la ciudad.

Doña Fidelina la primera cantarillera para la construcción de la Iglesia, como  en este mismo libro puede leerse.  Luego tomó parte en los diferentes actos cívicos que se realizaron en la incipiente población.

Doña Fidelina dejó de existir el 24 de junio de 1955 a una edad avanzada dejando dos hijos: Miguel Ángel y Jose Ocampo Ocampo.  Vino a Armenia cuando tenía ocho años, de la ciudad de Manizales donde nació. Murió de 78, en esta localidad.

La alcaldía por medio de un Decreto lamentó la desaparición de la mencionada dama.

RAFAEL URIBE

Por la misma época que llego “Tigrero” al Quindío lo hizo también Rafael Uribe de la ciudad de Manizales, donde había contraído matrimonio con Ana María Martínez.  A Rafael Uribe le tocó ayudar a construir un incipiente puente de guadua por el cual cruzaban el río Quindío cerca al sitio conocido hoy como “La María” paran viajar a Salento y comprar mercado. Uno de los hijos de Rafael Uribe, Luis Felipe contrajo matrimonio con María Forero que llegó al Quindío cuando tenía 12 años, procedente de Santa Rosa, y en la actualidad tiene70.

FELISA CARDONA DE MONTES

En la ciudad aún vive la señora Felisa Cardona de Montes, hija que fue de Andrés Cardona y quienes llegaron a Armenia cuando apenas tenía un año de fundada.  Andrés Cardona a su vez  fue nombrado Comisario Mayor y como tal fue el encargado de administrar justicia. Doña Felisa vivió en Armenia por espacio de seis años y luego regreso a vivir a Filandia de donde volvió a Armenia hace siete años. Por su parte don Andrés murió casi centenario y sin enfermedad alguna.

Interrogada doña Felisa en relación con “Tigrero”, manifestó: “Tigrero” era buen mozo, de regular cuerpo, vivía en esa época  por la calle 21 tres cuadras debajo de la Plaza de Bolívar, frente a la casa habitada por Epifanio Rodríguez quien fue de los primeros herreros que tuvo Armenia.  Era esa la época de las serenatas. Fue el primer músico serenatero Víctor Manuel Suarez quien era muy apetecido para las serenatas y zurrungueos.

-En realidad el “tigrero” era aficionado a la caza?

-       Claro que sí, “Tigrero”, mi papá Andrés Cardona y Juan Bautista Barco eran los compañeros de cacería.  Ellos salían por las montañas del río Quindío en busca de animales.

HOJAS SUELTAS

Antes de la fundación de Armenia todos los colonos se dedicaban a la guaquería y la agricultura. El maíz, el cacao, los frijoles, la yuca, el tabaco, el plátano y la cebada en los climas fríos como Salento, componían los principales productos que en esa época se cultivaban.

La mayoría de los habitantes venidos de Antioquía, seguidos por los del Tolima, Cundinamarca, etc., traían sus costumbres, las que se fueron extendiendo entre todos los pobladores.  El tiple y el machete era lo primero que empacaban. Todo podía faltar menos el tiple sentimental y romántico. Tiple que como lo dijo  Bernardo Arias Trujillo: “el campesino lo oye zurrunguear desde que su madre lo acunaba sobre sus rodillas, y no es todavía mozo cuando ya lo ha aprendido a rasgar para ir a cantarle a la novia, una muchacha agreste que viste de muselina y tiene dos trenzas bíblicas caídas sobre los pechos en retoño”.

Fue así como “Tigrero” y todos los pobladores de la comarca, venidos en busca de oro y aventuras oían en el caney campesino y entre el olor a tabaco y recuerdos sentimentales el tiple que acompañaba las coplas.  Entonces, el puntilleo empezaba y por el aire se oía:

“El tabacal ya levanta
Su blanca flor de azahar,
Así tu corpiño asoma
Si vos me empezás a amar”.

“Mi doncellita Quindiana
Vení pronto al tabacal,
onde te estoy esperando
pa’ que calmes mi hondo mal”.

“Me han dicho que tenés otro
Quitándome tu querer,
si es verdad me arrojo al río
y no me golvés a ver”.

“Deja de ser zalamera
So pinchada y pretenciosa,
mirá la flor del tabaco
Que bajita es más hermosa”.

“El sol nos pondrá sus flecos
y el césped blanda almohada
y el serrucho en la montaña
dirá su mejor tonada”.

“Oirás cantar las chilcaguas
y el toche sobre el carbón,
cuando yo bese  tu boca
y me des tu corazón”.

“Endespúes vendrá la noche
con su gris todo a borrar
y  las flores del tabaco
se irán al cielo alumbrar”.

(A.PAJARITO)

“Pajarito” era el nombre de Antonio Vallejo dentro de los colonos. Figuró en la fundación de Armenia.  A mediados de 1886 era peón de la mejora de Maravélez.

Cuenta don Jesús María Suárez, que don Alejandro su hermano en uno de los viajes por la región del Quindío, llegó hasta las inmediaciones de Maravélez.  Marchaba en su mula por una de las trochas, cuando se paró de repente y dio la vuelta como si algo raro ocurriera. Inmediatamente don Alejandro se desmontó, aguardó al peón que venía a los pocos metros, amarró la mula a un árbol, y después de armarse convenientemente, cargando su carabina para lo que pudiera suceder, se adelantaron.

Grande fue la sorpresa al ver a regular distancia dos osos en combate.  Don Alejandro le gritó. El uno emprendió la fuga y el otro parándose en dos patas se lanzó sobre los cazadores.  Don Alejandro disparó el arma y la fiera dando un salto al oírla detonación se subió a un árbol, desde cuyo pie hicieron  varios disparos, que aunque hacían blanco, las municiones no penetraban porque se embotaban en el pelo del animal.

Resolvieron entonces, que don Alejandro iría a Maravélez a conseguir otra arma y el peón se quedaba custodiando la fiera que se había recogido en una de las horquetas del árbol que tenía cavidad.  Don Alejandro regresó con el arma y Antonio Vallejo (a. “Pajarito”) que era de los hombres de la misma raza del “Tigrero”, se subió por uno de los bejucos que colgaba del árbol. Con la carabina terciada llegó hasta una altura más o menos de veinte metros, de donde le gritó a don Alejandro que no había nada. Pero al grito de “Pajarito” la fiera pegó un berrido y fue entonces cuando le disparó entrándole el tiro por la boca. La fiera descendió y en tierra le acabaron de dar muerte.  De esta fiera, según lo anotan algunos de los fundadores, varios derrotados en el combate de Santa Bárbara, Cartago, comieron cuando iban de paso para sus hogares.

LOS TITULOS DE TIGREROS

Cuando la empresa de Burila estaba en todo su apogeo, llegó “Tigrero”  y monto cerca  a la “Helvencia” (Calarcá), su primera casa.  Allí se encontraba un día cuando el Inspector de Policía y su secretario, se presentaron a notificarle la desocupación, pues la única entidad que tenia títulos de esos terrenos era la Compañía de Burila.

“Tigrero” trató de convencer por las buenas al Inspector y su Secretario, sobre el derecho que tenía para trabajar la tierra, pero como la autoridad le exigiera los títulos, se subió por una escalera al encielado del rancho y bajó unas pieles de tigre, en tanto que decía: “Estos son mis títulos”. Nadie dio razón donde fueron aparar ese día el Inspector y su compañero.

TOMASITO GIRALDO

Dice don José Jaramillo, en “el Reloj de mis Recuerdos”, que Tomasito Giraldo era un gran jugador de billar, enamorado y poco amigo de la higiene. De Tomasito se dice que regaló las primeras campanas para la iglesia.

Un día enfermó Tomasito de venérea. “Fue donde el Dr. Henao a Manizales, quien después de verlo le recetó y le aconsejó: “Tomasito, si no es capaz de abstenerse de tomar licor femenino en su propia copa, siquiera escoja”. Y Tomasito regresó a  Armenia.  A los pocos meses volvió a Manizales con idéntica enfermedad.
El médico del dijo:

Oiga Tomasito y usted no se ha podido curar con el tratamiento que le indique?
Yo si me alivié doctor.

Y por qué vuelve otra vez, no le dije que escogiera?

Si doctor, esta que traigo ahora fue escogiendo…

Tomasito murió durante la guerra de los mil días, herido a bala durante el célebre asalto de Echavarría a la ciudad”.











“TIGRERO”

El 11 de noviembre de 1849 en la población de Salamina, en el hogar de José María Ocampo y Josefa Toro, nació Jesús María Ocampo Toro, hijo de padres agricultores y con seis hermanos más fueron educados con las pocas enseñanzas de su señora madre. Atento y colaborador en las tareas de la casa y el campo, dedicado al trabajo, sin vicios; no se preocupó por aprender a leer, ni a escribir.  A los 27 años en 1876 intervino en la revolución, participando activamente por los lados del Tolima y Antioquía.

Cuando la guerra terminó se estableció en la Mesa (Cundinamarca). En 1882 se trasladó a Anaime donde se dedicó a su negocio de abarrotes, Contrajo matrimonio en la ciudad de Ibagué en 1886 con Arsenia Cardona quien tenía apenas 13 años de edad. El general Aristóbulo Ibáñez lo motiva para que se instale en la región del Quindío, más precisamente en la meseta donde ahora es Armenia y fue precisamente en dicha actividad como conoció el camino de la Hoya del Quindío.

En 1882, y luego de haber conseguido algún dinero comerciando con artículos de primera necesidad, se trasladó a Anaime donde se instaló en forma permanente con un negocio de abarrotes, el cual le permitió reunir algún capital.

Por aquella época el padre de Arsenia Cardona se empleó en la finca de Ocampo, y desde entonces Jesús María manifestó sus propósitos de unirse en matrimonio con Arsenía, a la que el padre de dé esta se oponía toda vez que contaba apenas con 13 años de edad.  Superados todos los impedimentos contrajeron matrimonio en s1886 en la población de Ibagué.

La llegada a Ibagué del general Gallo y el ofrecimiento del general Aristóbulo Ibáñez para que se instalara en terrenos que había abandonado años antes, motivaron a Ocampo a trasladarse a la región del Quindío.

De Anaime, Ocampo salió con su mujer Ana María Arsenia Cardona, su cuñado Benjamín y un peón llamado Gregorio Londoño, buscando las tierras de “La Cabaña” que había comprado su cuñado Hermogenes; Jesús María y los acompañantes se internaron en la montaña; pasaron la noche en una cabaña abandonada cerca del río Azul y luego continuaron la marcha por el “Alto del Oso”, hasta llegar a las montañas de “La Helvencia”. Por aquellos lados alcanzó a vivir cerca de seis meses y luego se trasladó a Calarcá que había sido fundada recientemente.

De regular estatura, trigueño, musculado, largo bigotes, ojos grandes y expresivos, simpático;  a pesar de su escasa ilustración era culto y excelente conversador. Fue un hombre generoso, característica que le sirvió para ganarse al aprecio de todos quienes le conocieron. Prueba de ello fue el haber construido con su propio dinero un edificio para las primeras escuelas oficiales.  Con frecuencia se internaba en la montaña por varios días al cabo de los cuales regresaba con sus trofeos de caza consistentes en dos o tres pieles de tigre, animal que abundaba en estas regiones, por esta razón le siguieron llamando el Tigrero.

Contaba la señora Arsenia Cardona viuda de Ocampo que en Anaime antes de emprender el camino que los trajo a la “Hoya del Quindío”, los perros levantaron un tigre en celo.  Ocampo que era perito en cuestiones de fieras, la persiguió por entre palizadas hasta una fuente.  El animal saltó a un árbol caído y Ocampo con todo valor le pisó la cola. Allí la ultimó, porque el animal no pudo defenderse, pues había quedado colgando.  La trasportaron hasta la casa en una palanca, allí le sacaron la piel, que reunidas con otras, fueron llevadas a vender a Ibagué.






LA LEYENDA DE RENTERÍA

Es la leyenda más cercana a nosotros por cuanto es muy conocida en la Cordillera Central, principalmente hacia la región del Quindío, el nevado del Tolima y el Páramo de Chilí. Los que la cuentan nombran constantemente a “San Miguel de Perdomo” o sea Cajamarca, como lugar de los acontecimientos.

Antes de venir los antioqueños a derribar montañas con sus hachas, llegaron a esta región unos alemanes en busca de oro, que era abundante y de tal calidad que no se necesitaba sino tener cuidados y sacarlo en barras. Y cada año emprendían viaje camino a Armenia, cargadas las mulas del preciado metal, que iba a posar a tierras extrañas.

Pero celosos los alemanes dejaban la mina, su cuidandero, su mula y sus dos perros, conjurados para que no pudieran explotarla, ni con nadie compartirla. Al cabo de uno de esos viajes, los alemanes no volvieron. Y la mina Rentería, que así se llamaba el cuidandero, junto con él, la mula y los dos perros, quedaron efectivamente encantados.

No se supo si Rentería murió o no. Lo cierto es que en la noche del Jueves Santo, a lo lejos se veía brillar la mina encantada, pero las personas que se atrevían a llegar al lugar, no encontraban nada y el resplandor refulgía en otro sitio. Y las gentes oían y veían bajar de los Valles, por el camino Real, a un hombre montado en una mula acompañado de dos perros negros arrastrando cadenas. Era Rentería que al trote de su mula, en el alto del camino lanzaba gritos que hacían poner los pelos de punta, aun a los más valientes.

En algunas ocasiones se le presentaba a alguien, para que lo acompañara a la mina, de tal manera que si lo veía, desaparecía el encanto y entonces podría su alma descansar en paz.


JOSE MANUEL CÁRDENAS

JOSE JOAQUIN BUITRAGO



JOAQUIN BARRERA FRANCO



NEPOMUCENO RODRIGUEZ y MANUEL RODRIGUEZ

Presbítero ISMAEL VALENCIA



RAMON ELIAS AGUDELO
Fuente: Quindío Histórico, Alfonso Valencia Zapata. Monografía de Armenia. Armenia Caldas Colombia 1955.

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